PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 27 de febrero de 2014

"DALLAS BUYERS CLUB", "OPERACIÓN MONUMENTO" Y "NON STOP SIN ESCALAS", LO MEJOR DE LOS ESTRENOS DE CINE




JUEVES 27 DE FEBRERO DEL 2014.-
Seis estrenos de cine esta semana que incluyen la oscarizada “Dallas Buyers Club” y la última película de George Clooney, “Operación monumento”. “Tinker bell, hadas y piratas” es la animación semanal de Disney para los chicos; “Una familia numerosa” con Vince Vaughn es la comedia clase B que bien podría emitirse por cable, y la nacional es “La corporación”, de Fabián Forte, con la actuación del gran actor Osmar Nuñez y Moro Anghileri.
EL PELICULÓN DE LA SEMANA
DALLAS BUYERS CLUB (EL CLUB DE LOS DESAHUCIADOS)
De Jean-Marc Vallée. Con Matthew McConaughey, Jennifer Garner, Jared Leto, Steve Zahn, entre otros. Música contemporánea. Duración: 117 minutos.
EXCELENTE. ESTREMECEDOR RELATO SOBRE UN CASO REAL
“Dallas Buyers Club” o “El club de los Desahuciados” es una de esas películas que asquean y conmueven al mismo tiempo, fuerte, cruda, revulsiva y aterradoramente verídica. Se basa en la vida del vaquero texano Ron Woodroof, que encarna estupendamenta Matthew McConaughey (bajó más de 20 kg para este papel), un drogadicto homofóbico con adicción al sexo casual que contrajo SIDA en 1985. Su caso fue emblemático, en aquellos años en los que también fallecía Rock Hudson por una “enfermedad desconocida” hasta ese momento, producto de la promiscuidad. Los médicos le dan, por un imprevisto que lo lleva al hospital, solo 30 días de vida. Pero Ron sobrevivirá 7 años más por su activa participación en la búsqueda de medicinas alternativas.
El AZT, primera droga conocida en el mundo contra el HIV, es el otro gran tema del film: dura crítica a las corporaciones médicas y farmacéuticas que la utilizaron como negocio sabiendo que tenía tremendos efectos secundarios. Ron Woodroof comprueba en su cuerpo que el AZT lo está matando. Y decide buscar lo alternativo, en este caso, un médico al que se le quitó la matrícula, que vive en México y le da a sus pacientes otras substancias que no intoxican sus organismos. Ron se transforma en un contrabandista de estas drogas, logrando que una importante comunidad de homosexuales tenga acceso a las mismas a través de un abono. Así se forma este “Club de compradores de Dallas”, traducción literal del título en inglés. De homofóbico Ron pasó a establecer relación comercial con un homosexual que conoció en el hospital. Ambos serán la base de este singular club, que fue real.
La performance de Matthew McConaughey (a quien vemos también en la otra nominada a los Oscar “El lobo de Wall Street”) tiene características de excelencia, de entrega total a un personaje difícil de interpretar, de aceptar para desarrollarlo actoralmente. La droga y la prostitución son los puntales de su vida, no tiene ningún otro objetivo, el alcohol es tan solo un matiz dentro de su degradación humana, estado y estilo de vida compartida con otros trabajadores a destajo como él.
Sin pausas, de principio a fin, sin fisuras narrativas, Vallée desarrolla una historia que nos retuerce en la butaca, que nos conmueve, que nos perturba. Es, lejos, la mejor película de las nominadas a los premios Oscar aún a pesar del personaje principal con quien no se tienen puntos en común, salvo su desesperada búsqueda de salud y de vida y su conmovedora lucha contra las corporaciones. Excelente, aunque hay escenas de sexo y de droga que pueden herir. Nadie sale incólume del cine luego de ver Dallas Buyers Club. Un plato muy fuerte.
