JUEVES 30 DE MARZO DEL
2017.-
Varios estrenos con
celebrities nacionales e internacionales. Entre los films que llegan está el
documental “Extramuros”, de Liv Zaretzky, quien nos relata la vida de Miguel
Angel Molfino, escritor y periodista que adoptó “la ciudadanía” chaqueña, y
sobrevivió a cinco años de cárcel durante la última dictadura militar.
HIPERSOMNIA
De Gabriel Grieco. Con
Yamila Saud, Gustavo Garzón, Peter Lanzani, Gerardo Romano, Sofía Castiglione,
Flor Torrente, entre otros. Montaje de
Alberto Ponce. Música de Diego Hensel. Duración: 90 minutos.
XXXXX- ENTRE DOS VIDAS
Las películas
argentinas de género vienen creciendo en calidad en todos los aspectos: guion,
técnica, actuaciones. Es el caso de “Hipersomnia” que logra atrapar al
espectador a través de una historia especial, bien contada, donde el pasado y
el presente van armando la narración de manera fluida, comprensible y
aterradora. Esto también nos habla del excelente trabajo en el diseño de arte.
“Milena” (Yamila Saud)
aspira a un buen papel en el teatro, y concurre a la audición que conduce
“Federico del Pino” (Gerardo Romano) pero de manera inconciente se ve atrapada
en un estado paralelo donde muchas mujeres son prostituidas. Este ida y vuelta
narrativo no confunde, uno de los excelente logros del realizador Grieco, sino
que profundiza en la psiquis del personaje femenino y de un pasado que
evidentemente la condiciona aunque lo haya negado. Hipersomnia alude,
subjetivamente, a ese estado de adormecimiento permanente, uno de los
trastornos del sueño, que, en este caso, llevan a “Milena” hacia un mundo
horroroso del que trata escapar. De alguna manera, vimos algo parecido –no
igual- en “El cisne negro” que le dio el Oscar a Natalie Portman como mejor actriz.
Dejando de lado esta
suerte de comparación, el film de Gabriel Grieco transcurre ágilmente con una
tensión creciente donde el thriller inicial se transforma en horror, incluyendo
sus variantes gore.
Es un muy buen
trabajado cinematográfico para fans del género que manifiesta el crecimiento de
este género en el cine nacional, donde ya hay varios exponentes
internacionales, mencionamos solo uno: Daniel de la Vega. Si le gusta el buen
terror, no se la pierda.
Elsa Bragato
POWER RANGERS
De Dean Israelite. Con
Bryan Cranston, Elizabeth Banks, RJ Cyler, Naomi Scott, Ludi Lin, Dacre
Montgomery, Becky G. entre otros. Música de Brian Tyler. Duración: 124 minutos.
XXXXX- REGRESO DE LOS CHICOS PODEROSOS
Se viene la saga de los
Power Rangers. Conquistada y superada la televisión luego de la serie exitosa,
tenemos a cinco jóvenes que recibieron poderes de modo casual y anónimo. Viven
en Ángel Grove, pueblo bañado por las aguas cuasi mágicas de un lago, y tienen
la firme intención de salvar el lugar y a toda la Humanidad de un ataque
alienígena de 65 millones de años, surgido en el período mesozoico.
Para armar un compacto
bastión de audacia y heroísmo, deben amalgamar sus diferencias: cada uno de los
chicos representa una raza tales como la oriental, la afroamericana y la
blanca, en la que hay dos mujeres. Un combo para aceptación de todos, basado en
conceptos generales de las razas humanas.
El malvado es Zordon
(Bryan Cranston), sumo y último alienígena, imposibilitado de traspasar una
barrera transparente. Pero se vale de la malévola Rita Repulsa (Elizabeth
Banks) para destruir a los humanos comenzando por el otrora pacífico pueblo Ángel Greve.
Nuestros cinco héroes
son el Ranger Rojo (Dacre Montgomery), la Ranger Rosa (Naomi Scott), EL Ranger
Azul (R.J.Cycler), la Ranger Amarilla (Becky G) y el Ranger Negro (Ludi
Lin). Todos ellos tienen personalidades
disociativas, que deben superar para poseer la plenitud de los poderes.
Dean Israelite filma
con solidez un “cuento” conocido por muchos gracias a la tevé, sostenido por
una atrapante fotografía, donde no le van en zaga el montaje, la música y la
dirección actoral, base del atractivo de estos “poderosos adolescentes”. Al
elenco de nuevos actores se añade la solvencia de Bryan Cranston y Elizabeth
Banks, en roles de malvados sin atenuantes. Obviamente la apuesta es para los
adolescentes, o preadolescentes, y para todos aquellos que se criaron con esta
serie. Acercarse a la pantalla grande para volver a verlos, es más que tentador
porque los efectos son fantásticos. Es un reencuentro de público y personajes.
