PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 4 de julio de 2024

LOS JUSTOS. CLUB CERO, LA RUPTURA, ESTRENOS DE CINE DEL JUEVES 4 DE JULIO DEL 2024

JUEVES 4 DE JULIO DEL 2024

ESTRENOS PREVISTOS PARA ESTE PRIMER JUEVES DE JULIO

(PUEDE HABER CAMBIOS IMPREVISTOS)

1.- UN LUGAR EN SILENCIO, DÌA UNO, de Michael Zarnosky, Estados Unidos.

Sin crítica hasta el jueves o viernes en diarios nacionales e internacionales.

2.-CLUB CERO, de Jessica Hauser. Austria.

Hay crítica.

3.- LA MATRIARCA, de Matthey Saville, Nueva Zelanda

Hay crítica

4..- LA RUPTURA, de Marina Glazer, Argentina

5.- LA CULPA DE NADA, de Manuel Vignau, Argentina

Hay crìtica

6.- LOS JUSTOS, de Martìn Piñeiro, Argentina

Hay crìtica

CRÌTICAS

LA MATRIARCA

Dirección y guion de Matthew Saville. Con Charlotte Rampling, George Ferrier, Marton Csokas, Edith Poor. Fotografía de Martyn Williams, Música de Marlon Williams y Mark Perkings, Duración: 94 minutos. Nueva Zelanda

XXX – BUEN RELATO SOBRE LAS RELACIONES FAMILIARES

Echando mano a su propia historia adolescente, el realizador Matthew Saville lleva al cine la historia que èl tuvo con su propia abuela, una fotógrafa de guerra que era alcohólica y que había decidido volver al hogar de la familia en Nueva Zelanda. Y a él le tocó cuidarla por una elección familiar. Con la magnífica Charlotte Rampling como la abuela Ruth y el joven George Ferrier como el nieto “Sam”, reconstruye una vivencia propia a través de secuencias que van aumentando la empatía con los personajes y sensibilizando al espectador ante la bella relación familiar que se establece.

“Sam” es un joven rebelde, con tendencias suicidas desde que falleció su madre y su padre (Marton Csokas) decidió llevarlo a un internado. Cuando la “matriarca” de la familia, Ruth (Rampling) se quiebra una pierna, el padre decide que sea su hijo quien la cuide mientras él regresa a Londres a vivir su vida.

Vibrante Charlotte Rampling en el papel de Ruth, encarna a esa abuela que mantiene su fuerte carácter, que no abandona la ginebra y que no se rinde aunque tenga que estar a expensas de terceros para trasladarse. Su nieto Sam (Ferrier) detesta la situación que le toca vivir, hasta que descubre el lado lùdico y la femineidad en esa señora de 77 años que no abandona la idea de vivir otros momentos de felicidad. Conquista a los amigos de su nieto al ofrecerles una fiesta con mucha bebida si son capaces de limpiar el jardín tan abandonado.

Es el puntapie para que la historia tome un cariz simpático a través de la buena relación entre el nieto y la abuela. El primero entiende que es una mujer vital, a pesar de los años, y la dama vuelve a sonreír y a disfrutar de la vida por un largo momento a través de la alegría de los jóvenes.

Este ida y vuelta entre mayores y jóvenes resulta estimulante, así como la energía de la abuela Ruth mantiene el hilo narrativo de principio a fin. Charlotte Rampling es dueña de gran elegancia en sus actuaciones, no siendo ésta la excepción, y los años añadieron a sus interpretaciones sencillez, naturalidad, no hay afectación en esta dama setentona sino calidad interpretativa. Resulta un film edificante y emotivo aunque deba transitar algunos clishés. Para disfrutar.

Elsa Bragato, actoresonline.com

LOS JUSTOS

Dirección y guion de Martín Piñeiro. Con Arturo Puig, Claudio Rissi, Claudia Lapacó, Luis Ziembrowski, Mirta Wons, Muriel Santa Ana, entre otros. Fotografía de Agustín Barrutia, Arte de Augusto Latorraca Escalante, Música original de Juan Tobal. Duración:80 minutos.

XXXX – EL PODER DE LOS ABUELOS

´El escritor Adolfo Bioy Casares escribió la novela “La guerra del cerdo”, que fuese llevada al cine, donde vio venir la cuestión “etárea” tan actual: los más jóvenes desoyendo a los mayores o bien discriminándolos. Martín Piñeiro, reconocido director nacional e internacional, toma una punta de esta idea y realiza una estupenda comedia negra con toques de humor inglés: nada es burdo, hay elegancia en este setentoso señor Atilio (Arturo Puig) que luego de su viudez y de sufrir un accidente físico, es llevado a un geriátrico por su hija ( Muriel Santa Ana). Aquello que en principio podría generarle depresión, queda al margen cuando conoce a otro añoso abuelo llamado “Beto” (el recordado Claudio Rissi), que sabe cómo escaparse de noche para pasarla mejor. Asì descubren a un malandra encarnado por Luiz Ziembrowski, dueño de una funeraria, que utiliza los ataúdes para armas y dinero malhabido. Y Atilio y Beto pergeñan un plan para mandarlos presos. Se les suma una compañera, encarnada por Claudia Lapacò. El geriàtrico estarà en vilo por un buen tiempo aunque los internos se preparan con su ingenio y armas como muletas y andadores para dar batalla.

