JUEVES 8 DE AGOSTO DEL 2023
1.- LA TRAMPA, de M. Night Shyamalan
Es considerado el mejor trabajo del realizador Shyamalan desde The Village, por su buena plataforma cinematográfica, clara, precisa, con tintes diabólicos, con trama simple y personajes complejos.
2.- BORDELANDS, de Eli Roch, con Cate Blanchett y Jack Black
Ciencia ficción pura con una Cate Blanchett que se ha visto en roles “humanos” muy interesantes, junto a Jack Black, otra de las grandes figuras reconocidas por nuestro público. La lucha contra los alienígenas es el centro argumental. Solo para fans a quienes les guste tanta mentirita hollywoodense.
3.- EL CLUB DE LOS VÀNDALOS, de Jeff Nichols, Con Austin Butler.
De simple motoqueros a vándalos. Tal es la premisa de Jeff Nichols que logra un film sólido dentro del género con muy buenas actuaciones.
4.- EL MAL NO EXISTE, de Ryusuke Hamaguchi.
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5.- EL SONIDO DE ANTES, de Yael Szmulewisz
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6.- LA ESTEPA, dirección y guion de Mariano Benito.
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7.- OID MORTALES, de Verónica Velázquez.
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CRÌTICA
EL SONIDO DE ANTES
De Yael Smulewicz. Con guion propio y coguionista Patricio Crom y Diego Labat. Fotografía de Pablo Galarza y Tan Kurttekin. Duración: 80 minutos.
XXXX – ESA EXTRAÑA MÙSICA QUE ESCONDE LA NATURALEZA
Este segundo trabajo de Yael Smulewicz nos lleva al mundo de las guitarras, desde las primitivas que tocaban los gauchos hasta las de Carlos Gardel. El sonido de antes y el de ahora de acuerdo a la fabricación, a la mano de cada luthier, es también tema de investigación. Es que partir de esos hermosos trazados en forma de estrella alrededor de la boca de un guitarra o de ese nácar de las clavijas antiguas, se abre un abanico de posibilidades de investigación. Y allí va la realizadora Yael con su curiosa cámara.
La historia propuesta parte del coleccionista Patricio Crom, quien tiene especial fascinación por este instrumento, e indaga en la importancia de Carlos Gardel para su difusión, acercándonos ilustres nombres de luthiers y de cantantes que conocen el secreto guitarrero. El recuerdo de don Atahualpa Yupanqui (aparece en un breve insert) es enriquecedor: habla de la música que trae cada árbol por el canto de los pájaros que habitaron sus ramas o de los vientos que silbaron entre sus hojas. Hay música en la madera. Solo hay que extraerla. Y para eso están las manos de los luthiers como maestros de los sonidos de la madera y luego la forma de tocar el producto terminado, hasta llegar a descubrir el intrigante sonido de las guitarras de las seis grabaciones que Gardel hizo en 1912 para la Capitol.
La primera fábrica mundial de guitarras fue fundada por Francisco Núñez que, lamentablemente, hace escasos meses se cerró. Pero sobreviven maestros luthiers en la ciudad como Sebastián Nuñez, que vivió mucho tiempo en los Países Bajos y trae información interesante tal como la diferencia entre la fabricación de una guitarra y su restauración, dos procesos que no tienen nada en común.
Surgen voces de cantores y guitarristas, pero la curiosidad no termina en tanta experiencia musical: hay que saber cómo se grababa a comienzos del siglo XX. Para eso visitan a Guillermo Elías, experto en los sistemas de grabación a puro micrófono “corneta” y ecualización a mano o sea a empujón limpio, insólito hoy en día.
Muchos son los temas que enriquecen este documental: los nombres de los hacedores de la guitarra (cuya base formal se ubica en la España del siglo XVI), el payador nuestro como suerte de bardo pampeano, algunas pruebas con equipos muy antiguos, la forma física de plasmar el sonido en una placa de metal, infinitas maneras previas a la técnica actual que mejora lo imposible, ¡hasta a los más desafinados cantantes y músicos!
