PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 26 de junio de 2014

"JERSEY BOYS", "BAJO LA MISMA ESTRELLA", LO MEJOR DE ESTE JUEVES 26



JUEVES 26 DE JUNIO DEL 2014.-
Hay siete estrenos, que incluyen tres films nacionales. “Maxi Kosteki, constructor de caminos” es un documental sobre la figura de Kosteki y la masacre de Avellaneda a 11 años del hecho. La realización corresponde al Movimiento TV y el Barrio TV), y “El nexo”, de Sebastián Antico, realizado por el Grupo de Teatro de la Villa 21, con el protagónico del recordado Julio Arrieta, invasión extraterrestre y situaciones hilarantes. Merece nuestro apoyo. Entre las extranjeras está “La invocación” de Mac Carter, una casa embrujada en Sader Ridge que es visitada por la heredera y un grupo de amigos y ¡a salvarse! Hay un espíritu maligno (a resolver por el espectador) que genera una brutal maldad. Para fans del género.
TRANSCENDENCE, IDENTIDAD VIRTUAL
De Wally Pfister. Con Johnny Depp, Rebecca Hall, Morgan Freeman, Paul Bettany entre otros. Música de Mychael Danna. Duración: 120 minutos.
REGULAR. VIVIR EN LA “COMPU”
Wally Pfister es uno de los grandes fotógrafos de efectos especiales de Hollywood, ganador del Oscar, e integrante del staff de Christopher Nolan, gran innovador y realizador actual. Se lanza a su primer largometraje con un tema muy interesante: qué pasa con la mente que puede sobrevivir un poco más a un cuerpo que muere, qué papel puede jugar en la inmortalidad la tecnología actual, ¿es capaz de salvar una gran inteligencia transformándola en inteligencia artificial? Johnny Depp compone a un científico especializado en inteligencia artificial pero un hecho fortuito lo envía al “más allá”. Sus allegados logran casi mágicamente que el cerebro, y el rostro también, ingresen al mundo virtual de la computación, ¿a una “cloud”?
Las premisas de trabajo de Pfister, que tiene algo en común con “El origen” de Nolan, son apasionantes. La cuestión pasa por la narración y la dirección actoral. Un tema de por sí árido requiere de “pathos”, de pasión, de energía actoral. Y es lo que no sucede. Por otra parte, Johnny Depp está muy acostumbrado a actuar con personajes muy estrafalarios, que requieren vestuarios complicados. Y este tipo de actuaciones, detrás de rostros con maquillajes estrambóticos, le ha quitado frescura, gestualidad, a sus participaciones a cara limpia. Aquí está congelado y esto repercute en todo el film. No hay pasión, hay ficción pura, y se resienten las premisas inteligentes de Pfister. Es un film que no apasiona, que tiene momentos muy interesantes por la propuesta pero que queda ahí por la falta de un clima que supere la tecnología pura y que, además, nos explique algunos pasos que quedaron en el aire para el logro de esta hazaña científica. Recordemos que el film “Inteligencia artificial” fue un fracaso de taquilla en nuestro país.
Elsa Bragato
BAJO LA MISMA ESTRELLA
De Josh Boone, basado en la historia del mismo título de John Green. Con Shailene Woodyley, Ansel Elgart, Laura Dern, Willem Dafoe, entre otros. Música de Mike Mogis y Nate Walcott. Duración: 126 minutos.
MUY BUENA. LO QUE NO QUEREMOS VER
La historia de dos jóvenes condenados a morir por el cáncer puede resultar un “love story” cruento y, para algunos, cursi. Sin embargo, es la realidad que tratamos de no ver ni en los hospitales para chicos ni en los geriátricos, buscando los dos extremos de la vida. Esta película retrata con lenguaje sincero la vida de “Hazel Grace Lancaster” quien padece un cáncer de tiroides con metástasis, y su encuentro en un grupo de ayuda con “Augustus Waters”, apuesto joven con un cáncer óseo con metástasis. Mientras ella va a todos lados con la mochila de oxígeno, Augustus esconde su pierna ortopédica. Nada impedirá el amor de los jóvenes que superan sus miedos de una manera encantadora para el espectador y tocante. Un viaje a Europa para conocer a un lunático escritor, papel a cargo de Willem Dafoe, los une aún más. Los padres de los chicos son los soportes de la tragedia que es inminente. Pueden resultarnos “actitudes lejanas” o menos pasional que nuestra manera de ser pero no deja de ser una forma inteligente de afrontar pérdidas irremediables, incluyendo una preparación espiritual notable.
