PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 30 de abril de 2015

ONCE ESTRENOS Y LIAM NEESON POR PARTIDA DOBLE, JUEVES 30



JUEVES 30 DE ABRIIL DEL 2015.-
Hay once estrenos de cine esta semana con una particularidad: dos de los films están interpretados por Liam Neeson, en uno, el acostumbrado matón y, en el otro, un escritor que enfrenta una complicada relación amorosa. Entre los que no comentamos están “Casa Vampiro”, novedad neozelandesa sobre vampiros de miles de años con mucho sarcasmo y buena crítica, y los documentales “León, reflejos de una pasión”, de José Glusman, documental sobre la vida de León Najnudel, generador de la Liga Nacional, así como “El último pasajero”, del francés Mathieu Orcel, radicado en el país en el 2001, documental sobre un singular personaje llamado Eduardo Gamba que descubre un hotel fantasmal en Mar del Sud. También se estrena el documental “El sueño dorado” sobre la vida de Saldaño, film de José Glusman,
UNA NOCHE PARA SOBREVIVIR (RUN ALL NIGHT)
De Jaume Collet.Serra. Con Liam Neeson, Ed Harris, Joel Kinnaman, Génesis Rodríguez, Vincent D’Onofrio, Boy Holbrook, entre otros. Música de Junkie XL. Duración: 114 minutos.
MUY BUENA. EL EFECTO “NEESON”
Jaume Collet-Serra es un director catalán que realiza su tercer film con Liam Neeson (los anteriores fueron Sin identidad y Non-Stop) aportando al género policial una narración muy bien estructura con notable empatía con la banda sonora de Junkie XL y con la fotografía. El elenco cuenta con dos notables actores: el mencionado Neeson y Ed Harris, uno de esos talentos a los que el Oscar se les escapa siempre vaya uno a saber por qué. Los protagonistas masculinos (Neeson y Harris) tienen cuitas del pasado, hasta que el hijo de “Sawn Maguire” (Harris) es asesinado por dealers, siendo testigo el hijo de “Jimmy Colon” (Neeson) por lo cual el joven es sentenciado a muerte. Pero aparece su padre y la cuestión cambia. Solo una noche tienen padre e hijo para evitar la muerte de uno de ellos.
Y, en el medio de esta persecución a la que no le falta ningún ingrediente, Jaume Collet Serra recurre a planos abiertos aéreos hasta llegar a un “close-up” diurnos y nocturnos que ponen un toque muy diferente a un policial que, en esencia, no difiere de ningún otro. La banda sonora de Junkie XL aporta una percusión electrónica que imprime tensión en el film, por momentos asfixiante. Si bien nada es diferente, o, en todo caso, tenemos un “dejá vu” importante, la historia de matones en el barrio irlandés de Brooklyn se transforma en atrapante por las notables actuaciones de Ed Harris y Liam Neeson, al que ya se llama el “nuevo Charles Bronson”, y la excelente narración planteada por Jaume Collet-Serra. Es tan alta la calidad actoral que el elenco supera con creces las limitaciones de sus roles, matones con pasados que molestan, que provocan profundos remordimientos y miserias. Las peleas, brutales, están muy bien coreografiadas y cuesta creer que los actores no se hayan dado más de un “trompis” en medio de tanto fragor corporal. Nada nuevo pero muy bien realizado. Un entretenimiento de marca mayor.
Elsa Bragato
TRES CORAZONES
De Benoit Jacquot. Con Catherine Deneuve, Chiara Mastroianni, Benoit Poelvoorde, Charlotte Gainsbourg, entre otros. Música de Bruno Coulais. Duración: 100 minutos.
BUENA. ENTRE DOS FUEGOS
El film “Tres corazones” fue presentado en el Festival de Venecia por su director, el francés Benoit Jacquot. Lo avala un gran elenco encabezado por la siempre vigente Catherine Deneuve, a quien vemos seguido en la pantalla grande, su hija Chiara Mastroianni, la ascendente Charlotte Gainsbourg y el belga Benoit Poelvoorde, envueltos en un triángulo amoroso, clásico, bien narrado pero con un final cuanto menos imaginado.
Un encuentro casual entre Marc y Silvie (Poelvoorde y Gainsbourg) irresuelto enfrenta a Marc con un nuevo amor, el de Sophie (Chiara Mastroianni) llevándolo al hogar que comanda la madre (Deneuve), quien se esfuerza por realizar mesas familiares donde conforme el paladar de todos, aunque observa el comportamiento de su hija y de su yerno (Marc). Éste se entrega a la vida casi sin preguntas, mansamente pero con algún dolor en su alma por el amor que no pudo concretar. Desconoce que Sophie y Silvie son hermanas, secreto que se develará y que obligará a los personajes a enfrentar un dilema amoroso y moral a la vez. Aquí se ve la mano del realizador quien maneja su cámara con clásica madurez, transcurriendo la historia en un tono menor, un melodrama conocido, para el que busca un final imaginable desde algún punto de vista. En principio, podría ser un final abierto pero Jacquot tuerce el destino, sin dejar de ser verosímil.
