PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 30 de agosto de 2012

TODOS TENEMOS UN PLAN, ELLES,VACACIONES EXPLOSIVAS, POSESIÓN SATÁNICA, JUEVES 30 DE AGOSTO


JUEVES 30 DE AGOSTO DEL 2012.-

Hay seis estrenos. No comentamos “Fuera de Satán”, de Bruno Dumont, y “La máquina de hacer estrellas”, argentino-chilena, dibujos animados.

TODOS TENEMOS UN PLAN

De Ana Piterbarg. Con Viggo Mortensen, Daniel Fanego, Sofía Gala Castiglione, Soledad Villamil, entre otros. Música de Lucio Godoy y Federico Jusid. Duración: 118 minutos.

MUY BUENA. THRILLER APASIONANTE E INTENSO CON NOTABLES CLIMAS Y ACTUACIONES

Viggo Mortensen filma por primera vez en la Argentina, su país de adopción por haberse criado aquí hasta los 11 años. Y lo hizo en la película Todos tenemos un plan de la debutante Ana Piterbarg, donde compone dos personajes, hermanos gemelos con vidas opuestas. Lo secundan Sofía Gala y Daniel Fanego.

Estamos frente a un film de contrastes en los personajes y en lo narrativo. Los climas van desde un tono melancólico y suave hasta explotar, en segundos, en una conmoción que sacude al espectador. No hay una explicitación de lo que va a acontecer y esto ayuda a que cada uno de nosotros deba mantener su atención en lo que ve para comprender, a través de las secuencias, la densa historia que se desarrolla en la ciudad de Buenos Aires y en el Delta.

Agustín es un médico reconocido que está aburrido de su vida; su esposa, encarnada por Soledad Villamil, desea adoptar un niño, pero Agustín siente que ése “no es su plan” y debe cambiar. El destino lo reencuentra con su hermano Pedro, que se quedó en la vieja casa paterna del Tigre, un hombre relacionado con la delincuencia y gravemente enfermo. La muerte de Pedro, de manera trágica y brutal, le permite a Agustín adoptar su personalidad y abandonar su rutinaria vida para regresar a la casa paterna. No será sencillo hacerse pasar por su hermano y sobrevendrán no pocas complicaciones y hasta el amor con la jovencita que ayudaba a Pedro y ahora lo ayuda a él en los colmenares, tarea que debe recomenzar a esta altura de su vida.

Los climas que genera Piterbarg son excelentes. Atrapan al espectador fuera aún de las secuencias más emocionantes que, de alguna manera, nos devuelven al Mortensen de “Una historia violenta”, aquí también muy bien logradas. Es que la directora maneja con habilidad el pase de la calma a la tormenta feroz. En este sentido, cuenta con la música incidental de Jusid y Godoy, quienes han creado una banda sonora funcional a la narración y a los personajes, por lo cual se vive la densidad dramática con generosidad. Pero sin exceso.

La fotografía, esos riachos laterales del Delta y sus casas montadas en largos caballetes de madera para huir de las inundaciones, es inobjetable. Producen el escape que no solo necesitan los personajes para trasladarse sino también el espectador: un remanso de verdes y azules luego de la furia.

Viggo Mortensen compone dos notables personajes, a la altura de los filmados con el canadiense David Cronenberg, Una historia violenta (2005) Y Promesas del Este (2007). Opuestos, resueltos notablemente en sus encuentros gracias a la actual tecnología, y cada uno de ellos (Agustín y Pedro) con los tics y el lenguaje adquirido en sus mundos diferentes (uno, el porteño de ciudad; el otro, el hombre duro del Delta). Por su parte, Sofía Gala Castiglione, vuelve a mostrarnos su enorme capacidad actoral y su autenticidad. Es creíble sonriendo o amando así como llorando. Daniel Fanego es otro notable actor que es el antihéroe: siempre dota a sus trabajos de credibilidad, de carnadura, de solidez. Lo mismo puede decirse de Soledad Villamil, que pasa de la calma rutinaria al drama con perfección, siendo verosímil siempre. Su personaje, el de esta esposa que no comprende el cambio de rumbo de su marido (Agustín), está presente en algunas secuencias claves y es tan notable su performance que son suficientes para que todo el film esté impregnado de su personaje ausente, alguien que deja de estar “en el plan” de Agustín.