Es un viaje fantástico la propuesta de Yael Smulewicz que pone en primer plano la labor de un luthier, de un hacedor de instrumentos, de un especialista en sonidos que recorre sensualmente un trozo de tronco hasta encontrar esa forma oculta que transformará en instrumento.
Elsa Bragato, Actoresonline.com
EL MAL NO EXISTE
Dirección y guion de Ryujuke Hamaguchi. Fotografía de Yoshio Kitagawa. Música de Eiko Ishibashi. Duración. 106 minutos. Premio del Jurado en Venecia 2023 y dos nominaciones, Mejor Película en el London Film Festival.
XXXX- SUGERENTE FILM SOBRE LA INSONDABLE CONDUCTA HUMANA
El cine japonés ha dado, desde siempre, grandes prodigios de la imagen y del pensamiento. En este caso, el aclamado en festivales Ryusuke Hamaguchi por “El mal no existe”, que varía un tanto el título original “El diablo no existe”, regala una historia pausada, por momentos bucólica, que va cambiando de tonos de manera inesperada, que comienza con la calma de un cielo entre ramas de árboles altísimos para culminar con una parábola entre el bien y el mal que desacomoda y perturba,
Luego de más de 8 minutos iniciales donde solo vemos cielo y ramas, surge la historia de Takumi y su hija Hana, quienes viven en un poblado cercano a Tokyo, en medio de bosques, con absoluta calma y contemplación de la naturaleza, esos árboles, los ciervos, las aves de plumajes extraños. Hana se conmueve, Takumi la ayuda a comprender cómo es vivir con la naturaleza en la que están la vida y la muerte. Un buen día llegan dos representantes de una empresa que construirá un “resort” en la zona, y llaman al pueblo a reunión. Allí surgen las voces de los habitantes que exponen el tremendo daño que causarán al medio ambiente.
La anécdota sirve para que Hamaguchi desarrolle otros aspectos menos pragmáticas y más existenciales tales como la relación entre el trabajo y la naturaleza, la mentalidad del empresario que compra conciencias versus la manera de sentir del hombre común, la codicia de uno frente a la sobrevivencia con dignidad del otro, la indiferencia del que tiene dinero frente al que se gana el dinero día a día. Hay muchos aspectos sociales que Hamaguchi plantea entretejiéndolos entre los claroscuros del bosque. Y pone blanco sobre negro: la dignidad no se compra o no se alquila y el respeto a la naturaleza es una condición de vida. Hamaguchi nos está diciendo que el “El mal no existe” es una obra que plantea lo inconmensurable o lo inasible: la vida, la muerte, la dignidad, en todos los planos, el humano y el de los no humanos.
La técnica colabora con este planteo existencial de Hamaguchi al usar travellings tanto como planos largos, con paisajes que se quiebran en horizontes tachonados de árboles. Por momentos, “El mal no existe” nos deja perplejos: ¿acaso el mal es imprevisible, está aún donde no parece? Hamaguchi nos da material para pensar.
Elsa Bragato, Actoresonline.com
ESTEPA
Dirección y guion de Mariano Benito. Con Agustín Sullivan, Jorge Prado, Ariadna Asturzzi, Emanuel Gallardo, Gustavo Barbato, entre otros. Fotografía de Leandro Martínez. Música de Mariano Rodríguez. Duraciòn: 84 minutos.
XXX – LOS SECRETOS DE LA PATAGONIA
Siete planos largos, un cuadro en negro, y la estepa patagónica inician la apertura de Estepa, que tiene centralidad fotográfica en esta película de Mariano Benito. Es el escenario donde un joven oficial de la zona es enviado de guardia a un carromato que obra como oficina policial. Francisco (Agustìn Sullivan) pasará allí un largo dìa que coincide con su cumpleaños. Antes comprará algo de comer en un bar-burdel de la zona llamado Mustang donde una empleada tomará, en un descuido, su celular para registrar un video:muestra a mujeres encerradas para ejercer la prostitución y a autoridades que ocasionalmente van en ese momento. Ese video será el motivo de todo lo que sucede después.
