EL ÚLTIMO DUELO
De Ridley Scott. Con Matt Damon, Dam Driver, Jodie Comer, Ben Affleck, Harriet Walter, entre otros. Guion de N Holofcener, Ben Affleck y Matt Damon. Fotografía de Dariusz Wolski. Edición de Claire Simpson. Música de Harry Gregson-Williams. Duración: 152 minutos.
XXX- EL DUELO QUE SIGUE CONMOVIENDO A LA HISTORIA
Esta última entrega del maestro Ridley Scott nos lleva a la Edad Media, basándose en el libro homónimo del periodista y escritor norteamericano contemporáneo Eric Jager, especialista en Letras y en historia medieval. A mitad del 1399, cuando los cimientos de la catedral de Notre Dame comenzaba a erigirse en París, se produjo el último duelo ordenado por la justicia: el del guerrero Jean de Carrouges (Matt Damon)y el señor Jacques Le Gris (Adam Driver), ambos compañeros en grandes batallas contra los otomanos y otros imperios lindantes de aquellos tiempos.
La razón de que una amistad tan fuerte se quebrara fue el rapto y violación de Marguerite de Carrouges (Jodie Comer), esposa de Jean, quien confesó no tener hijos en los cinco años que llevaba de casada con su marido y, sin embargo, quedar embarazada luego de la violación de Jean Le Gris.
Ridley Scott inicia la película con el enfrentamiento de ambos hombres pero corta abruptamente la definición para comenzar un flash back que, con algunos avances de la historia, logra revelar el artilugio de madame Margherite a fin de salvar su honor y el brutal enfrentamiento de su marido con Le Gris. Por sobre ellos está el dueño de las tierras, Pierre de Alancon (Ben Affleck, irreconocible por su cabello teñido de rubio y la delgadez de su rostro), que asiste al duelo como en los mejores tiempos del Coliseo Romano.
Hay una fotografía estupenda, un desplazamiento importante de extras (hoy en día se pueden duplicar al infinito gracias a la computación), es decir, elementos técnicos y humanos muy bien utilizados. Sin embargo, este film épico resulta muy fragmentado por la post-edición: las batallas son a todo o nada para pasar, rápidamente, a secuencias opuestas, o en palacio, o frente a jueces, o en la calma del hogar de los Carrouges. Este “a todo o nada” que se vive por momentos produce una oscilación creativa en la narración y en el ánimo del espectador: de pronto, la lucha cuerpo a cuerpo. De pronto, la luz de las velas en el dormitorio de Margherite, de pronto la salvaje violación, de pronto el amor apasionado de los esposos. Todo es “de pronto” y bien puede ser una cualidad de este nuevo producto del maestro Scott. Es, en todo caso, una historia de caballeros que desencadena en una historia de reparación del honor. Destacamos una buena búsqueda de datos como la mención de “EL libro del amor”, muy famoso en ese siglo, y la palabra “novela” que, si bien ya existía, no era muy común. Sí llama la atención que la joven Margherite estuviese al tanto de esos conocimientos en tiempos de oscurantismo cultural, especialmente para las mujeres.
Entretenida, lenguaje muy actual, escenas de violencia y de sexo, todo en su medida, con un gran trabajo técnico. Se añade que aún hoy para el escritor Eric Jager este duelo histórico no está confirmado. Pero convengamos en que anda muy bien para el cine del siglo XXI.
Elsa Bragato