Asombra el lenguaje actual y la honestidad con que el guionista encaró los diálogos de los jóvenes entre sí y, en especial, entre “Hazel” y su madre.  Por otra parte, la tragedia es la enfermedad pero el film no es trágico como objetivo a cumplir, lo cual aligera el drama que también comparte el espectador. Los jóvenes nos enseñan a vivir hasta el último instante, aún cuando se quiebran y ensayan sus funerales. Dicho así, resulta macabro pero el clima que Josh Boone le dio a esta película es el de una comedia dramática, que incluye viajes, un amor muy puro entre los jóvenes y diálogos que nos harán pensar. Lo triste está, inevitablemente.
Laura Dern, en el papel de la madre de Hazel, compone a una mujer transida por el dolor pero que se maneja con fortaleza no exenta de tremenda sensibilidad para apaciguar la rabia y el dolor de su hija. Una gran actuación. Willem Dafoe tiene un papel anecdótico que esconde también una tragedia. Un buen aporte.
A pesar del dolor o de la tristeza, la lágrima que se nos escape no será por chatarra sino por hechos de la vida misma. Un buen sacudón para el espíritu que no viene nada mal porque el dolor existe y vaya cómo.
Elsa Bragato
JERSEY BOYS, PERSIGUIENDO LA MÚSICA
De Clint Eastwood. Con John Lloyd Young, Vincent Piazza, Erich Bergen, Christopher Walken, Mike Doyle, entre otros, basado en el musical homónimo. Canciones: Bob Gaudio, letras- Bob Crewe. Duración: 134 minutos.
MUY BUENA. EASTWOOD HACE LO QUE QUIERE
Está muy bien que el maestro Clint Eastwood elija un exitoso musical de Broadway y lo lleve al cine, respetando las características de la narración audiovisual. Además de cineasta, Eastwood es músico, compositor, jazzista de toda la vida (uno de sus hijos es bajista profesional de jazz) y siente admiración por los grandes de este ritmo nacido en su país como Charlie Parker, a quien le dedicó el film “Bird” (Forest Whitaker). Con planos amplios y planos secuencia nos recordó por momentos a “El ciudadano”, en esta película sobre un famoso conjunto musical de los 50, The Four Seasons, que comenzó por la iniciativa de dos jóvenes de Nueva Jersey, Frankie Valli y Tommy De Vito, este último con malas influencias de la mafia italiana. Incluso, los auténticos cantantes y compositores estuvieron en la premier del film de Eastwood, algunos aún sin saludarse por las cosas turbias que se cuentan en el film.
La recreación de época, la vida de los jóvenes músicos populares, está retratada tal cual es, y en esto no solo está el musical de Broadway sino el conocimiento de Eastwood y su maestría para meterse en el alma de cada uno de ellos, con sus temores, sus fracasos, sus novias, sus familias, la pérdida de dinero y hasta de familiares por “perseguir la música” como indica el título del film. Con un narrador en vivo, mirando a la cámara, Eastwood logra complicidad inmediata con el espectador sin cortar la magia de la secuencia. Y este narrador no siempre será el mismo quien nos explique el por qué de ciertas situaciones. Pero siempre sabremos qué está pasando en la complicada vida de algunos de los integrantes de The Four Seasons, la cárcel y las deudas.
Puede ser un poco extensa, pero es una película valiosa rodada con perfección en sus planos, en sus tomas, con el conocimiento de que el cine no es teatro y que lo que allí vemos nos debe contar todo, sin tiempos muertos. Aplomo, virtuosismo para la narración, son las características de este Eastwood que puede no gustar a quienes no amen la música pero que demuestran que es músico ciento por ciento. El final es fantástico y hace honor al musical con todo el elenco, incluyendo al “mafioso”, pero “bueno”, Christopher Walken participando de esta suerte de “flashmob”. La sugerimos para quienes amen la música y no tengan a menos una película que nos habla de ella sin ser un musical. Nos encantó.
Elsa Bragato
ISMAEL
De Marcelo Piñeiro, con Belén Rueda, Larsson Do Amaral, Sergi Lopez, Ella Kweku, Juan Diego Botto, Mario Casas. Hispanoargentina.
