JUEVES 11 de abril del 2013.-
Hay seis estrenos, que incluye la
nacional “Puerta de Hierro, El exilio de Perón”, de Víctor Laplace y Victoria
Carreras. No la comentaremos como tampoco “Ausencia”, un film de Mike Flanagan
del 2011 que incursiona en el terror con pequeñas variantes.
OBLIVION, EL TIEMPO DEL OLVIDO
De Joseph Kosinski. Con Tom Cruise, Morgan Freeman,
Olga Kurylenko, Melissa Leo, entre otros. Música de Anthony González y M.8.3.
Duración: 126 minutos.
REGULAR. UNA PELÍCULA QUE NO ES CINE
Ciencia-ficción híbrida por su
convergencia con los juegos de la famosa play-station que distrae a nuestros
pequeños, Oblivión, El tiempo del olvido ha tenido una difusión extrema que
trajo al mismísimo Tom Cruise a la Argentina generándose gran expectativa.
Lástima que el film es sumamente aburrido y no aporta nada, ni siquiera la
línea o idea argumental es diferente a tantos otros films sobre la devastación
de la tierra que hemos visto. Aquí tiene un agravante: la poca capacidad
actoral de Tom Cruise aunque siga siendo galán y figurón carismático de
Hollywood.
Tom Cruise encarna a Jack Harper quien
vive en la tierra devastada del 2074 por encarnizadas guerras nucleares.
Supuestamente, los pocos humanos sobrevivientes están viviendo en una luna de un
alejado planeta mientras aquí aparatos como conos invertidos suspendidos en el
aire succionan el agua de los océanos para trasladarla hacia la comunidad
cósmica. Su compañera (Vika, encarnada por Andrea Riseborough) es otra
sobreviviente con quien forma “una pareja perfecta” y están comunicados con los
lejanos congéneres (Sally a cargo de Melissa Leo) a través de un sofisticado
sistema holográfico de computación que se abre generosamente sobre un
escritorio y un panel vertical. Con solo hacer un “touch”, se corren aparatos,
se orientan otros. Hay en la tierra una zona prohibida por la radiación pero
Tom y su compañera pueden vigilarla porque cuentan con unas esferas gigantes
que vuelan a enorme velocidad, se detienen y, si no reconoce, liquida con rayos
láser. Hasta que Tom-Jack descubre que están matando a humanos y se hace alguna
pregunta. ¿Oblivión, olvido, limbo? Morgan Freeman aparece en la 2da parte,
bien marcada, y le da un poco de pimienta a este videojuego, luce anteojos
oscuros, está vestido con harapos entre estilo romano e invención hollywoodense
indicándole que pronto sabrá quién es porque, al parecer, Tom no sabe “algo”.
Eso sí, tiene sueños extraños con una chica (Olga Kurylenko) en el mirador del Empire State, ahora a ras de
la tierra y a escasos minutos (esto sí que es ciencia-ficción) de Los Angeles.
No se entiende cómo Tom-Jack se refugia en un
pequeño paraíso donde hay una cabaña, un lago, y montañas que, en sus laderas,
ostentan preciosos árboles. ¿Cómo llega? ¿Por qué él sabe que existe ese oasis
en medio de una tierra árida? Preguntas que quedan sueltas y que no generan
ningún subtema a analizar.
Eso sí, el film hace ostentación de los
paneles holográficos a pantalla plena, de los tiroteos con rayos láser, y uno
tiene la sensación que se puso a jugar con su hijo en el living con algún
entretenido juego de la “play” más moderna. Larga hora en medio de paisajes que
no dicen nada, entre gris, tierra ahumada y plateado. Hasta que “algo” que se
transforma en una lucha a puñetazos entre Jack y “otro” ser da la clave de que
ahí está pasando algo más. ¡Por fin!
Lo único no previsible es la tecnología
que siempre aporta algo más para fascinación del público más joven como el
avión estilo “mosquito” de alta gama que Tom-Jack pilotea a la perfección.
Es un film que no es película sino
playstation. Tom Cruise tiene parlamentos elementales, cara de pócker la
mayoría de las veces, y un buen adiestramiento físico que le permite lucirse
como un cincuentón apetecible.
Morgan Freeman debe haber aceptado por
el cachet, si no, no se entiende su presencia, y el resto del elenco hace lo
que puede, muchas veces con muy poca convincente actuación de manual. Realmente
nos defraudó porque, por si fuera poco, la historia no es nueva.
Elsa Bragato
TADEO EL EXPLORADOR PERDIDO EN 3D
Film de animación de Enrique Gato, ganador de tres
premios Goya 2012. Música de Zacarías Martínez de la Riva. Duración: 90
minutos.
BUENA. ATRACTIVA PARODIA DE LA SAGA INDIANA JONES
“Tadeo Jones”, del 2004, es el primer
cortometraje que España tuvo con este personaje creado por Enrique Gato. Se
trata de un gran esfuerzo de la animación hispana que parodia “Las aventuras de
Indiana Jones”. En el 2008 se comenzó a gestar este film, basado en el cómic
Tadeo Jones y el secreto de Toactlum. Referentes directos son “El secreto de
los Incas” de Jerry Hooper, protagonizada por Charlton Heston y la saga de
Indiana Jones que ya mencionamos.
En este caso, el personaje protagónico,
Tadeo Jones, es un soñador empedernido que tiene la veleidad de la arqueología.
Trabaja en una grúa en Chicago y un imprevisto lo lleva al Perú, en búsqueda de
la ciudad perdida de Paititi. Tadeo no está solo sino que lo secundan su perro
Jeff, Sara, Belzoni, y Kopponen, además de Max Mordon, académico equivalente a
una estrella del rock.
