EL
IRLANDÉS
De
Martín Scorsese. Con Robert De Niro, Al Pacino, Joe Pesci, Anna Paquin, entre
otros. Fotografía de Rodrigo Prieto, Edición de Thelma Schoonmaker. Banda
sonora basada en soundtracks de diferentes décadas. Duración: 209 minutos.
Netflix.
XXXXX-
OBRA CUMBRE DEL MAESTRO SCORSESE
Así
como la trilogía de “El Padrino” tuvo a Al Pacino, además del mítico Marlon
Brando, como protagonista y la mano del gran Francis Ford Coppola, otro maestro
como Martin Scorsese deja una obra maestra sobre el gangsterismo
norteamericano. Coppola y Scorsese,
Scorsese y Coppola, soberbios realizadores, únicos. En “El irlandés”,
Scorsese tomó los hechos tal como los narró Charles Brandt en el libro “Heard
you paint houses”, quien pudo entrevistar a Frank Sheeran, o el “Irlandés” en
el geriátrico donde vivió hasta su muerte conociendo detalles de la vida de la
mafia. Muchos cuestionan la versión del libro de Brandt sobre la relación de
Sheeran con el Secretario General de Camioneros, o la IBT, Jimmy Hoffa,
fundamental en esta propuesta de Martin Scorsese. Lo cierto es que Hoffa
desapareció en julio de 1975 y nunca más se supo de él. Scorsese le da un matiz
muy interesante a este momento de la historia.
Frank
Sheeran está encarnado por Robert De Niro – impresionante convicción y
presencia escénica-, también productor del film; Scorsese utiliza su voz en off
para que nos introduzca en su vida y, por extensión, en la de la mafia
norteamericana. La excusa del casamiento de la hija de un amigo, las traiciones
de Hoffa, la presidencia de John F. Kennedy, la persecución del Procurador de
la Nación Robert F. Kennedy, así como una referencia al padre de familia de los
Kennedy, obligan a repensar la historia sobre el asesinato de los dos hermanos
Kennedy.
La
mafia, la política, el poder de protector de Russell Bufalino, encarnado por un
Joe Pesci fascinante, sobre Frank Sheeran, y éste a su vez protector de Jimmy
Hoffa, papel de un Al Pacino que deslumbra, van armando una trama atrapante, a
través de diálogos memorables, contenidos, aunque bien claros. Sheeran jamás
contradirá a su mentor Bufalino mientras que Hoffa se rebelará, mostrándose
como el “enfant” terrible de la “familia mafiosa”, algo inadmisible.
Fascinante
de principio a fin, es cierto que su duración de más de tres horas acobarda.
Sin embargo, si se la ve en tres o cuatro veces, se puede asimilar la propuesta
disfrutando de sus personajes, comprendiendo la historia del líder de los
camioneros de Canadá y Estados Unidos, don Hoffa, y su relación con Sheeran y
Bufalino que, aunque estén casi siempre en pantalla, no cansan, mantienen
pendientes al espectador. Hay personajes secundarios que tienen relevancia pero
momentánea. Destacamos a Anna Paquin como “Peggy”, una de las hijas de Sheeran,
que desprecia a su padre porque lo ha visto en “acción”.
La
solidez narrativa de Martin Scorsese tiene una mano derecha infalible en su
colaboradora desde la notable “Toro salvaje”, la editora Thelma Schoonmaker, de
79 años, quien utiliza todo tipo de tomas. El plano secuencia inicial es
fantástico porque cumple el objetivo de introducirnos en ese geriátrico donde
Frank Sheeran vive y desde donde cuenta su historia, la de un repartidor de
carne que, un buen día, se transformó en un mafioso con un poder ilimitado.
“Pinto casas” (traducción del título del libro de Brandt) es el estribillo con
el que se lo reconoce significando que tiñe las paredes con sangre cuando
desnuca a los tiros a sus víctimas
La
estructura es clásica: la presentación de Frank Sheeran, su narración a través
de flashbacks cuidados y sutiles siendo imposible perder el hilo narrativo.
Luego está la presencia de Bufalino (Pesci), su presión sobre Sheeran, y
finalmente Jimmy Hoffa, con sus desplantes, su soberbia y su desmedida
confianza. Hay un valor agregado dado por las relaciones familiares: Scorsese
no carga las tintas en las relaciones de los gángsters con sus esposas e hijos,
pero muestra lo suficiente: esposas que hacen la vista gorda, hijos que
descubren la vida tenebrosa de sus padres, o bien aquéllos que optan por los beneficios
del dinero malhabido.
El
juego de valores morales campea durante las más de tres horas: qué es la
traición, cuándo se determina la muerte de un subordinado, la lealtad concebida
desde un solo aspecto, la familia como formalidad afectiva, y el crimen como
solución a estorbos que no se admiten.
Luego
del film, Netflix nos regala una charla con Robert De Niro, Martin Scorsese, Joe
Pesci y Al Pacino. Cada uno cuenta cómo llegó al personaje, y la sorpresa ante algunos
trucos que los asombraron como el “rejuvenecimiento” que George Lucas logró en
ellos a través de la sofisticada tecnología de su empresa.
Esta
película produce un enorme placer: encontrarnos con celebridades que actúan
para nosotros, con un director que es maestro del cine internacional, y una
historia que subyuga aunque creamos que ya hemos visto todo sobre la mafia
norteamericana. Si no miramos “El irlandés”, estaremos muy faltos de información.
¡Y ni qué hablar de maestría cinematográfica!
Elsa
Bragato