Elsa Bragato
UN BUEN FILM HISTÓRICO
THE MONUMENT MEN – OPERACIÓN MONUMENTO
De George Clooney. Con George Clooney, Matt Damon, Bill Murray, Cate Blanchett, John Goodman, Jean Dujardin, Hugh Bonneville, Bob Balaban, entre otros. Música de Alexandre Desplat. Duración: 120 minutos.
BUENA. RELATO HISTÓRICO CLÁSICO
George Clooney se abocó hace dos años al libro del historiador Robert M Edset, quien relató la tarea de los llamados Monument Men, un grupo de artistas devenidos en soldados que rescataron, desde 1943 hasta 1945 (la tarea duró hasta 1950), millones de obras de arte incautadas por los nazis. La idea de Hitler era crear el Museo Führer (el film muestra una impresionante maqueta) y ordenó requisar museos y viviendas, comenzando por las de los judíos desde 1938 (“la noche de los cristales rotos”) robando obras. El museo iba a funcionar en Linz, Austria, donde había fracasado en sus estudios como pintor. Quedan sus cuadros. El presidente Roosevelt escuchó a los hombres de Harvard y del Museo Metropolitano de New York, alertados por los ingleses, para formar un grupo de expertos e iniciar el camino de Normandía a Berlín recuperando obras de arte y restituyéndolas.
Habiendo ocurrido el desembarco de Normandía el 6 de junio de 1943, los primeros “Hombres de los monumentos” fueron hasta las playas de Dunquerque para iniciar su tarea. Los sitios de acopio de los nazis fueron, en principio, las ciudades de Siegen y Merker, además del castillo de Neuschwanstein y, en especial, la ciudad de Altausse, donde se encontró un “arsenal” artístico. Los nazis ocultaron las obras en minas en desuso, que los valientes Monument Men lograron descubrir aunque no en su totalidad.
El caso que narra el film de Clooney se refiere al primer contingente de expertos que viajó a Europa y logro recuperar 5 millones de obras de arte, así como 100 toneladas de oro, incluyendo las coronas de oro extraídas a los millones que murieron en los campos de concentración. Impresiona, choca, ver los barriles llenos de ese oro arrancado a seres humanos.
El film es clásico y nos recuerda el género de películas como “Los cañones de Navarone” o “Los Doce del patíbulo”, que faltan de las carteleras, afectadas por el crecimiento de las pochocleras. Estamos frente a la historia y un caso específico dentro de la Segunda Guerra Mundial que es poco conocido. Coincidentemente al lanzamiento del film, en algunos países europeos se informó sobre la aparición de miles de obras que los nazis sustrajeron. Un tema no resuelto pero iniciado por los Monument Men.
George Clooney como realizador tiene el mérito de encarar un tema histórico, con un presupuesto acotado pero bien empleado. Alternó secuencias bélicas, las menos, con otras de gran emotividad como el encuentro entre la directora de arte francesa (Cate Blanchett) y el restaurador afectado a París (Matt Damon) o bien el escultor (John Goodman) junto a su compañero de tareas (el francés Jean Dujardin, “El artista”) en medio de un bosque y la repentina presencia de tropas enemigas. Tampoco ahorró escenas en hospitales y centró la búsqueda en dos obras: la escultura “La Virgen y el niño” de Miguel Angel, que está en la Catedral de Brujas (Bélgica), única escultura del genial artista fuera de Italia, y el “Políptico de Gante (”Adoración del cordero místico”) del flamenco Jan Van Eyck (Gante es una ciudad histórica ubicada entre Brujas y Bruselas, Bélgica).
