JUEVES 17 DE OCTUBRE DEL 2013.-
Hay 9 estrenos de cine que incluyen
cinco films y documentales nacionales. La semana pasada comentamos “La guerra
del fracking” de Solanas, que se pasó
para este jueves sin previo aviso. No comentamos el estreno de “El problema con
los muertos es que son impuntuales”, documental sobre los rituales a la hora de
la muerte de los que participa Péculo, el empresario que creó los cementerios-parque
privados en el país, como tampoco el film “Pies en la Tierra” de Mario
Pedernera, sobre un hombre discapacitado de 33 años. Ni el pequeño film
extranjero pero con suerte de ser estrenado en grandes salas titulado “La
hermana”, de Ursula Meier, sobre la relación de dos hermanos.
LAS DOS PELÍCULAS DE LA SEMANA
CAPITÁN PHILLIPS
De Paul Greengrass. Con Tom Hanks, Barkhd Abdi,
Catherine Keener, entre otros. Música de Henry Jackman. Duración: 134 minutos.
MUY BUENA. VIBRANTE DRAMA DE ACCIÓN SOBRE UN HECHO
REAL
Paul Greengrass fue realizador de
Ultimatum Bourne y de United 93, el mejor film sobre el ataque a las Torres
Gemelas. Es notable su capacidad para filmar acción de manera verídica,
conmoviendo al espectador. Con el libro “A captain duty”, del capitán Richard
Phillips, logró otra espectacular película de acción que, aunque dura 134
minutos (incluidos los créditos), da la impresión de tener muchos menos, tal es
la acción sinfín desarrollada con las cámaras y el nervio de Greengrass.
Tom Hanks, ganador de dos Oscars,
admirado en Hollywood y todo el mundo, vuelve al centro de la acción con un
film donde puede demostrar, especialmente en las secuencias finales, su
capacidad. Los hechos posteriores al rescate ponen a Hanks en una situación
actoral que solo le conocimos en Philadelphia.
El film cuenta la captura del barco
Maersk Alabama en el 2009 por cuatro somalíes con metralletas. Es un buque
cargado de alimentos para las zonas pobres de Africa, incluyendo Somalia. Pero
debe cruzar la Cuenca Somalí, plagada de piratas, y solo por la actitud severa,
serena, del capitán Richard Phillips, no hay más muertos que los que se
muestran. Un hecho real, conmovedor, bien contado, con un clima de tensión
logrado por las cámaras y el planteo de filmación de Greengrass y la música
incidental de Jackman, a manera de reloj de bomba a punto de estallar.
En principio, da para pensar el
despliegue naval de los Estados Unidos frente al rapto de uno de sus hombres, uno
solo que amerita la llegada de un portaviones, dos buques de guerra, y un
sofisticadísimo sistema de armas con capacidad de proyectar en una pantalla sus
objetivos. Ya no es la luz infrarroja de los 80 sino la transmisión en imágenes
y grabación al mismo tiempo de los “targets” a los que apuntan. Todo este
arsenal debe luchar contra la porfiada actitud de los cuatro somalíes
dispuestos a matar al capitán Richard Phillips. Exageración real frente a una
mínima amenaza a la seguridad de un estadounidense.
Más allá de cualquier pensamiento que se
pueda tener al respecto, o del estupor que causa el hecho de que los datos de
cada ciudadano del mundo estén cargados en computadoras que no son las de
nuestros países, estamos en presencia de un film de intensa acción, de
principio a fin, sin descanso para el espectador, con secuencias impactantes a
cada instante.
Marcamos algunos momentos cruciales: el
abordaje de los somalíes al carguero norteamericano (en medio de potentes
chorros de agua que salen del buque para hundir los gomones pirata) con una
escalerita que parece de alambre retorcido; la captura del rehén, el bote
salvavidas, la desesperación del capitán Phillips al arrojarse al océano
(escena de algo impacto emocional), el intercambio de “capitanes”. En este
caso, asombra la ingenuidad de uno de los captores, a cargo del ahora actor
somalí estadounidense de 26 años llamado en la vida real Barkhad Abdi, que
ceden al engaño del “hombre blanco”. Sin dejar de lado el “Scan-eagle” que es
como para sentirnos espiados siempre.
