JUEVES 7 DE JULIO DEL 2016.-
Se anticipan ocho estrenos para este jueves, a escasas horas de los
200 años de la Independencia del país. “La helada negra”, fábula sobre
una comunidad rural entrerriana de Maximiliano Schonfel, así como “S.C.Recortes
de prensa”, documental de Nicolás Martínez Zemborain (hijo del periodista
del diario Clarín) y de Oriana Castro, ambos hijos de exiliados. Se trata de la
reconstrucción del diario “Sin Censura” que los periodistas exiliados por la
última dictadura abrieron en Francia. Entre ellos, Julio Cortázar y Osvaldo
Soriano. También se estrena “Agárrese como pueda”, documental de Claudio
Celasco, sobre la historia del catch en la Argentina, cuya crítica ofrecemos
muy pronto.
EL ENCUENTRO DE GUAYAQUIL
Guión y dirección de Nicolás Capelli. Con Pablo Echarri, Anderson
Ballesteros, Luciano Castro, Arturo Bonín, Juan Palomino, Miriam Lanzani, Rubén
Stella, Emme, entre otros. Cinematografía de Sebastián Pereyra. Coproducción de
Argentina, Colombia y Venezuela.
BUENA. HECHO HISTÓRICO DECISIVO
Nicolás Capelli se sintió atraído por la obra teatral “El encuentro de
Guayaquil” de Pacho O’ Donnel, basada en dos personajes: el general San Martín
y el general Bolívar, interpretados en ese momento por Lito Cruz y Rubén
Stella. Decidió entonces llevarla al cine, adaptando con el escritor el texto
(recordemos que Capelli filmó “Matar a Videla”, 2005). La idea primigenia fue
filmar una obra de teatro pero, finalmente, se transformó en este film de poco
más de 70 minutos.
Los temas históricos llevan implícitos el riesgo de personajes
acartonados y de una filmación más teatral que cinematográfica. Capelli trató
de eludir este clishé y mostró a los dos libertadores de América de una manera
más humana, teniendo actitudes fuera del ámbito de la lucha. El general San
Martín, muy enfermo siempre, fue amante fogoso de varias mujeres mientras que
el general Bolívar tenía una fuerte adicción alcohólica. La intención fue buena
pero el resultado no tanto. Prevaleció el tono discursivo y el entorno
histórico tampoco colaboró en demasía porque las batallas siempre fueron
sugeridas de manera endeble.
Pablo Echarri compone a “San Martín” mientras que el actor venezolano,
radicado en Colombia, Anderson Ballesteros a “Bolívar”. El encuentro de estos
dos Libertadores de América del Sur ocurrió en Guayaquil (Ecuador) el 26 de
julio de 1822 (coincidencia histórica: día del fallecimiento de Eva Perón). Los
fines del encuentro fue discutir la soberanía sobre la provincia de Guayas, la
liberación del Perú y la forma de gobierno conveniente para los nacientes
estados americanos. San Martín se inclinaba por un régimen monárquico, Bolívar
quería una república democrática y la consolidación de América del Sur, o sea
su unificación. La noche siguiente al encuentro, San Martín se embarcó hacia
Perú, dejando en manos de Bolívar parte de su ejército.
Hay muy buena intención de Nicolás Capelli al revitalizar un momento
histórico crucial del país y revitalizar, al mismo tiempo, la obra de teatro de
Pacho O’Donnel. La filmación tiene exteriores, no es claustrofóbica, e incluso
panorámicas o planos largos que enriquecen el relato. No obstante, hay cierto
acartonamiento y teatralidad, destacándose la labor del elenco, sujetos a su
vez a un planteo narrativo que sorteó a medias los riesgos señalados. A pesar
del comentario crítico, se aplaude este tipo de productos porque tienen que ver
con nuestra historia.