Los personajes no fueron inventados por Clooney (coescribió el guión junto con Grant Heslov) sino que tomó de la realidad a algunos de los integrantes del primer grupo: George Stout, James Rorimer, Walter Hancock, Richard Balfour, Robert Posey, Lincoln Kirstein. Clooney tuvo la sabiduría de mostrar debilidades: el bebedor, por ejemplo, que se redime con esta búsqueda, el timorato que se transforma en experto tirador, el marido responsable que no cede a las tentaciones de París o el experto gruñón que reconoce los originales casi sin mirar, variedad humana que enriquece el relato y atrapa.
La banda sonora de Alexandre Desplat es contundente, con marchas militares por momentos y hay pasajes en los que se tiene la sensación de volver a escuchar las bandas sonoras de las películas de “guerra”, como se decía, que han hecho historia en el cine. Excelente partitura.
El gran dilema político e histórico que plantea el film es si una obra de arte vale una vida. Para estos grupos de “salvataje del arte” sus vidas valían menos que un Picasso, un Rubens, un Rembrandt o un Michelangelo. Buen film para disfrutar y, de paso, conocer en detalle una operación rescate de la que no se habla nunca. Agregamos que es el caso de una película cuya idea de guión es más atrapante que el film como realización.
Elsa Bragato
EL BUEN POLICIAL DE LA SEMANA
NON STOP SIN ESCALAS
De Jaume Collet-Serra. Con Liam Neeson, Julianne Moore, Michelle Deckery, Lupita Nyong’O, entre otros. Música de John Ottman. Duración: 106 minutos.
MUY BUENA. INTENSO POLICIAL QUE PONE LOS PELOS DE PUNTA!
Tratando de repetir el éxito de “Desconocido”, 2011, el realizador catalán Jaume Collet-Serra, afincado en Hollywood desde 1992, volvió a convocar a Liam Neeson y al productor Joel Silver. “Non Stop” es un film sobre secuestro y extorsión en un avión 767, donde surgen sorprendentes propuestas y giros durante un vuelo desde New York a Londres.
El agente es Liam Neeson, alcohólico ex policía de New York, blanco de los secuestradores. El “quid” es la transferencia de 150 millones de dólares a una cuenta secreta. De no hacerlo, los secuestradores matarán a un pasajero cada 20 minutos. Julianne Moore (reaparecida luego de la catastrófica “Carrie”) es su “compañera” de asiento en el avión, estableciéndose un juego de “gato y ratón” en tan pequeño espacio a través de mensajes extorsivos al ex policía neoyorquino.
El relato audiovisual plantea interrogantes al espectador que van generando adrenalina y ninguna previsibilidad. ¿Quién envía los mensajes? ¿Quién extorsiona a quién? Esto genera una gran dosis de dramatismo que, con el estilo de edición actual, transforma un tema bastante conocido en un guión atrapante.
En el frenético derrotero aéreo hasta aparecen aviones de la Real Fuerza Aérea británica por el peligro inminente no solo de la matanza de los pasajeros sino de que estalle el avión. Es realmente un papel a la medida de Liam Neeson quien, en los últimos años, se transformó en un protagonista ideal de films policiales. Esta película pone los pelos de punta, literalmente, resulta un hábil entretenimiento y está  muy bien realizada dentro de su género.
Carlos Pierre

