JUEVES 23 DE NOVIEMBRE
DEL 2017.-
Once películas se
estrenan este jueves, varias nacionales sin difusión. Veamos:
La noche más fría, de Cristian Tapia
Marchiori, con Juan Palomino en el protagónico del linyera Carlos, fue rodada
en Pergamino. Narra la historia de un linyera que fuera combatiente en la
Guerra de Malvinas, quien trata de sobrevivir a la noche más fría del año. Está
referido a este período posterior a la conflagración angloargentina en el que
los veteranos de guerra no eran reconocidos por el Estado.
El mensaje de la luz, de Javier Garriga. Es
una historia semifantástica y espiritual sobre un artista que no consigue
suficiente dinero con su arte mientras su padre, también pintor, padece
Alzheimer. En su balcón recupera plantas que encuentra y empieza a descubrir
otros pequeños mundos reales. Esta búsqueda ocasional le permitirá salvarse en
el mundo real.
Bad Cat, de Mehmet Kurtulus,
animación de origen turco basada en un cómic. “Bad Cat” es el alter ego de
“Garfield”. Lejos de “El Sultán” o “Mesdezir”, es un gato maleducado, sin
sofisticación alguna. La animación no es apta para menores.
Desaparecido, de Luis Prieto, con
Halle Berry.
“(…) Un viaje algo
ridículo pero estimulante”, afirma el crítico Alonso Duralde, The Wrap.
SUBURBICON
De George Clooney, guion de Ethan Coen, Joel Coen, George Clooney y
Grant Heslov. Con Matt Damon, Julianne Moore, Oscar
Isaac, Glenn Fleshler, Noah Jupe, Michael D. Cohen, entre otros. Música de
Alexandre Desplat, Duración: 105 minutos.
XXX-THRILLER SOBRE LA
HIPOCRESIA SOCIAL
Fábula norteamericana
sobre un idílico barrio ambientado en los años 50, alejado de las grandes
ciudades, cuyos habitantes mantienen a rajatabla los usos y costumbres de la
raza blanca. Disfrutan de sus creencias, y no desean interferencias. Hasta que
un matrimonio afroamericano se va a vivir a una de las casas. Comienza entonces
otra historia, paralela al thriller que se vivirá: el hostigamiento verbal y
gestual, el “apartheid” al que es sometido, empalizadas que rodean a la pareja
de color, violencia creciente hasta llegar a un incendio.
La historia pergeñada
por los Coen en 1986 y retomada por George Clooney tiene el tono de amable
comedia que deviene en una oscura trama, en thriller noir: el matrimonio
encarnado por Matt Damon y Julianne Moore, un pequeño hijo y la cuñada del jefe
del hogar, gente de buenos modales, es asaltada por dos delincuentes que
comenzarán a extorsionar a la familia. El “suburbicon” inicial da paso a una
realidad desconocida, es un cambio absoluto que hace virar la historia hacia el
policial extremo con chantajes, venganzas y traiciones, males insospechados en
este paraíso profundamente hipócrita y segregacionista.
Se destaca la fidelidad
en el diseño de arte al estilo de los 50, la actuación soberbia de Matt Damon,
alejado de la acción, así como Julianne Moore, que vuelve a sorprender una vez
más por su versatilidad. La banda sonora está compuesta por el notable maestro
Alexandre Desplat e interpretada por la impecable Filarmónica de Londres.
El sello de los Coen está
asi como la mano de George Clooney. El resultado es un film pretensioso,
pulcramente realizado con sorprendentes virajes narrativos y cierta división
entre la historia central del asalto y sus consecuencias y el desprecio a la raza
negra, tema reincidente en la sociedad norteamericana.
Carlos Pierre
MAREA HUMANA (HUMAN FLOW)
De Ai Weiwei. Documental, USA. Música de Karsten
Fundal. Duración: 140 minutos.
XXXX- LA NECESIDAD DE
SOBREVIVIR
El afamado artista chino
Ai Weiwei (actualmente con una exposición en la Fundacion Proa de Buenos Aires)
realizó una obra épica con este documental que le demandó recorrer no menos de
23 países con su equipo de filmación. Plástico contemporáneo, arquitecto,
erudito, radicado en Berlín luego de enfrentar la cárcel por su oposición al
gobierno de China, trae su sentido humanístico profundo en cada secuencia,
retratando a más de 65 millones de personas obligadas a abandonar sus hogares
para escapar al hambre y la muerte. Para Weiwei, hay dos pivots: el cambio
climático y la guerra, fundamentos de este desmesurado desplazamiento poblacional.