REGULAR. UNA HISTORIA A MEDIO CONTAR
“Ismael” viene  precedida  por mucha prensa desde el año pasado. Se dio en diferentes muestras y finalmente llega este jueves a la cartelera porteña. Lejos de ser un viaje al interior de la vida de un niño de piel negra, es una suerte de roadmovie en búsqueda de su padre tomando un tren desde Atocha en Madrid hasta Barcelona y con una carta que su progenitor alguna vez le envió a su madre. Encuentra a su abuela y de allí se inicia la búsqueda del padre ayudados por un amigo.
Belén Rueda encarna a esta hermosa abuela de cincuenta años, quizás el personaje más conmovido por la llegada de un nieto de color, Ismael Tchou, en forma inesperada a su vida. Sergi López, como el amigo que tiene la casa en Gerona a orillas del mar, cumple su rol de amigo de “Félix”, padre del niño,  como actor pero no está definida su situación: si se enamora o no de “Nora” (la abuela), si comprende la desesperación del pequeño, o si es una suerte de mediador familiar ocasional. Secuencias que nos alejan de lo medular.
La historia se diversifica y en ello encontramos este vaivén narrativo que no nos convenció: de bucear en el alma de este pequeño de 8 años se pasa a las relaciones entre los adultos, la madre que llega (Alika, encarnada por Ella Kweku) y su esposo. Miguel Casas, como el padre del niño, a quien acepta con asombro manteniendo aún serias diferencias con su ex pareja. No encontramos profundidad en la historia, es decir, en el alma de Ismael que se presenta solo en las primeras secuencias, auspiciando lo que no ocurrirá: un desarrollo de sus sentimientos. Tendrá berrinches, pero nada más. Se escapa, se esconde, pero su almita no surge. Sí se entiende que su objetivo está cumplido: verla la cara a su papá.
Es decir que estamos frente a un film que pudo ser mucho más interesante que lo que resultó por la buena premisa buscada por Marcelo Piñeyro. Sin embargo, queda dentro de un estilo narrativo actual que no aporta contenido a la idea planteada. Se va en vericuetos. No por eso deja de ser amable.
Elsa Bragato





jueves, 19 de junio de 2014

"CÓMO ENTRENAR A TU DRAGÓN 2" Y "PASIÓN INOCENTE", LO MEJORCITO JUEVES 19



JUEVES 19 DE JUNIO DEL 2014.-
Hay cuatro estrenos extranjeros esta semana, teniendo en cuenta el Mundial de Fútbol que castigó severamente las boleterías la semana pasada.
CÓMO ENTRENAR A TU DRAGÓN 2
                    De Dean Deblois. Con las voces de Jay Baruchel, Gerard Butler, Craig Ferguson, Cate Blanchett, entre otros. Música de John Powell. Duración: 102 minutos.
MUY BUENA. DRAGONES Y VIKINGOS EN HERMOSA ANIMACIÓN
De la misma manera que la primera “Cómo entrenar a tu dragón” nos encantó hace cuatro años, sucede ahora con esta continuación donde vikingos y dragones, especialmente el recuperado  “Furia nocturna” por “Hipo”. Mientras dragones y vikingos conviven en paz luego de lo alcanzado en pos de la misma e n el primer film, se descubre una caverna donde anidan dragones salvajes. Y la lucha recomenzará. Destacamos que los guiones están basados en la serie escrita por Cressida Cowell.                                                 
La belleza visual alcanzada por la fotografía animada en 3D de Dean Deblois  y los valores puestos en juego sobre la amistad, la relación con los padres y mentores, hacen de este film algo delicioso y cálido apto para el disfrute. Están muy logrados los personajes que, en versión sin doblaje, permiten escuchar al severo Gerard Butler como “Estoico”, líder de la tribu vikinga, o a Cate Blanchett como Valka, la madre de Hipo, de origen vikingo también.  La saga en cuestión, “Como entrenar al dragón”, nos viene gustando desde el primer momento por los vuelos increíbles de dragones y vikingos en generosos planos secuencias, por la banda sonora de Powell, por el mensaje que nos deja. Hay que verla.
Elsa Bragato
BUENOS VECINOS
De Nicholas Stoller. Con Seth Rogen, Rose Byrne, Zac Efron, entre otros. Música de Michael Andrews. Duración: 97 minutos.