sábado, 22 de febrero de 2014

NEBRASKA, LA GRANDE BELLEZZA Y POMPEII EN 3D, ALGUNOS DE LOS ESTRENOS JUEVES 20 DE FEBRERO




JUEVES 20 DE FEBRERO DEL 2014.-
Hay ocho estrenos de cine este jueves. Entre ellas, “Las aventuras de Peabody y Sherman”, animación de Rob Minkoff con el protagonismo del “perro más inteligente del mundo”. Y las tres nacionales “De trapito a bachiller”, de Javier di Pasquo, documental sobre la vida de un joven que limpia autos y logra terminar el secundario; “Errata”, de Iván Vescovo, ficción con buena idea argumental, y “La Paz”, de Santiago Loza, nueva ficción del talentoso director cordobés.
 “RAREZA” DEL CINE ITALIANO
LA GRANDE BELLEZZA
De Paolo Sorrentino. Con Tino Servillo, Carlo Verdone, Sabrina Ferilli, gAlatea Ranzi, Giorgio Pasotti, entre otros. Música de Lele Marchitelli. Duración: 142 minutos.
MUY BUENA. FRESCO ALUCINANTE DE ROMA
“La grande belleza” nos da esa visión de la Roma eterna y decadente en un estrato social acomodado, pleno de desencanto y cinismo, y nos remite al glorioso blanco y negro y, en especial, a la mítica “Dolce vita” de Federico Fellini. Paolo Sorrentino, realizador napolitano, expone un fresco alucinante de Roma y le agrega esa pátina entre intelectual y sofisticada que conocimos en los films de Michelangelo Antonioni.
Con una honestidad intelectual ineludible, Sorrentino en ésta, su sexta película, explica que se orientó en el cine de vanguardia de su país, y, específicamente, en los dos realizadores mencionados.
Jed Gambardella (Toni Servillo) es el protagonista que, desde su magnífica terraza, que da al Coliseo, se transforma en el observador de las luces y sombras de la ciudad. Periodista y escritor frustrado, autor de un libro con el que ganó un premio, se asoma a la Roma de las fiestas, donde hay brillos y, a la vez, desencantos amargos. Nos muestra las antinomias más dolorosas de la gran ciudad que van desde lo profano hasta lo místico. Oropeles y miserias, Sorrentino se vale de una fotografía monumental (Luca Gigazzi), de una edición compleja y ardua (Cristiano Travagliosi) y de la música de Michele Marchitelli, donde hay una mezcla sabia de acentos religiosos y otros profanos, incluyendo composiciones de los clásicos como la célebre y encantadora sinfonía de Georges Bizet, plena de melancolía.
Es una obra minuciosa y actual sobre un tópico que siempre atrajo a los realizadores italianos: Roma, la ciudad eterna. Acaba de ganar el BAFTA como mejor película en idioma no inglés y está nominada en el mismo rubro a los Oscars. No nos sorprende, nos deslumbra por la ampulosidad fotográfica. No llega fácilmente al corazón pero nos renueva este contrato tácito del cine con la “cittá eterna”. De todas maneras, es más para fans del cine italiano de los 60 aunque el público en general disfrutará de muchas secuencias espléndidas.
Carlos Pierre
LA PELÍCULA DE LA SEMANA
NEBRASKA
De Alexander Payne. Con Bruce Dern, Will Forte, June Squibb, entre otros. Música de Mark Orton. Duración: 114 minutos.
EXCELENTE. UNA JOYA EMOTIVA Y BELLA
Los argentinos casi nos quedamos sin ver Nebraska (nominada a los Oscars como mejor película y en varios rubros más) por una disposición de los distribuidores. La presión de los críticos logró que podamos disfrutar de esta joya en blanco y negro de Alexander Payne, el mismo realizador de “Entre copas” (entre otros films) donde mostró su enorme talento para desentrañar las relaciones humanas con una dirección de actores que deslumbró. Nebraska tiene esos dones tan particulares de Payne.
Un anciano, encarnado por Bruce Dern (nominado a los Oscars), recibe una engañosa publicidad donde se indica que ha ganado un millón de dólares. Y emprende un larguísimo viaje a pie desde Montana hasta Nebraska. Su mujer (notable June Squibb) piensa que debe internarlo, su hijo mayor otro tanto. La cuestión reside en el menor (Will Forte) que, de pronto, decide acompañar a su padre en esta travesía. No es una travesía más. En ella, el hijo descubrirá su relación filial, se acercará al brillo escaso de la mirada de su padre, comprenderá que, a determinada edad, la necesidad de objetivos de vida son esenciales para subsistir.
Nebraska es mucho más que esta maravillosa pintura de relación padre e hijo. Es una película que no busca la ampulosidad fotográfica sino la narración en blanco y negro sencilla, clara, precisa. No hay hechos extraordinarios sino la vida ordinaria, cotidiana, de una familia con problemas comunes: el anciano ha tenido algún amor clandestino, la mujer no deja de tener sus pies en la tierra sin mucha comprensión sobre la necesidad de su marido, el hijo mayor hace la suya.
