JUEVES 26 DE NOVIEMBRE DEL
2015.-
Once películas, espera
ansiosa de tantas producciones, se lanzan a la cartelera de cine con la
disparidad de resultados que tendrán. Hay producciones de varias
nacionalidades, infantiles, adultas, thrillers, es decir, de todo un poco.
“Un gran
dinosaurio” es la nueva producción animada de
Diney-Pixar con el debut del director Peter Sohn, uno de los dibujantes de
“Buscando a Nemo”. Es la historia de “Arlo”, un “apatosaurio”, a partir del que
se plantea una visión diferente del mundo: el meteorito que impactó en la
Tierra e hizo desaparecer a los dinosaurios… no impactó. Trata también de la
amistad entre el niño “Spot” y el encuentro con “Arlo”, a través de magníficas
vivencias, visualmente espectaculares, que van a disfrutar los más chicos. Muy
buena.
“Regreso a
casa”, de Yimou Zhang, llega desde China con un drama
histórico sobre las consecuencias de la Revolución Cultural, los campos
forzados de trabajo para los adversarios políticos y cómo influye negativamente
en una joven pareja. Se basa en una novela de Geling Yan, que fue bastante
sintetizada por Zhang, suprimiendo la primera parte de la historia. Buena.
“Contrasangre”,
thriller de Nacho Garasino, tiene como protagonistas a Juan Palomino (este año
se lo vio en varios films, siempre convincente, sólido y muy especial), Emilia
Atthias y Esteban Melino. Es un thriller policial y pasional, de fuerte
impronta, de revanchas y rencores, bien filmado. Buena.
“Paraíso”
(2012), de Carlos Gindsberg, con Héctor Giovine, es
una variación sobre el poema “Tabaquería” del portugués Fernando Pessoa, una
personalidad críptica que utilizaba heterónimos, o nombres falsos para muchas
de sus obras. Es un poema audiovisual de singulares características. Cine-Arte.
Buena.
Los documentales que se
estrenan son:
“Arriba los que
luchan: Jorge Masetti y la batalla en la comunicación”,
sobre el periodista argentino que fundó Prensa Latina en Cuba, que transmitió
la lucha de Fidel Castro por derrocar al dictador Batista en medio de las
balas, y fue considerado el sucesor del “Che” por éste. Introdujo la guerrilla
guevarista en Salta en 1963, en calidad de “Comandante Segundo” de esa fuerza
revolucionara. Desapareció en la selva en 1963. Nunca se supo nada más. No fue
encontrado por la Gendarmería Nacional, como sí su grupo, enjuiciado o bien
muerto en la lucha. Interesante por el aporte de audios de la guerrllla en la
voz de Masetti, por ejemplo.
“Un enemigo
formidable”, de Lucas Marcheggiano, es un docu-ficción,
con toques de los films “negros”, en torno a Carlos Borghi, un desinfectador
que mira a los insectos de manera detectivesca y propone soluciones. La
narración es muy entretenida y ágil, gran méridto del director y del
montajista. Buen documental.
GETT: EL DIVORCIO DE VIVIANE
AMSALEM
De Ronit Elkabetz - Shlomi Elkabetz. De Israel,
Alemania y Francia. Duración: 115 minutos.
MUY
BUENA. APASIONANTE DRAMA
Da la
impresión que es antagónico decir “apasionante drama”, pero es lo que transmite
“El divorcio de Viviane Amsalem”, protagonizada por Ronit Elkabetz, Menashe
Noy, entre otros. La situación de Viviane es caótica en la sociedad israelita
si su marido, Elisha, no le concede el divorcio, luego de tres años de no
convivir y de estar prácticamente en la calle o en la casa de un pariente.
Viviane representa el oscurantismo con que muchas religiones tratan a las
mujeres, sin llegar al maltrato físico. Pero está el psicológico. Viviane no
quiere más a su marido, está desilusionada, pero él la quiere y, aunque no
mantienen relaciones, no acepta que ella no esté a su lado cuidando de los
cuatro hijos.