REGULAR. ENTRE DROGONES Y FAMILIA
Es extraña la combinación desparpajada que hace Nicholas Stoller para presentar a un matrimonio joven con una beba recién nacida y unos jóvenes vecinos ruidosos y escandalosos: no hay quién se salve de la droga consumida en dosis masivas ni del alcohol hasta quedar descompuesto. En todo caso, queda fuera la beba pero no sabemos hasta dónde con tanta fumata en sus cercanías.
Seth Rogen, prototipo del antigalán, consigue afianzar sus dotes de comediante en el papel del padre novato, acompañado por Kelly Byrne, actriz australiana. Mac y Kelly y la pequeña hija enfrentan a una “confraternidad” del secundario encabezada por un Zac Efron que, a sus 26 años, no da para el papel de adolescente rebelde. Pero allí está. No le faltan agallas como actor pero estos papeles sin duda lo deslucen al máximo. El resto del elenco son dignos desconocidos que cumplen con las fiestas, las drogas y los pequeños parlamentos que les asignaron.
El tema no es nuevo tampoco. Aquí se apeló a dos hombres de la nueva generación hollywoodense como Rogen y Efron y entre ellos es la partida. Las fiestas de los nuevos vecinos con luces y música enloquecen a Mac y Kelly que planifican una venganza involucrándose en las festicholas. La escatología tiene algún rol pero no todo, lo cual se agradece y mucho. No tanto el estado de embriaguez por la droga que muestran los jóvenes padres quienes no llegan a concretar un acto sexual de tan borrachos y drogados que están. Estará bien esto? Al menos, no nos gusta.
Hay secuencias logradas aún con cierto morbo como el momento en que el atribulado Mac intenta sacarle la leche de los pechos a Kelly y no sabe cómo “ordeñarla”. No ofende y es muy hilarante, así como algunas otras relacionadas con sus frustrados actos amorosos.
Decíamos que la combinación es desparpajada porque nos muestra a una familia joven que lucha por establecerse en un barrio y hacer feliz a su hijita mientras por el otro nos introduce en el mundo adolescente cargado de extremos poco aconsejables. El film se hace llevadero porque no cae en gruesas escatologías, como apuntamos, y logra salvarse del estigma “Sandler” que siempre es chabacano (salvo su último film, también intrascendente). El salvataje del hogar es el objetivo logrado de Nicholas Stoller y Seth Rogen deja bien sentado que es un buen comediante. Para solteros empedernidos, fans de los extremos y postadolescentes.
Elsa Bragato
CAE LA NOCHE EN BUCAREST
De Corneliu Porumboiu. Con Bodgan Dumitrache y Diana Avramut. Duración: 89 minutos.
BUENA. EL CINE VISTE DESDE EL BACKSTAGE
Corneliu Porumboiu nos asombró hace un par de años por Bucarest 12:08, un film tocante por el tema y por la realización. “Cae la noche…” es su tercer largometraje que fue presentado en el BAFICI con buena aceptación por parte de los cinéfilos, que a ellos va dirigido. Un director de cine inicia un viaje y nos invita a participar de esta “short road movie” donde ya se plantea que “Alina” es su musa-actriz. Romance, un film que lo desvela, y una serie de matices de su psicología que nos alejan de la convencional historia del “cine dentro del cine”, especialmente por los largos parlamentos. La cámara fija es un detalle importantísimo en esta película que nos enfrenta al “alter ego” de Porumboiu y su concepción del cine, con los pro y los contra del futuro del séptimo arte.
La realización nos enfrenta a ese backstage que se puede pensar armonioso, y, por lo general, no suele serlo en ninguna profesión. La relación hombre-mujer tiene altibajos que comprometen un film, una edición de tevé o gráfica, un producto. Y esta simbiosis laboral no suele cumplirse. Surgen envidias, celos, y una supremacía masculina que derriba cualquier ilusión femenina. El planteo de Porumboiu responde a la mentalidad europea que suele ser cerrada con visos de apertura absoluta. El film nos resultó interesante más que gustarnos. Los planteos del realizador nos recuerdan a muchos planteos literarios de fines del siglo XIX donde se aventuraba sobre la realización teatral y su futuro. Es decir, para cinéfilos con muchas ganas de ver a Porumboiu.
Elsa Bragato
PASÍÓN INOCENTE (BREATHE IN)
De Drake Doremus. Con Guy Pearce, Amy Rian, Felicity Jones y Mackenzie Davies. Música de Dustin O’ Halloran con solos de cello de María Kriesler, Duracíón: 97 minutos.