Hay secuencias realmente divertidas y bien realizadas, así como muy bien actuadas y, como decíamos al comienzo, con toques del consabido humor inglés, siempre eficaz y nunca chabacano.

La narración de Piñeiro transcurre con una creciente tensión, pasando de la comedia semitrágica, a la comedia negra y al policial, sin olvidar el toque romántico. Arturo Puig demuestra la solvencia propia de los grandes actores que hacen creíbles cualquier personaje, secundado por un Claudio Rissi muy lejos de sus tremebundos personajes televisivos, y por una Claudia Lapacó dueña de una belleza intacta, sólida y tierna a la vez en su rol.

Es que el primer logro de Piñeiro está en la conformación del elenco con nombres populares y reconocidos, y luego en esta propuesta que sale de lo común en la cinematografía nacional permitiéndole competir con títulos ingleses o italianos. Martín Piñeiro se maneja a sus anchas sin efectos especiales, solo con un buen guion y un gran elenco, inteligente criterio de filmación y mano para sostener el timing de una comedia que pasa por varios géneros sin perder el buen gusto. Piñeiro le tira un ancla a los mayores echando por la borda aquello de la “guerra del cerdo” al hacer trizas la meneada “cuestión etárea” de moda.

Elsa Bragato, Actoresonline.com

CLUB CERO

De Jessica Hausner. Guion de Geraldine Bajard y Jessica Hausner. Fotografìa de Marìn Gschlacht, Mùsica de Markus Bindercon Mia Wasikowska, Sidse Babett Knudsen, Elsa Zyloberstein, entre otros. Duraciòn: 1120 minuroa. Austria.

XXX – DISTÒPICO RELATO SOBRE LA ALEMENTACIÒN CONSCIENTE   

Perteneciente a una familia de artistas, la realizadora austrìaca Jessica Hausner toma el género minimalista que conoce para llevar al cine un tema áspero, difícil, cuestionable: la alimentación de nuestros hijos a partir de una materia que se dicta en una escuela especial. Bajo la dirección de la flamante docente Miss Novak (Mia Wasikowska) un grupo de cinco alumnos adhiere a su postulado de no comer (conformando el Club Cero) trabajando técnicas de control mental y posturas orientales. Las consecuencias son dramáticas, por momentos desagradables, enfrentando a la profesora con la mayoría de los padres, incluso aquéllos que la apoyaban.

El cine que nos muestra Hausner es austero en lo visual, frío, carente de emoción. Hay un paralelismo buscado entre el espacio y la narración, escasos elementos lineales en una escenografía sin ornamentación, mientras los cuartos de algunos de los chicos (tres mujeres y dos varones) tienen estilo barroco, colorido y recargado. Hausner separa voluntariamente su propuesta del espectadore en lo formal, genera una gélida cuarta pared, mientras que en lo sustancial lanza toda su artillería cinematográfica: diálogos cargados de significado sobre la llamada alimentación consciente, las consecuencias en hechos y palabras de un extremismo pedagógico distópico, y alguna secuencia que provoca un gran desagrado.

Surgen varios temas que quedan a disposición del espectador: la injerencia de la escuela en la vida de los alumnos fuera del consenso de los padres y la maleabilidad de las conciencias sin experiencia de vida de los jóvenes. Por sobre este tema central, que se reitera en demasía en cada uno de los personajes, está la total desinformación de las sociedades para poner freno a la manipulación mental y conductual de nuestros adolescentes. Destacamos la secuencia final donde padres y una alumna están sentados alrededor de una larga mesa a la manera de La última cena, la obra de Leonardo Da Vinci, motivo que utilizara un gran cineasta como Luis Buñuel en su famosa “Viridiana”. Para Hausner esta última cena es la síntesis de su historia dándole el mismo sentido trágico histórico.

Jessica Hausner logra inquietar con una propuesta de austeridad visual extrema y un tema muy actual, pero que se desvanece en la reiteración y en la previsibilidad.

Elsa Bragato, Actoresonline.com

LA CULPA DE NADA

Dirección y guion de Victoria Hladilo.  Con Julieta Petruchi, Manuel Vignau, Victoria Hladilo, Julián Doregger, Débora Zandilli, Martín Tecchi, Leonardo Azamor, Mariana Genesio Peña, Mùsica de Andrea Strenitz, Fotografía de Lucas Schiaffi. Duración: 97 minutos.