En principio, estamos frente a una historia muy bien contada, donde si bien rápidamente se descubren los actos inmorales que ocurren en tan vastas extensiones, nada cambiará narrativamente : Francisco vivirá momentos felices, tendrá su fiesta de cumpleaños inesperada y también un momento de amor fugaz.
Con buen timing, Benito pasa de esta narración con matices pero sin sobresaltos al policial que se desencadena de manera sorpresiva. La estepa no solo es un escenario natural sino que lo es también emocional: los personajes están inmersos en esa soledad profunda donde aprenden a manejarse con sus propias normas de vida. La amplitud de la Patagonia se transforma entonces en la trampa de un grupo de hombres y mujeres.
Es un western patagónico sin vueltas, donde no hay caballos pero sì automóviles, donde hay tantas balas como en el oeste norteamericano, y donde la vida y la muerte dependen de un instante, de algo imprevisto que Mariano Benito maneja con precisión. Estepa es un valiente relato sobre la trata de blancas y la corrupción policial, que contrasta hábilmente la libertad con la opresión, la honestidad con lo abyecto. Sobresale la actuación del protagonista encarnado por el joven actor Agustín Sullivan, quien interpretara a Sandro en la televisión, cuyo carisma fascina a la cámara. Cine profesional, de muy buena factura.
Elsa Bragato, Actoresonline.com
OID MORTALES
Dirección y guion de Verónica Velázquez, junto a Daniel Fernández. Fotografía de María Fernanda López, Arte de Micol Metzner y Verónica Velasquez, Música de Valeria Velásquez con Andrea Digorado, Luis Pardiño, Alan Fernández, Julián Ignacio Calvo Pili, Cida Valeria Yanguas, Elías Nicolás Córdoba, Ramón Moringa, Enzo Ayala. Duración: 88 minutos.
XXX - DOCUFICCIÒN SOBRE LOS CENTROS SOCIOEDUCATIVOS CERRADOS
La idea de retratar la vida en los centros Socioeducativos de régimen cerrado para jóvenes que han delinquido es de la realizadora Verónica Velázquez basándose en su propia experiencia como docente de esos lugares. Verónica está graduada en el Instituto de Artes Publicas de Avellaneda y plasma aquí sus propias vivencias intentando dar caminos de apertura a regímenes que pretenden ser reeducativos y se transforman en todo lo contrario.
Lo que aquí se muestra es la degradación del ser humano por la desatención del Estado desde las instalaciones hasta las condiciones cotidianas de vida. Hay carencia de higiene y todo está inundado por la mediocridad de quienes están a cargo. La falta de formación del personal que debe guiar a estos jóvenes resulta apabullante. Y aquí tiene que ver la mano directa del Estado o más bien su ausencia.
La realizadora ingresa para dar clases de pintura, en especial, frescos en las roídas paredes del lugar. Asiste a peleas que no tienen sentido entre los jóvenes, al trato poco humano de los superiores, a una desesperación interior de los chicos que la manifiestan a través de la agresión: allí no hay nada que los redima, los reeduque y les permita acceder a la libertad desde un lugar digno.
Desde este punto de vista, queda muy en claro que hay absoluta desatención de lo indispensable hacia estos jóvenes y que los centros de socioeducativos no tienen nada. Seguramente, este documental (encuentra en el sitio Cont.ar al que se accede en forma gratuita además de ofrecerse en pocos días más en el cine Gaumont) sirve para iniciar un camino del que mucho se habla pero nada se hace: hacer cárceles y lugares de reeducación que sirvan como tales, que indiquen caminos de dignidad y que, en todo caso, el castigo de no tener libertad durante un tiempo, sea de aprendizaje y de formación en todos los aspectos, los formales y aquéllos que hacen al espíritu: el del respeto al otro a partir de la formación moral y el ejemplo de los superiores.