Ai Weiwei aparece por
momentos en medio de la gigantesca marea humana que camina hasta quedar
exhausta o se recluye en hacinados y precarios campamentos bajo el frío y la
lluvia. La cámara está presente en la sufriente África, en Israel y Palestina,
en las aguas del Mediterráneo, y en la desesperada búsqueda de millones de
seres humanos de un lugar donde recalar: Francia, Italia, Alemania, retenciones
en las fronteras o infranqueables murallas de alambres con púas. Son sombras
errantes que, aún en la crudeza de la extrema pobreza y del hambre, fueron
filmadas con dignidad, desde drones, por ejemplo. Secuencias con tono
paisajístico que hablan del artista Weiwei y su sensibilidad: mareas humanas en
lugar de mareas oceánicas.
La piadosa mirada del
realizador se infiere, se siente, a través de la narración que utiliza
diferentes tomas, desde las cortas sobre algún juguete hasta las zenitales,
donde las personas son solo puntos.
Más allá de estremecer,
Weiwei construye un manifiesto político con una elocuente visión de las
miserias humanas: esa marea humana se desplaza como un tour atormentado, una
fatalidad irredenta, un clamor por la vida misma. Si bien es un documental
extenso, la marea humana que se desplaza como nunca antes es una realidad
ineludible.
Carlos Pierre
LA VILLANA
Guion y dirección de Jung Byung-Gil.
Con Kim Ok-Bin, Shin Ha-Kyun, Kim Seo-Hyung, entre otros. Música de Koo Ja-Wan.
Duración: 143 minutos. Corea del Sur.
XXXX-MÁS ACCIÓN QUE
GUION
“La villana” hace honor
a su título en castellano. Es un thriller de venganza, violento y sangriento,
coreografiado con secuencias de extrema acción. Bien se podría decir que es una
característica del cine surcoreano, aunque tiene obras de maravillosa poesía
como “Camino a casa”, de Lee Jeong-hyang. Deja perplejo la portentosa metralla
de armas de fuego y acero, además de tácticas marciales que transforman el
guion en acción virulenta.
A esta acción
desenfrenada, bien lograda y puntal indiscutido del film, se le contrapone un
guion bastante transitado así como embarullado y, por momentos, incomprensible.
Nuestra heroína-villana
(la estupenda Kim Ok-Bin) desde la más remota infancia ha sido entrenada para
convertirse en una asesina impiadosa. La jefa del servicio de información de
Corea del Sur la recluta, la tiene cautiva y le ofrece una oportunidad: diez
años de su vida y luego la libertad. Al mismo tiempo, tiene la fachada de una
actriz de teatro. Bajo la apariencia de una vida normal deberá desentrañar los
secretos de su pasado, dos hombres distintos que la atormentan y confunden.
El guion es lo de menos,
es un pretexto para realizar un film vertiginoso, que comienza con brutal
acción y cámara subjetiva para darle más verosimilitud. A quienes les guste la
acción porque sí, ésta es la película. No busquen razones porque no las
encontrarán. Brilla Kim Ok-Bin en el papel de la villana, que le permite
navegar por la acción y la violencia más contundentes.
Carlos Pierre
SOY TU KARMA
De Who. Guion de Gustavo Cormillon.
Con Willy Toledo, Ana María Orozco, Florencia Peña, Liz Solari, Boy Olmi,
Silvia Pérez, Leonora Balcarce, Luisa Kuliok, Emilio Disi, Ariel Núñez, entre
otros. Música, Pablo Sala. Duración, 80
minutos.
XXX-COMEDIA ENREDADA
PERO EFICAZ
El realizador WHO es un
afamado director de publicidad que desarrolló proyectos en Europa, América,
África y Asia y, en éste, su primer largometraje, reunió una pléyade de actores
basándose en un guion osado de Gustavo Cormillon. Si bien están presentes las
inocencias de una ópera prima, bien se puede afirmar que Who sale indemne.
Darío (el español Willy
Toledo) en el día de su compromiso con Melisa (Leonora Balcarce) se despierta
al lado de una mujer que no conoce. Será una trampa, una broma, una estafa.
Pero esta desconocida (Ana María Orozco) no será la única aparecida, habrá una monja
con arrebatos sexuales (Liz Solari), un hombre con un lenguaje extraño (Ariel
Núñez), otra aparecida (Florencia Peña), y hasta un aviador (Emilio Disi),
entre otros. Llegarán sus futuros suegros (Boy Olmi y Silvia Pérez) con su
prometida del aeropuerto, y Darío se desespera porque quiere alejar a estos
seres que solo él ve. Así comienza un calvario plagado de sobresaltos que
tienen como aditamento la mirada indiscreta de una vecina (Luisa Kuliok).
La idea es muy buena.
