JUEVES 22 DE AGOSTO DEL
2013.-
Hay siete estrenos, de los
cuales tres son nacionales. Además se inicia la II Semana del Cine Documental
Argentino en el cine Gaumont, hasta el 28 de agosto. Vamos a comentar algunos
de los estrenos
LA ANIMACIÓN SEMANAL
ZAMBEZIA
De Wayne Thornby. Música de Bruce Retief, Duración: 83
minutos. Origen: Sudáfrica, 2011-12-
BUENA. PÁJAROS EN LUCHA
Zambezia, de acuerdo a este film sudafricano, es una
ciudad donde las aves viven en paz, ubicada cerca de las cataratas Victoria, entre
Zambia y Zimbabué, límite con Madagascar y, en parte, con Sudáfrica. Estas
cataratas rivalizan en imponencia con las del Iguazú. Hasta allí viaja un
halcón y tendrá que aprender a convivir de otra manera y hasta de ser el
salvador de sus congéneres por un tremendo peligro que los acecha.
No encontramos mayor diferencia con otras historias,
el bien y el mal a manera de clishés, con dibujos bien realizados pero que no
aportan originalidad. Claro, desde el punto de vista del adulto. Para los más
chicos, otro film de animación para pasarla bien.
Elsa Bragato
LA PELÍCULA DE LA SEMANA
JOBS
De Joshua Michael Stern. Con
Ashton Kutcher, Josh Gad, Lesley Ann Warren, entre otros. Música: John Debney.
Duración: 128 minutos.
BUENA. STEVEN JOBS EN UNA
BIOPIC CRUDA
Steve
Jobs fue un visionario, encarnado por Ashton
Kutcher en un verdadero desafío
actoral (por lo general, es actor de “comedietas”), el genio de la
computación, dueño de un espíritu empresario en busca de notoriedad y dinero.
Vivió intensamente, tal como lo refleja el film de Joshua Michael Stern, teniendo un carácter dictatorial y férreo,
buscando la perfección aún a costa de
despojarse de amistades que lo acompañaban en su meteórico camino.
Fue
un joven hippie en San Francisco, que andaba descalzo o en zapatillas, con un
paso muy singular, pequeños saltitos, llevando en vilo su gran estatura
(Kutcher da en el rol). Visitó la India, se alimentaba solo con frutas y en su
lugar de trabajo tenía una gran fotografía de Albert Einstein, su guía
intelectual. A los 19 años se asoció con su amigo Steve Wozniak (Josh Gad) para
fundar Apple y, desde ese momento, tuvo como objetivo llevar al mundo la revolución tecnológica (los
ordenadores personales, la producción de gráficos por computación, la famosa
Pixar –hoy unida a Disney-, la renovación de la industria musical con los Ipod,
Ipad e Iphone, etcétera).
Esta
biopic o biografía es parcial porque
solo toma 20 años de su vida, desde sus comienzos en 1976 hasta 1996,
cuando recupera el mando de Apple, la empresa que él había creado y perdido. El
realizador Stern nos ofrece un retrato de Jobs iluminado pero también nos
muestra a una persona fría, sin miramientos a la hora de dejar en
el camino a sus más estrechos colaboradores. La gloria debía ser para él y nadie más.
Se
trata, además, de una historia de vida que nos
produce reparos por el comportamiento despiadado de Jobs que le permitió
acceder a una fortuna incalculable, ocupando el puesto 11 de los más ricos del
mundo, en su momento, según la revista Forbes. Es un film interesante, con el
otro lado de un genio de la computación y
sus miserias y egoísmos. En los créditos del final aparecen los
protagonistas reales, y encontramos parecidos en los actores que los
interpretaron en el film. Hay una
apuesta a la similitud notable en el casting, dentro de una temática que,
en esta oportunidad, nos acerca la vida, en un tramo sustancial, de Steve Jobs,
fallecido tempranamente a causa de un cáncer. Ashton Kutcher, el “Jobs”
del film, realiza un excelente trabajo,
especialmente si tenemos en cuenta sus anteriores participaciones como
“baby-face”.
Carlos Pierre
LA RAREZA SEMANAL: SÓLIDO Y CONMOVEDOR FILM MENDOCINO
ROAD JULY
De Gaspar Gómez. Con Federica
Cafferata, Francisco Carrasco, Betiana Blum, Mirtha Busnelli, entre otros. Música
de Maxi Amué. Duración: 88 minutos.
MUY BUENA. UN VIAJE A LA PATERNIDAD
De singular calidad es este film del
mendocino Gaspar Gómez, donde encara
una “road movie” con un padre que se acaba de enterar de que lo es, Santiago, de origen chileno, y su hija Julia
de 10 años. El personaje de Santiago lo encarna el actor chileno Francisco Carrasco, afincado en el país
hace 15 años, específicamente en Mendoza, donde se rodó la película, mientras
que el protagónico de Julia lo compone la sorprendente Federica Cafferata, de 13 años hoy, quien tiene una firme carrera
en distintos países sudamericanos.
