JUEVES 16 DE OCTUBRE DEL 2014.-
Hay ocho estrenos de los
cuales tres son nacionales, entre ellas, “Rosa Fuerte”, de María Laura
Dariomerlo, con Leticia Bredice y Pablo Rago nos cuenta la historia de una
pareja joven en crisis y “Diamante”, de Emiliano Grieco es un documental
sobre Ezequiel, adolescente que vive en el Delta del Paraná.
Entre las extranjeras tenemos
la película infantil “El libro de la vida”, de Jorge Gutiérrez, con las
voces de Diego Luna, Zoe Saldana y Channing Tatum, con la música del argentino
Gustavo Santaolalla y “Casa grande”, de Felipe G. Barbosa, que nos narra
los avatares de los jóvenes de clase alta en el Brasil.
EL AMOR Y OTRAS HISTORIAS
Coproducción argentino-española, escrita y dirigida por Alejo Flah. Con
Ernesto Alterio, Luis Luque, Julieta Cardinali, Mónica Antonópulos, entre
otros. Duración: 90 minutos.
BUENA. PERIPECIAS AMOROSAS ENTRE BAIRES Y MADRID
Esta ópera prima de Alejo Flah tiene mucho para gustar y algunas cosas
para apuntar desde el modesto lugar del crítico y espectador. Ernesto Alterio
encarna a un guionista que debe escribir una comedia romántica a filmar en
España y no encuentra muchos recursos propios para hacerla dado que su propia
vida personal es un desastre. Su ex, a cargo de Julieta Cardinale, lo abandonó,
y su amigo (Luis Luque) solo tiene
decepción y escasez de dinero. Hay un amor del pasado (Mónica Antonópulos) que
puede ser la clave para abrir su oprimida inspiración.
La fotografía que Alejo Flah encara, a través de su buen equipo técnico,
es atractiva, desarrollada en calles y paisajes tanto porteños como madrileños.
El tema está en la difícil confluencia de ambas historias, es decir, la vida
“real” del protagonista y la “vida de ficción” que debe escribir, y cuándo una
se convierte en la otra. Un ardid ya conocido y transitado en el cine
internacional y nacional pero siempre simpático, especialmente si su
protagonista es un buen actor como Ernesto Alterio y tiene un gran elenco como
sustento. Agradable comedia romántica.
Carlos Pierre
EL DADOR DE RECUERDOS
De Phillip Noyce. Con Jeff Bridges, Meryl Streep, Brenton Thwaites,
Katie Holmes, Taylor Swift, entre otros. Música de Marco Beltrami. Duración: 97
minutos.
BUENA. MUNDO VIRTUAL PARA EL FUTURO
El realizador de la excelente “Juego de patriotas”, Phillip Noyce,
regresa con esta película de ciencia ficción en la que se repite el esquema de
un mundo futuro donde hay un “gran ojo” que maneja la vida de los seres humanos
supuestamente “felices” porque carecen de recuerdos y de emociones, con una
salvedad: hay un “dador” de recuerdos.
Meryl Streep encarna a la “dictadora” o manipuladora de este régimen
totalitario al que es tan afecto el cine de Hollywood de los últimos tiempos,
mientras que “El dador “ (The giver, en el título original en inglés) es un
barbado y avejentado Jeff Bridges.
El recurso técnico bien empleado por Noyce está dado por el blanco y
negro y el color: el primero acentúa la ausencia de emociones de los
personajes, jóvenes controlados muy severamente, siendo uno solo el capacitado
para “recibir los recuerdos”, personaje que encarna Brenton Thwaites. Un
anciano es el que posee la memoria del pasado, papel que encara Jeff Bridges,
afecto a estos personajes extraños aunque sin llegar al extremo de Johnny Depp.
El color aparece cuando un joven elegido puede acceder a las emociones.
El guión está basado en la novela de Lois Lowry, escritora
norteamericana de libros infantiles siendo los más afamados éste, “The giver”,
y “Quién cuenta las estrellas” que recibieron el premio Newvery. Por ser de la
década del 90 no podemos dejar de pensar que alguna influencia debió tener de
“1984”, de George Orwell, creador del “Big brother”.
El film da para mucho más que la historia en sí permitiéndonos el
planteo de un futuro donde las sociedades se tornan menos flexibles, están
manejadas por pocos que ostentan poder y dinero, y las ciudades son verdaderas
cárceles donde lo lindo y vistoso así como lo feo y desagradable están
manejados “desde arriba”. Títeres llamados ciudadanos. Y, aunque surja de un
éxito de librería, llama la atención que esta lectura esté dedicada a los niños
y jóvenes.