Para quienes no tuvieron nunca interés en estos superhéroes, la película de
Israelite es una más con diálogos demasiado sencillos, escasa profundidad, y mucha
previsibilidad. No obstante, para uno y otro público, el film es un buen
producto de entretenimiento. La picardía de los productores es otro atractivo:
en la última media hora, hay una batalla fulgurosa entre “Rita” y los chicos
superpoderosos, a todo o nada, con efectos alucinantes, que incluye un monstruo
dorado, gigantesco y atronador, que hace saltar de la butaca.
La apuesta de Hollywood
va sobre seguro: ya se piensan siete secuelas más. Es decir, “Power Rangers”,
“reboot” de la tele, tiene un público cautivo que no va a desaprovechar la
oportunidad de verlos en la pantalla grande.
Carlos Pierre
POLINA
De Angelin Preljocab.
Guión de Valerie Müller, según el comic-book de Bastien Vivés. Con Juliette
Binoche, Niels Schneider, Miglen Mirtchev, Aleksey Guskov, Marie Kovacs, Nastya
Shevtzoda, entre otros. Música: 79D. Duración 112 minutos. Hablada en francés y
ruso.
XXXXX- RETRATO DE UNA PASIÓN
El realizador Angelin
Preljocab, bailarín y coreógrafo de origen albano nacido en Francia, se sintió
fuertemente impactado por la historia de la bailarina rusa, Polina, surgida de
un comic-book. El guion de Valerie Müller dio vida tridimensional a la
protagonista, cuya historia gráfica fue publicada en diez idiomas.
Los puntos en común entre
la ficción y su propia vida llevaron a Preljocab a transformarse en director de
su primer largometraje: el esfuerzo de Poline por ser bailarina, sus estudios
desde los 8 años, el entrenamiento en el Teatro Bolshoi de Moscú, el ingreso al
cuerpo de baile, y el amor que surge con un compañero francés, cambiando su
vida para siempre. Ambos se aman y viajan juntos por Francia, siempre con la
danza como meta, enfrentando escuelas diferentes. El Bolshoi, uno de los
grandes ballets del mundo que visitaron nuestro país, es muy riguroso y
clásico, mientras que la escuela francesa está menos atada a ciertas reglas, es
más moderna y, si bien tiene rigor, éste no es excesivo.
La bella y estupenda
Juliette Binoche compone a la instructora francesa que exige cambios y esfuerzo
a Polina, quien se esmera al máximo porque está convencida de su pasión por la
danza a pesar de sus fragilidades. La niña-mujer tiene el fuego sagrado para
esta profesión y un indeclinable tesón. Está sostenida por su familia, especialmente
por su padre, quien hace lo imposible para que su hija cumple con su sueño, aún
aceptando trabajos “non sanctos”.
Historia de
obstinación, resistencia, de tesón, de perseverancia, que resulta conmovedora y
atrapante al mismo tiempo porque, de esta narración, surge también la pasión
del realizador Preljocab, conocedor del entramado de un arte clásico muy
difícil. El entorno de Polina, tal como lo imaginó su creador gráfico y luego
el director de cine, tiene la magia que se requiere: desde la bohemia y la luz
de París hasta los paisajes nevados de Rusia, lugares y épocas en las que
Polina va transcurriendo su vida, niñez, adolescencia y adultez. Es un retrato
profundo de una pasión, enriquecido por la fotografía de Georges Lechapto, en
claroscuros dignos de los pintores renacentistas.
Por sobre la historia
de Polina y la propia vida de Angelin Preljocab está el clima logrado, aún con
simplicidad clásica, que nos permite vivir las idas y vueltas de la danza a
través de una protagonista plena de convicción y dulzura. Como aquella película
“Elliot”, de origen inglés. O al memorable “Bolero” de Ravel bailado por el
argentino Jorge Donn. No se la pierda. Es un film grato.
Carlos Pierre
“LA VIGILANTE DEL
FUTURO. GHOST IN THE
SHELL”
De Rupert Sanders. Con Scarlett Jhanssn, Pilon Asback,
Juliette Binoche, Takeshi Kitano entre otros. Edición de Neil Smith y Billy
Rich. Música de Lorne Balfe y Clint Mansell. Duración: 107 minutos.
XXXXX- CYBER POLICIAL… SOLO CÁSCARA
Masamune Shirow es un
artista contemporáneo japonés famoso por sus “mangas” o historias. Entre ellas,
las dos “Ghost in the Shell”, cuya traducción literal sería “el alma dentro de
la cárcara/caparazón”. Profundamente convencido de que el alma está en un
cuerpo que no siempre le es útil, Shirow se interna en el estudio psicológico
de la conjunción máquina-hombre y sus consecuencias éticas, dentro de un mundo
manejado, en gran medida, por computadoras.
