JUEVES 24 DE AGOSTO DEL 2017.-
Pocos estrenos con dos atractivos títulos con críticas dispares “Valerian y la ciudad
de los mil planetas” y “La torre oscura”, semi blockbusters, de los que ya
hablaremos. Se agregan:
AGROECOLOGÍA EN CUBA
Documental de Juan Lepore y Nicolás Vancaloen, sobre la agricultura
ecológica y los agroquímicos en ese país. Es más un informe televisivo que un
documental en sí mismo pero tiene el valor del aporte de elementos para la
cultura social.
LA AMANTE
Un acontecimiento cinematográfico es recibir un film tunecino, ganador
de dos premios en el último Festival de Berlín, realización de Mohamed Ben
Attia. Lleva la firma de los hermanos
Dardenne en la producción, por lo que hay un plus de calidad asegurado.
“Con su lenguaje en perpetuo
presente (…) Hedi corre el riesgo de parecer una película ya vista y casi
preprogramada. Resultaría injusto pasar por alto los pequeños detalles que la
singularizan”. De Jordi
Cosa, El País.
“Ben Attia consigue una ópera
prima tan ajustada a razones como perfectamente ejecutada”. De Luis Martínez, Diario El Mundo.
VALERIAN Y LA CIUDAD DE LOS MIL PLANETAS
De Luc Besson. El director francés estuvo en el país explicando por qué
realizó este film tras más de 7 años de replanteos y pre producción. En líneas
generales, la crítica internacional no lo ha recibido como una gran obra
cinematográfica sino como una explosión de efectos visuales, de sobrecargado
esteticismo, y poca substancia. Algo similar a lo que sucedió con “Avatar”, de James
Cameron. Agregamos que la película está basada en los cómics belga-franceses “Valerian”,
de P. Christin y J:C Mezieres. Ubica la historia en el siglo XXVIII, un mundo
interrelacionado en tiempo y espacio con capital en Galaxity. En síntesis,
especial para adolescentes con excelente banda sonora.
“Los Razzie ya no necesitan esperar
a final de año para determinar su ganador de 2017 (…) y los ejecutivos de los
estudios de Hollywood respirarán tranquilos pues, esta vez, podrán escapar de
la vergüenza de haber producido un gran blockbuster veraniego que nadie quiere
ver: viene de Francia”. De Todd
McCarthy. The Hollywood Reporter.
MARIO ON TOUR
Guion y dirección Pablo Stigliani. Con
Mike Amigorena, Iair Said, Rafael Spregelburd, Leonora Balcarce, Roman Almaraz,
entre otros. Sonido de Bernardo Francese. Fotografía de Javier Guevara. Montaje
de Sebastián Polze. Duración 105 minutos.
XXXXX- PEQUEÑA GRAN HISTORIA
El segundo largometraje
de Pablo Stigliani comparte la estructura de “Bolishopping”, su opera prima, con
todas las virtudes y defectos de una historia pequeña, de neto corte
independiente pero bien contada. Muy a su favor está la calidez del relato que
llega rápidamente al espectador. Hablábamos de la estructura: en este caso es
el transitado “road movie” como columna vertebral de la historia, además de
shows.
Con tres protagonistas y
dos secundarios, se arma una trama conflictiva y simpática. Mike Amigorena es
un cantante frustrado, Damián “El oso” (Iair Said) es su amigo y manager y Luis
(Román Almaraz), su hijo -con quien quiere restablecer el vínculo-, retenido
por su ex esposa (Leonora Balcarce), casada con Rodi (Rafael Spregelburd),
padrastro de Luis.
Una situación familiar
deja a Mario momentáneamente solo con su hijo y su mánager justo cuando surge
una minigira por la provincia de Buenos Aires. Para Mario es una buena
oportunidad, hacer shows, especialmente “covers” de Sandro en fiestas privadas.
Aquí Mike Amigorena muestra otra de sus virtudes artísticas al cantar él los
temas. Rasgo que hay que valorar.