Se considera a este film español
técnicamente brillante y, desde el punto de vista del guión, muy original dado
que el personaje cruza el Atlántico hasta ubicarse en el Perú y el imperio de
los Incas, tan caro al gusto español por el buen curso que le han dado a los
tesoros históricos peruanos (subsisten juicios internacionales).
Hay elementos que producen gran empatía
con el personaje: su simpatía y simplicidad; además, la pasión que tiene para
llegar a ese mundo mágico que busca sin dejar de lado el gran talento de sus
creadores que han invertido algo más que dinero: creatividad.
Un buen entretenimiento para los chicos
y grandes.
Carlos Pierre
911 – LLAMADA MORTAL
De Brad Anderson. Con Halle Berry, Abigail Breslin,
Morris Chestnut, Michael Emlund, entre otros. Música de John Debney. Duración:
95 minutos.
BUENA. THRILLER SOBRE EL “911”
A la hora de buscar argumentos, los
creativos de Hollywood no se dan tregua. Si la idea no es original, le buscan
la marquita en el orillo y la dan vuelta. Ya vimos lo que pasa cuando una mujer
es secuestrada en Santa Mónica, la bella Kim Bassinger, y solo un celular la
salva (había que lanzar esa marca de celulares y no hubo mejor forma que
inventar un film). Ahora es el 911. Hay 188 millones de llamadas anuales a este
número en Los Angeles, una ciudad sitiada por la pobreza que muy poco se
muestra. El centro de operaciones es llamado “la colmena” por los operadores
porque se asemeja a un panal frenético. Y es el centro también de suspenso de
este thriller.
La protagonista es Halle Berry, quien
también visitó la Argentina para el lanzamiento aunque concedió pautadas
entrevistas y logró poca repercusión. Una pena para quien es la primera actriz
afroamericana en ganar un Oscar, mujer de notable belleza. En la película es
una veterana operadora del Call Center del 911. Recibe una llamada apremiante
de una joven que fue secuestrada por un peligroso sujeto (Michael Eklund),
enfrentando una carrera contra la muerte. Este caso está separado del siguiente
por una “impasse” de 6 meses. “Jordan” (Halle Berry) regresa al trabajo (hay
que ver la película para enterarse qué le pasó!) y recibe una llamada semejante
por lo que se aplica aún más al caso. Se involucra de manera personal, con la
ayuda de su novio (Morris Chesnut), que es policía.
El film tiene a su favor el ritmo del
thriller, la angustia que genera por los casos presentados, y deja pegados
literalmente a los espectadores a la butaca. Nadie se va a aburrir si bien
estamos ante un guión y actuaciones rutinarias. Halle Berry es una actriz con
gran fibra emotiva y esto salva en gran medida a la escasa investigación
psicológica que hay. Sin embargo, hay que recordar que los films de acción pura
presentan secuencias a tal efecto y son escasos los que detienen la cámara para
algo más que no sea lo previsible. “911-Llamada mortal” cumple con el objetivo
de entretener desde el thriller, está bien realizado y es suficiente para
atraer a los aficionados a la adrenalina pura.
Carlos Pierre
PROFESOR LAZHAR
De Philippe Falardeau. Con Mohamed Fellag, Sophie
Nélisse, Emilien Néron, entre otros. Música de Martín León. Duración: 94
minutos.
MUY BUENA. UNA LECCIÓN DE CINE
“Profesor Lazhar” viene esperando unos
seis meses su estreno. Se trata de un film notable en muchos aspectos, que
recibió varios premios “Genius” en su país de origen, Canadá. Y se basa en la obra de Evelyne de la
Cheneliére.
El suicidio de una maestra congela,
literalmente, la actividad de un colegio altamente preocupado por la educación
en la escuela primaria, por la información que reciben los chicos y el cómo,
por lo que el hecho de que dos pequeños hayan visto a la maestra colgada del
techo les ha generado honda consternación pedagógica. Un hombre que busca
asilo, Bachir Lazhar (Mohamed Fellag), consigue el cargo de maestro suplente.
Pero no está de acuerdo con las medidas del colegio de no hablar de lo sucedido,
del control que se ejerce sobre su actividad justamente por haber observado su
rebeldía ante un “status quo” muy estricto. Sin embargo, se gana el corazón de
ese grado de la escuela primaria y es algo contra lo que los directivos no
pueden ir.
El secreto de esta película que es
notable en muchos aspectos reside en la continuidad del “tempo” inicial, en ese
ir plasmando la vida escolar, las charlas de los niños, la relación
maestro-alumno y la relación directivos-maestros, con una gran sabiduría de lo
que es hacer cine. No hay altibajos, no hay nada que haga saltar de la butaca a
nadie, salvo los minutos iniciales que, en realidad, son de profundo dolor ante
el suicido de la maestra. Y, muy sabiamente, se descubre el sufrimiento de
Lazhar: el asesinato de su familia horas antes de viajar a Canadá. Una suerte
de parangón entre la amargura que ha causado la muerte de la maestra y el dolor
de Lazhar por lo vivido.
Por momentos, el film es duro e
implacable, sin perder el tono amable. Duele ver la vida de Lazhar mientras
que, como contrapartida, está la intensa actividad de los chicos, sus preguntas
y la actitud del maestro frente a ellas. Preguntas nada fáciles que muestran
otras pequeñas tragedias cotidianas.
Es una película muy bien realizada en
todos sus aspectos, sin fisuras, con un ritmo interior que se mete en el
corazón de la audiencia. Conmueve y nos obliga a la reflexión.
Elsa Bragato