JUEVES 6 DE FEBRERO DEL 2014.-
Hay
varios estrenos de diversos géneros. El épico e histórico está representado por
“La leyenda de Hércules”, un film
basado especialmente en los efectos especiales sin mayor fuerza en el guión. “Deshora” es un film coproducido por
Argentina, Colombia y Noruega, donde se luce Luis Ziembrowski. Un matrimonio es
sacudido por la llegada del primo de la esposa, mientras tanto la pareja se
dedica a la cría de gallos para riña, actividad no permitida. Cruel. También se
estrena ”El ojo del tiburón”, del
argentino Alejo Hoijman, donde nos narra la vida de dos adolescentes y sus
primeras experiencias en la caza del tiburón en Nicaragua. Para cinéfilos. “Horas desesperadas” nos parece una
película interesante, es la última del fallecido Paul Walker donde se aleja de
las carreras automovilísticas. Narra la búsqueda y el esfuerzo de un padre por
mantener viva a su hija luego del huracán Katrina. En este sentido, Walker fue
uno de los actores que colaboró con la población arrasada por el huracán, igual
que Sean Penn y Leonardo Di Caprio. Interesante. Para los más chicos está la
superproducción “La gran aventura Lego
3D” que ofrece Warner Bros, siempre efectiva.
DOS FILMS MUY ESPERADOS
AGOSTO OSAGE COUNTY
De John Wells. Guión de
Tracey Letts, autor del best-seller homónico ganador del Pullitzer. Con Meryl
Streep, Margo Martindale, Julia Roberts, Ewan McGregor, Chris Cooper, Sam
Sheppard, Juliette Lewis, Julianne Nicholson, Abigali Breslin, Benedict
Cumberbatch, Dermot Mulroney, Misty Upham. Música de Gustavo Santaolalla.
Duración: 121 minutos.
MUY BUENA. ELENCO
EXCEPCIONAL PARA UN DRAMA FAMILIAR
Quienes
vieron la obra de teatro “Agosto”, que aquí interpretó Norma Aleandro, conocen
de qué va este almuerzo familiar y los pecados del pasado que afloran en
diálogos memorables. Para quienes ven el film, enfrentan una profunda comedia
dramática que reúne a las hijas de los Weston con sus respectivos esposos e
hijos alrededor de la matriarca que enviudó, Violet a cargo de Meryl Streep.
Julia Roberts compone a Bárbara, la mayor, separada de su marido (Ewan
McGregor) pero que la acompaña con la hija de ambos (Abigalil Broslin), Jean.
El patriarca fallece repentinamente, un papel que realizó Sam Sheppard, breve
pero insuperable. Llegan también la hermana de Violet (la gran actriz Margo
Martindale) con su marido y el hijo (Chris Cooper, enorme actor que aquí puede
demostrarlo), y Benedict Cumberbatch (los “Arkin”). Las hijas de Violet se
suman a “Bárbara” (Roberts): Ivy (Julianne Nicholson (muy buena actriz) y Karen
(Juliette Lewis, notable actuación).
Con
este menú actoral y el texto de Tracey Letts, el realizador John Wells tiene la
mesa tendida, la misma que se organiza en la ficción luego del funeral y que
muestra los caracteres de las mujeres. Es de destacar la secuencia en la que
Meryl Streep y Julia Roberts se trenzan en una tremenda pelea. En este sentido,
la Violet de Streep cuenta con una dosis exagerada de locura que se devela como
gancho para evitar la soledad en la que vive. A medida que transcurre el film,
esta Violet gana en solidez, pierde aparatosidad. Streep consigue darle la
profundidad que merece.
Nada
quedó al azar: la dirección actoral es perfecta. Los silencios, los gestos de
preocupación, el llanto contenido, la furia, surgen de manera espontánea, como
solo pueden lograrlo los grandes actores.
Uno
de los problemas que enfrentó John Wells fue la traslación, aún con la ayuda
del autor Letts, al cine de una obra teatral. Éstas son el sustrato del que
resulta difícil apartarse, generalmente con una cámara estática. No es el caso.
Wells incorpora muchos exteriores y toma el hogar de los Weston como un punto
de partida para desarrollar la trama. Diferentes escenografías, incluso
naturales, sirven de apoyatura para diálogos entre las hermanas y entre la
madre y las hijas, secuencias que destacamos. O entre una sobrina y la tía,
cuando se devela uno de los secretos familiares.
Profundamente
conmovedora, perturbadora, “Agosto…”, ubicada en Oklahoma, mes de intenso
verano en los Estados Unidos, demuestra ser una vez más una pieza antológica en
su género.
La
banda sonora es de Gustavo Santaolalla. Un film de estas características
necesitaba otro tipo de orquestación, intensa como la historia. Si bien la
música subraya momentos importantes, no está a la altura de la obra de Letts.
El
enfrentamiento, el ocultamiento, los divorcios, el suicidio, la locura, la
soledad, la vejez, la inmadurez, los amores a destiempo, afloran desde el alma
de este enorme elenco de manera tan creíble que el espectador siente una
profunda empatía con la historia que ve. Aquí hay pasión, hay entrega, aún en
la inmoralidad que los personajes intentan olvidar. Estamos frente a un drama
intenso que, pese a sus exageraciones, nos hará vibrar.
