JUEVES 5 DE DICIEMBRE DEL
2013.-
Hay
siete estrenos de los cuales dos son argentinos: “Una familia gay”, de Maximiliano Pelosi, un documental sobre las
parejas homosexuales que deciden casarse y las que debieron esperar muchos años
en virtud de la reciente ley nacional que así lo permite entre parejas de igual
sexo. Y “La boleta”, la opera prima
de Andrés Paternostro, con el protagónico de Damián de Santo, junto a Roly
Serrano y Marcelo Mazzarello y Claudio Rissi, sobre la suerte de un hombre
común que pierde todo y compra una “boleta” de lotería que le es robada. Y allí
se inicia el film. Decimos que está bien filmada (Paternostro ha sido
camarógrafo de Polka durante años) y muy bien actuada. Una comedia chiquita
pero eficaz. Comedia a la argentina que suele tener buena aceptación del
público. Simpática.
“Machete
Kills” es un film clase B demasiado extenso, con el feo de Danny Trejo en
el rol central y presentaciones, a manera de cameos, de famosos como Antonio
Banderas con bigotes, Carlos Estévez (el otro hijo de Martin Sheen), Charles
Sheen, Mel Gibson, Lady Gaga, entre otros superfamosos. Explosiones de muertes
y de gags ya conocidos y excesivos en tono irónico.
“EL otro hijo” es un film de la cineasta francesa Lorraine Lévy, que
encara el conflicto de Medio Oriente desde otro punto, uniendo lo social con lo
político: por una equivocación, una madre palestina recibe como su hijo a un
niño judío mientras que su propio hijo es dado en adopción a una familia judía.
Se analiza la relación de ambos jóvenes, cuyas identidades entran en profundo
conflicto. Es un buen film, interesante, que aporta una mirada social muy
valiosa sobre Palestinos e Israelíes
EL “TANQUE” DE LA SEMANA
KON-TIKI
De Joachim Ronning y Espen
Sandberg. Con Pal Sverre Valheim Hagen, Anders Baasmo Christiansen, entre
otros. Música de Johan Söderqvist. Duración: 118 minutos. Noruega, 2012.
MUY BUENA. ATRAPANTE REMAKE DEL
DOCUMENTAL DE 1947
El
viaje que en 1947 hizo el explorador noruego Thor Heyerdahl cruzando el
Pacífico en una balsa de troncos, unidos por sogas, a fin de demostrar que los
nativos de Sudamérica fueron los primeros en arribar a la Polinesia, es una ficción histórica excelente, en
la que la industria noruega invirtió 16 millones de dólares, un hecho único en
el cine del país nórdico.
Es realmente un film atrapante, que
cuenta con una fotografía de excepción: la espectacular escenografía natural
del océano más grande del planeta con un plano zenital al enfocar la Vía Láctea
en todo su esplendor.
Basado
en el libro de Thor Heyerdahl y en el documental que realizó en blanco y negro
entonces, cubriendo, desde el 28 de abril de 1947, los 101 días de navegación, se redescubre la soledad de los seis
navegantes intrépidos en el Pacífico, tal vez como un parámetro de las
incursiones vikingas a las costas de América del Norte, además de hacerle honor
a la tradición marinera de Noruega. Destacamos que el film logró el Oscar en
1951, y en realidad fue un documental filmado en 16 y en 35 mm. Y compitió como
mejor película extranjera en la última entrega de los Oscars.
Los
navegantes recorrieron 8 mil km, acechados por tiburones y a merced de las
poderosas corrientes marinas y los vientos que caracterizan al océano. Está
filmado en Noruega, Malta, Tailandia, Bulgaria, Estados Unidos (New York),
Suecia y se habla en sueco, inglés, noruego y francés.
Estamos
frente a un film de aventuras que rescata un hecho real, histórico, que
conmovió en aquellos años 40 y 50 y que no deja de estremecer hoy por la
valentía de los navegantes. A esto le añadimos la tecnología actual que aporta
secuencias fascinantes. Una pequeña joya en “remakes” que vale la pena ver.
Carlos Pierre
EL ESPIONAJE INFORMÁTICO DE LA SEMANA
PARANOIA
De Robert Luketic. Con Liam
Hemsworth, Harrison Ford, Gary Oldman, Amber Heard, entre otros. Música del DJ
Junkie XL. Duración: 106 minutos.
BUENA. LA INFORMÁTICA Y LA
PRIVACIDAD EN EL TAPETE
El
espionaje tecnológico está de toma, luego de Wikileaks y los demás
denunciantes, hoy asilados en diferentes países. Y, con ellos, los servicios de
inteligencia de los Estados Unidos quedaron al desnudo. “Paranoia” se basa,
justamente, en dos magnates de la tecnología, considerados los más poderosos
del mundo, personajes a cargo de Gary Olman (Nicolás Wyatt) y de Harrison Ford
(Jack Goddard, una personificación que lo muestra calvo y con notable
envejecimiento). Un joven sediento de poder, que encarna Liam Hemsworth (Adam
Cassidy) se introduce en la oficina de uno de los magnates como “ariete”
enviado por el otro personaje, Ford.Goddard. “Troyar” es el término más
utilizado, en obvia alusión al “caballo de Troya” griego y al empleo del
término en los temibles virus que infectan las computadoras. Esos “regalos”
inesperados que destruyen información, como ocurrió con el hecho histórico
aunque en otro contexto.
