Lo mismo ocurrió con el rubro Mejor Actriz: recayó en Natalie Portman por Black Swan, cuando debió caer en manos de Annette Bening o bien de la joven Jennifer Lawrence. En el rubro mejor película extranjera, ganó la favorita de estos últimos meses, el film escandinado En un mundo Mejor, dejando a Biutiful fuera de competencia. En banda sonora, se quebró un poco la previsibilidad y la estatuilla la obtuva Trent Reznor por Red Social, una de las favoritas de la crítica y del público presente en el Teather Kodak de LA. La canción elegida para el premio fue We belong together, de Randy Newman, que tuvo 20 nominaciones y éste fue su segundo Oscar, perteneciente a Toy Story 3, ganadora en el rubro Mejor Film Animado. La actriz secundaria fue Melissa Leo así como el actor secundario, Christian Bale, ambos por El Ganador (The Fighter). Aquí no tenemos objeciones. En cinco rubros técnicos se llevó los premios El Origen, tal como debía ser, mientras que en Vestuario y Arte lo obtuvo Alicia en el País de las Maravillas.
Abrió el supershow Tom Hanks, uno de los hombres amados por Hollywood y lo cerró su socio y amigo Steven Spielberg. Hanks le dio paso a Kirk Douglas, en uno de los "pases" más emotivos de la noche.
El cierre a cargo de un coro de una escuela neoyorquina volvió a emocionarnos, así como la descontracturada presencia de todos los ganadores de los Oscars en el escenario aplaudiendo al gran auditorio. Un espectáculo maravilloso solo opacado por la falta de coraje a la hora de dar los Oscars. El más ubicado fue el joven actor James Franco, de 127 horas, presentador de la premiación, quien dijo que "no abrigaba esperanzas porque todos sabían ya que el Oscar al mejor actor lo iba a ganar Colin Firth". Finalmente, no pusieron al aire el desagradable videoclip donde Anne Hathaway se burlaba de Eva Perón. Fuera de banderías políticas, no hubiese correspondido un agravio a un personaje de la historia argentina.
a href="http://www.bloogsy.com/">