Alexander Payne nos regala un retrato de familia conmovedor, sutil, más asentado en los diálogos breves que en los parlamentos exagerados, busca esa frase cotidiana que lo dice todo en los labios de un anciano, o la mirada triste del hijo que comprende que ya no queda mucho tiempo para recomponer la relación con su padre. La vida tiene finitud y, en la ancianidad, es palpable. Ese hijo lo ve. Payne ha hecho cine, tan simple y complicado como eso, ha extraído de sus actores los mejores recursos para que expresen melancolía, obstinación y humor (la secuencia del “generador” es sublime). El marco es el glorioso blanco y negro que parece haber sido creado para esta película. Algo del lejano Oeste, algo de la Norteamérica actual, y una estupenda comprensión de las divisiones generacionales. Una joya para coleccionar.
Elsa Bragato
LA POCHOCLERA SEMANAL
POMPEII (LA FURIA DEL VOLCÁN) EN 3D
De Paul W.S. Anderson. Con Kit Harrington, Emily Browning, Carrie-Anne Moss, Adewale Akinnueye-Abgaje, Jared Harris y Kiefer Sutherland, entre otros. Música de Clinton Shorter. Duración: 105 minutos.
REGULAR. LOS ROMANOS EN TELA DE JUICIO…
Paul W. S. Anderson, de vasta notoriedad por “Resident Evil” en las cuatro versiones, como guionista y productor también, encaró “Pompeii” como espectáculo visual más que social. Pompeya fue una ciudad muy especial en la cultura romana. Pero aquí es un fabuloso show para entretenerse con la más alta tecnología. No mucho más.
El film se puede dividir en dos partes: la de acción y aventuras en el año 79 DC donde un esclavo (Kit Harington, el mismo actor de Game of Thrones) es llevado de Londres a Pompeya por los conquistadores romanos (las ruinas romanas quedan por toda Inglaterra). El esclavo deviene en gladiador y junto a su amigo (Adewale Akinnueye-Agbaje) debe luchar contra el yugo romano de un emperador corrupto (Kiefer Sutherland). Las secuencias de luchas son poderosas y tienen el aditamento de las artes marciales. En la segunda parte, la furia desatada en Pompeya por el volcán Vesubio es un plato fuerte que entra en la categoría de “catástrofe”. Recordemos que el 24 de agosto del 79 DC, en pleno verano meridional, la lava arrasó con la ciudad. El film muestra esta explosión volcánica feroz, a través de proyectiles de fuego, rocas y lava que el Vesubio lanzó sobre habitantes y ciudad. Historia de amor incluida, “Pompeii” es una película de neto entretenimiento con algunas consideraciones históricas un tanto “sui generis”. Veamos: el guión tiene una intencionalidad extraña, hasta ahora, desde el punto de vista histórico favoreciendo el poderío de los celtas. Ambas culturas fueron poderosas pero, sin duda, la romana fue decisiva para la cultura occidental no solo por las conquistas en sí sino por la cultura en todos sus aspectos que legó. Los celtas tuvieron sus virtudes, nadie lo pone en duda, pero poner en tela de juicio la capacidad de los romanos nos parece una exageración que falsea la historia. En esto debemos reconocer la mano del realizador que ha trabajado siempre en guiones de videojuegos donde se simplifican historias, personajes, y se busca el impacto por sobre la verdad. Destacamos que se haya mantenido el nombre de la ciudad en latín, Pompeii, una rareza para un film que intenta desbaratar la historia de los romanos. Para comer pochoclos y distraer la vista… Nada más.
Carlos Pierre
EL TERROR SEMANAL
EXTRAÑAS APARICIONES 2
De Tom Elkins. Con Chad Michael Murray,. Emily Alyn Lind, bigail Spencer, Kette Sackhoff, entre otros. Musica de Michael Wandmacher. Duración: 101 minutos.
REGULAR. MÁS DE LO MISMO
“Extrañas apariciones 2” le da una vuelta de tuerca al film anterior. En este caso es una niña (Emily Alyn Lind) quien recibe la vista de los fantasmas. La locación es Georgia, en Estados Unidos, un sitio especial y bellamente arbolado donde está la casa recién alquilada de sus padres. Buscan sosiego… Los fantasmas se hacen presenten y la calma se destruye. Lo curioso (si es que lo es…) reside en que la pequeña no se asusta. Espectros de habitantes del lugar en 1850, trataron de escapar a la esclavitud de entonces. Hay una vuelta a un tema en boga: la esclavitud de los negros en la Norteamérica pre Guerra de Secesión.
Fantasmas del siglo XIX, un niña como imán, terror en los padres, la casa recién alquilada, son los ingredientes de esta película que produce un “dejá vú” importante. Todo fue visto antes, todo es previsible, aunque los sustos siempre son tales y logran el efecto buscado en el espectador. Nada de razonamiento, solo estimulación de los sentidos. Para fans del género.
Carlos Pierre


