JUEVES 21 DE ENERO DEL 2016.-
Cuatro estrenos para todos los gustos: “Leyenda”, de Brian
Helgeland, con Tom Hardy y Colin Morgan, entre otros, narra la vida de los
gemelos Kray, del Este de Londres, gángsters que amaban la fama, el pop, el
sexo y las drogas, asesinos que recién fueron condenados en 1969, a quienes la
fama los perdió. Muy interesante. Y también regresan las ardillas, “Alvin y
las ardillas 4”, de Walt Becker, con Jason Lee en el rol de “Dave”, el
“papá” adoptivo de las diminutas estrellas del rock, viven otra aventura
preocupadas esta vez por el inminente noviazgo de Dave y la posibilidad de que
se olvide para ellas. Un film para toda la familia.
LA QUINTA OLA
De J. Blakeson. Con Chloé Grace Moretz, Liev Schreiber, Alex Roe, Gabriela
López, Nick Robinson, entre otros. Música de Henry Jackman. Duración: 106
minutos.
REGULAR. UN GRAN FIASCO
Basada en el primer libro de la trilogía del escritor Rick Yancey (los
siguientes son “The infinite sea” y “The last star”), “La quinta ola” promete,
en el comienzo, un film de suspenso y terror con impresionantes efectos
especiales. Las cinco “olas” son las cinco grandes etapas con las que los
“aliens” (un bicho feo que se mete en el cerebro de los humanos) pretenden
quedarse con la tierra: Cassie (Chloé Grace Moretz) es una estudiante
secundaria que vive con sus padres y su hermano menor. De pronto, algo oscurece
el cielo y es un enorme plato volador. Y comienzan las “olas alienígenas”, cada
una con una secuela trágica: un shock magnético que deja al mundo sin luz y,
obviamente, sin radares, por los que los aviones caen como papel picado a la
tierra: la segunda son gigantescos tsunamis que arrasan con la mayor parte de
los continentes, la tercera es el virus de la gripe aviar, que mata a la madre
de Cassie y consume la mitad de la humanidad. Los sobrevivientes se reúnen en
campamentos hasta que llega un grupo del ejército, comandado por el Coronel
Vosh (Liev Schrieber), quien recluta a los chicos y adolescentes asesinando a
los adultos, incluyéndose una secuencia que recuerda a los campos de
concentración de los nazis.
Y la película esperada se terminó. Así como concluyeron los efectos
especiales. De ahora en más serán hologramas. Baratitos…
Empieza otro film que no está incluido en el título: Cassie
sobreviviendo en el bosque, buscando a su hermanito raptado por los militares,
siendo salvada por el chico lindo con quien mantiene un tórrido romance. La
quinta ola? Está pero solo se deja entrever.
Cuesta comprender cómo se invirtieron tantos millones en efectos
especiales al comienzo (recordamos Sector 9, La leyenda, o “The road” con Viggo
Mortensen, entre otros films apocalípticos) para terminar en una historia romántica
entre Cassie y su “salvador”, “Evan” (el inglés Alex Roe), con secuencias insólitas
que van desde el torso musculoso del joven hasta sexo desenfrenado en un viejo
automóvil.
Es un relato inverosímil que da pie a una franquicia rentable. Un gran
fiasco.
Elsa Bragato
LA HABITACIÓN
De Lenny Abrahamson. Con Brie Larson, Jacob Tremblay, Joan Allen,
William H. Macy, Sean BRidgers, Tom Mccamus, Amanda Brugel, entre otros. Música de Stephen Rennicks. Duración: 117 minutos.
EXCELENTE. LA
REINVENCIÓN DE LA VIDA EN MEMORABLE RELATO
“La habitación” (Room)
es probablemente la mejor película del 2015 por la originalidad de la historia
(basado en el libro de la escritora irlandesa-canadiense Emma Donoghue), el
ritmo narrativo logrado por Lenny Abrahamson, la estética de la fotografía, y
la excelencia de las actuaciones principales: “Ma” a cargo de la actriz Brie
Larson, y “Jack” encarnado por el niño Jacob Tremblay que asombra por su adulta
actuación (ganó el premio Critic Choise Award).
Una joven mujer de 27
años fue secuestrada a los 30 siendo encerrada en un “cuarto”. Su raptor, el
Viejo Nick, la visita y de esta forzada unión nace Jack. El film comienza
cuando Jack, que habla en “off”, cumple 5 años.
Parece imposible que
una historia atractiva pueda desarrollarse en tan pequeño espacio, con solo un
tragaluz por donde el niño puede inventarse “el mundo”, dado que todo lo que
conoce es a través de un viejo televisor. He aquí el valor de la palabra: los
diálogos de madre e hijo son tocantes, la rebelión diaria de Jack da directo al
corazón, la adultez del pequeño actor Jacob Tremblay asombra.
Cada día madre e hijo
reinventan sus vidas, se protegen mutuamente. Ambos deciden ser cómplices de la
libertad, de la adaptación al mundo real, de la rehabilitación de sus almas.
“Ma” le dice a su pequeño “Jack” que no es una “buena madre”. Pero “Jack”
resume el sentido del film en esta frase: “Pero sos mamá”.
Esta película es una maravillosa
experiencia para el corazón. Es transitar por sentimientos nobles de rebelión,
de sanación, aún en medio del cautiverio y de la odiosa figura del Viejo Jack
(Sean Bridgers). Lejos de acentuar el drama interno de Ma y Jack, el realizador
Lenny Abrahamson nos muestra cómo el valor puede más que el dolor y que la
tristeza puede ser la portadora de un gran salto hacia la felicidad, tan solo
es un paso más. La narración del director se toma los tiempos necesarios,
detiene su cámara en rostros, en secuencias breves pero intensas. No hay apuro que
justifique el salto de la cámara de personaje en personaje. La historia que nos
relata tiene que ver con el alma humana, donde el tiempo es diferente: es el
reloj de los sentimientos. Inolvidable film.
Elsa Bragato