XXX – MELODRAMA SOBRE LAS RELACIONES HUMANAS

Resulta interesante la propuesta de la directora Victoria Hladilo: trabajar en un ámbito hogareño las relaciones humanas, las del matrimonio y su pequeña hija, la de los amigos en pareja, la invitada extraña. La cita es para el cumpleaños de Mariano (Manuel Vignau), casado con Andrea (Julieta Petruchi). Pero el retraso del marido a la casa y la llegada de sus compañeros antes del horario empieza a destapar lo que estos “péndex viejos” hacen en los ratos libres y fuera del hogar. Se sienten solteros, no toman conciencia del compromiso matrimonial, lastiman en definitiva a quienes dicen querer.

La secuencia inicial transcurre en una casa con una piscina donde los maridos sin sus esposas y varias hermosas mujeres chapucean desnudos pero lamentablemente descubre el corazón de la narración. Se sabe que ese rato de esparcimiento prohibido será la causa de todo lo que vendrá después. El cumpleaños será entonces un verdadero “juego de la verdad” con consecuencias impensadas.

En general, Victoria Hladilo trabaja en interiores por lo que algunas secuencias resultan extremadamente teatrales; por ejemplo, algunos actores quedan congelados en un determinado lugar mientras frente a cámara una pareja discute. Hay muchos lugares comunes junto con un lenguaje mediocre que le imprime trivialidad a un tema interesante. Aun así, la realizadora logra secuencias de buena intensidad sin apelar a un trabajo de cámara exhaustivo: hay planos medios, largos, sin primeros planos o close up.

Es, en síntesis, una pintura de una determinada clase media que vive con un buen pasar pero carece de formación espiritual e intelectual. Da la impresión de que el vivir con comodidad permite licencias maritales altamente destructivas. Victoria Hladila cumple con el título: estos personajes no sienten culpa alguna por lo que ni siquiera piensan en el daño que causan. Algo asì como “una dolce vita” criolla con una banda sonora que alude màs  a un festejo infantil que a un drama de adultos.

Elsa Bragato, Actoresonline.com

LA RUPTURA

Dirección y guion de Marina Glazer. Con Alfonso Tort, Catalina Silva, Adriana Ferrer y Sergio Gorfain, entre otros. Fotografía de Arauco Hernández Holz, Arte de Alejandro Castiglioni, Música de Nicolás Ibarburu. Duración: 77 minutos. Coproducción Uruguay y Argentina.

XXX – SENSIBLE RELATO CONTRA EL ATROPELLO

Dicen que como muestra basta un botón. Y este dicho bien se puede aplicar a esta primera película de la galardonada actriz Marina Glazer quien logra plasmarla lucha de un poblado ubicado en la playa, en la zona de Cabo Polonio (Uruguay). Los enviados por el gobierno van marcando las casas a derribar, al mejor estilo nazi. La idea es sacar a los habitantes de esa zona y levantar un complejo turístico de lujo.

Ese ambiente de tensión, de inseguridad, de sensación de pérdida, de atropello a las familias asentadas desde décadas, se traslada a la vida de cada uno. Julia (Catalina Silva) y Pablo (Alfonso Tort, actor cuyo nombre suena de manera creciente) atraviesan una gran crisis a pesar de amarse. Para Julia, el peligro que se cierne sobre el caserío le provoca tal desazón que la traslada a su relación con Pablo quien, al no sentirse apoyado, toma actitudes por momento agresivas. Cuando Julia decide irse junto a su madre, se da cuenta de que deja mucho más que un espacio de vida.

Glazer logra conmover con recursos genuinos, con una fotografía sólida que permite disfrutar de la belleza de la zona, característica de la costa uruguaya: arenas blancas y cielos azules. El guion tiene mucho que ver: aquí la forma se une al fondo. Es decir, al tener los personajes bien definidos y contar con un elenco que da perfectamente para cada rol, puede contar una historia creíble de la que surgen sentimientos de amor, de culpa, de abandono, de lucha por lo que se tiene, en definitiva, de principios éticos que contrastan abruptamente con la imposición del Estado de arrebatar espacios con fines de lucro.

Esta situación está generalizada: se parte de un hecho particular, como bien explicó Glazer, para darle universalidad. Lo que ocurre en esa playa de la zona de Cabo Polonio es lo que sucede en ciudades y poblados del Uruguay y de la Argentina: el atropello de los derechos adquiridos generan quiebres profundos en los habitantes de cualquier lugar, influye directamente en las relaciones humanas al punto de romperlas. Aunque también es posible considerar que los sentimientos son más fuertes y pueden sobreponerse al clima sociopolítico del medioambiente.

Es un muy buen debut en el largometraje de Marina Glazer, porque logra narrar, con elementos sencillos, una historia de amor y de lucha social ante la insensible avanzada neoliberal. Glazer sabe lo que quiere contar y lo hace de manera precisa logrando, por sobre el tema en sí, actuaciones espontáneas y creíbles.

Elsa Bragato, Actoresonline.com