jueves, 13 de febrero de 2014

"PHILOMENA", "ROMEO Y JULIETA" Y "ROBOCOP", LO MEJOR DEL CINE DE ESTE JUEVES




JUEVES 13 DE FEBRERO DEL 2013.-
Hay seis estrenos de cine. Entre ellos, las argentinas “Rodencia y el diente de la princesa”, de David Bisbano, coproducción nacional y peruana que ganó el premio a la mejor película infantil en BAFICI 2013, es una apuesta más que digna en 3D al buen cine animado latinoamericano. “Los desechables”, de Nicolás Savignone, se ofrece en Arte Cinema, sobre la violencia femenina. Un director con buen futuro.

LA HISTORIA DE LA SEMANA

PHILOMENA
De Stephen Frears. Con Judi Dench, Steve Coogan, Bárbara Jefford, Ruth McCabe, entre otros. Música de Alexandre Desplat. Duración: 98 minutos.
MUY BUENA. PEQUEÑA GRAN HISTORIA
Este film, Philomena, nominado a los Oscar, nos cuenta un hecho real: Philomena Lee quedó embarazada en su adolescencia, 1952, su familia la abandonó por vergüenza y la envió a un convento irlandés, en Roscrea. Su hijo Anthony fue vendido a una familia desconocida norteamericana. Philomena nunca abandonó la idea de reencontrar a su hijo y, con el tiempo, se contactó con un periodista, ex agente de la BBC, Martin Sixsmith, quien había trabajado también en el gobierno del premier Tony Blair. A partir de este contacto, Philomena inició la búsqueda de su hijo.
La película de Stephen Frears tiene numerosos aciertos. El principal, es contarnos una historia de vida, de ésas que en el cine se llaman “pequeñas”, con fruición por el relato contando con las actuaciones de Judi Dench y Steve Coogan. El realizador logró marcar claramente la diferencia de personalidades de ambos: ella sencilla y devota, con los pies en la tierra, y el periodista como un hombre culto, cínico y ateo. Mala confraternidad que van superando a lo largo de la narración. Y he aquí otros de los “quid” de este film.
La historia se basa en el libro del propio Martin Sisxmith titulado “The lost child of Philomena Lee”, que tuvo enorme repercusión. Las locaciones elegidas fueron Irlanda y Washington. Como clásico melodrama, la película trasciende esos límites y se transforma en una búsqueda esencial que gana en altura dramática, emocional. La tristeza y la alegría, el ímpetu y la desazón, son ingredientes que movilizan profundamente a lo largo del film. E incluye una crítica a las monjas del convento irlandés del Sagrado Corazón de Jesús. El film narrando este caso real ha tenido consecuencias más que gratas en tiempos en que la Iglesia Católica ha resuelto tomar el toro por las astas: la verdadera Philomena Lee y el actor Steve Coogan se reunieron con el Papa Francisco. Buen augurio para tantas madres a las que se les ha arrebatado los hijos estando en entidades eclesiásticas como la mencionada.
Recomendamos esta película. Es de esas historias que el cine nos regala de vez en cuando donde la realidad y la emoción nos golpean el corazón.
Carlos Pierre