MUY BUENA.  “RESPIRO” INDEBIDO
Los músicos suelen tener un atractivo especial para el público en general. Hay algo de misterioso entre esos señores que encantan con melodías y que conocen el secreto y difícil mundo de combinar los sonidos. Nada nuevo bajo el sol. En el caso de de “Pasión inocente” nos enfrentamos al clásico intercambio juvenil: una joven estudiante de música va al hogar de un violoncellista, su esposa y su hija a completar sus estudios. Los alrededores de New York lucen “soñados”. Hermosa casa, una escuela donde el jefe de familia (Guy Pearce) ejerce como profesor de música, su hija (Mackenzie Davies) y la nueva inquilina, “Sophie” a cargo de la desinhibida Felicity Jones, se apoyan en la organización familiar, junto con la amable pero nada tonta esposa de Keith-Pearce, la talentosa Amy Ryan.
La joven inquilina tiene ojos para todos y esto desencadena un thriller pasional que no llega a extremos pero que nos cuenta el trastorno familiar y el dolor de un matrimonio asentado cuando se provoca una confusión en el corazón de los adultos.
El film transita por climas cálidos, amables, románaticos, con sutilezas que nos muestran el interés de la joven estudiante y la pizca de maldad que su inocencia conlleva. Al parecer, el único ingenuo es el violoncellista…
Sin exageración, con una fotografía generosa en primeros planos, tomas fijas de gran belleza, singulares close-up que nos develan sentimientos más que las palabras, Drake Doremus construye una historia de amor prohibido que nos moviliza, le agrega algunos solos de cello, y no pasa del límite del buen gusto y del desarrollo perfecto de su propuesta. Un film sin aspavientos bien desarrollado y muy bien filmado. Agregamos que Guy Pearce es un sensible actor de quien no vemos muy seguido sus trabajos en esta parte del mundo.
Elsa Bragato

jueves, 12 de junio de 2014

"IDA" Y "LOVE PUNCH", LO MEJOR DEL JUEVES 12 DE JUNIO




JUEVES 12 DE JUNIO DEL 2014.-
A pesar del inicio del Mundial de Fútbol y con las magras ganancias generadas por los estrenos del jueves pasado, esta semana tenemos el lanzamiento de siete films de diverso género que correrán diversa suerte a su vez. Hay dos films nacionales: “Boca de pozo”, de Simón Franco, sobre la vida de un empleado de los yacimientos petrolíferos patagónicos, teniendo como protagonista a un excelente actor como Pablo Cedrón. Destacamos su trabajo así como la fotografía y el diseño de producción del film, cuidados, esmerados. Un film con una historia que nos puede parecer pequeña pero bien realizado. Y “Los ojos abiertos de América Latina”, de Miguel Mirra, sobre la contaminación en el continente. Entre las extranjeras, están “El hombre duplicado”, de Denis Villeneuve, con Jake Gyllenhaal y Melanie Laurent, un profesor que encuentra en un DVD a un actor que es su “doble”. El tema ya fue tratado en otras películas, hermanos gemelos (no es el caso), confusión de esposas, y enfrentamientos. Está muy bien logrado el clima de suspenso y, a pesar de la reiteración temática, tiene secuencias atrapantes. Además vuelve el terror paranormal en “In-actividad paranormal” cuyo título en inglés nos dice mucho más (In haunted House 2) para asustarse un rato sin pretender mucho más; y “Un golpe de talento”, de Craig Gillespie, sobre un método utilizado en Oriente para el criquet que aplica al béisbol norteamericano.
EL PACTO
De Nicholas McCarthy, con Caity Lotz, Casper Van Dien, entre otros. Música de Ronen Landa. Duración: 89 minutos.
BUENA. ESPANTO DE BAJO PRESUPUESTO
Que los actores sean prácticamente novatos y que el presupuesto tenga calidad de “magro” no fueron obstáculos para que Nicholas McCarthy dibujara una historia de intensos climas paranormales, apelando más a la sutileza que a lo “gore” que tampoco falta. Hay que destacar que es el “detalle” y no el centro de la narración. Una joven, “Annie Barlow”, asiste al funeral de su madre y quiere reencontrarse con su hermana y su sobrina. De pronto, se encuentra sola en la casa materna donde vivió espantosas torturas de su progenitora. Dormir allí será una pesadilla dantesca cuanto menos. He aquí donde aparece el ingenio narrativo de McCarthy al proveer al film de efectos que, no por conocidos, no dejan de ser efectivos. Algunos planos secuencias hacia la puerta que será “la del terror” vivido, objetos que caen, otros que se mueven, las luces que titilan, van generando tensión y suplen generosamente cualquier ausencia presupuestaria. La aparición de una amiga de la infancia clarividente resulta sustancial, así como la de un detective que intenta ayudar a la joven a desentrañar el misterio de la casa, una compañera de ambas hermanas y la sobrinita. Pocos personajes para una trama bastante interesante que se mete en la secta de los “Judas”.
