JUEVES 16 DE JULIO DEL 2015.-
Pocos estrenos porque funcionan muy bien
“Los minions” y “Terminator: génesis”, incluyendo a cinco films argentinos como
“Sin hijos”. El documental “Refugiados en su tierra”, de Fernando Molina y
Nicolás Bietti, nos cuenta la vida en una aldea del sur de Chile que, luego de
una erupción volcánica, de 7000 habitantes solo quedaron 20, resistiéndose a
abandonar el lugar cubierto de polvo denso y gris. Tiene una fotografía muy
cuidada con diálogos espontáneos de quienes habitan el lugar. Los directores
trabajaron artesanalmente, con pocos elementos, a fin de no alterar el entorno
de este pueblo tan singular. Vale la pena.
“Los besos” es la primera ficción de la
actriz y directora cordobesa Jazmín Carballo. A manera de autobiografía, parte
de una idea irónica como la del título y de una ex pareja que se reencuentra
con ese pasado de besos que ya no están pero que “residen” en alguna parte. Tiene
madurez narrativa aunque la historia, por momentos, peque de ingenuidad o
laxitud. Además vale destacar que el cine cordobés viene avanzando, siendo hoy
por hoy uno de los polos cinematográficos de mayor empuje a nivel nacional.
CIUDADES DE PAPEL
De Jake Schreier. Con Natt Wolff, Cara
Delevingne, Justice Smiths, Austin Abrams, entre otros. Música de John Debny.
Duración:
MUY BUENA. APRENDIENDO A VIVIR
John Green es el joven revolucionario,
pasados ya los 30, que logró fama mundial como youtuber y blogger. Largas
peroratas sobre la vida y otros tópicos lo catapultaron a una fama virtual
impensada. Y sus novelas tiene, por consiguiente, un éxito enorme como “Bajo la
misma estrella”, muy lacrimógena pero efectiva y emotiva al mismo tiempo sobre
el destino de dos jóvenes con cáncer. Actuaba Natt Wolff que ahora se erige en
el protagonista de esta “Ciudades de papel”, esas ciudades que no existen pero
se ubican en los mapas como referencia. Tienen “0” habitantes. “Quentin” está
terminando el secundario y se enamora de “Margo”, su alocada e indómita vecina,
una chica que desaparece del hogar cuando quiere, que se enoja con el mundo, y
que lo lleva a una insólita aventura que tendrá consecuencias.
Un buen día, Margo desaparece y Quentin y
sus dos amigos de siempre inician una suerte de “road movie” hasta una “ciudad
de papel” muy lejos de la sofisticada Orlando, donde solo viven los
norteamericanos de buena clase media. En medio de estas idas y venidas hay un
baile de graduación, un despertar sexual, pero son a manera de “telones de
fondo” de una historia que tiene que ver directamente con el crecimiento
espiritual del protagonista, está relacionada con la mirada sobre la vida que
empieza a vivir, dónde hace “foco” y cómo no equivocarse. Desde este punto de
vista, el film alcanza una muy buena altura intelectual, no hay un machaque en
las actividades estudiantiles sino un sobrevuelo intenso sobre lo que estos
jóvenes esperan de la vida y cómo enfocarla. Y es, sin duda, el mayor logro de
la película. Al punto que la hace accesible a los adultos también porque se
produce empatía con este personaje masculino y esa niña ya mujer que tampoco
puede ser tan despreocupada y libre como manifiesta. ¿Rebeldía pura o máscara?
¿Pose postadolescente o desapego real? John Green logra una muy buena novela y
John Schreier una muy buena película, superando los clishés. Respecto de los
protagonistas, Nat Wolff realiza una gran performance mientras que la muy bella
inglesa, de noble estirpe, Cara Delevingne, es un tanto hierática e inexpresiva
por momentos. Buen film.
Elsa Bragato
ANT.MAN EL HOMBRE HORMIGA
De Peyton Reed. Con Paul Rudd, Evangeline
Killy, Michael Douglas, Corey Stoll, Bobby Cannavale, entre otros. Música de
Christophe Beck. Duración: 117 minutos.
MUY BUENA. EL HÉROE QUE FALTABA
Después de una docena, cuanto menos, de
títulos con personajes de Marvel, la empresa de los cómics y Disney traen a la
pantalla la historia de “Antman, el hombre hormiga”, sacado del olvido, con la
buena idea de recrear estos héroes a través de superproducciones en las que hay
mucha creatividad y una aceptación taquillera.
Entre las curiosidades que ofrece “Ant man”
está la aparición de Michael Douglas, el notable actor que jamás leyó estas h
istorietas, según sus palabras, y que jamás había trabajado en una película con
efectos especiales. Un desafío que Douglas aceptó renovando sus energías
septuagenarias.
Paul Rudd encarna a “Ant man”, mientras que
la sugestiva canadiense Evangeline Killy es la díscola hija del científico
“Hank Pyn”, el rol de Michael Douglas. Se trata de un trío muy potente,
magnético, que logra atrapar al espectador a través de un guión con fuerte
acento de comedia. El aire socarrón que campea en todo el film alejó al primer
director del mismo, Edgard Wright, en desacuerdo con este viraje.
El escenario es San Francisco, una ciudad
ícono para todas las aventuras posibles, desde los apocalipsis hasta la llegada
de los Simios al Golden Gate, o la olvidable “2012”. El penal de San Quintín, tan cerca de la
costa, en plena bahía así como las calles ondulantes, y la luminosidad especial
de la locación, confluyen en una narración muy efectiva. El futuro hombre
hormiga está allí, después de salir de la cárcel, donde permaneció tres años. Es
un perdedor que será un “grande”. Y es un personaje especial por lo diferente:
“Ant man”tiene la capacidad de reducir su tamaño para aumentar su fuerza,
escondiendo su secreto tras un espectacular traje. Estas condiciones físicas lo
ayudan a concretar un plan para salvar al mundo de los malos.
El ritmo vertiginoso del film está de
principio a fin, no se reduce por la presentación del personaje, por los giros
de comedia, ni por el convincente 3D. Hay que quedarse hasta el final de los
créditos en medio de los cuales aparece el anuncio de la continuación de lo que
ya es una saga a través de una franquicia, de antemano, ganadora. Sin
enloquecernos con los efectos especiales, apostando más al personaje que al
entorno, podemos disfrutar de un film de acción con mucho en común con el resto
así como rasgos muy distintivos. Vale la pena.-
Carlos Pierre