Carlos Pierre
EN UN LUGAR DE FRANCIA
(MEDECIN DE CAMPAIGNE)
Guión y dirección de Thomas Lilti. Con Francois Cluzet, Marianne Denicourt,
Patrick Descamps, entre otros. Música de Alexandre Lier, Sylvain Chrel, Nicolás
Weit. Duración: 102 minutos.
MUY BUENA. HACIENDO EL BIEN
El director francés Thomás Lilti presenta una película de tono
bucólico, plena de detalles, con aciertos cinematográficos en el tratamiento
minimalista. Al comienzo de “En un lugar de Francia” (O bien Medicine de
Campaigne) puede parecer una historia pequeña pero, a medida que se desarrolla
la trama (en la Francia rural) atrapa y emociona.
“Jean-Pierre” (Francois Cluzet”), es un médico rural “full time” para
la gente del pueblo. Desde hace 20 años está afincado en ese lugar y está
disponible los siete días de la semana a toda hora. Pero tiene un secreto: su
propia enfermedad, un tumor cerebral, por lo que él también debe srecibir
especial atención médica. Llega “Nathalie” (Marianne Denicourt), al principio
un tanto rechazada por “Jean-Pierre” si bien siente cada vez más simpatía por
ella y su trabajo.
Francois Cluzet compone a un médico rural querible, empático, así como
la actriz Marianne Denicourt, flacucha, habla con su bella mirada. Es dueña de
una tolerancia sin límite hacia el médico “todo terreno”.
El elenco se nutre de varios personajes secundarios que amenizan la
historia, imperando una dosis emotiva que va creciendo a partir de diferentes
sucesos, desde las enfermedades de los habitantes hasta los “bajones” de ánimo.
En este sentido, el realizador Thomas Lilti equilibra los sentimientos e
incluye momentos de mucha alegría como, por ejemplo, cuando la gente del lugar
baila y canta mientras los dos protagonistas se sienten atraídos.
Es un film que produce emoción, se sale de la sala con una sensación
de confort espiritual, de esperanza, de cierto fino enamoramiento con la
historia de estos dos médicos rurales. Para disfrutar.
Carlos Pierre
FLORENCE
(FLORENCE FOSTER
JENKINS)
De Stepen Frears. Con Meryl Streep, Hugh Grant, Simón
Helberg, Mina Arianda, John Kavanagh, entre otros. Música de Alexandre Desplat. Duración: 110 minutos. Coproducción Reino
Unido- Francia.
MUY BUENA. GRAN COMEDIA
CON LA INSUPERABLE STREEP
Por segunda vez el cine
nos regala la historia de Florence. La anterior película fue “Margherite”, de
Savir Glannoli, el año pasado. Esta coproducción anglofrancesa está
protagonizada por un trío insuperable: Meryl Streep como “Florence Foster
Jenkins”, la millonaria americana cuya voz era una tortura, Hugh Grant como
“St. Clair Bayfield”, su segundo
cónyuge, y Simon Helberg como “Cosme McMoon”, el fiel pianista.
“Florence” es heredera
de una importante fortuna y amaba el piano. Una enfermedad venérea la alejó del
instrumento. Sin embargo, se propuso cantar ópera sin tener ningún atributo
vocal. Cantaba como un espanto rodeada de acólitos que buscaban solo sus
dádivas y su segundo marido, el impecable Grant como “Blayfield”, que la toleró
porque le importaba su “ración” mensual de dólares. No obstante, hacía todo lo
posible para ocultar lo imposible: la carencia vocal de su acaudalada mujer.