Pero se enmaraña y no queda bien en claro qué persigue. Nos atrevemos a hablar,
entonces, basándonos en el título, que el “karma” de Darío tiene una directa
filiación con la filosofía presocrática (y la oriental). Hay una directa
relación con el filósofo Empédocles de Agrigento quien afirmó: “Yo he sido en
otro tiempo muchacho y muchacha, arbusto y un ave, y un pez mudo en el mar”.
La película de Cormillon
es osada: plantea, de manera oculta y en tono de comedia, que la existencia no
se reduce a una vida sino que presupone la existencia de otras vidas anteriores
y futuras. Aún con vaivenes narrativos por causas del guion, Who promete mucho
teniendo excelencia en el manejo de la cámara.
Carlos Pierre
LA COMUNIDAD DE LOS
CORAZONES ROTOS
De Samuel Benchetrit.
Con Isabelle Huppert, Gustave Keryern, Michael Pitt, Valeria Bruni Tedeschi,
Jules Benchetrit, Tassadit Mandi. Guion de Samuel Banchetrit y Gabor Rassov.
Música de Raphael. Fotografía de Pierre Aim. Duración: 100 minutos.
XXXX-CARICIAS QUE HACEN FALTA
Tres parejas,
enamoramiento, amistad, tratadas con surrealismo y una mirada existencialista
perspicaz, son los elementos que toma Samuel Benchetrit para regalar una
comedia que mantiene equilibrio entre el melodrama y la realidad. Un vecino (Gustave
Kervern), quejoso y tacaño se enamora de una enfermera; una alocada actriz
(Isabelle Huppert) encuentra en un joven vecino (Jules Benchetrit) un aliciente
para presentarse en un casting, y un astronauta norteamericano (Michael Pitt)
cae desde el cosmos en el departamento de una anciana argelina (Tassadit Mandi)
cuyo hijo está preso.
La desgracia de estos
tres seres generan situaciones entre hilarantes y conmovedoras. A medida que
avanza la narración, Benchetrit plantea la ironía que subyace en la vida
cotidiana, aún en los hechos más comunes. Entre la poesía y el toque
surrealista, se muestra la necesidad de afecto de los vecinos de un
destartalado condominio, esos “corazones rotos” que no se muestran como tales y
que, sin embargo, están clamando por una caricia al alma. Hay momentos sublimes
como el encuentro final del vecino huraño que hará un tortuoso camino sin su
silla de ruedas para llegar hasta la enfermera. O los diálogos entre inglés y
francés del rubio astronauta con la argelina a quien la NASA le encomienda que
lo cuide en situaciones insólitas así como el recitado de un texto teatral por
Huppert ante la cámara de su joven vecino quien espera ser adoptado. Todo es
real: existen astronautas, argelinas, presos, actrices en decadencia, hombres
en sillas de ruedas y enfermeras que salen a fumar de madrugada. Está entonces
la enorme capacidad de un director para ensamblar a estos seres humanos en una
historia que, en alguna medida, representa los sentimientos de todos: la
necesidad del afecto, de la caricia, de la palabra justa cuando el alma está
quebrada y hay que seguir sonriendo. Lo patético como parte de la vida misma.
Nada más cierto. Además Samuel Benchedrit rindió homenaje a su vida en un
suburbio parisino donde pasó su infancia.
PD: hay varios films que
tratan la vida en condominios, y hasta un comic español, “13, Rue del Percebe”,
del español Francisco Ibánez, cuya primera edición fue en 1961. Algunos
críticos internacionales han considerado que este film de Benchecrit está
basado en el mismo.
LA FRATERNIDAD DEL
DESIERTO
De Iair Kon.
Investigación sobre la fraternidad Hermanitos del Desierto, basado en las
máximas de Charles de Foulcauld. Música de Iván Gajando Millas. Edición de
Marcela Sáenz. Idiomas: español, italiano, francés. Año de producción: 2016.
Duración:79 minutos.
XXXX- LUZ SOBRE EL
PASADO
Comprender el verdadero
sentido del cristianismo ha merecido estudios complejos de filósofos de todos
los tiempos. Iair Non, destacado documentalista, registra, a partir de la
investigación de Ana Laura Pace, la existencia de los Hermanitos del Desierto o
bien Hermanitos del Evangelio de Charles De Foucauld en la provincia de La
Rioja, entre 1970 y 1977. Y, antes del 2010, visita Lucca, Firenze, Italia,
para encontrar al padre Arturo Paoli (100 años, falleció en el 2010 a los 102
años) quien establece un largo y profundo diálogo con el filósofo uruguayo
Julio Saquero, guía de la narración-
Saquero hoy vive en
Chubut siendo miembro de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de la
provincia así como denunciante de la desaparición de Santiago Maldonado: la
cámara registra su visita a los mapuches y el conocimiento de la discriminación
que aducen. Esto nos ubica frente a quien nos lleva de la mano en una búsqueda
de hermanos espirituales por el mundo. Hay dos localidades fundamentales: La
Rioja y sus zonas desérticas y la ciudad de Lucca, en Italia. París, Buenos
Aires, Venezuela, se hilvanan en los recuerdos de varios hermanos que
pertenecieron a la confraternidad: el poeta tucumano Miguel Angel Sevilla, Fray
Antonio Pugjané, Enrique Solan, entre muchos otros.
