JUEVES 4 DE ABRIL DEL 2013.-
Hay
cuatro estrenos que incluye uno nacional,
“Quién mató a Mariano Ferreyra?”,
de Alejandro RAth y Juan Morcillo, un semi documental interpretado por el
periodista Martín Caparrós, basado en el libro homónimo de Diego Rojas. Se
intenta dar una explicación al crimen de Mariano Ferreyra ocurrido el 10 de
octubre del 2010, perteneciente al Partido Obrero, al ser atacado por una
patota sindical. Es un aporte más al caso, que puede gustar o no.
CONTRARRELOJ
De Simon West. Con Nicolas
Cage, Malin Akerman, Josh Lucas, entre otros. Música: Mark Isham. Duración: 96
minutos.
BUENO. ENTRETENIMIENTO DE
RITMO VERTIGINOSO
Diez
horas frenéticas durante la celebración de las fiestas del Mardi Gras en Nueva
Orleans, o sea el Martes de Carnaval que conocemos, es el tiempo perentorio de este thriller con Nicolas Cage puesto a
liberar a su hija adolescente (Sami Gayle), secuestrada en el baúl de un taxi
que conduce un ex cómplice. Este sujeto realmente peligroso está encarnado por
Josh Lucas, quien tiene una grotesca pierna ortopédica, producto de un fallido
asalto en conjunto con el personaje de Cage a un banco. Ahora el reclamo de uno
al otro es de 10 millones de dólares para liberar a la hija. Éste es el quid argumental, suficiente para
generar adrenalina a granel en el espectador fanático de los thrillers
policiales.
Desde
hace un buen tiempo, Nicolás Cage viene encarnando una serie de personajes de
acción de una manera especial: rostro impávido pero, indudablemente,
carismático para estos personajes. Buen actor no es. No obstante, con pocos
parlamentos, impone su figura como eje de este tipo de historias,
convirtiéndose en el símbolo o ícono de la acción actual, sin mayores
profundidades. Sin embargo, en esta película titulada en inglés “Stolen”
(Robado/da) hay un leve giro hacia lo sentimental porque la acción que
desarrolla es para liberar a su hija en la ficción, aunque no haya mantenido
una buena relación con ella. Un subtema, si se quiere, a tener en cuenta: los
padres que siguen siéndolo aunque estén alejados físicamente de su
descendencia.
El
Mardi Gras de Nueva Orleans, su singular colorido y fastuosidad, las
espectaculares persecuciones, los dos atracos a bancos con precisión sofisticada,
le imprimen al film un ritmo vertiginoso y una adrenalina ininterrumpida a lo
largo de las horas que, según el guión, el protagonista tiene para reunir el
dinero y salvar a su hija.
Este
thriller propone un nuevo desafío de acción en un tiempo de ficción limitado, y
resulta atractivo como entretenimiento.
Carlos Pierre
POSESIÓN INFERNAL
De Fede Álvarez. Con Jane
Levy, Shiloh Fernández, Lou Taylor Pucci, entre otros. Música de Roque Baños.
Duración: 91 minutos.
BUENA. BAÑO DE SANGRE A LA
URUGUAYA
La
remake de Posesión Infernal de Sam Raimi, 1981, en manos del cineasta uruguayo
Fede Álvarez, haciendo además su gran debut en Hollywood, es sorprendente por
la solidez del guión, el encabalgamiento de las secuencias, el suspenso y el
terror crecientes hasta llegar al paroxismo del “gore”, estilo Tarantino, con
lluvia de sangre y vísceras que saltan por doquier.
Como
en el film inicial, cinco jóvenes se aventuran en una casa solitaria para
curarle la adicción a las drogas a una de las chicas. No advierten que será
poseída por un espíritu infernal que irá trastocando la vida de todos ellos en
medio de sierras eléctricas, de lenguas que brotan de la boca como serpientes
negras y repugnantes, de máquinas disparadoras de clavos que destruyen al
contrincante de manera brutal, entre otros acertados clishés del “gore”. Aquí
Fede Alvarez planificó cada elemento conocido para conferirle un verismo que es
brutal y que logra su objetivo: asustar, sobresaltar, disgustar, aterrorizar,
al espectador. No vale la pena agregar nada más ni de argumento ni de efectos
especiales.
Esta
opera prima de Fede Alvarez es significativa porque se transforma en un gran
paso del cineasta uruguayo en la Meca del Cine, y tiene la solidez de cualquier
film del género, aún superando en muchos casos a los clásicos del género. Para
quienes disfruten del susto, del horror, del “gore”, en su máxima expresión.
Elsa Bragato
BIENVENIDO A LOS 40
De Judd Apatow. Con Paul Rudd
y la familia del realizador Apatow. Música de Jon Brion. Duración: 134 minutos.
REGULAR. MATRIMONIOS DE 40
QUE NO SON UN RETRATO
Judd
Apatow es reconocido por un par de films, no muchos, tan solo cuatro, de los
que nosotros destacamos “Ligeramente embarazada”, una película muy atractiva y
diferente. Otros pueden recomendar “Virgen a los 40” que tuvo un gran éxito. E
incluso “Funny People”, también muy buena..
En
“This is 40” o “Bienvenido a los 40”, Judd Apatow busca un “alter ego”, el
actor Paul Rudd, para interactuar con sus hijas y mostrar cómo se vive en un
barrio de California, que puede estar ubicado en Los Angeles como en cualquier
otro “county”, así escrito, de ese estado norteamericano. Casas amplias,
mobiliario moderno y de primer nivel, un estilo de vida que cuesta mucho
mantener por los altos impuestos y por lo que significa vivir en semejante
estado, considerado alguna vez la quinta economía del mundo. El matrimonio
llega a los 40 con una escena de sexo inicial y luego las diferencias entre el
hombre y la mujer, una pelea común, cotidiana, que no va más allá de marcar las
diferencias entre uno y otro sexo, a veces con lenguaje adulto abusivo y, en
algún momento, desagradable.
De
allí pasa al entorno del vecindario, las necesidades de generar un pequeño
emprendimiento para subsistir en ese lugar y de ese modo, los abuelos, los chicos y su problemática, es
decir, este matrimonio no tiene un minuto de sosiego por causas propias, por
causas ajenas. Es un retrato de cómo se vive en California, más que en
cualquier otro estado de los Estados Unidos. Pagando impuestos, generándose un estándar
de vida que no nos retrata en nada ni siquiera en la problemática familiar que
podría tener puntos en común: la generación de dinero, el pago de las cuentas
mensuales, la educación de los hijos. Pero en general. Aquí se retrata a un
matrimonio de 40 de California, y nada más.
Al
film le falta nervio, pasión, y tiene demasiados minutos extra que no aportan
nada. Es un telefilm para emitir por cable un sábado lluvioso por la tarde y
verlo aquí, en Buenos Aires, soñando con una casa de ese estilo pero sin tantos
problemas cotidianos de toda índole. No nos convenció.
Elsa Bragato