Lo “gore” aparece en el “misterio” a desentrañar así como las viejas fotografías familiares permiten elaborar una línea de investigación más o menos coherente. Nada de lo que vemos es nuevo. Sin embargo, McCarthy alcanza su objetivo de inquietar, perturbar al espectador, y sobresaltarlo en forma creciente. Ciertamente, un elenco desconocido no es el mejor gancho para atraer al público. Si tenemos en cuenta que el film supera en realización (diseño de producción y fotográfico) a muchos de su género, se deja ver. La banda sonora de Ronen Landa (compositor, cellista y guitarrista) es muy completa, cumpliendo su rol incidental con creces.
Elsa Bragato
IDA
De Pawel Pawlikowski. Con Agata Trzebuchowska, Agata Julesza, Dawid Ogrodnik, entre otros. Música de Kristian Eidnes Andersen. Duración: 82 minutos.
EXCELENTE. SECUELAS DE LA GUERRA EN GLORIOSO BLANCO Y NEGRO
La Vieja Europa vuelve sobre sus pasos, sus desaparecidos, sus muertos, los conventos que inventaron cristianos, la tragedia de una Polonia destrozada. Pawel Pawlikowski, en el regreso a su país luego de una estadía en Inglaterra, remueve los traumáticos sucesos padecidos por los polacos a través de sus propios dictadores, el nazismo y el comunismo, valiéndose tan solo de dos mujeres antagónicas en edad y formación y de un joven saxofonista.
La historia se sitúa en 1962 en un convento, donde “Anna” (Agata Trzebuchowska) aspira a tomar los hábitos en pocos días. La Madre Superiora la envía a pasar un tiempo con el único familiar que le queda, su tía “Wanda Grutz”. Así “Anna” se enterará de que “Wanda” fue jueza de los comunistas y mandó al patíbulo a los “no compatriotas”, y que ejerce la prostitución por placer, además de beber desmesuradamente. La historia tiene un arranque muy perturbador: “Anna” se entera de que es judía y nació como “Ida”. Y que, por los dichos de su tía Wanda, debe buscar los restos de sus padres, masacrados en los bosques polacos. Una es casi monja y es pura, la otra ha sido ejecutora de muerte, no cree en Dios y sí en el sexo carnal, tal como declara.
El film tiene enfoques mágicos, a través de los bosques que tanta muerte encierran, planos de rostros en silencio, pocos diálogos y un maravilloso blanco y negro para destacar luces y sombras a la manera de los grandes pintores del renacimiento. Hay dos secuencias notables y sugestivas: primero, el traslado de una enorme imagen del Sagrado Corazón de Jesús por las novicias a través de un patio interno del convento totalmente nevado, y segundo, cuando “Anna-Ida” se persigna con las manos sucias por la tierra del cementerio, dejando las huellas de la cruz sobre su ropa de novicia.
Esa búsqueda de sus padres, entre quienes está la hermana de “Wanda” y el encuentro con el saxofonista, marcan el derrotero de esta road movie que estremece porque hay belleza visual pero un tremendo dolor en su contenido. “Anna” descubre el mundo humano, “Wanda” intenta resistir el dolor del pasado. Cada mujer saldrá de este encuentro con el pasado de manera diversa. Con pocas palabras y una gestualidad mesurada, rigurosa pero suficiente.