Todo es nervio, acción sinfín, un Tom
Hanks que no convence al comienzo pero que va ganando en calidad actoral cada
segundo que pasa hasta la culminación del film (notable interpretación),
dramatismo que no cesa, y una de esas películas vibrantes y conmovedoras. Dos
opuestos: el veterano Tom Hanks en gran papel y el novel somalí Barkhad Abdi
como el contrahéroe, ambos capaces de mantener en vilo a la audiencia y de
cargar en sus espaldas con la columna vertebral del relato. No se la pierdan.
Elsa Bragato
RIDDICK
De David Twohy. Con Vin Diesel, Jordi Mollá, Matt
Nable, entre otros. Música de GrameRevell. Duración: 114 minutos o bien 128
minutos en versión extendida.
BUENA. UN HÉROE AGÓNICO EN UN RELATO SOMBRÍO
Riddick es la tercera parte de este
antihéroe furyano que encarna Vin Diesel. Las anteriores fueron Pitch Black y
Las Crónicas de Riddick. Nos muestran al protagonista abandonado a su suerte en
un planeta yermo, a punto de desaparecer porque una tormenta en el horizonte
amenaza con calcinarlo.
La primera secuencia introductoria es
acertada: un enorme pájaro alienígena se lanza a mordisquear un brazo humano
semienterrado en una superficie agrietada. Es el de Riddick que está vivo,
cuando se lo cree muerto. Pero esa mano es suficiente para iniciar la acción
del film.
La primera parte, además, del film, está
muy delimitada y es silente, sin parlamentos, con el accionar desesperado del
protagonista que lucha contra feroces coyotes alienígenas, adoptando uno como
mascota. Lo rodea un paisaje árido y desolador, con connotaciones del oeste americano.
Hay criaturas acuáticas, cangrejos que atacan, y que emergen del lodo. Riddick
solo cuenta con su faro de emergencia que se puede ver desde otro planeta. La
segunda parte se produce con el arribo de una raza de mercenarios que buscan
recompensa por capturar a Riddick. Lamentablemente son hispanos y resulta
bastante molesto que los “salvajes” y los “malvados” sean de esta parte del
largo continente americano. La tercera parte se centra en el duelo de Riddick
con otro personaje (lo tiene que descubrir el espectador…) que viene a cobrarse
una deuda personal.
El film tiene flashbacks que son los
únicos que nos remiten a los anteriores de la saga y las únicas referencias
posibles para comprender que estamos ante el mismo héroe que da nombre a las
crónicas. De ser un antihéroe ganador a este hombre dejado a su suerte hay un
largo trecho y solo se comprende si se considera a la película como una
transición entre las dos realizadas y las que ya están en marcha, dos más.
En cierta medida, hay decepción porque los
antihéroes o héroes o protagonistas de sagas tienen características especiales
que aquí no se ven si bien Riddick está en una situación que solo una fuerza
personal poderosa puede superar. Es un film muy sombrío, un testeo de futuras
aventuras, un Riddick que puede ser un perdedor sin más razones que las que
permiten hacerlo renacer casi de sus propias cenizas. El ingenio esta vez ha
escaseado o bien se ha contagiado del mundo estéril que presenta. Esperemos la
próxima para ver si Riddick vuelve a ser quien era.
Carlos Pierre
LA TRAMPA DE LA SEMANA
APUESTA MÁXIMA
De Brad Furman. Con Justin Timberlake y Ben Affleck,
producción de Leonardo Di Caprio entre otros, música de Christophe Beck.
Duración: 91 minutos.
REGULAR. ABURRIDO RELATO SOBRE LAS APUESTAS
Sin más atractivos que los dos actores
protagónicos, con bellos paisajes de Costa Rica, Apuesta Máxima (Runner Runner)
es realmente un fiasco para el espectador. Cuenta el caso de Rickie, a cargo de
Justin Timberlake, que apuesta al póker vía internet para poder pagar la
universidad. Pero es descubierto y echado, además de haber perdido a manos de
un timador los dólares que le quedaban. Decide investigar y viaja a Costa Rica
donde conoce a uno de los líderes de las apuestas “online”, Ivan Block, que
encarna un poco convincente Ben Affleck (mejor director que actor).
Vivir de las apuestas, del “gambling”,
resulta más que tentador para Rickie que caerá en diversas trampas aunque
deslumbra con su capacidad al temible Block. A pesar de que se muestra a los
centroamericanos como violentos, a pesar de que se intenta dejar a esta parte
del mundo como una zona de pecados de diversa índole, no hay emoción alguna, no
hay momento en el que uno pueda identificarse con los personajes. Todo
transcurre en un tono medio dentro de una historia previsible y ligeramente
aleccionadora, siempre sobre las mismas bases: está mal apostar, hay que ser
honestos. Sin nervio en la narración audiovisual, se siente que se perdió el
tiempo al salir de la sala. No la recomendamos.
