JUEVES 1 DE DICIEMBRE
DEL 2016.-
Se anuncian entre seis
y nueve estrenos. Entre ellos, “El sacrificio de Nehuén Puyelli”, de José
Campusano, uno de nuestros directores líderes del cine independiente o género “cine
bruto” con una excelente mano para retratar personajes y situaciones fuera de
lo común y hasta marginales. También llega “La cooperativa”, de Miguel Mirra,
documental sobre la historia de la Unión Solidaria de Trabajadores de Wilde,
Avellaneda, y, a nivel internacional, “El capitán Fantástico”, de Matt Ross,
con Viggo Mortensen, Geroge MackKay, entre otros, y cuenta la historia de un
padre que cría a sus seis hijos en un bosque remoto, hasta que deben volver a
la civilización. El “New York Times” señala que Mortensen “cautiva” en el rol
de padre de seis hijos.
En el Malba, se anuncia
“La noche”, de Edgardo Castro, quien además la protagoniza. Escenas sexuales
sin tapujos, idas y venidas y juegos de todo tipo. Un film polémico que muchos vieron
en el último BAFICI.
FUGA DE LA PATAGONIA
De Francisco D´Eufemia
y Javier Zevallos. Con Pablo Ragoni, Gustavo Rodríguez, Bernardo Morico, Héctor
Bordoni, entre otros. Guión de Javier Zevallos. Idiomas: Español y Mapuzangun. Música:
Ariel Polenta
Duración: 82 minutos
MUY BUENA. WESTERN
PATAGÓNICO SOBRE EL PERITO MORENO
Francisco Pascasio
Moreno, denominado por la historia el Perito Moreno por su definitoria
colaboración en los tratados limítrofes con Chile ( nos permitió retener 1800
leguas cuadradas de tierra) fue desde muy joven un entusiasta y explorador de nuestro
Sur. En l873 emprendió su primer viaje para aprender geología, historia
natural, la flora y la fauna andina. Tenía solo 21 años.
La historia se sitúa en
l879, estando el Perito Moreno al comando de una expedición cartográfica. Es
tomado prisionero y acusado de espionaje por el Consejo Mapuche, presidido por
el cacique Sayhueque. No eran tiempos fáciles ya que la Campaña al Desierto
comandada por Julio Argentino Roca estaba en pleno apogeo. Diversas situaciones
llevan a que Sayhueque condene a muerte a Francisco Moreno. Este logra
escaparse pero el cacique, una de las personalidades mapuches más reconocidas
en el sur de nuestro país, envía a su hijo detrás de él.
El film es un
fantástico western patagónico, mostrando el intrincado suelo de nuestro sur,
sus valles, sus montañas, sus mesetas. Es una huida urgida por la desesperación
en medio de un territorio hostil. La narración gana en agilidad, no es
convencional aunque se inserte en la “road movie” con clishés del western a
puros balazos y persecuciones a caballo.
Que el Perito Moreno se
haya podido salvar es la mejor consecuencia que se pudo tener no solo a nivel
humano sino por su enorme contribución a las leyes internacionales basadas en sus
conocimientos orográficos, permitiendo que la Argentina mantuviera un amplio
territorio, hoy el octavo país del mundo en dimensiones.
Se destacan la
fotografía de Lucio Bonelli, con el aporte magnífico de la geografía de nuestro
sur, así como el cuidado y perfeccionismo alcanzado en el diseño de producción.
Párrafo aparte merece la banda incidental de Ariel Polenta, un hallazgo dentro
de un film nacional. Y no podemos dejar de destacar el gran mérito del original
guión, inteligente, basado en un hecho histórico prácticamente desconocido. Revalorizar
estos hechos de nuestra historia a través de narraciones con vigor y ágiles
como ésta contribuyen al crecimiento de un auténtico cine nacional.
Carlos Pierre.
ATAUD BLANCO, EL JUEGO
DIABÓLICO
De Daniel de la Vega.
Con Julieta Cardinali, Eleonora Wexler, Rafael Ferro, Fiorela Duranda, Verónica
Intile, Pablo Pinto, entre otros. Duración: 95 minutos.
MUY BUENA.
ESCALOFRIANTE JUEGO DIABÓLICO
Es la quinta película
de Daniel de la Vega, uno de los directores argentinos independientes más
destacados a nivel nacional e internacional dentro del género del thriller: la
narración encara una road movie de terror, que involucra poderes ocultos más
horripilantes que la misma muerte. Es también una especie de juego diabólico al
que todos tienen que jugar obligadamente. “Virgina”, protagonizada por Julieta
Cardinali, sufre un accidente en un camino desolado, y su hijita es
secuestrada. La pequeña “Rebeca” cae en manos de una oscura secta, en un pueblo
extraño. Se produce un extraño juego en el que otras dos madres acomopañan a
“Virginia” : “Ángela” (Eleonora Wexler) y “Patricia” (Verónica Intile). Tendrán
muy poco tiempo para encontrar y rescatar a sus hijos del siniestro ataúd
blanco.
Con muchos elementos que
funcionan como obstáculos, aparecen un cementerio, un bosque, una iglesia, una
estación de servicio. Son paradas del terror en el desesperado raid de
Virginia. Los dados de la incertidumbre se tiran una y otra vez gracias a la
mano conocedora y ágil de Daniel de la Vega y el excelente elenco que lo
acompaña, entre otros, Rafael Ferro, destacado actor.
Después del
consagratorio “Necrofobia”, 2014, Daniel de la Vega ha volcado toda su
experiencia en este film de género, películas que son de culto para los fans
del terror. De la vega irrumpe abiertamente en una nueva y osada dimensión, con
perfeccionamiento de técnicas y un estilo definido que ya son su marca de
fuego. Para atarse a la butaca!