El realizador encuentra en la vida de estas dos mujeres la manera de traer al presente el horror de las dictaduras de cualquier índole, poniendo énfasis en la crueldad contra los niños, obligados a desconocer sus orígenes. Lo menos logrado sería, a nuestro entender, la resolución que Pawlikowski le da al destino de cada una de ellas. Por un lado, es abrupto en un caso. Por otro, puede significar el desgarro interior insoportable para quienes vivieron tamañas masacres (exportadas desde el Hemisferio Norte a nuestras tierras). El miedo de los vecinos, la usurpación de las viviendas, los que no quieren recordar, los que recuerdan, los jóvenes que miran sin comprender lo pasado, las dictaduras que se deshilachan, la búsqueda de los NN, van de la mano de “Wanda” y “Anna” en el viejo coche blanco que las traslada de una localidad a la otra. El amor, el alcohol, el cigarrillo, la aventura, la fiesta del pueblo, son matices que suenan a un burlesque de la vida en tierras arrasadas por el espanto. La fotografía, estupenda, ahonda en la soledad y la crudeza de esos años al ubicar a las protagonistas como “fuera de cuadro”, sobre un lateral de pantalla, rodeadas de grandes espacios blancos y grises. El espanto de vivir lo que no se quiere a veces se logra imprimir en imágenes como en este caso. Gran película.
Elsa Bragato
UN GOLPE BRILLANTE (LOVE PUNCH)
De Joel Hopkins. Con Emma Thompson, Pierce Brosnan, Timothy Spall, Laurent Lafitte, entre otros. Música de Jean-Michel Bernard. Duración: 95 minutos.
BUENA. MÁS DE LO MISMO PERO AGRADABLE
Cinco años después de “Nunca es tarde para enamorarse”, Joel Hopkins vuelve a trabajar con la estupenda actriz Emma Thompson junto, esta vez, al carismático Pierce Brosnan. Aquí componen un matrimonio maduro, jubilados ambos, pero con un divorcio a resolver. La especulación en la empresa del marido deja a la pareja sin dinero para el futuro. Y es el arranque de esta comedia romántica con tinte policial. Thompson y Brosnan cargan sobre sus espaldas los personajes y emprenden una cruzada contra el sinvergüenza empresario francés que los despojó del futuro. Francia, la Costa Azul, el casamiento del magnate, obliga a estos dos jubilados a reencontrarse para vivir dignamente a través del robo. El film cae, entonces, en situaciones reideras pero muy convencionales, clishés unos tras otros, previsibles, sin mayor creatividad pero, hay que reconocer, con la efectividad de siempre. O sea nos resulta simpático pero ya sabemos de qué va la cuestión. Es innegable el carisma de la pareja protagónica, sustento de esta comedia que tiene todos los pecados de lo ya visto pero que nos ofrece paisajes bellos, vistas lujosas, y un entretenimiento placentero sin atisbos de realidad. Lo alocado a veces distrae.
Carlos Pierre


jueves, 5 de junio de 2014

"A MILLION WAYS TO DIE IN THE WEST", "LUNA DE MIEL EN FAMILIA", "LUMPEN" Y "AMAPOLA", ESTRENOS JUEVES 5



JUEVES 5 DE JUNIO DEL 2014.-
Hay seis estrenos, que incluyen dos films nacionales: “Lumpen” marca el debut cinematográfico de un gran actor, Luis Ziembrowski. El film fue presentado en el festival de Mar del Plata siendo muy bien recibido por la crítica. Nos habla de un individuo cobarde y cómo actúa con su entorno, es también un análisis del ser humano pequeño de espíritu. Como curiosidad, se presentan dos films italianos: “El árbitro”, en el glorioso blanco y negro, de Paolo Zucca, que narra el caso de un árbitro que protagonizó un escándalo de corrupción y fue derivado a la tercera división. Hay muy buenas actuaciones y la fotografía es estupenda. Finalmente, “Tutti i santi giorni”, una comedia romántica de Paolo Virzi, sobre una joven pareja que busca un hijo y a la que la vida le pondrá suficientes obstáculos como para que la narración sea entretenida. Es una comedia costumbrista.
El segundo estreno nacional es “Amapola”, del laureado con el Oscar Eugenio Zanetti, cordobés de renombre internacional. Reúne un gran elenco encabezado por Camila Belle, además de Francois Arnaud, la estupenda Geraldine Chaplin, Paz Vega, Elena Roger, Leonor Benedetto, Nicolás Pauls y Esmeralda Mitre. La música es de Emilio Kauderer. Es una mezcla de realismo mágico y musical, una comedia que incluye un viaje en el tiempo. Destacamos la puesta de Zanetti, impecable, con planos secuencias de notable belleza. Lo que no convence mucho son el guión y el delineamiento de los personajes.
A MILLION WAYS TO DIE IN THE WEST
De Seth Farlane. Con Seth MacFarlane, Charlize Theron, Amanda Seyfried, Liam Neeson, Neil Patrick Harris, entre otros. Música de Joel McNeely. Duración 116 minutos.