Podemos preguntarnos cuál es el plan de estos personajes al que alude el título de la película. Y la respuesta más sencilla es que todos tenemos in mente algo para salir de la miseria espiritual más que de la material y que además todos tenemos un plan inconciente para sobrevivir a cada golpe que nos da la vida. O que nosotros podemos dar. La consecuencia será ese plan que buscábamos y frente a esta nueva instancia de la vida hay que tener agallas y seguir adelante, aún con la muerte a cuestas. A pesar de esta abstracción que hacemos para entender el objetivo del guión, éste es concreto y contundente. No hay lugar para otra cosa que no sea la vida misma en diferentes contextos.

Nos parece un film atrapante, bien realizado, bien actuado, que logra el objetivo de atraparnos de principio a fin y al que no le encontramos “la costura” del revés aún con la complejidad del montaje que exigió. Nos atrapó.

Elsa Bragato

ELLES

De Malgorzata Szumowska. Con Juliette Binoche, Joanna Kulig, Anais Demoustier, entre otros. Música de Pawel Mykietyn. Duración: 99 minutos.

BUENA. UN RELATO ATREVIDO SOBRE LA INTIMIDAD DE LAS MUJERES

Muy apropiado es el título del film para la narración propuesta: Elles – Ellas, porque hace un juego de vocablos que tiene que ver con el quid de la trama. Elle es la afamada revista donde trabaja la periodista Anne (Juliette Binoche), quien debe escribir un artículo sobre las jóvenes universitarias que se prostituyen para poder pagarse sus carreras. En este caso, Anne encuentra a dos estudiantes, “Elles” o bien Alicja (Joanna Kulig), desenfadada y seductora, y Charlotte (Anais Demoustier), tímida y apocada, procedente del interior del país que sueña con una vida más holgada en todo sentido.

La película es netamente femenina y se detecta la mano de la directora, quien llega al centro de la cuestión en el cuerpo de estas mujeres, que tienen todo el erotismo posible por edad y se ven envueltas en secuencias de alto voltaje. Hay que preguntarse cuál es el factor detonante del drama: está en la simbiosis impensada de la periodista con las actitudes prostibularias de las chicas. Va creciendo su acercamiento y su profesionalismo deja paso a una empatía con sus conductas. Este artículo que busca para la revista será definitorio en su propia vida, muy rutinaria.

Es también interesante cómo la directora Szumowska nos muestra sin retaceos el placer sexual de algunas mujeres cumpliendo con las tareas hogareñas más cotidianas. Destacamos una secuencia particularmente exultante: Anne prepara la cena para su marido y colegas laborales y, mientras desmenuza mariscos con el fondo del vibrante Gloria de Vivaldi, un hipérbaton cinematográfico osado pero eficaz.

Juliette Binoche apuntala el hilo de esta historia con la tácita presentación de su rostro, su sonrisa casi de Gioconda. Y las dos jóvenes son la joven belleza que brota de cada situación, tanto en un cuarto a plena luz del día como en la amplitud de un parque.

El film es atrevido y, en definitiva, es una suerte de afilado bisturí que se mete en la vida conyugal de la protagonista. Una incisión profunda en Anne y en sus actitudes como esposa y profesional que cambiará la suerte de todos. Interesante, inquietante, provoca un respingo en el alma del espectador.

Carlos Pierre

VACACIONES EXPLOSIVAS

De Adrian GRunberg. Con Mel Gibson, Dolores Heredia, Kevin Hernández, entre otros. Música de Antonio Pinto. Duración: 96 minutos.

BUENA. PARA ENTRETENERSE A LOS TIROS CON MEL GIBSON. POLICIAL FUERTE CON ESTEREOTIPOS BIEN LOGRADOS PERO NO MUCHO MÁS

Mel Gibson es autor del guión de este film de traficantes y ladrones que unen la frontera norteamericana con la mexicana, en la baja California. Una de tiros con agregados. Bien se puede pensar que la carrera de Gibson tiene un importante declive por lo que hay que echar mano a la creatividad para superar el alejamiento de los grandes estudios y de los grandes contratos, consecuencia de una desatinada vida personal.

