JUEVES 2 DE OCTUBRE DEL
2014.-
Hay nueve estrenos de
cine que renuevan la cartelera. “Aprendiendo a volar” de Boudewijn
Koole, es un film holandés presentado a los Oscars, que nos sensibiliza sobre
la situación de una familia disfuncional y un pequeño que debe enfrentar la
vida con muchas dificultades. “Justicia propia”, de Sergo Mastroberti,
nos cuenta la vida de un hombre de las fuerzas policiales que, al regresar a su
hogar, se encuentra con un drama entrelazado con el submundo del narcotráfico y
la prostitución. “Borrando a papá”, de Ginger Gentile y Sandra Fernández
Ferreira es un documental sobre la situación de los padres a los que se les
impide ver a sus hijos luego del divorcio. Finalmente, “Barbie y la puerta
secreta”, de Karen Lloyd, nos trae la animación de la conocida muñequita
que hiciera furor hace unos años, transformada en un hada. Hay reminiscencia de
muchos cuentos tradicionales y es un producto para los más chicos, en especial
para las nenas. Gran encanto visual.
“Necrofobia”, de Daniel de la Vega, en 3D es una de las escasas películas del género
terror de nuestro cine. De la Vega viene de ganar en Mar del Plata hace dos
años el mayor premio del festival por “Hermanos de sangre” y en este nuevo
largo se ha rodeado de grandes figuras como Luis Machín, Gerardo Romano, entre
otros. Para fans del género, un buen producto argentino. Y un gran director
bien afianzado en un género no transitado por el cine nacional. Felicitaciones
a Daniel de la Vega.
¿PUEDE UNA CANCIÓN DE
AMOR SALVAR TU VIDA?
De John Carney. Con
Keira Knightley, Mark Ruffalo, entre otros. Música de Gregg Alexander.
Duración: 104 minutos.
REGULAR. MÚSICA Y
ROMANTICISMO A LAS APURADAS
Mark Ruffalo sorprende
por su capacidad de pasar de films comprometidos a películas de bajo presupuesto,
las famosas “indies”. Y Keira Knightley, heroína de films de gran taquilla,
anda en lo mismo. Ruffalo compone a un músico divorciado y alcohólico que busca
reflotar su carrera y encuentra en “Gretta” (la superdelgada Keira) a la
perfecta nueva cantante. Una urdimbre de enamoramiento y de música se gesta con
un final que, si no es aleccionador, indica que hay amores que no se borran del
alma por más pentagramas que se llenen. El relato es gentil, humano, sin
sorpresas y con música de bandas nuevas y una Keira que se esfuerza por cantar
lo mejor que puede.
Es un film pequeño de
John Carney (la anterior fue “Once”), una comedia muy ligera que se disfruta,
cuyos personajes no son novedosos (una productora que quiebra, un músico
atormentado que debe tener “otro éxito”, sin ser Beethoven, etcétera), y todos
los clishés de un film romántico hecho “a las apuradas”. No es posible abundar
en el comentario porque se trata de esas películas que uno ve y no dejan huella
en el alma, salvo una sensación de más de lo mismo, en este caso, sin daños
colaterales para el espectador.
Elsa Bragato
DELIRIUM
De Carlos Kaimakamian
Carrau. Con Ramiro Archain, Emiliano Carrazzone, Miguel Di Lemme y Ricardo
Darín, además de las presencias especiales de periodistas de la televisión,
Susana Giménez y Diego Torres. Música de Diego Monk, Duración: 84 minutos.
REGULAR. UN GUIÓN QUE
SE QUEDÓ CORTO
El cine dentro del cine
en la mano de tres novatos: buena idea que se apuntaló con la presencia
fantástica de Ricardo Darín, llamado por un amigo para ayudar a los tres
jóvenes que quieren salvarse. Es decir, filmar y hacerse ricos según sus
cálculos. Ingenio y buenas actuaciones, un poco arquetípicas, acompañan a los
jóvenes actores. Algo del Almodóvar de “Volver” revolotea. La narración es
bastante fluida pero decae cuando deja en pantalla un largo reportaje de la
periodista Catalina Dlugi a Ricardo Darín, o se pasea por los noticieros de la
tele dándoles demasiado cabida a estas secuencias: bien pudo hacerse una
especie de videoclip. Resulta también tediosa la cámara fija sobre la bandera
argentina para anunciar una “cadena nacional” y el discurso que desgrana Susana
Giménez como “presidenta” no aporta nada al nudo narrativo. Es decir, hay
desniveles narrativos que atentan con la propuesta.
No obstante rescatamos
el original comienzo del film así como descartamos la utilización de
material de noticieros de momentos muy difíciles de nuestra sociedad. Faltó
imaginación para sortear esta dificultad y hacernos ver que la “invasión
norteamericana” es inminente por lo ocurrido (que no develamos).
Hay ingenio, hay
solvencia para una buena narración. El aporte de Ricardo Darín es fundamental
haciendo de sí mismo, y la aparición de Diego Torres como la de Susana Giménez
también son recursos muy valorables. Sentimos que le faltó un cierre a la
historia porque el guión quedó corto y se echó mano a noticieros y
periodistas de tevé. No obstante, fue una grata sorpresa. Y augura un buen
andar en el cine de Carrau. Pero falta todavía un poquito. Si decide verla, no
la va a pasar mal.