EL REGRESO DE UN CLÁSICO

ROMEO Y JULIETA
De Carlo Carlei, basado en los textos de William Shakespeare, con guión de Julian FEllowes. Con Douglas Booth, Haille Steinfeld, Paul Giamatti, Ed Westwick, Christian Cooke, Laura Morante, entre otros. Coproducción ítalonorteamericana. Música de Abel Korzeniowski. Duración: 118 minutos.
BUENA. “REBOOT” DEL CLÁSICO DE SHAKESPEARE DE ESPLENDOR VISUAL
Esta nueva adaptación del clásico de William Shakespeare, Romeo y Julieta, cuenta con un deliberado aggiornamiento: la propuesta es menos teatral y tiene muchos exteriores, lográndose la impronta cinematográfica. Esto la acerca a las generaciones de los más jóvenes, sin acartonamiento de ningún tipo.
El guión de Julian Fellowes no se apartó de la riqueza literaria de Shakespeare que fluye en cada secuencia. La música de Abel Korzeniowski evitó el período de Elizabeth Primera, y buscó cánones actuales, incluso para la famosa escena del baile en la casa de los Capuletos.
Douglas Booth compone a Romeo y Hailee Steinfeld a Julieta, muy jóvenes tal como los imaginó y creó Shakespeare. Dos locos de amor, atrevidos, tristes destinatarios de la rivalidad de dos familias de Verona. Como siempre, se destaca la labor de Paul Giamatti como Fray Lorenzo, artífice de intrigas y brebajes, según los conocimientos de la época.
A diferencia de otras versiones (la versión de Leonardo Castellani de 1954 con Laurence Harvey y Susan Shentall, la versión de Franco Zeffirelli de 1968 con Leonard Whiting y la argentina Olivia Hussey, la versión de Baz Luhrmann de 1996 con Leonardo Di Caprio y Claire Danes), el director Carlo Carlei contempla la magnificencia y la amplitud de los palacios de las dos familias en pugna. Sin menoscabar las versiones mencionadas, Carlei logró un planteo escenográfico más contundente, con una fotografía espléndida y sólida de David Tattersall. Resulta ocioso explayarnos sobre los caracteres de otros personajes notables como Teobaldo y Mercucio, Benvolio y el ama de Julieta. La famosa escena del balcón y la secuencia del final trágico de la pareja son de una riqueza visual conmovedora. La opción para el lector es simple: si se quiere una versión teatral, ésta no es la película. Si, en cambio, buscamos emocionarnos con los dos amantes inmortales, tendremos dos horas de intensidad y belleza, además de releer con el corazón un texto insoslayable.
Acotamos que hay una deliberada puesta a favor de los jóvenes donde el erotismo no aparece porque no fue la base del amor narrado por Shakespeare sino la espontánea ebullición del amor entre los jóvenes. Véala.
Carlos Pierre

LA VUELTA MÁS ESPERADA

ROBOCOP
De José Padilha. Con Joel Kinnaman, Gary Oldman, Michael Keaton, Samuel L. Jackson, Jennifer Connally, Will Smith, William Hurt, entre otros. Música de Pedro Bromfman. Duración: 118 minutos.

MUY BUENA. SÁTIRA INTELIGENTE CON NUEVO ROBOCOP

José Padilha es el excelente director de Tropa de Elite, film brasileño que le abrió las puertas de Hollywood, y que recomendamos ver. Para reversionar “Robocop” de Paul Verhoeven de 1987, se unió a un buen equipo de guionistas (Zetumer, Neumeier, Miner) que lograron un Robocop humanizado, y, especialmente, afecto a su familia y a su pequeño hijo. La historia se ubica en 2028 si bien no hay una visión futurista y, a veces, incómoda para el espectador. Samuel L. Jackson abre el film como el conductor de tevé Pat Novak, que, a través de impresionantes y gigantescas holografías en el estudio, puntualiza el papel de “vector de la paz” en el mundo de los Estados Unidos al plagar a los países con robots que “controlan” que haya paz y liquidan sin piedad a aquel ciudadano que no está registrado como tal. La primera muestra es Teherán, oh casualidad. La ironía se desprende no solo del guión sino de la actuación de Jackson que esboza una de esas sonrisas que nos hace pensar que no cree justamente lo que está diciendo.
Alex Murphy es el personaje principal, a cargo del nórdico Joel Kinnarman, un policía que es herido brutalmente en un atentado y que, para salvarle la vida, es trasladado a la empresa Omnicorp, cuyo dueño es Raymond Sellars, avejentado Michael Keaton (el Batman de Tim Burton, visitó nuestro país en la década del 80). El científico que genera estos robots es el doctor Norton, que encarna el siempre magnífico Gary Oldman (inolvidable Beethoven de “La amada inmortal”). La nueva versión de Robocop es espeluznante para el espectador: al policía Murphy solo le han quedado el cerebro, el rostro, una mano, su tráquea y los pulmones y corazón. Y esto se ve a través de la nueva tecnología, y resulta impactante.
La historia se centra luego entre la lucha entre el bien y el mal, entre los científicos escrupulosos y los empresarios que no lo son. Entre una esposa que quiere que su marido viva como sea y un niño que espera a su padre tenga cuerpo humano o de metal. Por sobre esta historia, que es la preocupación del nuevo Robocop, está el tema de la paz mundial a manos de los Estados Unidos, narrada con ironía poco usual y con una actuación breve pero riquísima de Samuel L. Jackson.
¿Es conveniente acaso que el país del Norte llene el mundo de robots espías, hay científicos que ya están pensando en este tipo de “seguridad” mundial, es ésta la que asegura la “paz de los norteamericanos” y la guerra para el resto de la Humanidad? El film tiene un guión inteligente y superior al de las anteriores versiones, porque no se trata de tirar tiros porque sí ni aún con la premisa de la paz mundial según un país. Se trata de que, por sobre todo, hay una familia. No es poco para el “entertainment”. Le va a gustar.
Elsa Bragato