Prófugo de la justicia de su país, Gibson encarna a un “gringo”, “Driver”, que logra salvar su vida tras una tremenda persecución en su país y atraviesa la muralla que separa ambos países, cayendo brutalmente en medio de tierra mexicana. La policía local lo traslada hasta “El pueblito”, una cárcel que alberga familias y marginales por igual, cercada por francotiradores. El ambiente es durísimo, y la ralea del mundo parece haberse reunido allí. Esta circunstancia tan poco amigable le permite, sin embargo, a este “gringo” tener la amistad de un chiquito cuya madre se prostituye y por quien será capaz de muchas cosas a lo largo de la narración. Descubre el sentido de la lealtad, de la amistad y hasta la calidez del amor adulto luego de un sinfín de penurias, muchas de ellas escenas brutales con muertes a destajo, fusilamientos, prostitución y lo que uno pueda imaginarse.

Si bien se transita por un camino ya conocido, con la voz en off de Gibson narrando sus peripecias, el film logra atrapar desde la óptima de un policial fuerte, aunque sepamos de antemano qué puede pasar. La fotografía no es edificante aunque sí certera para plantearlos todos los estereotipos posibles de los mexicanos buenos y los malos, y contribuye a crear un clima de marginalidad dolorosa por lo real. Los planteos que surgen del film entonces van por un camino diferente a la historia que vemos: la niñez desvalida, la niñez en manos de adultos sometidos, cómo salvar a tanta humanidad de tamaño submundo, ¿es justa una vida en semejante medio?, ¿Hay o no gobernantes para atender estas necesidades? ¿La delincuencia tiene el terreno ganado?¿La prostitución es el único medio para las mujeres de clase social baja?

Surgen muchas preguntas y entendemos que ése es el valor ulterior de esta película en la que Mel Gibson aparece demasiado atildado para vivir en un medio tan poco pulcro, y su mirada sobre el entorno está a medio camino entre el vivir involucrado o buscar una salida de ese lugar. El final es convencional pero, luego de muchas escenas de violencia, da la sensación de un remanso que el espectador necesita. La realización es buena, destacándose la actuación del pequeño Kevin Hernández. Gibson sabe cómo hacerse el pistolero; además hay cierta ligereza en el guión por lo que temas muy graves se toman como cotidianos. O tal vez la cotidianeidad de ese lugar sea así: lo grave de tan grave resulta liviano o sencillo, un tiro y listo. Un film con desniveles pero con mucha acción.

Elsa Bragato

POSESIÓN SATÁNICA

De Ole Bornedal. Con Jeffrey Dean Morgan, Kyra Sedgwich, Natasha Calis, Madison DavenPort, entre otros. Música de Anton Sanko y Nancy Mayor. Duración: 91 minutos.

BUENA. EL DIBBUK HEBREO EN UNA TRAMA DE TERROR

El legendario director del terror Ole Borned aborda el tema del Dibbuk, que en hebreo significa “aferrarse”, un espíritu maligno que habita en una caja de madera, difícil de abrir. Como sea, está al acecho de alguien, en este caso, una inocente criatura llamada Em (Natasha Calis) de quien irá apoderándose en una espiral horrorosa. Sus padres acaban de separarse y en un fin de semana junto a su papá (Jeffrey Dean Morgan, recordado por “300”), éste le compra la caja de madera que determinará cambios insospechados en los personajes y en la trama.

La leyenda de la caja Dibbuk se remonta a finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando fue encontrada por un sobreviviente del Holocausto polaco en España. Al fallecer en el 2001, se vendió a sucesivos compradores, quienes padecieron la ira de un “mal inexplicable”. En este film, la historia se basa “en un caso real” y pertenece hoy en día a una tradición judía de fuerte raigambre.

Los verdaderos protagonistas de este film de terror son el padre y su hija, sometida al “apoderamiento” de un espíritu demoníaco, en una transformación gradual que amenaza con la destrucción de su personalidad en forma definitiva. Un rabino “curador” interviene y pone en práctica un exorcismo mostrándose una práctica religiosa que es muy difundida entre los católicos resultado casi una novedad para quienes no profesan la fe judía.

El film tiene vértigo y un suspenso creciente y sin pausa, claves para que una película de este género mantenga atrapado al espectador. Ole Borned logra todos sus objetivos gracias a su veteranía que le permitió el empleo de secuencias ampulosas sin escamotear escenarios que desfilan en un sinfín. El final es abierto y esto nos hace suponer que bien puede haber una segunda parte. Entretenido, para ver aferrado a la butaca con la novedad de una historia real y el descubrimiento para el gran público de la caja Dibbuk (hay algún antecedente cinematográfico pero no recurrente).

Carlos Pierre