La anécdota es pequeña,
como decíamos al comienzo, y emotiva: esta travesía familiar es el desafío
emocional de un padre para recuperar a su hijo quien lo rechaza. En las
hilvanadas escenas del recorrido y de las actuaciones de Mario, su hijo se replantea
actitudes y pensamientos sobre Mario. ¿Es el padrastro mejor papá que este hombre
que lucha por su cariño?
Mike Amigorena se aparta
de los roles que le conocemos, logra el medio tono, humano y tierno, al
componer a Mario que persevera en recuperar a su hijo mientras que Román
Almaraz se revela como una promesa actoral por su juventud y Iair Said se
acomoda artísticamente para conformar este trío de caminantes que van desde
Punta Indio hasta Santa Teresita. La fotografía de Javier Guevara es un
excelente aporte a la trama de Pablo Stigliani con solisombras otoñales, o, al
menos, fuera de la temporada veraniega, que ayudan a la revinculación
padre-hijo.
Sin duda, estamos frente
a otra buena producción nacional, querible por la nobleza de los sentimientos
expuestos y por un guion que enhebra emociones más que situaciones. Es uno de esos
casos en los que la idea planteada queda subsumida por la interpretación, con
la acertada dirección actoral que no presiona sino que ayuda a la expresividad
máxima de lo que no se puede fotografiar: el alma. Aunque pequeña, valiosa historia.
Carlos Pierre
LA TORRE OSCURA
De Nikolaj Arcel. Con Idris Elba, Matthew
McConaughey, Tom Taylor, Abbey Lee, entre otros. Música de Junkie XL.
Fotografía de Rasmus Videbaek. Duración: 95 minutos.
XXXXX – OSCURIDAD NARRATIVA
La saga “La torre
oscura” de Stephen King consiste en ocho libros donde la libre asociación de
mundos, en base a una conjunción de ideas provenientes de J.R.R. Tolkien, la
leyenda del Rey Arturo, cowboys, y de películas de Clint Eastwood –dicho esto
por el autor-, conviven en una extraña mezcla al punto de ser irracional. En
esta primera película se presenta a un niño, Jake, quien, al morir su padre,
tiene extrañas pesadillas que luego dibuja: una torre, mundos virtuales, un
hombre de negro. Su conducta es oscilante por lo que su padrastro desea
enviarlo a un internado. Pero Jake descubre que allí están los “captores” de
mentes jóvenes a las que utilizan para destruir la tierra lo antes posible.
Persecución por los techos, una madre sometida al nuevo marido, y estos seres
“de cara cortada” se entrelazan en secuencias anodinas.
Brooklyn y alguna casa
abandonada, vaya uno a saber si existe o bien es pura computación, le permiten
a Jake escapar del intento de captura e ingresar a la “tierra media” (directa
al corazón de Tolkien) donde se encuentra con “Roland”, pistolero que se
resiste a ”dejar de respirar” y enfrenta a “Walter”, una suerte de diablo en
cuerpo humano a cargo de Matthiew McConaughey. Ambos, Jake y Roland, estrechan
amistad en ese mundo virtual donde vivirán muchas peripecias, con cierto alarde
tecnológico y mucha mescolanza argumental. El cowboy interpretado por Idris
Elba, el malvado a cargo del oscarizado McConaughey y el joven actor como
Taylor, son suficientes para opacar al resto del elenco que está pero más como
relleno que como actores.
En líneas generales, hay
poca imaginación para hacer que estos personajes sean creíbles al menos en el
cine, no hablamos de los libros de King porque eso es materia de la literatura,
moviéndose casi por inercia del guión, atravesado, complejo y, al fin de
cuentas, sin substancia. Elementos virtuales que ingresan en el campo
metafísico, violencia en niños sometidos a una especie de sillas eléctricas
para extraerles las puras mentes, y una separación del niño con la madre que
queda sin resolver, resultan cuando menos llamativos entuertos. De todo un poco
pero sin desarrollar. Si bien hay momentos de seudos climas, no convence ni el
final.
Elsa Bragato