PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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sábado, 2 de octubre de 2021

EL ÚLTIMO JAMES BOND DE DANIEL CRAIG

 

007 BOND: SIN TIEMPO PARA MORIR

De Cary Joji Fukunaga. Con Daniel Craig, Rami Malek, Lea Seydous, Ralph Fiennes, entre otros. Fotografía de Limus Sandgren. Música de Hanz Zimmer, tema de Billie Eilish. Duración: 163 minutos.

XXXX- DANIEL CRAIG EN UN ESPLÉNDIDO CIERRE DE CICLO

En la quinta entrega de los últimos 15 años de Daniel Craig como James Bond, el actor inglés ha dado las hurras. Es decir, dejó el personaje para siempre. Para nosotros, salvo por los recuerdos nostálgicos de los anteriores, Craig le dio una impronta muy difícil de igualar. Modernizó al elegante agente con “licencia para matar”, le dio una impronta de muchísima acción verosímil.  En este último “capítulo” de la saga de más de 20 años, James Bond está en una isla paradisíaca descansando, alejado de su profesión, y muy enamorado. El viaje hacia un lugar de Italia para poner una flor en una tumba muy especial para él desencadena la primera de muchas acciones violentas. Todos quieren matar al Agente 007, en especial los enemigos que subsisten en Spectro a pesar de que su cabecilla, encarnado por Christoph Waltz (leve reminiscencia a Hannibal Leckter), está en una cárcel especial. Pero no es el único que opera desde la oscuridad. Antiguos colaboradores del mal están pensando en lanzar una proteína (curiosa semejanza con la pandemia que aún sufrimos) que atacará el ADN, llamada Heracles, de determinadas personas. Villanos no faltan Rami Malek es otro de los malignos que condena a James Bond a tomar conciencia de su aquí y ahora.

En este sentido, este film es el que nos muestra al James Bond más humano porque es consciente de su propia muerte al tener que poner su cuerpo para salvar a otras personas. Si antes era de puro guapo, ahora es un hombre que sabe que las balas le pegarán a él y lo matarán.

Es James Bond en su esencia, diferente de las cuatro restantes porque, entre otros aspectos, el personaje en sí está bastante disociado del leit motiv famoso de James Bond, y porque hay más diálogos a fin de mostrarnos este matiz de sensibilidad profunda. Más no se puede contar, no queremos spoilear. Es un digno final para un James Bond inolvidable por su destreza, por su fuerza, por su rostro impávido que nos recordó siempre al de Kirk Douglas em “Duelo de titanes”, o “Senderos de gloria”, o “Espartaco”. Un cierre de ciclo estupendo para un gran actor que nos regaló una inmejorable versión de James Bond.

Elsa Bragato