EL MELODRAMA DEL MES

UN CUENTO DE INVIERNO
De Akiva Goldsman. Con Colin Farrell, Jessica Brown Findlay, William Hurt, Russell Crowe, Will Smith, Eva Marie Saint, Jennifer Connelly, entre otros. Música de Hanz Zimmer, Rupert Gregson-Wiliams y KT Tunstall. Duración: 118 minutos.

REGULAR. FANTASÍA SOBRENATURAL PARA UN AMOR DE UN SIGLO

Ganador del Oscar por “A beautiful man”, hacedor de “Soy leyenda”, Akiva Akerman es un hombre de prodigiosa imaginación y de recurrente esperanza sobre el poder de la mente, la energía cósmica y las capacidades paranormales. En “Un cuento de invierno”, se basa en el libro del periodista Mark Helprin, de 1983, de igual título que el film, en el que se narra una historia sobrenatural y real al mismo tiempo: la llegada en una canasta a las orillas de New York con un bebé a fines del siglo XIX es el comienzo de la vida de Peter Lake (Colin Farrell), que no será precisamente un hombre de buena vida sino un ladrón de poca monta para sobrevivir. Un demonio, Pearly Soames, encarnado por Russell Crowe, a su vez comandado por Lucifer, un extraño Will Smith (conocedor de la imaginación de Goldsman) lo persigue, pero un caballo blanco (Listo, de origen andaluz que “encarna” a Athansor) se le aparece y, volando, lo salva del acoso de Soames. Ese caballo aparecerá varias veces y es el símbolo de los milagros que en esta oportunidad utiliza el realizador Goldsman.
La historia se ubica en 1916 y en el presente, en New York. La historia de amor que persigue a este inmortal Peter Lake tiene un tratamiento completo en una primera parte de la película, contando con la actuación de William Hurt como el padre de la joven que enamora a Peter pero que está a punto de morir por tuberculosis, mientras que, en lo que llamamos la segunda parte, en pleno siglo XXI, el protagonista busca con desesperación la misión de su vida, ese milagro que lo redimirá y lo dejará morir en paz. Curiosamente, ha sobrevivido más de un siglo…
Las idas y vueltas entre la casa de los “Penn” (Tarrytown) donde vive la bella Beverly a comienzos del siglo XX, y el Central Park siglo XXI neoyorquino donde Peter – Farrell dibuja con desesperación el retrato de una joven pelirroja, confunde. El relato se hace denso. Se entiende que Lucifer sobreviva y que su despiadada mano armada (Crowe) lleve un siglo o más sobre sus espaldas. Pero el relato cae en inverosimilitud cuando aparece el personaje de Jennifer Connally, madre de una niña… pelirroja en pleno siglo XXI en un camino del Central Park. Se mezcla el cuento de invierno (relacionado con la nieve que rodea al amor entre Peter y Beverly Penn) con el tradicional relato de la Bella Durmiente.
Es cierto que no se le puede achacar que no haya imaginación, que no emocione en varias secuencias, y que es muy noble el objetivo de la historia. El problema está en el guión, que no resuelve con claridad las idas y venidas en el tiempo  provocando confusión con vueltas de tuercas que alargan innecesariamente la historia. Se fuerza una búsqueda del final y esa búsqueda la sufrimos en la plantea. El director debió saber qué final darle!!!!!Hay gran belleza visual y un elenco poderoso. Pero el guión hace agua. Una historia de amor desperdiciada.
Elsa Bragato