Elsa Bragato
AMORES INFIELES (THIRD PERSON)
De Paul Haggis. Con Liam Neeson, Mila Junis, Kim Basinger, Adrian Brody, Olivia Wilde, James Franco, Moran Atías, María Bello, entre otros. Música de Darío Marianelli. Duración: 137 minutos.
REGULAR. COMPLEJOS DILEMAS DE AMOR
Paul Haggis es el oscarizado realizador de “Crash”, donde se apoyó en un elenco coral, uniendo historias bien californianas a través de “crashes” o choques. En ese caso, se entendió a pesar de la complejidad que presentaba el ir conociendo los pormenores de las historias presentadas. En el caso de “Amores infieles”, un título bastante inadecuado respecto del inglés “Third person” (“Tercera persona”), el elenco coral es muy atractivo para el espectador, así como las historias presentadas, en las que los niños tienen mucho que ver, buscando un denominador común difícil de hallar en una primera visión del film. Liam Neeson es un escritor que no está en New York, que mantiene relación con una alumna quien esconde un pasado tenebroso, mientras la mucama de ese hotel pelea por la tenencia de su hijo, pero el azar se interpone y llega tarde a la audiencia de conciliación. En Roma, Adrián Brody cae sin querer en las manos de una bella gitana que necesita dinero para rescatar a su hija de 12 años de la mafia. O a ella misma.
El transcurrir de la narración atrapa. La cámara va de New York a París, salta a Roma, y se produce empatía con las tres historias presentadas. No obstante, hay algunos elementos narrativos poco claros porque, entre los personajes, dos tienen alguna relación casual (no estrictamente amorosa) que no siempre concuerda con la locación que el director eligió para esa historia en particular. Resulta de difícil comprensión el deambular de la mucama desde el cuarto que ocupa Neeson hasta la oficina de la justicia, por ejemplo.
En común, además de los niños, están las culpas que los personajes sienten por el pasado inmediato que vivieron y la relación que aún conservan. El desenlace no aporta luz sobre las tres historias. Falta algo que no se ve, no se muestra, y que, en cada caso, da lugar a suspicacias o bien a interpretaciones que tiran por tierra la atracción que produjo en el comienzo y durante el transcurrir del film. Es extraño que a Haggis le haya faltado algo para redondear estos complejos dramas, o bien que algo le haya quedado en la sección de edición. Si no le interesa mucho el final, puede darse el gusto de ver a Liam Neeson en una fuerte escena sexual, lejos de sus habituales matones conflictuados.
Elsa Bragato
HÉROE DE CENTRO COMERCIAL 2
(Paul Blart: Mall Cop 2)
De Andy Fickman. Con Kevin James, Molly Shannon, Daniella Alonso, entre otros. Música de Rupert Gregson-Williams. Duración 97 minutos.
REGULAR. PELIGROSAS VACACIONES
Hace seis años vimos la versión número 1 de este héroe que compone el comediante Kevin James, quien es el coguionista de este film con producción, entre otros, de Adam Sandler. En la primera película lograba casarse, tras demostrar su capacidad de héroe al salvar a rehenes en el centro comercial que custodiaba. Sin ser policía, Paul Blart (Kevin James), se considera como tal y, aún sin armas, se las ingenia para desbaratar los más tremendos casos de atracos y robos. El film tiene la peculiaridad de iniciarse con la última escena de la película anterior. Rápidamente, Paul sufre decepciones de todo tipo, incluso el abandono de su esposa, y queda al cuidado de su hija adolescente, quien tiene buenos momentos en el film (Raini Rodríguez como Maya Blurt).
Sin escatología, a veces tan solo enunciada pero jamás concretada por suerte, Blart tiene merecidas vacaciones en Las Vegas pero no puede con su genio e intentará desbaratar una banda de traficantes de obras de arte. El lugar está repleto de cuadros de famosísimos pintores (Van Gogh, entre otros). Una de las características de Kevin James es dotar a su personaje de una agilidad poco común a una persona de su envergadura: se desliza por el piso, se detiene detrás de columnas con insólita precisión, y acude a los gags que le vimos en el primer film. Inocua, no nos deja nada, apenas unas sonrisas, y hasta se puede sentir que el valor de la entrada supera en creces lo que hemos visto.
Elsa Bragato
EL ACTO EN CUESTIÓN
Guión y dirección de Alejandro Agresti. Con Carlos Roffé, Lorenzo Quinteros, Mirtha Busnelli, Sergio Povés Campos, Natalie Alonso Casale, Daniel Burzaco, entre otros. Música de Toshio Nakagawa. Duración: 106 minutos.