REGULAR. ESCATOLOGÍA Y CHISTES REMANIDOS
Seth MacFarlane es el creador de “Padre de familia”, uno de los muy buenos productos televisivos que se ven también en nuestro país, y de “Ted”, el oso que quiere ser “Mafalda” sin conseguirlo. Sinceramente, se esperaba mucho más por la muy buena combinación de planos secuencias que muestran el desierto de Arizona en toda su imponencia y la banda sonora, rememorando la música de los westerns clásicos. Estos dos factores técnicos son lo mejor de este largo film que decae muchísimo por momentos y muestra escatología en estado puro, desagradable. Seth Macfarlane sabe hacer humor pero tiene un “techo”: las ideas son hasta “ahí”. O, en todo caso, su humor va para la una pantalla chica como la televisión y no para la pantalla grande del cine.
En realidad, uno tiene la sensación de que, más allá de la  historia de amor inicial en la que tercia un duro Liam Neeson y la bella Charlize Theron enfrentados a una Amanda Seygried muy descolocada en su papel de ingenua a ultranza, el film es una sumatoria de secuencias bien estrictas donde se han planificado hasta el milímetro los diálogos. Falta espontaneidad, falta creatividad. No así Neeson y Theron, siempre verosímiles.
La coreografía planteada para la narración es muy buena, ya indicamos los dos aspectos técnicos que merecen subrayarse. El tema entonces pasa por el guión y por la actuación de Seth MacFarlane en su papel de timorato en pleno 1882, cuando todo se resolvía a los tiros. Le queda a MacFarlane los tics televisivos que nunca funcionan en el cine. Esa suerte de complicidad con el espectador no va. No podemos hablar de decepción absoluta, pero no es lo que esperábamos. A todo esto agregamos que Seth Mcfarlane suele ser un número puesto en la taquilla. Pero la crítica es ésta: demasiado poco para tanta publicidad.
Quédense un ratito más, si deciden ir a verla, porque aparece Jamie Foxx en su papel de “Dyango sin cadenas”, una escena brevísima que, por lo menos, arranca una sonrisa, casi casi lo mejor de este largo film.
Elsa Bragato
LUNA DE MIEL EN FAMILIA
De Frank Coraci. Con Adam Sandler, Drew Barrymore, Wndi McLendon –Covey, entre otros. Música. Rupert Gregoson Williams. Duración: 117 minutos.
REGULAR. SANDLER BUSCA REDIMIRSE
Adam Sandler ha ganado varias veces el premio Frambuesa al peor actor, que se otorga un día antes de los Oscar, así también como sus películas. Acostumbrado a un humor rugoso, escatológico, pobre, hay que decir que, en este film, asoma un Sandler maduro que se vale de la química que siempre tuvo con Drew Barrymore (recordar “Como si fuera la primera vez”). Aquí funciona a pesar de las familias casi disfuncionales que los dos llevan sobre sus espaldas: él es viudo con tres hijos y ella está divorciada con dos hijos.
Sin que medie mucha explicación, ambas familias, una sin madre y la otra sin padre, aparecen en Africa con sus hijos. No resulta un viaje de placer económico. Salvada la situación que no se explica, es en el gran continente donde los chicos estarán a sus anchas (aún molestando al reino animal en demasía) y sus respectivos padres se darán cuenta de que los une algo más que una simpatía. La cuestión seguirá en los Estados Unidos, y el amor se sellará con un beso, muy esperado.
Hay secuencias extensas, muy largas, más de lo mismo, donde el guión se da vuelta sobre sí mismo varias veces para extraerle todo el jugo posible y no se logra. Aburren. Con media hora menos, el film habría resultado redondito dentro del género de típica comedia norteamericana más para ver por cable que para comprar una entrada.
Adam Sandler viene cayendo en su carrera en la que uno encuentra pocos títulos sin escatología o humor barato. En este caso, rescatamos su regreso a una comedia que no tiene excesos en el humor pero tampoco exceso de creatividad. Sí llama la atención la fijación en África de muchos films como éste, hecho que se repite en los museos neoyorquinos. En esto, siempre hay que ver un sesgo político, siendo como es el “continente experimento” para muchos laboratorios químicos europeos (denunciado hasta en el cine). Aquí es el continente para el recreo de dos familias que encontrarán un camino nuevo en el amor. Un recreo carísimo para casi nada.
Elsa Bragato