JUEVES 26 DE MARZO DEL 2015.-
Siete películas renuevan la cartelera de cine porteña, con muchas salas
en el interior. Entre ellas, los chicos tienen la producción “Home 3D”,
que distribuye Fox, de Tim Johnson, con las voces de Rihanna, Steve Martin y Jennifer
López, entre otros. La vida de un simpático “alien” que, a las órdenes de su
capitán, se esconde en la tierra, creyendo que será de una gran ayuda.
Simpática, divertida, para toda la familia. El documental de la semana es “Cuarenta
balas- El caso Fisher-Bufano”, de los directores Ernesto Gut y Dionisio
Cardozo, quienes rescatan, a través de testimonios, archivo y
ficcionalizaciones, la vida de los dos militantes de Política Obrera,
asesinados de 40 balazos en Avellaneda.
“EL 5 DE TALLERES”
De Adrián Biniez. Con Esteban Lamothe y Julieta Zylberberg. Duración:
100 minutos.
MUY BUENA. LA VIDA DESPUÉS DEL FÚTBOL
Adrián Biniez, argentino radicado en el Uruguay, logra con esa
película un film costumbrista, dentro del género de la comedia sin llegar al
melodrama ni a momentos de tensión. Un 5 del club de Talleres de Remedios de
Escalada, llamado “Patón” Bonassiolle, tiene que abandonar el fútbol por edad.
Y se plantea el futuro, volver al secundario, abrir algún negocio. Esteban
Lamothe encarna con gran solvencia este personaje protagónico (lo vimos en
varios films, entre ellos, “El cerrajero”, y también en televisión en
“Farsantes”) mientras que su mujer en la ficción, a cargo de Julieta
Zylberberg, es su esposa en la vida real. La relación de la pareja en la
ficción es fluida y cálida, los diálogos van construyendo la vida cotidiana del
matrimonio frente a un cambio radical sin exabruptos ni mediocridad.
Adrián Biniez nos regala una muy buena realización, con un diseño de
arte adecuado, con detalles técnicos (desde iluminación hasta tomas diferentes
y sus respectivos encuadres) que dan fluidez a la narración. Produce interés en
el espectador y acerca una historia que no es ajena al público rioplatense,
metiéndose en una cancha de fútbol pero con la habilidad suficiente para
llevarnos a reuniones familiares, reuniones de amigos del futbolista que tomará
la determinación de abandonar el club de sus amores, no hay elipsis narrativas
ni personajes que realmente no tengan nada que decir. Nos parece una película redonda,
sencilla, atractiva tanto para el público masculino como para el femenino
porque Julieta Zylberberg encara a esa esposa que no es “botinera” sino una
mujer plantada en la vida. El film viene desde Uruguay y toca a ambas orillas
con un tema caro a los afectos, bien producido y actuado.
Elsa Bragato
MOMMY
Guión y dirección de Xavier Dolan. Con Anne Dorval, Antoine-Olivier
Pilon, Suzanne Clement, entre otros. Música de Eduardo Noya. Duración: 139
minutos.
MUY BUENA. MADRE E HIJO ENVUELTOS EN UN FILM CONMOVEDOR
Xavier Dolan es uno de los niños mimados del cine canadiense actual.
Con 25 años, entrega este quinto film donde analiza la conflictiva relación de
una madre viuda con su hijo adolescente, violento, indomable, capaz de hechos
insólitos que obligan a su internación. Su elección sexual es también ambigua,
gay o no, encuentra en su madre la persona ideal para descargar su furia, su
dolor (su padre había muerto poco tiempo antes). Una vecina, tímida pero
decidida, intercederá en este dúo teniendo implicancias por momentos
beneficiosas. El film tiene una realización asombrosa, una cámara adulta que se
mete en primeros planos descubriéndonos el dolor y la furia en los rostros de
madre e hijo, a través de secuencias que no dejan indiferentes.
Es una saga trágica, dolorosa y redentora de la conflictiva relación
que se establece entre madres e hijos e hijas, a veces con una cercanía casi
incestuosa, otras en relación poética y amable, pero nunca indiferente a la
vida misma de tres seres humanos envueltos en la lucha cotidiana de la
supervivencia, cada uno desde su rol. Es también un relato obsesivo de una
convivencia que debe encontrar un camino adecuado y, en esa búsqueda, suceden
situaciones de todo tipo. Nadie sale del cine sin sentir que ha visto la vida
misma aún con sus excesos, viviendo al límite hechos narrados con una
verosimilitud apabullante. Xavier Dolan, este “enfant terrible” canadiense,
logra un film estupendo que estuvo nominado al Oscar como mejor película
extranjera y que recibió el Premio del Jurado en el último festival de Cannes. Solo
podemos decir que es demasiado extensa.
Elsa Bragato
VICIO PROPIO
Guión y dirección de Paul Thomas Anderson, basado en la novela
“Inherent vice” de Thomas Pynchon. Con Joaquin Phoenix, Josh Brolin, Owen Wilson, Katherine Waterson, Reese
Witherspoon, Benicio del Toro, entre otros. Música de Jonny
Greenwood. Fotografía de Robert Elswit. Duración: 148 minutos.
BUENA. ATRAPANTE CAOS
Paul Thomas Anderson es
considerado uno de los mejores realizadores norteamericanos. Con “Inherent
Vice”, tal el título en inglés respetando el de la novela de Thomas Pynchon,
concreta el primer traspaso literario de este autor a la pantalla grande.
Tomando como guía la búsqueda de un asesino, a cargo del personaje que encarna
Joaquín Phoenix, Anderson trajina por diversos personajes y situaciones límites
para mostrarnos algo más que una historia personal: los 70, cruzados por el
amor libre y la droga, y su final, que se intenta retardar pero que llega.
