JUEVES 27 DE FEBRERO DEL
2014.-
Seis
estrenos de cine esta semana que incluyen la oscarizada “Dallas Buyers Club” y la última película de George Clooney, “Operación monumento”. “Tinker bell, hadas
y piratas” es la animación semanal de Disney para los chicos; “Una familia numerosa” con Vince Vaughn
es la comedia clase B que bien podría emitirse por cable, y la nacional es “La corporación”, de Fabián Forte, con
la actuación del gran actor Osmar Nuñez y Moro Anghileri.
EL PELICULÓN DE LA SEMANA
DALLAS BUYERS CLUB (EL CLUB
DE LOS DESAHUCIADOS)
De Jean-Marc Vallée. Con
Matthew McConaughey, Jennifer Garner, Jared Leto, Steve Zahn, entre otros.
Música contemporánea. Duración: 117 minutos.
EXCELENTE. ESTREMECEDOR RELATO
SOBRE UN CASO REAL
“Dallas
Buyers Club” o “El club de los Desahuciados” es una de esas películas que
asquean y conmueven al mismo tiempo, fuerte, cruda, revulsiva y aterradoramente
verídica. Se basa en la vida del vaquero texano Ron Woodroof, que encarna
estupendamenta Matthew McConaughey (bajó más de 20 kg para este papel), un
drogadicto homofóbico con adicción al sexo casual que contrajo SIDA en 1985. Su
caso fue emblemático, en aquellos años en los que también fallecía Rock Hudson
por una “enfermedad desconocida” hasta ese momento, producto de la
promiscuidad. Los médicos le dan, por un imprevisto que lo lleva al hospital,
solo 30 días de vida. Pero Ron sobrevivirá 7 años más por su activa
participación en la búsqueda de medicinas alternativas.
El
AZT, primera droga conocida en el mundo contra el HIV, es el otro gran tema del
film: dura crítica a las corporaciones médicas y farmacéuticas que la
utilizaron como negocio sabiendo que tenía tremendos efectos secundarios. Ron
Woodroof comprueba en su cuerpo que el AZT lo está matando. Y decide buscar lo
alternativo, en este caso, un médico al que se le quitó la matrícula, que vive
en México y le da a sus pacientes otras substancias que no intoxican sus
organismos. Ron se transforma en un contrabandista de estas drogas, logrando
que una importante comunidad de homosexuales tenga acceso a las mismas a través
de un abono. Así se forma este “Club de compradores de Dallas”, traducción
literal del título en inglés. De homofóbico Ron pasó a establecer relación
comercial con un homosexual que conoció en el hospital. Ambos serán la base de
este singular club, que fue real.
La
performance de Matthew McConaughey (a quien vemos también en la otra nominada a
los Oscar “El lobo de Wall Street”) tiene características de excelencia, de
entrega total a un personaje difícil de interpretar, de aceptar para
desarrollarlo actoralmente. La droga y la prostitución son los puntales de su
vida, no tiene ningún otro objetivo, el alcohol es tan solo un matiz dentro de
su degradación humana, estado y estilo de vida compartida con otros
trabajadores a destajo como él.
Sin
pausas, de principio a fin, sin fisuras narrativas, Vallée desarrolla una
historia que nos retuerce en la butaca, que nos conmueve, que nos perturba. Es,
lejos, la mejor película de las nominadas a los premios Oscar aún a pesar del
personaje principal con quien no se tienen puntos en común, salvo su
desesperada búsqueda de salud y de vida y su conmovedora lucha contra las
corporaciones. Excelente, aunque hay escenas de sexo y de droga que pueden
herir. Nadie sale incólume del cine luego de ver Dallas Buyers Club. Un plato
muy fuerte.
Elsa Bragato
UN BUEN FILM HISTÓRICO
THE MONUMENT MEN – OPERACIÓN
MONUMENTO
De George Clooney. Con George
Clooney, Matt Damon, Bill Murray, Cate Blanchett, John Goodman, Jean Dujardin,
Hugh Bonneville, Bob Balaban, entre otros. Música de Alexandre Desplat.
Duración: 120 minutos.
BUENA. RELATO HISTÓRICO CLÁSICO
George
Clooney se abocó hace dos años al libro del historiador Robert M Edset, quien
relató la tarea de los llamados Monument Men, un grupo de artistas devenidos en
soldados que rescataron, desde 1943 hasta 1945 (la tarea duró hasta 1950), millones de obras de arte incautadas
por los nazis. La idea de Hitler era crear el Museo Führer (el film muestra una
impresionante maqueta) y ordenó requisar museos y viviendas, comenzando por las
de los judíos desde 1938 (“la noche de los cristales rotos”) robando obras. El
museo iba a funcionar en Linz, Austria, donde había fracasado en sus estudios
como pintor. Quedan sus cuadros. El presidente Roosevelt escuchó a los hombres
de Harvard y del Museo Metropolitano de New York, alertados por los ingleses, para
formar un grupo de expertos e iniciar el camino de Normandía a Berlín
recuperando obras de arte y restituyéndolas.
Habiendo
ocurrido el desembarco de Normandía el 6 de junio de 1943, los primeros
“Hombres de los monumentos” fueron hasta las playas de Dunquerque para iniciar
su tarea. Los sitios de acopio de los nazis fueron, en principio, las ciudades
de Siegen y Merker, además del castillo de Neuschwanstein y, en especial, la ciudad
de Altausse, donde se encontró un “arsenal” artístico. Los nazis ocultaron las
obras en minas en desuso, que los valientes Monument Men lograron descubrir
aunque no en su totalidad.
