PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 16 de noviembre de 2017

BEPO, THE SQUARE, LA LIGA DE LA JUSTICIA, ESTRENOS DE CINE DEL JUEVES 16 DE NOVIEMBRE DEL 2017



JUEVES 16 DE NOVIEMBRE DEL 2017.-
Hay varios estrenos interesantes sin ser un montón (se esperan para la semana que viene).
Cauce, de Agustín Falco. Con Alberto Ajaka, Luis Machín, Juan Nemirovsky, Martín Slipak. Primer largometraje de Falco, reconocido docente y realizador de audiovisuales. Cuenta la vida de un padre de familia que pierde el trabajo en una ola de despidos y acepta el menos recomendable: la venta de drogas, un secreto que no puedo compartir con su familia.
Bienvenido a Alemania, de Simon Verhoeven. Con Senta Berger, Palina Rojinski, entre otros. El tema de los refugiados es el eje de esta historia. Una familia afincada en Munich recibe al nigeriano Diallo. A partir de este hecho, Verhoeven traza un retrato de la sociedad alemana y los conflictos que vive para aceptar a los “nuevos”, o sea la hipocresía de ser “buenos” por tratar de serlo. Recordemos que Alemania tiene muchísimos ciudadanos turcos por la proximidad de las fronteras, existiendo casamientos entre ambas nacionalidades, a pesar de los conflictos sociales generados y que no se han resuelto aún.
Eva, de Ricardo Von Muhlenbrock, documental sobre la preparación de la puesta en escena de la obra teatral homónima del escritor y periodista Vicente Zito Lema. Toma como “pivot” la figura de Eva Perón para demostrar que el rencor nos ha dañado irremediablemente. Se ofrece en el cine Gaumont y fue presentada en General Roca.
“BEPO”
De Marcelo Gálvez. Con Edgardo Desimone, Luciano Gugliemino, entre otros. Música de Juan Falú. Duración: 72 minutos.
XXXXX-EL “CROTO” MÁS FAMOSO
Con excelente manejo narrativo, Marcelo Gálvez nos relata la vida de Bepo, basado en el libro “Bepo, vida secreta de un linyera”, de Hugo Nario, hombre prominente de la ciudad de Tandil (croto es un argentinismo. Proviene del apellido “Crotto”, reconocido Radical, quien permitió que los linyeras subieran a los trenes de carga para trasladarse). Los paisajes son los mejores telones de fondo para este hombre, llamado “José Américo Ghezzi” quien, en 1935, recorría el país como podía. La década es importante: aunque fuese por reflejar la realidad escrita por Nario, tiene que ver con nuestra historia y la inmigración, los rechazos de los gauchos a los gringos, y la vida sin futuro, sin trabajo ni techo. Viviendo de la caridad y durmiendo bajo las estrellas.
La actuación de Luciano Gugliemino conmueve por su impasible mirada hacia algún lugar, y retrata fielmente el sentimiento de los sin techo: la nada como forma de vida por segregación o por elección.  En esa década, tener trabajo y un lugar donde pasar la noche era la principal búsqueda. Las diferencias sociales estaban muy marcadas, algo que no desapareció y que sobreviven a los sistemas dictatoriales y democráticos. Por aquel entonces, la llegada de los europeos con ideas políticas revolucionarias –el anarquismo- conmovió a la sociedad argentina, especialmente a la masa trabajadora. Los crotos fueron tan comunes como ahora: no había leyes que ampararan al trabajador (“I compagni”, de Monicelli, si bien enfoca los comienzos del siglo XX, es un buen ejemplo).
Los personajes que se le cruzan en su andar a Bepo son circunstanciales, como el paso de él mismo por cada lugar. Filmada en 12 locaciones de la provincia de Buenos Aires, Marcelo Gálvez logra una historia diferente, atractiva, precisa, y obliga a pensar en el sufrimiento no dicho de los sin techo, los de entonces y los de actuales. “Bepo” dice mucho más que lo que nos muestra y habla.
Elsa Bragato
A LA GUERRA POR AMOR
Guión, protagónico y dirección de Pierfrancesco Diliberto (PIF). Con Pif, Miriam Leone, Andrea Di Stefano, Maximo Bologna, entre otros. Música de Santi Pulvirenti. Duración: 99 minutos.
XXXXX- TRAGICOMEDIA A LO “TANO”
El amor de Arturo, que vive en New York, por Flora supera los límites de lo razonable. Ambos se aman pero no pueden casarse. Un pacto del futuro suegro complica con la mafia el amor de la pareja. Arturo decide enrolarse para viajar a Sicilia y solucionar el conflicto. La historia se ubica en 1943, plena segunda guerra mundial. Pierfrancesco Diliberto, o PIF, escribió el guion, lo dirigió y protagonizó en este film donde ensaya un humor a lo Lando Buzzanca (buen amigo de la Argentina) con el pintoresquismo de la simpatía italiana.
Es una tierna historia de amor que mezcla a la mafia y al desembarco de las tropas norteamericanas en Sicilia. Una alianza secreta de la mafia que, en USA, lideraba “Lucky” Luciano, con el gobierno de los Estados Unidos mantuvo a raya a los habitantes y los mafiosos que aún subsistían luego de la razzia organizada por Mussolini. Tienen gran valor el diseño de arte y de producción en general por la reconstrucción histórica, que choca con la comicidad de PIF, insulta y fuera de “tempo”. Es que la caricatura resulta forzada frente a la tragedia de la guerra como fuerte telón de fondo. Hay secuencias loables pero PIF no logra la altura de un Roberto Begnini.