La
narración es más que elemental. Un recinto minimalista, el Tribunal Rabínico,
unas sillas escolares, el matrimonio y el abogado de ella que, poco a poco, va
demostrando el interés en Viviane aunque ésta no lo tenga en cuenta. Parientes,
amigos, vecinos, son los testigos que aportan desde situaciones cómicas hasta
otras inverosímiles, dándole ritmo al relato.
En esos
diálogos queda atrapado el espectador. Los rabinos se muestran desconcertados
por las respuestas de uno y otro cónyuge, se producen pasos de comedia absurda,
no hay por qué que explique la decisión de cada uno ni tampoco existe ningún
motivo para que Elisha siga viviendo con Viviene.
Los
hermanos Ronit (protagonista) y Shlomi Elkabetz cierran una trilogía con este
film tratando el tema de la emancipación femenina en Israel, luego de “To take
a wife” (2004) y “Los siete días “ (2008). La película atrapa y apasiona por la
carga emotiva de los personajes, por el humor que, aún en los momentos
cruciales, está presente; por la sinceridad de los sentimientos de los
personajes y, porque, en definitiva, es un guión con diálogos sólidos y
representativos que están por encima de escenografías y efectos especiales.
Nada de eso hay. Esto es cine.
Elsa
Bragato
VÍCTOR
FRANKESTEIN
De Paul
McGuigan. Con Daniel Radcliffe, James McAvoy, Jessica Brown-Findlay, entre
otros. Música de Craig Armstrong, Duración: 109 minutos.
REGULAR.
SADISMO Y VIOLENCIA DESAGRADABLES
Basada
en la novela de Mary Shelley, de 1818, llega esta nueva versión de “Frankestein”,
muy bien ambientada (se filmó en un castillo escocés en ruinas y en estudios de
Londres), donde el apoyo del relato está en el inventado “Igor”, ayudante del
doctor Víctor Frankestein. Este personaje no aparece en la novela de Shelley, y
aquí surge como la voz en off que relata su experiencia y como la mano derecha
del famoso médico “recordado por un monstruo”, tal como se indica al comienzo.
Daniel
RadCliffe viene de ser el niño y adolescente todopoderoso de “Harry Potter”,
incursionó en otros films con mayor o menor repercusión, y reaparece con un
personaje difícil, que obligó a una transformación física como “bufón
circense”, un jorobado que es centro de burlas y golpes para hacer reir al
público. Hasta que Víctor Frankestein encuentra en él a un ayudante magnífico
por la intuición médica que posee Igor al salvarle la vida a la trapecista (la
muy bella Jessica Brown-Frandley).
Frankestein,
a cargo del escocés James McAvoy, es un joven ansioso que no cree ni en Dios ni
en el Diablo, solo en el hombre, en la vida y se considera capaz de crearla. Su
primer monstruo es muy desagradable: cose partes de animales (hay inquietud
policial porque aparecen animales mutilados), descuidando la conservación de la
carne que se pudre y lanza asquerosas moscas gigantes: es “Gordon”, un animal
al que logra darle vida, sumamente peligroso. Su segundo experimento será
“Prometeo”, el famoso “Frankestein”, interpretado por el actor Guillaume
Delauney, que tiene 2, 8 metros de estatura. Con siliconas, se armó el cuerpo
del monstruo. Su altura permitió esta “creación” de la dirección de Arte del
film.
La
recreación de la casa de Frankestein está muy lograda: cargada de nuevos
objetos, con una decoración que quita espacio hasta para respirar, refleja el
desarrollo del período industrial de nuestra historia. Es decir, el Arte del
film cumplió con su objetivo.