Elsa Bragato
LA SORPRESA DE LA SEMANA
CAÍTO
De Guillermo Pfenning. Con Luis Caíto Pfening,
Guillermo Pfenning, Marinha Villalobos, Romina Ricci, Juan Bautista Stagnaro,
Bárbara Lombardo. Producción de Pablo Trapero. Duración: 70 minutos.
BUENA. CONMOVEDOR DOCU-FICCIÓN
El reconocido actor Guillermo Pfening,
de larga trayectoria en cine con Pablo Trapero, Eliseo Subiela, Paula de Luque,
Lucía Puenzo, entre otros, así como con una aquilatada carrera televisiva en
Campeones, Valientes, Costumbres Argentinas, Doble Vida, y teatro en diversas
oportunidades, se lanza como director de largometrajes. Parte de su
cortometraje “Caíto” que logró el premio Georges Meliés en el 2004. Es sobre la
vida de su hermano Luis Caíto, quien se moviliza en un cuatriciclo en la ciudad
de Marcos Juárez, Córdoba, a raíz de una enfermedad.
Es un docuficción de Guillermo Pfening
quien, con el apoyo de actores, cámaras y luces, pergeñó una historia de amor
para su hermano cuando le manifestó su deseo de ser padre. Es documental porque
nos muestra a Caíto en su vida diaria, con su kinesiólogo, su trajinar en la
silla de ruedas por la ciudad, en boliches, con amigos. Siempre emprendedor,
entusiasta, querible y querido por familiares y amigos. La ficción surge por la
inserción de la historia de amor que Pfening organiza para su hermano,
mostrando su enorme generosidad y amor por Caíto, que es un ejemplo de
superación y de lucha por la vida.
Hay mucho amor en este film, se produce
una rápida empatía con el espectador. Y nos deja una verdadera lección de
fraternidad. Breve pero contundente, bien realizado.
Carlos Pierre
SOLO
De Marcelo Briem Stamm. Con Patricio Ramos y Mario
Verón. Música de Francisco Bendomir - Tamara Moser. Tema "No vas a volver"
compuesto e interpretado por Mike Zubi. Duración: 80 minutos.
MALA. ELEMENTALIDAD
Y CELULARES PARA UN RELATO POBRÍSIMO
Si bien “Solo” tiene una buena fotografía inicial y el director utilizó bien
los espacios escénicos, pronto se reduce a un encuentro casual claustrofóbico,
previsible, y sin mayor encanto visual. Julio y Manuel son los personajes
protagónicos, interpretados por Patricio Ramos y Mario Verón. Hay una tercera
que no es discordante.
El primer plano inicial dio indicios de algo bien realizado. Pronto
caemos en la trampa de que los diálogos serán elementales y que el celular
es el gran protagonista de varias secuencias, artilugio que evita filmar lo
que se nos “cuenta” y que, siempre, desluce cualquier narración
audiovisual.
De a poco, los cuerpos de los dos jóvenes, que se invitan vía chat a una
noche de placer, van dejándose ver, al principio con pudor, luego casi como en
un film condicional. No hay profundidad en los personajes, todo se reduce a una
venganza que no tiene sentido alguno, a largas escenas de besos, y a una
incapacidad literaria supina para darle carnadura a personajes y diálogos.
Aunque el film haya sigo aclamado en el exterior, como se indica en la
excelente gacetilla, nos parece muy pobre para retratar una relación
homosexual, remanida por lo previsible, y poco respetuosa de la elección
sexual de los personajes. Con mucho ingenio podemos suponer que es un
alerta roja sobre lo que puede significar una cita a ciegas. No obstante, el
doble juego de quién es el malo, quién es el que miente, si uno u otro, y la
resolución de la trama, no aportan nada porque nada hay en el guión salvo el
gusto, el placer, de mostrar a dos jóvenes desnudos besándose, intentando
amarse y a uno de ellos que, repentinamente, inventa una venganza. Siendo
nuestro país una nación de avanzada en su legislación sobre las parejas
homosexuales, esta película no le hace honor. La elementalidad en su máximo
exponente.
Elsa Bragato