MUY BUENA. AGRESTI DE COLECCIÓN
Más de 20 años después de su presentación en el Festival de Cannes, se estrena en Buenos Aires la película “El acto en cuestión”, film de Alejandro Agresti, quien regresó al país para asistir a este estreno. La película fue masterizada y digitalizada para estar acorde al avance tecnológico. Y se pudo lograr a partir de una única copia positiva existente que Fernando Peña conservaba en su archivo.
El protagonista, Miguel Quiroga (Carlos Roffé) vive en un conventillo sin un centavo, junto a su esposa (Mirtha Busnelli) y, para sobrevivir, roba libros, convirtiéndose en un lector de buen paladar y también en un oportunista como se ve por el hecho que se desencadena: encuentra, en un ignoto libro, un truco de magia con el que hace desaparecer objetos y personas. Se hace famoso y viaja por toda Europa, cosechando gran éxito.
Agresti, a lo largo de más de una hora y media, esgrime una saludable verborragia textual y visual. Es un “fresco” donde ha puesto de todo: países europeos, acentos bien argentinos que incluyen canciones de Carlos Gardel, conciertos del siglo XVII y el concierto de Bach para dos violines. Nada ni nadie quedó sin ser retratado. La impronta del film es del cine mudo, con dinamismo ininterrumpido. Es un “Agresti de colección” y merece ser visto.
Carlos Pierre
SHOWROOM
Guión y dirección de Fernando Molnar. Con Diego Peretti, Roberto Catarineu, Andrea Garrote, entre otros. Música de Gabriel Chwojnik. Duración: 76 minutos.
REGULAR. ENTRE EL DOCUMENTAL Y EL MELODRAMA
Si no fuera por Diego Peretti… “Showroom” es el lugar de venta de un edificio a construir y, entre la maqueta y la realización de la misma, aparece Diego Peretti como “Diego”, un vendedor apremiado por su devaluada economía doméstica quien debe sostener su hogar. Diego Molnar es el director de “Showroom”, su ópera prima en el largometraje luego de transitar por documentales muy valiosos como Rerum Novarum, Cuba Plástica o Mundo Alas. No pudo desprenderse del lenguaje documental notándose falta de dinamismo e incluso de emoción en los personajes. Además, hay una atención preferencial por el paisaje (en este caso, el Delta del Tigre) en detrimento de la ficción en sí.
El film se sostiene en Diego Peretti, quien se carga al hombre todo el film. Compone a un obstinado y puntilloso luchador que gracias a su tío (Roberto Catarineu) logra una casa abandonada en el Tigre para su familia. Viaja continuamente a la capital por el trabajo y en eso se va el film: las ideas y venidas por el Delta se reiteran de un modo monótono, quitándole intensidad al relato propuesto. No hay momentos destacables sino más bien parsimonia testimonial, que deja de lado a la ficción. Hay cierto automatismo en el personaje de Peretti que no produce empatía con el espectador. Sin embargo, es Diego Peretti el sostén de esta película.
Carlos Pierre
BAILANDO POR LA LIBERTAD
(DESERT DANCER)
De Richard Raymond. Con Reece Ritchie, Freida Pinto, Tom Cullen, Marama Corlett, Nazanin Boniadi, entre otros. Música de Benjamín Wallfisch. Duración: 98 minutos.
BUENA. LA DANZA COMO EXPRESIÓN DE LIBERTAD
Basado en una historia real, “Bailando por la libertad” del inglés Richard Raymond sobre el singular bailarín iraní Afshin Ghaffarian (Reece Ritchie), nos muestra, en la primera década del 2000 y en plena Revolución Verde o Despertar Persa, la revolución creativa de un grupo de bailarines perseguidos por un régimen dictatorial, después de la caída del Sha de Persia.
De manera oculta, subterránea, los artistas no tienen en claro qué eran, si actores, bailarines de danzas corporales, o bien de danza contemporánea, como luego lo comprendieron, o bien artistas del teatro físico. Para expresarse, lucharon denodadamente. Gracias a un precario acceso a internet, recibieron la música y la danza de otros países, prohibidos en el suyo: Michael Jackson, Gene Kelly y Rudolf Nureyev. Muy cercana a Ghaffarian, la morena Elaheh (Freida Pinto) arriesgó su vida para formar, juntos, una compañía subterránea de danzas. Y se van a bailar al desierto, a muchos kilómetros de distancia de Teherán. De allí el título del film en inglés.
Ghaffarian se asiló en París siendo admitido en la Escuela Nacional de Danza de manera gratuita. Se graduó y formó su propia compañía de danza llamada “Reformances”, palabra compuesta por la voz francesa “réforme”, reforma, y la inglesa “performance”, o sea actuación.
La visión del realizador Richard Raymond sobre la represión del régimen iraní es fuerte y excluyente, demonizadora, ya que Ghaffarian regresó a su país natal sin inconvenientes. Su axioma de vida es la creación continua como único medio de lucha por la libertad. Es una película diferente.
Carlos Pierre



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