La palabra de Antonio
Paoli se vuelve eje de la revisión de la religión cristiana: hacer, estar al
lado del semejante, ayudar, colaborar. Sin duda, una revolución en los 70
cuando vino al país y decidió ponerse a trabajar: dar el ejemplo, bajo la
concepción de que Jesús habló del Reino de la Tierra.
Desaparecidos,
perseguidos, torturados, muchos hermanos que siguieron a Antonio Paoli pasaron
por las cárceles de los dictadores nacionales. Paoli tuvo la suerte de escapar,
como otros pocos, en 1974. Es decir, se exiliaron los que pregonaban la
igualdad, la justicia, el trabajo. Hay ejemplos dolorosos como el caso del
hermano Mauricio Silvia, era linyera y fue desaparecido por “revolucionario”.
Con Julio Saquero, Iair
Kon busca dar luz a un pasado reciente que involucró a muchos sacerdotes
alejados de la centralidad de la Curia aunque conscientes del valor del ejemplo
en el trabajo y en la conducta: la contemplación y la soledad como refugios
para buscar a Dios y el trabajo para el sustento diario como arma de lucha. Los
tiempos fueron difíciles siendo el tema de la charla entre Saquero y Paoli,
tomar las armas o no, unirse a los revolucionarios o no, ayudarlos o no. Este
repaso entre ambos aclara la suerte trágica de dos monseñores: De Nevares y
Angelelli.
Así como fluye la
historia presentada, hay una secuencia inicial actual que nos ubica
específicamente en la lucha de Julio Saquero a favor de los mapuches: produce
un salto en el tiempo que luego no se desarrolla. No hace mella al valor en sí
del documental.
Excelente fotografía de
las diferentes locaciones unida a una música incidental no invasiva y un relato
atrapante de cada protagonista de esta mágica reunión, conseguida por Julio
Saquero y la cámara de Kon, hacen de este documental un rescate histórico
fundamental.
Elsa Bragato
VICTORIA Y ABDUL
De Stephen Frears. Con
Judi Dench, Ali Fazal, Eddie Izzard, ]Olivia Williams, Robin Soans, Johnathan
Harden, Paul Higgins, Michael Gambon, entre otros. Fotografía de Danny Cohen,
Música de Thomas Newman. Duración: 112 minutos.
XXX-LA MONARCA AMIGABLE
Nadie mejor que la
enorme Judi Dench para encarnar a la Reina Victoria del Reino Unido en sus
últimos 15 años de reinado. El estilo “british” era fundamental y Judi Dench
encarna a la inglesa de más pura estirpe. En este caso, se relata la amistad de
la anciana monarca (63 años al frente del Reino Unido) que tuvo con su siervo
Abdul Karim, uno de los dos siervos que tomó de la entonces colonia británica
India. Fueron llamados “los munshi”. Abdul fue la compañía de la reina en todos
los momentos, protocolares o no. Años antes, luego de que quedara viuda, se le
había adjudicado un romance con el siervo escocés John Brown. En este caso,
Abdul fue un hijo más, el décimo, dado que Victoria tuvo 9 con su primo,
Alberto de Sajonia, Coburgo y Gotha. Heredera del trono a los 18 años, al
quedar viuda se recluyó durante mucho tiempo. Hubo rebeliones, idas y venidas
políticas, varios intentos de asesinatos, hasta que se llegó al Jubileo de la
reina quien ordenó traer dos indios musulmanes como siervos. Uno de ellos fue
Abdul, muerto ya John Brown. Hasta el último día de vida de Victoria, Abdul
estuvo a su lado. Luego se retiró a las tierras que la reina le había donado en
su país viviendo de una pensión.
El retrato de época está
logrado, pero el film histórico no sale de una medianía aunque la narración
tenga pinceladas sutiles y, por momentos, subyugantes. El esplendor de una
monarquía, la discreción y los rumores de palacios pintan perfectamente los últimos
años de vida de una de las monarcas que más tiempo estuvo al frente de un
reino, siendo la primera su tataranieta la Reina Isabel II. La historia es
fascinante en sí misma, aunque haya quedado subordinada a las coordenadas de
tiempo y espacio que el cine pudo dar. Para nostálgicos y para quienes admiren
a la gran Judi Dench.
Elsa Bragato