La
cuestión es si salimos o no congraciados con lo que vimos. En realidad, no. Del
tradicional “Frankestein” no quedó nada. Vamos desde un circo a una casa y un
estudio de alquimia que no se entiende bien de dónde surgió. Simplemente, el
dueño de casa descendía a un sótano secreto y el quirófano de
descuartizamientos se muestra recién en el final.
Hay una
fruición en la matanza del monstruo (Frankestein tiene vida y reacciona mal)
que resulta más que desagradable. Es “Prometeo”, tiene dos corazones, aniquilarlo
no será tan fácil… Y esto le da oportunidad al director para que Igor y
Frankestein se encarnicen con el monstruo, tanto como pasó antes con el
infortunado semi mono “Gordon”. Es en estas secuencias donde el film pierde
interés y gana en un horror desagradable, “gore”, un enloquecido juego de
lanzas y palos y tiros que clavan en el cuerpo del desgraciado “Prometeo” con
fiereza. Si de terror se trata, está logrado el horror, que es diferente. Si se
buscaron efectos especiales y una agonía espantosa, también se logró. Habría que
preguntarse dónde quedó Frankestein, el que se enternecía con las flores y los
chicos. Esta versión es muy “sui generis” y apunta a los fans del gore y del
sadismo. No nos gustó.
N.de R.
hay no menos de 19 films (desde 1957 a la fecha) sobre Frankestein. El más
famoso ha sido el creado por Boris Karloff y, posteriormente, Peter Cushing.
Carlos
Pierre
OPERACIÓN
ZULÚ
De
Jerome Salle. Con Forest Whitaker,
Orlando Bloom, Conrad Kemp, Ine Beckman, entre otros. Música de Alexander Desplat. Duración: 110 minutos.
MUY
BUENA. AFRICA, EL EXPERIMENTO EUROPEO
Varias
películas se van sumando a lo largo de los años sobre el drama que viven las
poblaciones negras, sometidas a la experimentación europea de nuevas drogas.
Una, en especial, que tiene el fin de “diezmar” a los africanos. Liquidarlos. Es
el “tik”, muy barata, que produce locura en forma rápida. De eso se trata el
film, de la persecución e investigación que realizan dos polícias, uno blanco y
otro negro (“Brian Epkeen” a cargo de Orlando Bloom y “”Ali Sokhela”, encarnado
por Forest Withaker), de un asesino, dealer de la droga, si bien detrás de él y
su grupo de asesinos hay un blanco europeo al frente del laboratorio. La
premisa es clara: matar a la población negra.
El film
es una constante investigación, un ir y venir por los suburbios y a los barrios
de lujos, enfrentarse a los propios fantasmas que asolan tanto a Brian como a
Ali, basándose en opuestos: un negro y un blanco en la lucha contra los asesinos,
el blanco con un divorcio que no acepta y el negro en una búsqueda del amor
circunstancial, la muerte de las jóvenes blancas ricas a manos de los negros de
los suburbios, y la muerte de los niños negros a manos de los policías blancos
y de la droga. Hay una excelente combinación de dramas personales, policial,
persecuciones, y escenas de violencia visceral, con realismo que impresiona,
desde torturas hasta niños y jóvenes mujeres masacrados a golpes de puño.
Forest
Whitaker tiene notables trabajos dramáticas en su carrera como, por ejemplo,
“El rey de Escocia”, mientras que Orlando Bloom viene de ser conocido por la
saga de “El Señor de los Anillos” y “Piratas del Caribe”, entre otras
producciones. Ambos encarnan a dos policías muy duros, muy avezados, que luchan
cuerpo a cuerpo y a los tiros.
La
fotografía tiene un lugar especial: Jerome Salle utiliza todos los planos y
aligera el creciente suspenso con planos.-secuencias, tomas de los desiertos
con planos abiertos, mientras busca el contraste entre las arenas blancas de
las playas y el azul del mar con las peleas brutales de los dos policías con la
banda de asesinos.
La
banda sonora de Alexandre Desplat es incidental, profundiza el drama o li
aligera. Es perfecta.