El planteo narrativo de la realizadora es coherente, desde la fotografía clásica hasta la música con una escena que destacamos: un fragmento de una obra de Mozart es ejecutado por un cuarteto el día de la muestra del mural siendo bailado como carnavalito, perfecta síntesis de que la educación requiere enriquecer el espíritu con distintas expresiones artísticas. Se siente esa necesidad, ya sea pintura como mùsica en este caso. Lo demás vendrá con el ejemplo.
Verónica Velázquez indica que es un docuficción porque se basa en hechos reales pero el tratamiento cinematográfico es el de la ficción a partir de un elenco coral del que van surgiendo los personajes y sus necesidades. Sólida realización, convincente guion.
Elsa Bragato, Actoresonline.com
OID MORTALES
Dirección y guion de Verónica Velázquez, junto a Daniel Fernández. Fotografía de María Fernanda López, Arte de Micol Metzner y Verónica Velasquez, Música de Valeria Velásquez con Andrea Digorado, Luis Pardiño, Alan Fernández, Julián Ignacio Calvo Pili, Cida Valeria Yanguas, Elías Nicolás Córdoba, Ramón Moringa, Enzo Ayala. Duración: 88 minutos.
XXX - DOCUFICCIÒN SOBRE LOS CENTROS SOCIOEDUCATIVOS CERRADOS
La idea de retratar la vida en los centros Socioeducativos de régimen cerrado para jóvenes que han delinquido es de la realizadora Verónica Velázquez basándose en su propia experiencia como docente de esos lugares. Verónica está graduada en el Instituto de Artes Publicas de Avellaneda y plasma aquí sus propias vivencias intentando dar caminos de apertura a regímenes que pretenden ser reeducativos y se transforman en todo lo contrario.
Lo que aquí se muestra es la degradación del ser humano por la desatención del Estado desde las instalaciones hasta las condiciones cotidianas de vida. Hay carencia de higiene y todo está inundado por la mediocridad de quienes están a cargo. La falta de formación del personal que debe guiar a estos jóvenes resulta apabullante. Y aquí tiene que ver la mano directa del Estado o más bien su ausencia.
La realizadora ingresa para dar clases de pintura, en especial, frescos en las roídas paredes del lugar. Asiste a peleas que no tienen sentido entre los jóvenes, al trato poco humano de los superiores, a una desesperación interior de los chicos que la manifiestan a través de la agresión: allí no hay nada que los redima, los reeduque y les permita acceder a la libertad desde un lugar digno.
Desde este punto de vista, queda muy en claro que hay absoluta desatención de lo indispensable hacia estos jóvenes y que los centros de socioeducativos no tienen nada. Seguramente, este documental (encuentra en el sitio Cont.ar al que se accede en forma gratuita además de ofrecerse en pocos días más en el cine Gaumont) sirve para iniciar un camino del que mucho se habla pero nada se hace: hacer cárceles y lugares de reeducación que sirvan como tales, que indiquen caminos de dignidad y que, en todo caso, el castigo de no tener libertad durante un tiempo, sea de aprendizaje y de formación en todos los aspectos, los formales y aquéllos que hacen al espíritu: el del respeto al otro a partir de la formación moral y el ejemplo de los superiores.
El planteo narrativo de la realizadora es coherente, desde la fotografía clásica hasta la música con una escena que destacamos: un fragmento de una obra de Mozart es ejecutado por un cuarteto el día de la muestra del mural siendo bailado como carnavalito, perfecta síntesis de que la educación requiere enriquecer el espíritu con distintas expresiones artísticas. Se siente esa necesidad, ya sea pintura como mùsica en este caso. Lo demás vendrá con el ejemplo.
Verónica Velázquez indica que es un docuficción porque se basa en hechos reales pero el tratamiento cinematográfico es el de la ficción a partir de un elenco coral del que van surgiendo los personajes y sus necesidades. Sólida realización, convincente guion.
Elsa Bragato, Actoresonline.com