“Doc” Sportello es el rol de Phoenix, que enfrenta un duelo actoral con “Bigfoot”
en la piel de Josh Brolin. La fotografía nos remite a “The master”, el film
anterior de Anderson, y a “Petróleo sangriento”, una obra maestra donde también
trabajó Robert Elswit, el fotógrafo de los nueve films de Anderson. Con la voz
en off de la joven cantante y arpista Joanna Newsom, Anderson se da el lujo de
hacerla aparecer en algunas secuencias, o bien retardar su voz fuera de
pantalla, una adivinadora o “fortune-teller” que se suma al “mix” narrativo,
previsto por el realizador. En Anderson encontramos denominadores comunes que
hacen a su cine diferente e inteligente. En este caso, vuelve a un actor que es
distinto y capaz de realizar los personajes más disímiles y tortuosos como
ocurrió con “The Master”: ahora es un investigador psicodélico integrado al
mundo que nos pinta el director. El delgado hilo conductor es la investigación
policial mientras que el “todo” depende de la capacidad del espectador para
asimilar personajes y situaciones. Entre el romanticismo y el “slapstick”, con
notables actuaciones de Phoenix y Brolin, Anderson llega al cine porteño a
través de un film que no es fácil pero sí atrapante. Una película que es una
aventura para el alma y el intelecto.
Elsa Bragato
THE GUNMAN: EL OBJETIVO
De Pierre Morel. Con
Sean Penn, Javier Bardem, Jasmine Trinca, Idris Elba, Ray Winstone, entre
otros. Música de Marco Beltrami. Duración: 115 minutos. Coproducción de España,
Gran Bretaña, Francia.
BUENA. POLICIAL CON
ESTILO PROPIO
El realizador Pierre
Morel, el mismo de la exitosa saga “Búsqueda implacable”, tomó la novela “The
prone Gunman”, de Jean Patrick Manchette, para este film, convocando al gran
Sean Penn para interpretar a un recio ex agente de las Fuerzas Especiales, Jim
Terrier, que es traicionado por la agencia a la que pertenecía involucrándose
en una increíble persecución a través de Europa y Africa. Londres, Barcelona,
Gibraltar son algunas de las locaciones elegidas.
La historia es
violenta, tiene una acción vertiginosa a lo largo de dos horas con un guión
plagado de “twists”, búsquedas, persecuciones y tiros. El elenco estelar es el
gran soporte de la acción, con un sello Morel indiscutible. La italiana Jasmine
Trinca es el cable a tierra para el personaje de Sean Penn, mientras que Javier
Bardem compone a un traidor inolvidable (recordemos el tremendo papel de la
última “James Bond” con Craig en el protagónico). Hay que destacar a dos
actores ingleses que son realmente notables: Idris Elba y Ray Winstone.
De a poco pero sin
pausa, vamos hace un desenlace a toda orquesta en la plaza de toros de
Barcelona que resulta escalofriante. Un plato fuerte, con excesos en todos los
campos no recomendables para los más jóvenes, es lo que nos ofrece Pierre
Morel.
Sean Penn, compone un
personaje distinto, aunque se tiene la sensación de que el actor está por sobre
el propio rol asignado. Con un físico musculoso que asombra, le da matices a un
protagónico “raro” en su carrera. Todo apunta a que puede ser una franquicia
rendidora, transformarse en saga. Sin embargo, depende no solo de la taquilla
sino de la voluntad de Sean Penn de continuar con el personaje.
Carlos Pierre
AVE FENIX
Guión y dirección de
Christian Petzold. Con Nina Hoss, Ronald Zehrfeld, Nina Kunzendorf, entre
otros. Música de Stefan Will. Duración: 98 minutos.
MUY BUENA. PERTURBADOR REGRESO AL PASADO
El tema de la culpa en
el pasado, ese inescrutable abismo que el Nacional Socialismo implantó en el
pueblo alemán antes y después de la Segunda Guerra Mundial, es el tema del
realizador Christina Petzold basándose en el libro “Regreso de las cenizas”,
del escritor francés Hubert Monteilhet.
La estética de Petzold
nos remonta a la fotografía del cine negro, el “Noir” que trabajaba
especialmente las luces y sombras, y se cierne sobre todo el film a manera de
sombra agobiante y perturbadora, de manera tal que se apodera de la destruida
Berlín en 1945, de lo que queda de las casas y de sus escasos habitantes. El
resultado es un clima devastador en espacio y en espíritu, recayendo en los
protagonistas, “Nina Hoss” (Nelly Lenz) y su esposo “Johnny” (Ronald Zehrfeld).
“Nina” regresa como
sobreviviente de Auschwitz con el rostro desfigurado, quiere vivir en Berlín y
no en Israel, y emprende la búsqueda de su esposo no sin antes practicarse una
cirugía estética que le da un rostro, pero ya no es el suyo. Reencuentra a su
marido en un bar nocturno, el Phoenix, donde es pianista. Pero es aquí donde
comienzan los fantasmas del pasado, quién es quién, qué pasó, porque Johnny no
reconoce en ese rostro a quien fuera su esposa. Sin embargo, intenta aceptarla
y, en una elipsis forzada de lo vivido, toma a aquella mujer que fuera su
esposa y hoy es tan diferente con la firme convicción de quedarse con la
herencia familiar.
Marcadamente teatral
por momentos, Petzold nos obliga a aceptar esa simbiosis con “Nina” para
desgranar culpas, olvidos, y escarnios del pasado que siguen estando en ese
Berlín dramático que nos regala con una visión “noir” desoladora, complicada y
dolorosa.
Carlos Pierre