Al
comienzo decíamos que son varias las realizaciones cinematográficas que abordan
el desprecio del primer mundo por Africa. Recordemos “El jardinero fiel” o bien
“Diamantes de sangre”. Los contrastes de Africa, en Ciudad del Cabo, son
mostrados sin cortapisas, perturban profundamente, duelen. El primer mundo
tiene un pecado para resolver, más que una deuda: Africa.
Elsa
Bragato
ENTRE
ELLAS, EL TIEMPO
Documental
de Ana Alvarez y Matías Bertilotti. Música de Guillermina Etkind. Duración: 78
minutos.
REGULAR.
LA OBRA QUE NO SE VE
La
profusión de documentales son realmente un problema cultural de los últimos
tiempos. Lejos están de tener en cuenta los mínimos requisitos para que sean
interesantes para el público, basándose en historias personales contadas sin
gracia, sin sustento, y recurriendo a mediocres narraciones donde todo es
previsible: desde los fhasbacks para suplantar la falta de narración del
presente hasta relatos incompletos e insípidos.
Ana
Alvarez vive en Barrio Norte y visita el barrio pobre La Cava donde encuentra,
en el 2002, a una chiquita de 6 años que quiere estudiar danzas con ella. La
relación entre las dos mujeres no se ve, no se desarrolla. Ana cuenta en un
salón frente a un micrófono de pie algo de lo que sucedió en el primer
encuentro. Se ve apenas la casa de la pequeña María Eugenia Cardozo, hoy de 18
años. Y una brevísima charla con la mamá de María.
No se
hace hincapié en el beneficio que trae la incorporación de las artes para darle
motivaciones y futuro a los chicos marginados. Es una absoluta complacencia con
el “yo” de Alvarez y su tarea con María. Ambas preparan una obra para trabajar
juntas y, justo en el momento en que van a presentarlas, el documental termina.
Aplausos y fin. Hablar con el “diario del lunes” nunca es positivo pero, en
este caso, nada d elo expuesto interesa y sí, en cambio, habría interesado
conocer cómo María se fue integrando a la danza. Una decepción.
Elsa
Bragato
MARIPOSAS NEGRAS
De Lorena Riposati.
Documental sobre la subestación eléctrica Sobral.
MUY BUENO. DOCU.FICCIÓN SOBRE
UNA REALIDAD A COMBATIR
Con una muy bella fotografía,
Lorena Riposati encaró este documental para reflejar la situación de los
vecinos del barrio Sobral, de Espeleta, a raíz de la construcción de la
subestación eléctrica dentro de la fábrica de Rigolleau. Desde entonces, los
vecinos contabilizaron 114 muertes por leucemia y diferentes tipos de cáncer
así como 112 enfermos, cantidad que aumenta día a día.
El tema es muy interesante
así como la narración. Lorena Riposati acude a la metáfora de una mariposa
negra como la muerte que se avecina en forma atractiva: el progreso del barrio.
Pero, a costa de la muerte de los chicos, en principio. Tomas aéreas, inserción
de videos de los 80, fotografías también de la época, las movilizaciones
vecinales en esquinas y luego enfrentando a la policía y a patovicas, agilizan
la historia, la transforma en un docu-ficción que atrapa.
No hay vecinos hablando a
cámara sino una voz en off mientras se realizan tareas cotidianas o trabajos.
Se marca así una gran diferencia con los documentales autorreferenciales.
Otro detalle a tener en
cuenta es la banda sonora, compuesta por Raúl Fernández y Daniela Fernández
Glasman, en base a flauta, guitarra y percusión, con cuatro temas incluidos en
el CD “Mariposas negrasa”. Bello título para significar que las estaciones
eléctricas envenenan el aire que respiramos, que matan a nuestra gente, y, por
lo general, nada de esto se da a conocer. Fuerte denuncia con una fotografía
poética y realista a la vez.
Elsa Bragato