El
caso que narra el film de Clooney se refiere al primer contingente de expertos que viajó a Europa y logro
recuperar 5 millones de obras de arte,
así como 100 toneladas de oro, incluyendo las coronas de oro extraídas a
los millones que murieron en los campos de concentración. Impresiona, choca,
ver los barriles llenos de ese oro arrancado a seres humanos.
El
film es clásico y nos recuerda el género de películas como “Los cañones de
Navarone” o “Los Doce del patíbulo”, que faltan de las carteleras, afectadas
por el crecimiento de las pochocleras. Estamos frente a la historia y un caso
específico dentro de la Segunda Guerra Mundial que es poco conocido.
Coincidentemente al lanzamiento del film, en algunos países europeos se informó
sobre la aparición de miles de obras que los nazis sustrajeron. Un tema no
resuelto pero iniciado por los Monument Men.
George
Clooney como realizador tiene el mérito de encarar un tema histórico, con un
presupuesto acotado pero bien empleado. Alternó secuencias bélicas, las menos,
con otras de gran emotividad como el encuentro entre la directora de arte
francesa (Cate Blanchett) y el restaurador afectado a París (Matt Damon) o bien
el escultor (John Goodman) junto a su compañero de tareas (el francés Jean
Dujardin, “El artista”) en medio de un bosque y la repentina presencia de
tropas enemigas. Tampoco ahorró escenas en hospitales y centró la búsqueda en dos obras: la escultura “La Virgen y el niño”
de Miguel Angel, que está en la Catedral de Brujas (Bélgica), única escultura
del genial artista fuera de Italia, y el “Políptico de Gante (”Adoración del
cordero místico”) del flamenco Jan Van Eyck (Gante es una ciudad histórica
ubicada entre Brujas y Bruselas, Bélgica).
Los
personajes no fueron inventados por Clooney (coescribió el guión junto con
Grant Heslov) sino que tomó de la realidad a algunos de los integrantes del
primer grupo: George Stout, James
Rorimer, Walter Hancock, Richard Balfour, Robert Posey, Lincoln Kirstein.
Clooney tuvo la sabiduría de mostrar debilidades: el bebedor, por ejemplo, que
se redime con esta búsqueda, el timorato que se transforma en experto tirador,
el marido responsable que no cede a las tentaciones de París o el experto
gruñón que reconoce los originales casi sin mirar, variedad humana que
enriquece el relato y atrapa.
La
banda sonora de Alexandre Desplat es contundente, con marchas militares por
momentos y hay pasajes en los que se tiene la sensación de volver a escuchar
las bandas sonoras de las películas de “guerra”, como se decía, que han hecho
historia en el cine. Excelente partitura.
El gran dilema político e histórico que
plantea el film es si una obra de arte vale una vida. Para estos grupos de “salvataje del arte” sus vidas
valían menos que un Picasso, un Rubens, un Rembrandt o un Michelangelo. Buen
film para disfrutar y, de paso, conocer en detalle una operación rescate de la
que no se habla nunca. Agregamos que es el caso de una película cuya idea de
guión es más atrapante que el film como realización.
Elsa Bragato
EL BUEN POLICIAL DE LA SEMANA
NON STOP SIN ESCALAS
De Jaume Collet-Serra. Con
Liam Neeson, Julianne Moore, Michelle Deckery, Lupita Nyong’O, entre otros.
Música de John Ottman. Duración: 106 minutos.
MUY BUENA. INTENSO POLICIAL
QUE PONE LOS PELOS DE PUNTA!
Tratando
de repetir el éxito de “Desconocido”, 2011, el realizador catalán Jaume
Collet-Serra, afincado en Hollywood desde 1992, volvió a convocar a Liam Neeson
y al productor Joel Silver. “Non Stop” es un film sobre secuestro y extorsión
en un avión 767, donde surgen sorprendentes propuestas y giros durante un vuelo
desde New York a Londres.
El
agente es Liam Neeson, alcohólico ex policía de New York, blanco de los
secuestradores. El “quid” es la transferencia de 150 millones de dólares a una
cuenta secreta. De no hacerlo, los secuestradores matarán a un pasajero cada 20
minutos. Julianne Moore (reaparecida luego de la catastrófica “Carrie”) es su
“compañera” de asiento en el avión, estableciéndose un juego de “gato y ratón”
en tan pequeño espacio a través de mensajes extorsivos al ex policía
neoyorquino.
El
relato audiovisual plantea interrogantes al espectador que van generando
adrenalina y ninguna previsibilidad. ¿Quién envía los mensajes? ¿Quién
extorsiona a quién? Esto genera una gran dosis de dramatismo que, con el estilo
de edición actual, transforma un tema bastante conocido en un guión atrapante.
En
el frenético derrotero aéreo hasta aparecen aviones de la Real Fuerza Aérea
británica por el peligro inminente no solo de la matanza de los pasajeros sino
de que estalle el avión. Es realmente un papel a la medida de Liam Neeson
quien, en los últimos años, se transformó en un protagonista ideal de films
policiales. Esta película pone los pelos de punta, literalmente, resulta un
hábil entretenimiento y está muy bien
realizada dentro de su género.
Carlos Pierre