Esta comedia dramática
biográfica, porque “Florence” existió, se ubica en el año 1944 en plena Segunda
Guerra Mundial. La mansión de “Florence” está repleta de seguidores cada vez
que ofrece una función especial. Y vaya si lo son! Lo interesante de este film
es la búsqueda psicológica de los protagonistas. En los momentos de intimidad el
realizador intenta comprender por qué esta mujer que lo tenía todo insistía
vehementemente en demostrar su enorme discapacidad para el canto operístico, haciendo
el ridículo. El esposo se muestra como un hombre agradecido porque Florence lo
mantiene mientras que el pianista subsiste por la mensualidad de Florence
mientras sueña con otras posibilidades artísticas. De pronto, aparece la
oportunidad de un concierto en el Carnegie Hall. Por supuesto, será la debacle
de Florence, la crítica no escatimará sus dardos. Un papelón sin precedentes en
la gran sala musical de New York.
Como dato anecdótico,
hay una fugaz aparición del maestro Toscanini, que fue amigo real de “Florence”
y también de Cole Porter.
El trío protagonista es
fenomenal, por lo que el film, a pesar de la ridícula voz de “Florence”, se
torna muy atractivo, emocionante y hasta da un sentimiento de piedad. “Florence”
no está ridiculizada, a pesar de ella misma. En el caso de Meryl Streep hay que
señalar, una vez más, sus enormes cualidades artísticas: es completa, canta y
baila. Pero cantar mal es más difícil que hacerlo bien cuando se tiene voz. El
complemento es el diseño de arte, la música del gran Alexandre Desplat,
armonías cautivantes que subrayan los momentos fundamentales de esta propuesta.
Para ver, para disfrutar de algún modo porque la voz de la desentonada
“Florence” atropella los oídos.
Carlos Pierre
LA ERA DEL HIELO 5 :CHOQUE DE MUNDOS . 3D
De Galen T. Chu y Mike Thurmeier. Con voces de Chris Wedge, Ray
Romano, John Leguisamo, Queen Latifah, Wanda Sykes, Denis Leary, entre otros.
Música de John Debney. Duración: 95 minutos.
BUENA. SIMPÁTICA AUNQUE
REITERATIVA
La ardilla Scrat sigue
persiguiendo bellotas. Al menos una. Esta vez al clavarla en una masa de hielo
cae al centro de la Tierra y allí vivirá un momento de pánico al comprobar que
su ansiado alimento es la llave de paso a un objeto volador no identificado. El
viaje por el espacio es realmente espectacular y es lo más novedoso y atractivo
del film. Por suerte, no es breve por lo que la gravedad y la falta de ésta,
así como el no saber manejar el complejo panel de la nave, se traducen en
situaciones hilarantes.
Como viene sucediendo
desde hace al menos dos películas de esta linda saga, Scrat está separada de la
Manada, que comanda el mamut Manny. Algo que no sucedió en la primera. Si bien
sus acciones traen consecuencias directas sobre los animales sobrevivientes, la
separación de Scrat de manera tan evidente le saca mucha energía al film. Sería
injusto no decir que, en esta animación, Scrat aparece en más secuencias que
las anteriores, pero aún así la interacción resultaría mucho más atractiva.
El resto de la
película, mientras Scrat está perdida en el Cosmos y provoca que un enorme
asteroide venga directamente a la Tierra, es similar: los animales necesitan
salvarse de esa bola de fuego que se ve en el cielo e inician la “escapada”. En
el medio, se ve a Manny y su esposa hablar del futuro de su hija, de novia con
un torpe mamut Julián, y se intenta cierto psicologismo de los padres
enfrentando el casamiento de la joven. Hay un extraño yogui en medio de la
escapada que asegura la juventud, cristales gigantescos fucsias y otros
momentos alegres que aportan personajes y situaciones diferentes en medio del
caos que se aproxima. Scrat sigue en el Cosmos, regresa a la Tierra y no se
entiende mucho el final. ¿Se pierde o queda allí, en algún lugar, para la siguiente
película?
Al final del film hay
algunas aventuras más de los personajes así que quédense en la sala.
Elsa Bragato
VIAJO SOLA
De María Sole Tognazzi.