Hace
escasos días veíamos “El quinto poder” donde el ex socio de Assage, creador de
Wikileaks, desnudaba el mundo de la empresa que difundió los informes secretos
de los Estados Unidos logrados a base de espionaje a gobiernos de todo el
mundo. Y si fue inquietante conocer cómo las decisiones gubernamentales eran
espiadas con fines “non sanctos”, también resulta perturbadora esta película
donde se intenta probar que es una utopía creer que tenemos intimidad,
privacidad.
En
la vibrante New York se “cocinan” estos espionajes cuyo alcance los habitantes
de la Tierra aún desconocemos. La tecnología norteamericana, una vez más,
resulta apabullante y deja al espectador un tanto desvalido porque en esta
parte del mundo es prácticamente imposible que exista semejante tecnificación
(teniendo en cuenta que la mayoría de expedientes de todo tipo aún se asientan
en expedientes de cartón y papel, por ejemplo). Si bien hay secuencias que
producen “dejá vu”, las vimos o no antes?, el film atrapa por la propuesta y
porque tiene dos grandes actores como puntales de esta rivalidad en la que
alguien puede perder no solo información digitalizada sino también la vida.
El
australiano Robert Luketic realiza una película, por momentos, vibrante e
intensa, y genera vértigo para quien le
interese el tema. Nos muestra hasta dónde puede llegar la ambición y el
regodeo por el poder y, en este sentido,
es un alerta para las sociedades del mundo. La utilización de la
informática, en sí un bien enorme para la humanidad, pero… es una de las armas
más temibles.
Carlos Pierre
EL DELIRIO DE LA SEMANA
ESTE ES EL FIN
De Seth Rogen y Evan
Goldberg. Con Seth Rogen, Jay Barruchel, James Franco, Jonah Hill, Danny McBride,
Jason Segel, Michael Cera, Emma Watson, Channing Tatum, Rihanna, entre otros.
Música de Henry Jackman. Duración: 107 minutos.
MUY BUENA. CUANDO LOS ACTORES
SE DIVIERTEN
Que
los actores de Hollywood se rian de sí mismos y parodien a diferentes géneros
es casi una novedad porque aquí lo hacen con sus nombres reales. Seth Rogen
logra, junto a Evan Goldberg, su opera prima luego de cumplir con protagónicos
donde develó sus cualidades actorales aún cuando no es un “babyface”. Espera a
un amigo en el aeropuerto de LA, y se dan una panzada de drogas de todo tipo,
bien expuestas, alcohol y videojuegos y, por si fuera poco, es Seth, así, con
su nombre y apellido reales, quien invita a Jay Barruchel a la casa del
superfamoso James Franco, que él mismo diseñó. Una fiesta de aquéllas. De
pronto, la ciudad se transforma en un caos, se abre la tierra, se traga a
famosos y no tanto, y seis hombres, entre ellos Seth, Barruchel y Franco,
quedan atrapados en esa mansión. El problema sobreviene: qué hay de comida y
para cuánto tiempo porque la ciudad es un verdadero infierno y la casa está
rodeada de gigantescos hoyos que van hasta el mismísimo magma del planeta.
La
parodia a los films de aliens, religiosos con exorcismos incluidos, da pie a
secuencias hilarantes, algunas con escatología abundante, y un instinto
homosexual que ronda pero no se concreta. Mujeres a la vista ya no hay. Un
monstruoso ser se apodera, y uno puede imaginarse cómo, de uno de los actores,
por lo que será un enemigo más pero en la casa, un poseído al que hay que
exorcizar armando cruces con utensillos de cocina. Los haces de luz que surgen
del cielo “coptan” a los que son buenos y se arrepienten, mientras que los
malos quedan a merced del resto de la sociedad, hambrienta, y ya sabemos que
terminarán como “plato favorito”, así, en vivo y en directo y sin cocción.
Si
bien al principio creemos ver una chiquilinada de Hollywood, el delirio del
guión, que nos recuerda a la primera “Qué pasó en Las Vegas”?, va atrapando por
los disparates sin cortapisas que vemos como a Channing Tatum convertido en
perro faldero que se entrega sexualmente para no perder la vida o la parodia de
El exorcismo y algún dejo de “El bebé de Rosemary”, entre otros films que los
mismos actores van mencionando. También hablan, con desenfado, sobre los
propios narcisismos sabiendo que los pueden utilizar como un arma para mentir
“actuando” y llegar al cielo. Los monstruos están presentes, pero sin exceso, y
nos recuerdan a los tanques alienígenas que hemos visto. Es decir, un compendio
hilarante y delirante del mundo de Hollywood en manos de excelentes actores que
no tienen vergüenza en mostrarse con todas sus debilidades, y eso que las hay
de todo tipo. Si no sos muy cinéfilo, puede ser que te quedés afuera de algunas
situaciones pero, en definitiva, el delirio te
hará reir.
Elsa Bragato