Entre los momentos insólitos está el “desembarco” de Arturo desde un helicóptero en la isla italiana. Entonces lo normal fueron los paracaidistas y recién sobre el final de la guerra los alemanes usaron algunos. El amor, el pedido de mano de Flora y hasta la inclusión de un informe sobre la mafia en Sicilia son elementos interesantes que, si bien están, no logran que el film supere cierta mediocridad. Exageraciones y caos, con tinte “tano”.
Carlos Pierre
THE SQUARE
De Ruben Ostlund. Con Clars Bang, Elizabeth Moss, Dominic West, Terry Notary, entre otros. Cinematografía de Fredik Wenzel. Duración: 151 minutos.
XXXXX- SER Y PARECER EN COMPLEJA TRAMA
Luego de “Fuerza mayor” (2014), Ruben Ostlund, director sueco, regresa con “The square”, ganadora de la Palma de Oro en Cannes 2017. Si bien hay muchos planteos interesantes, no es una película compacta como la primera mencionada, aquel padre que, en el momento en que se produce un alud, abandona a su mujer y sus hijos a merced de la catástrofe para reaparecer después. En este caso, se basa en la vida de “Christian” quien es director de un museo de arte al que no le va muy bien y para colmo pierde su celular, disparador de una generosa historia sin “peinar”. No obstante este personaje envuelto en una profunda crisis existencial organiza una muestra de arte moderno, “The Square”, nucleo de las inquietudes de Ostlund. A decir verdad, “aprehender” el sentido de una obra de arte moderno no es fácil ni de dominio general. ¿Qué sentido tiene para nuestra vida ese tipo de comprensión? He aquí el quid de “The Square” que delinea ideas muy reveladoras que hacen a la vida social, a la hipocresía, a ser políticamente correctos, a parecer lo que no somos, pero que no hinca el diente. Es una narración eficiente, con una fotografía clásica, y un cúmulo de ideas buenas esbozadas. Quedan ahí. Las hijas de Christian serán quienes develen el verdadero significado que para Ostlund o bien “Christian” tiene la vida.
El supuesto “ataque” de Ostlund al Arte Contemporáneo o Moderno es tan solo una gran metáfora de la vida en las sociedades actuales. La propuesta del realizador es provocadora: las ideas golpean, acicatean y, en definitiva, hacen pensar en nuestras realidades y cómo somos funcionales a manierismos sociopolíticos y económicos aún sin querer.
Elsa Bragato
LA LIGA DE LA JUSTICIA
De Zack Snyder. Con Ben Affleck, Gal Gadot, Ezra Miller, Jason Momoa, Ray Fisher, Henry Cavill, Willem Dafore, Diane Lane, Amy Adams, entre otros. Fotografía de Fabian Wagner. Música de Danny Elfman. Duración: 121 minutos.
XXXXX- LIO EN EL PARNASO
A Zack Snyder se le volaron algunas hojas del guion porque en “La liga de la justicia”, basada en la reunión de los superhéroes de DC Comics/Warner, los personajes se presentan sin cohesión narrativa entre sí en un menjunje que aturde. El mal ahora se llama SteppenWolf (Ciaran Hinds), tiene un complejo edípico notable y esta secundado por unos horribles hombres-mosquitos que constituyen el ejército de Parademons. “Batman” (Ben Affleck) anuncia los días aciagos por venir y participa de un homenaje cuanto menos macabro a Superman (Henry Cavill) junto a los superhéroes que se reúnen para desenterrarlo. La lucha contra el Mal es el único sentido que tiene el guión porque las secuencias, si bien guardan un orden temporal, parecen agrupadas sin el mínimo sentido común.
Solo quienes siguen la historia de los superhéroes de DC Cómicas conocen a “SteppenWolf”: pertenece a los “NewGods” y su arma es el hacha. A decir verdad, fue creado por Jack Kirby en 1972… Los fanáticos preferían a Darkseid. Pero no pudo ser. Para el espectador común, el personaje malvado surge de la “nada” sin que haya conexión argumental que lo justifique con los meta-humanos, salvo la lucha del bien contra el mal, al que representa.
Componen este “parnaso” de superhéroes un hombre mitad humano y mitad computadora “Cyborg” (Ray Fisher), el moderno Neptuno llamado “Aquaman” (Jason Mamoa), la “Mujer Maravilla” (Gal Gador, quien hizo su primera aparición en la fallida Batman Vs. Superman) y hasta “Superman”!!!!!! Así como mencionamos el orden temporal, Zack Snyder se olvidó por completo del orden espacial. No se sabe dónde se pelea fuera de los límites de Ciudad Gótica, los lugares aparecen como por arte de magia. Y esto hay que decirlo: los actores no actúan. Masacote de efectos especiales, Zack Snider solo desarrolló un personaje con futuro: “Flash” y se olvidó del resto. Añadimos que con este film el director terminaba su trilogía para Warner: Hombre de acero, Batman vs Superman y La liga de la justicia. Pero habría más…
Elsa Bragato