Elsa Bragato
12 AÑOS DE ESCLAVITUD
Guión y dirección de Steve
McQueen. Con Chiwetel Ekiofor, Michael Fassbender, Lupita Hyong’o, Benedict
Cumberbach, Paul Giamatti, Paul Dano, Brad Pitt, entre otros. Música de Hans
Zimmer. Duración: 134 minutos.
BUENA. DESGARRADOR RELATO
SOBRE LA ESCLAVITUD EN LOS ESTADOS UNIDOS
Este
film de Steve McQueen nos relata un hecho real, ocurrido en 1859 y nos muestra
sin vueltas la brutalidad de los estados del sur de Estados Unidos donde
consumían y mataban a piacere a los afroamericanos. La condición humana es
mostrada en el límite de su tolerancia física y psíquica y, por otra parte, esa
misma condición humana es capaz de maltratar con terrible sadismo a otro ser
humano. El film nos shockea, las escenas son muy fuertes y, en alguna medida,
nos recordó a “La pasión” de Mel Gibson, sin comparar a los protagonistas. El
sufrimiento humano está mostrado en primer plano.
La
historia nos cuenta la vida de Salomón Northup (Chiwetel Ejiofor), músico negro
violinista, hombre libre, que vivió en New York. Allí fue engañado con un
futuro mejor por dos desconocidos y vendido como esclavo en el Sur a una
plantación de Louisiana.
La
fotografía de Sean Bobbitt es espléndida e inquietante, aún con cierta
exageración al mostrar el horror de las torturas en planos conmovedores que
provocan furia e indignación: el ambiente exuberante de los pantanos del sur,
la sádica golpiza que Michael Fassbender, a cargo del rol del esclavista,
aplica sistemáticamente a los negros y en especial al protagonista, los
insultos a los esclavos tratados como “simios venidos de Africa”, nos revelan
la situación social preguerra civil norteamericana. A estos dos personajes
fundamentales (el esclavista y el esclavo), se le suman su esposa (Sarah
Paulson) y la joven esclava (Lupita Nyong’g) en un trío amoroso que no aplaca
el disgusto y el dolor que siente el espectador. La Biblia como cabecera de
semejantes torturadores y la tortura como práctica de vida: antagonismo real
que el film muestra en detalle.
Engrandecen
la propuesta las actuaciones de Paul Dano como un temible capaz y Paul Giamatti
como el vendedor de esclavos. Brad Pitt aparece en cuatro secuencias como el
constructor canadiense que termina siendo el redentor de Salomón, anticipando
las ideas que terminaron en la Guerra de Secesión.
El
film es, por sobre todo, un conmovedor relato (dejando de lado las brutales
torturas, golpizas y latigazos) del vector humano que guía a Salomón durante 12
años crueles: su espíritu irrefrenable para sobrevivir, para volver con su
familia, para recuperar su libertad.
La
música creada por Hans Zimmer es una gran partitura que acompaña cada secuencia
con la intensidad que merece, desde el sufrimiento de los esclavos hasta la
magnificencia de los famosos pantanos del sur. Aunque se encuentren puntos en
común con otras partituras, Zimmer tiene un estilo y es su profundidad
melódica.
Destacamos
la presencia de dos actores que aparecen en otros films ya en cartelera: Paul
Giamatti (El sueño de Disney) y Benedit Cumberbatch (Agosto Osage County). Esta
historia bien puede resumirse como la potente voluntad de sobrevivir y de
mantener la dignidad. Las dos horas del film son un ininterrumpido golpe al
corazón porque no hay un resquicio de bonanza. Al mismo tiempo, es una honesta
muestra de aquel Estados Unidos violento y desigual.
Carlos Pierre
EL DOCUMENTAL DE LA SEMANA
EL ALMANAQUE
De José Pedro Charlo.
Documental del Uruguay, 2012. Música de Daniel Yafallán con la participación
del pianista Miguel Angel Estrella. Duración: 73 minutos.
REGULAR. PARSIMONIOSO
RECUENTO DE DÍAS
La
dictadura militar tampoco estuvo ajena en el país vecino Uruguay, donde
funcionó el penal de Libertad (vaya contrasentido), la mayor cárcel política en
América Latina.
Jorge
Tiscornia, debido a su militancia como tupamaro, permaneció alojado en ese
penal durante 12 años. Gracias a sus estudios de arquitectura, elaboró una
suerte de almanaque donde graficó y documentó con pormenores los hechos que
ocurrían: visitas, comidas, acontecimientos dentro y fuera del penal. Fue un
registro somero y pormenorizado del horror que se vivía en el lugar, donde solo
se le permitía ver la luz del sol una hora por día.
Este
estudiante universitario sobrevivió luego de 4646 días interminables que forman
“su almanaque”, realizado con una pulcritud propia de sus estudios, datos que
ingeniosamente llevó escritos en unos zuecos que también se hizo. Entre dos
planchas rústicas de madera, escondía en una ranura los papeles donde iba
registrando lo que vivía.
Aficionado
también a la fotografía, luego de su liberación tomó fotografías del penal que,
a la distancia, no daba la impresión de ser tan horroroso como los argentinos.
El
documental tiene una buena factura técnica, que incluyen fotografías muy buenas
de los atardeceres en las zonas de los faros uruguayos. Y hay cierta belleza.
Sin
embargo, al documental le faltan rabia y dolor. Es un parsimonioso recuento de
un almanaque, como su título.
Carlos Pierre