Con Margherite Buy, Stefano Accorsi, Gianmarco Tognazzi, LEsley Manville, entre
otros. Música de Gabriele Roberto. Duración: 79 minutos.
MUY BUENA. DISYUNTIVA:
SOLEDAD O MATRIMONIO
La realizadora María
Sole Tognazzi es uno de los descendientes del gran Ugo Tognazzi, fallecido en
1990. “Viajo sola” es su tercer largometraje, rodado en 2013. Apoya toda la
estructura narrativa en la gran actriz Margherite Buy, de serena y franca
belleza.
Nos cuenta la historia
de “Irene” (Martherite Buy), que es inspectora de hoteles de cinco estrellas,
viajando constantemente por el mundo. No tiene pareja, solo mantiene amistad
con su ex novio Andrea (Stefano Acorssi), un verdulero ecológico de buen pasar.
Tiene una hermana, “Silvia”, y dos sobrinas y su cuñado es un músico, que
encarna su hermano Gianmarco Tognazzi.
Se trata de una mirada
muy inteligente de María Sole Tognazzi sobre la soledad/libertad de una mujer
soltera quien, luego de evaluar una pareja, no tener interés en ser madre y
enfrentar que su ex novio Andrea le cuente sus flirteos y la posibilidad cierta
de ser padre sin haberlo buscado, pierde su eje y debe reacomodar su vida.
El planteo es
interesante. El caso de “Irene” se repite en muchas mujeres del mundo que han
decidido ser solteras si bien tienen una vida profesional intensa y optan por
ésta. Sin estallidos dramáticos, aunque con momentos de profunda reflexión, la
narración transcurre en medio de bellos paisajes, en forma calma. Atrapa el
personaje de “Irene”, Martherite Buy ha recibido premios por este protagónico y
encarna con solvencia la vida solitaria de una mujer que debe sopesar su
libertad, su independencia hasta del amor, o caducar en su decisión.¿Trabajo,
trabajo y familia, familia? Tognazzi tiene una respuesta.
Elsa Bragato
AGÁRRESE COMO PUEDA
Documental de Claudio
elada, Javier Romero y Nicolás Bratosevich, con la participación del actor
Pompeyo Audivert y los más reconocidos exponentes del Catch argentino.
MUY BUENO. GRAN
DOCUMENTAL SOBRE EL CATCH ARGENTINO
Excelente trabajo
realizaron los directores de este documental sobre la historia del catch en
nuestro país, recopilando un más que interesante material de las décadas del 30
y 40 del siglo XX que incluyen films
sobre el viejo Parque Retiro, precursor del Italpark, de los comienzos del Luna
Park cuya estructura inicial era de madera, los principales catchers y dónde
nacieron (“Misión inglesa”, ubicada en Paseo Colón, donde empezó Gatica). El
actor Pompeyo Audivert explica la relación del teatro con el catch, se analiza
la realización de un show y de la preparación de los catchers como artistas,
conocedores profundos del show.
Incluso se insertan
fragmentos del film “Reencuentro con la gloria”, el match entre “Capitán Piluso”
(Alberto Olmedo) y Martín Karadagián, el nombre que más ha quedado en el
recuerdo como figura del catch nacional. Su sentido del show, de dónde ubicar
las cámaras en los diferentes canales donde los “Titanes en el ring” tuvieron
programas (Canal 9m Canal 11, Canal 13) surgiendo una sucesión de nombres
inolvidables: Tito Kopa, el Hombre Montaña, El Indio Comanche, Don Quijote y
Sancho Panza, La Momia, entre tantos otros como el Ancho Peucelle que hacía
estragos con su figura escultural en la vieja playa El Ancla de Olivos.
Este documental es para
los nostalgiosos y también instructivo: el catch sacó de la calle a muchos
hombres jóvenes muy pobres, tuvieron una formación y se ganaron la vida
dignamente. Gran trabajo de los tres directores. ¡Más que recomendable!
Elsa Bragato