Elsa Bragato
FERIADO
De Daniel Araujo. Con
Juan Manuel Arregui y Diego Andrés Paredes, entre otros. Música de Daniele
Luppi. Duración: 82 minutos.
REGULAR. INQUIETUDES
ADOLESCENTES
Daniel Araujo irrumpe
en el cine de Ecuador con un film muy bien fotografiado y una narración cas
impecable. Luego de pasar por algunos festivales importantes, “Feriado” logra
un buen background para presentarse en la cartelera oficial porteña. Nos relata
la vida de Juampi, de 16 años, que
visita la hacienda familiar para pasar los carnavales. Es un adolescente de
clase media alta que se ve inmerso en un mundo humilde que tiene relación
directa con los vericuetos de la vida. La iniciación a través de un “bullying”
no es gratificante para Juampi ni para el espectador si bien su relación con
Juano, un joven un poco mayor, de la zona, le permite disfrutar de paisajes,
bailes, y hasta del despertar amoroso.
El joven actor Juan
Manuel Arregui así como su compañero Diego Andrés Paredes tienen mucho futuro
pero, en esta ópera prima de Daniel Araujo, sus personajes apenas fueron
esbozados. En el caso de Juampi (Arregui), se nota la carencia de la dirección
de actoral porque es más un testigo de los hechos que un “actuante”. Puede ser
deliberado: el joven de buena posición se siente asombrado por las costumbres
en plenos Andes, la familiaridad entre chicos y chicas, o la violenta
iniciación en la amistad de sus primos. Y aún así no convence tanta pasividad
tomada como “timidez”.
Hay algunas secuencias
muy poéticas, como ver a los dos jóvenes recostados mirando al revés la ciudad,
en un parangón con sus propios sentimientos. Y tiene como trasfondo, la
situación socioeconómica ecuatoriana de 1999. Sin embargo, no se le encuentra
nexo con la historia de los jóvenes. Un marco innecesario.
Bellos paisajes, una
narración interesante, pero falta fuerza en el protagonista, fuerza que sí
tiene el resto de los personajes. Y que tampoco ostenta la narración en
general.
Elsa Bragato
PERDIDA
De David Fincher. Con
Ben Affleck, Rosamund Pike, Tyler Perry, Neil Patrick Harris, entre otros.
Música de Trent Reynor y Atticus Ross. Duración: 145 minutos.
BUENA. LOS “ROSES” DEL
SIGLO XXI
David Fincher es un
director de largo aliento y de climas densos, grises, magníficamente logrados.
Recordemos “Zodíac”, “The case of Benjamin Button” o “The social network”. En
el caso de “Gone girl” o “Perdida” donde dirige al actor y director ganador del
Oscar Ben Affleck y a una ascendente y sólida Rosamund Pike, junto a un gran
elenco, hace gala de estas características que son bienvenidas en el cine de
acción e indagación.
El film se basa en el
libro homónimo de Gillian Flynn, autor también del guión lo cual asegura
coherencia narrativa. Un periodista que trabaja en New York se casa con una
neoyorquina, escritora, de aparente exquisita personalidad. Por diversas
circunstancias, deben volver al hogar de Nick, personaje de Affleck, en
Missouri. En el quinto aniversario de bodas, la esposa desaparece.
Entramos en el juego
del gato y el ratón. Un marido que no comprende lo sucedido, una serie de
hechos que desconciertan incluso a la policía, y la sospecha del crimen. El
film logra un clima perfecto, siempre en un medio tono, que atrapa al
espectador. Es un policial pero también un thriller. Las conjeturas surgen
hasta que empieza a desenrollarse una trama previsible pero bien facturada. He
aquí donde el film tiene una caída narrativa que levanta cuando este juego
perverso se hace más intenso y el esposo descubre las mil caras de su mujer. O
su propia incapacidad para observar la realidad.
David Fincher va más
allá y transforma el thriller-policial es una película ‘gore’ con una secuencia
sangrienta muy fuerte. Tampoco resulta muy creíble pero es efectiva.
En este juego de quién
“caza” a quién, el espectador siente atracción y una innegable curiosidad, dos
sensaciones buscadas y logradas por David Fincher. Surgen preguntas, subtemas,
quién es quién, si conocemos o no a la
pareja que elegimos para toda la vida, si hay influencia del entorno, si los
secretos que nos pesan en el alma son muchos, si no somos lo que parecemos, es
decir, hay un cuestionamiento muy interesante a la identidad nuestra de cada
día.
A manera de parábola,
las escenas iniciales tienen mucho que ver con el desenlace si bien en este
momento uno sabe a qué atenerse. Es un film atractivo, demasiado extenso, con
previsibilidad pero muy bien actuado. Ben Affleck, un tanto más rechoncho,
tiene pocos primeros planos, mientras que Rosamund Pike impacta por su belleza
entre cínica e ingenua. Atrapante, incluyendo a la banda sonora que contribuye
a generar el clima expectante, con sus más y sus menos.
Elsa Bragato