El film del inglés
Rupert Sanders (su único largometraje
anterior fue “Blancanieves y el cazador”) intenta atrapar esta sutileza del
pensamiento de Shirow a través de la protagonista “Major” (Scarlett Johansson),
una cybermujer salvada de esta manera luego de un terrible accidente. Ahora
responde a la seguridad nacional como soldado que atrapa a los más poderosos
criminales. El peligro mayor es el de los “ghost-hackers”, o sea los “hackers”
de las mentes. Y solo “Major” puede detener esta “masacre” cerebral del mundo,
de la que aún ella misma no sabe si se ha salvado.
La ambientación del
film de Sanders es “cyberpunk”, con una rabiosa computarización y tecnología
que inundan la pantalla con efectos muy logrados pero, en definitiva,
previsibles porque son más de lo mismo.Tapan, desmerecen la narración y
esencialmente el concepto de alma-cuerpo-cáscara que el japonés Shirow tiene.
Todo se pierde en una parafernalia de tecnología que avasalla la visual pero no
conmueve. Estamos frente a un producto tan tecnológico que se pierde el
asombro, se torna artificial y, aún con la espléndida Scarlett Johansson y su
“rehacer” continuo, poco es lo que queda para “aprehender” de la historia en
sí.
De todas maneras, las preguntas están: la
inteligencia artificial y su importancia o no para el futuro de la Humanidad,
el “ghost” (fantasma) que da identidad a cada persona, entre otras. Si uno
quiere pensar un poco más allá del film, hay que ir a la filosofía
postsocrática, a Platón y comenzar por entender qué nos dijo con el mundo de
las Ideas y las meras sombras que somos. Aquella caverna y este cuerpo de
cybermujer, las ideas virtuales y la copia en el “ghost” propuesto por Shirow.
Es decir, complejidad filosófica puede haber, solo que la película se deja
llevar por la complejidad tecnológica y deja de lado la del ser humano y su
dualidad alma-cuerpo internándose en una cacería virtual cyberpolicial.
Subyace, ciertamente, la idea original, pero es solo eso. Mucha cáscara… para
entretener.
Elsa Bragato
HAMBRE DE PODER
De John Lee Hancock. Guión Robert D. Siegel. Con Michael
Keaton, Laura Dern , Nick Offerman, John Carroll Lynch, Patrick Wilson, Ric Reitz,
Wilbur Fitzgerald, entre otros. Música de Carter Burwell, duración de
115 minutos. XXXXX- CÓMO SER UNA SUPEREMPRESA
En los años 50 se
desató en Estados Unidos gran euforia social a cinco años de la Segunda Guerra
Mundial. Este optimismo del triunfo produjo un mayor consumismo por lo que el
capitalismo logró su apogeo ante la demanda de productos. Nadie se conformaba
con migajas sino que se exigía excelencia en todo.
El realizador John Lee
Hancock traza la historia de la industria de la comida rápida creada por los
hermanos Dick y Mac McDonald con énfasis puesto en la biopic de Ray Kroc
(Michael Keaton), pequeño empresario de Illinois casi en bancarrota. Era
vendedor ambulante de batidos culinarios que tuvo la intuición y necesidad de
conocer a los hermanos McDonald, dueños de un restaurante de “comidas rápidas”
próspero en el sur de California. Visionario, Ray Kroc se interesó por hamburguesas,
papas fritas y gaseosas, convirtiéndose en socio de los McDonald, creando
además la marca Los Arcos Dorados.
El comienzo no le fue
fácil, el tema de las franquicias y la pasividad y conformismo de los hermanos
McDonald no mellaron su tesón, y no dudó en oscilar entre ser buena persona y
otras veces un auténtico cretino. Avanzó sin tregua y rehizo su vida junto a una
mujer más ambiciosa que él.
La elección de Michel
Keaton no ha sido azarosa. Es dueño de una energía superlativa, de una manera
de pararse frente a la cámara muy diferente como lo demostró en “Birdman”. De
alguna manera, algunos puntos de la vida de su personaje lo tocan: la
perseverancia, el no bajar los brazos y el lograr una nueva oportunidad
laboral, aunque con medios distintos.
El film de Hancock va
más allá y muestra, a través de los personajes, el implacable y frío mundo de
los negocios, donde las personas son números y la falta de escrúpulos es la “ética”
valorada, con excepciones por cierto. Ser arrollador y perseverante conlleva,
en ese mundo de los actuales CEO, carencia de sensibilidad social. Todo son
números y ganancias. Bajo esta premisa, se mueve este personaje que encuentra
en Michael Keaton al actor indicado. Casi calvo, regordete, bastante bajo,
Keaton pudo meterse en la piel de Kroc sin dudar: de su capacidad actoral y no
de su “galanura” dependió su excelente trabajo. El tema puede no atraernos,
pero sin duda, el patio de atrás de los negocios no queda impune gracias a la
cámara de Hancock quien lo desnuda sin concesiones. Los “trapitos sucios” de
una megacompañía internacional de comidas están sobre el tapete. Y, como
contrapartida, el valor de esta empresa para solucionar la alimentación básica
de millones de personas en todo el mundo.
Carlos Pierre