Carlos Pierre
LA ESPOSA PROMETIDA
De Rama Burshtein. Con Hadas Yaron, Yiftach Klein, Irit Sheleg, Chaim
Sharir, entre otros. Música de Yitzhak Azulay. Duración: 90 minutos.
MUY BUENA. LA ORTODOXIA JUDÍA EN UNA FASCINATE HISTORIA
La historia real de una joven prometida judía próxima a contraer enlace
con el viudo de su hermana, fallecida al dar a luz, conmovió a Rama Burshtein y
la llevó a realizar este primer largometraje que nos introduce en el judaísmo
ortodoxo, específicamente en la comunidad Haredi en Tel Aviv. Las exigencias de
la ortodoxia impiden filmar por lo que Burshtein, practicante religiosa, nos
revela un mundo secreto, inaccesible y rico en emociones.
“Shira” es la hermana de una joven mujer que fallece, la encarna la
bella actriz Hadas Yaron; presa de confusión y contradicciones, debe contraer
enlace con el viudo, encarnado por el actor Yiftach Klein como “Yochay”. La
narración es fluída y mantiene una tensión creciente que se corta por momentos
cuando focaliza las danzas tradicionales judías o bien los cantos y saludos
alrededor de la mesa familiar.
Es muy interesante además el manejo de la cámara de Burshtein y cómo
indaga narrativamente en la psiquis de “Shira” y en el comportamiento de
“Yochay”. El diálogo entre ambos, la sencillez y espontaneidad de “Shira”, forman
parte de una realidad que empezamos a conocer: la esposa “prometida” no está
obligada a casarse, puede elegir. Y he aquí el “quid” del relato, basado en
esta disyuntiva cuyo eje es el amor como único motor de cualquier relación
mostrándonos costumbres que asombran y conmueven a la vez.
Además hay una delicadeza en el tratamiento de los personajes que
resulta emotiva, tocante. Burshtein descorre un velo blanco y vaporoso sobre
una tradición rica, se detiene en el vestido de novia, en las manos
entrelazadas y no oculta la timidez de la mujer virgen ante el joven
experimentado. Deliciosas secuencias. Y ayuda a la historia de los
protagonistas con personajes secundarios fantásticos como la tía sin brazos y
la amiga “casadera”. Un retrato de familia y de costumbres riquísimo y una
narración que denota maestría.
Elsa Bragato
EL JUSTICIERO
De Antoine Fuqua. Con Denzel Washington, Chloe Grace Moretz, Marton
Csokas, Melissa Leo, Haley Bennett, entre otros. Música de Harry
Gregson-Wiliams. Duración: 131 minutos.
MUY BUENA. POLICIAL CON TODAS LAS DE LA LEY
Antoine Fuqua tiene en su curriculum la estupenda “Día de
entrenamiento”, con Denzel Washington, uno de los actores afroamericanos más
dúctiles de todos los tiempos. “El justiciero”, conocido en inglés como “The
equalizer”, es una película que hace honor a su estilo directo, de planos
medios, con elipsis que no dejan ninguna historia sin narrar aunque no estén
contadas, y con la acción que lo caracteriza, entre el realismo de Tarantino y las
primeras películas de John Turturro.
El film toma como base la serie televisiva del mismo nombre y se centra
en la vida de un oficial de inteligencia retirado que dedica su tiempo a ayudar
a los indefensos. El caso de la joven prostituta Teri (una dulce Chloé Moretz)
lo enfrenta a la mafia rusa y allí surgen los efectos especiales que muestran
la capacidad de matar de “Roberto McCall” (Denzel Washington).
No hay mucho descanso para el espectador, salvo secuencias muy bien
llevadas de diálogos entre el oficial y la prostituta, que muestran la maestría
narrativa de Fuqua para implantar esos remansos de paz en medio de un film de
tremenda acción, adrenalínico y brutal.
Sin vueltas, este policial tiene todos los ingredientes del género con
tratamientos de sonido en posproducción notables, remarcables, que imprimen una
sobredosis de perturbación así como la banda sonora de Harry Gregson-Williams
quien, por momentos, utiliza una sola nota con fuerte percusión para ir
creciendo en una explosión orquestal donde hay desde coros hasta instrumentos
electrónicos. Al mismo tiempo, Denzel Washington y Antoine Fuquá hacen de las
suyas en la pantalla. No se la pierda.
Elsa Bragato