Carlos Pierre
“SULLY, HAZAÑA EN EL
HUDSON”
De Clint Eastwood. Con Tom Hanks, Aaron Eckhart, Laura Linney, entre
otros. Música de Clint Eastwood, Christian Jacob y The Tierney Sutton Band. Duración: 96 minutos.
EXCELENTE. EASTWOOD Y
HANKS: DUPLA DE GIGANTES
El viejo y querido
maestro Clint Eastwood, a sus 86 años, nos sigue regalando films de exquisita calidad
y sensibilidad. En este caso, toma el accidente aéreo ocurrido en el 2009 con
el vuelo número 1540 de US Airways, comandado por el piloto Sully Sullenberger
y su copiloto “Jeff Skiles”. No se registraron ni desaparecidos ni heridos. Y
el hecho es considerado un “milagro” que, en verdad, tuvo como generador el
talento y la experiencia del comandante “Sully”.
También Eastwood pone
sobre el tapete la voracidad de las aseguradoras de vuelos, y el enjuiciamiento
al piloto y al copiloto con tal de no pagar los costos de un deficiente control
técnico.
La narración es
clásica. De ella emerge como un actor gigante Tom Hanks, sólido, incuestionable,
sin ampulosidad. El es “Sully” y se lo hace saber a Eastwood y al mundo entero.
Por su parte, Aaron Eckhart cumple con uno de los papeles secundarios más
verosímiles de su carrera, con sobriedad y a la altura de quien “comanda” el
guión que no es otro que Tom Hanks. Los diálogos del comandante con su esposa,
“Lorraine” (Laura Linney), en la que están su dolor y su desconcierto por lo
ocurrido, “Sully” se muestra como se verá al final de los créditos: real. Con
firmeza, con dulzura, conciente de que va a demostrar su inocencia desde todos
los puntos: desde la ética de un comandante hasta el avasallador conocimiento
de todas las variables técnicas posibles para lograr el amerizaje. Es la épica
de un hombre contra la mentira instaurada en diferentes estratos del
establisment.
La banda sonora tiene
la mano maestra e inspirada de Clint Eastwood, amante de los climas
camarísticos y de la delicadeza melódica. Su piano y luego los arreglos y
melodías enunciados en el copete de esta crítica son un apoyo acompasado de los
diferentes climas que recorre el film: desde lo que pudo ser la tragedia hasta
las relaciones familiares y los profesionales. Si hay algo que agregar, es que
estamos ante una joya del cine clásico actual, sin prisas ni pausas, sin golpes
bajos, con un planteo de la situación de “Sully” inicial para luego desarrollar
paso a paso cómo fue el amerizaje. Ni timbales ni estruendosos sintetizadores:
es suficiente el clima que generan Hanks con su rostro y la narración en sí,
que se vive desde la platea con intensidad. La que hoy es “la leyenda del río
Hudson”, el milagro del piloto Sully Sullenberger, forma parte de una mitología
de los accidentes aéreos que, en estos días de tragecia del Chapecoense, aporta
una llamativa e inesperada balanza entre la vida y la muerte, entre el destino
y la sabiduría de un piloto. Para ver indefectiblemente.
Elsa Bragato
INFRAMUNDO. GUERRA DE
SANGRE
De Anna Foerster. Con
Kate Beckinsale, Theo James, Bradley James, entre otros. Música de Michael
Wandmacher. Duración: 91 minutos.
REGULAR. PASÓ MUCHO
TIEMPO…
La saga “Inframundo”
regresa tras cuatro años con menos de lo mismo. Es decir, la historia entre
vampiros y licántropos nos muestra una forzada narración donde varios puntos
quedan sin resolver.
“Selene” hace un
recuento inicial de todo lo que vivió, citando con flashbacks a las diferentes
películas que conocimos (“Underground”- 2003, “Underground, Evolution”- 2006,
“Underground, Rise of the lycants”- 2009, “Underworld, awakening”- 2012). Nos
pone en tema. “Selene” fue “frezada” y tuvo una hija, “Eve”, híbrida, cuya
sangre cubre las necesidades de los vampiros. Desde la platea se siente el
alivio de la refrescada de la historia. Ahora a “Eve”no se la encuentra. Las
luchas entre “Selene” y los licántropos y su antigua familia, que prácticamente
la ha descastado, son al estilo “cómic”: se ralentiza el corte en dos de
cuerpos y las decapitaciones y la sangre salta a la platea (eufemismo que
explica de qué se trata el nuevo “Inframundo”). La persecución que sufre “Selene”
es eso, corridas, escondidas y el regreso a un lugar seguro donde se mezclan
vestuarios al estilo romano con vestidos de noche, lánguidos, claros, en rubias
bellezas. Las escenas coreografiadas son genéricas: pueden estar o no, las
vimos y las vemos una y otra vez en todo tipo de film de acción.
“Eve” es el gran
interrogante. El padre de”Selene” la admite en el seno de la familia, donde se
enfrenta al odio de los “ancianos”. Pero la sangre de su hija vale oro, por lo
que se le da un objetivo a cumplir y la necesidad de que encuentre a “Eve”.
Esto no queda resuelto. No se habla más de “Eve” y su ausencia de la pantalla
le quita motivos de acción a la película.
Con un público cautivo,
que ama este estilo de narraciones viradas al azul enfáticamente y con tanto
destripamiento, espadas que relucen, hombres que -gracias a las computadoras-
se van transformando dificultosamente en lobos, se genera acción sin ton ni son
y la historia queda a media tinta. El “regular” es por eso: menos que antes. No
obstante, tiene seguidores fanáticos.
Elsa Bragato