Hay dos abuelas fuertes, a cargo de dos
grandes actrices: la materna, que compone Betiana Blum, y la paterna, Mirtha
Busnelli. Diferentes clases sociales
pero con la misma pasión por conocer a esa niña que es su nieta y que, a raíz
del fallecimiento de su joven madre, se acaban de enterar de su existencia.
Santiago no puede creer ser padre y resulta ser comprendido en este asombro interior por su pequeña
hija Julia, que lo saca de más de un apuro en el camino hacia la casa de la
abuela materna, en un viejo y semiaveriado Citroen 3CV.
Es en este largo tramo donde el film
gana en hondura y donde aparece la profunda simplicidad de un hombre joven que debe adaptarse a que esa niña,
que lo mira, es nada menos que su hija, a quien nunca antes había conocido por una
decisión de la madre.
Observamos
una cámara muy ágil, muy sólida, de Gaspar Gómez, con un plano secuencia inicial importante, preciso. Hay una excelente fotografía tanto de los
paisajes naturales como de los interiores, buenos planos, sin caer en clishés
lo que habla de un estilo propio y maduro de Gaspar Gómez. La banda sonora de Maxi Amué también es importante porque está bien
ubicada. No solo hay música incidental sino que el director se permite los
silencios en medio de los diálogos, y un trabajo
de sonido, remarcamos, poco frecuente en el cine nacional.
Solo hacemos hincapié en localismos y
frases escatológicas que están fuera
del entorno familiar propuesto por el film. Un muy buen film, intimista, para disfrutar y emocionarse.
Elsa Bragato
II SEMANA DEL CINE DOCUMENTAL ARGENTINO
CINE GAUMONT, 23 AL 28 DE AGOSTO
La Asociación de Directores y
Productores de Cine Documental Independiente de Argentina (ADN) inicia esta
semana con material diverso, de alta calidad. Se exhiben “Imágenes paganas”
sobre Federico Moura (conjunto Virus), “Años de calle” de Alejandra Grinschpun,
“Boxing club” de Víctor Cruz, “Huellas” de Miguel Colombo, “El latir de los
llanos” de Eduardo Sánchez, “Mika, mi guerra en España” de Fito Pochat y Julio
Olivera, y “La toma” de Sandra Gugliotta. Comentamos “Mika, mi guerra en
España”, de Pochat y Olivera.
“MIKA MI GUERRA EN ESPAÑA”
De Fito Pochat y Julio Olivera. Documental basado en
el libro homónimo de Mika Etchebehere.
EXCELENTE. RESCATE HISTÓRICO DE UNA PERSONALIDAD
POLÍTICA ARGENTINA
El acopio de documentales de la guerra
civil española, acaecida a partir de 1936, es notable en este film que incluye
una nota realizada a la protagonista en 1984. Mika Feldman de Etchebehere tomó
el apellido de su esposo, Hipólito, ambos nacidos en la Argentina (ella, en
Moisés Ville, Santa Fe, en 1902, y él, en Santa Fe, de familia francesa, en
1900). Se conocieron en la universidad en Buenos Aires y rápidamente se unieron
a la corriente trostkysta tras vivir la semana sangrienta en Buenos Aires.
Recorrieron el sur del país, ella como odontóloga ambulante, hasta parar en
Esquel y juntar dinero para viajar a Europa. Primero recalaron en Berlín, luego
pasaron por Francia y finalmente, vía Cataluña, se unieron a las fuerzas
anarquistas del Puom para luchar contra la dictadura española. En la primera
batalla, el asalto de Atienza, falleció Hipólito. Mika quedó al frente siendo
nombrada “La capitana” por los combatientes.
Es singular conocer la historia de
combatientes de todo el mundo, de filiación anarquista, que se sumaron a la
guerra civil española, en la que intervinieron tropas alemanas y hasta otras
enviadas por Stalin, aviación incluida, para sofocar a los rebeldes que era una
gran mayoría. De esos grupos, por ejemplo, surgió Ramón Mercader, el futuro
asesino de Trostky, cuando Stalin confirmó su creciente traición a sus ex
camaradas de lucha.
Mika cuenta su historia de lucha, la
unión con Hipólito, su viudez temprana y sus convicciones hasta poco antes de
morir. En 1939, terminada la guerra civil, tras sufrir cárcel, vino al país
escapando de la ferocidad de Hitler contra los judíos. Regresó a París en 1945,
permaneciendo hasta su muerte en 1992 a los 90 años. Vale añadir que en 198
ayudó a los estudiantes parisinos en sus famosas barricadas, que quedaron en la
historia como “mayo del 68” y, cuando en 1976 tomó el poder la dictadura
militar en nuestro país, organizó un meeting a favor del pueblo argentino. Dejó
el legado de su libro, base de este excelente documental.
Hay un gran valor histórico, resulta
esclarecedor, y un acopio de material, como dijimos al comienzo, de enorme
contundencia. Para aprender. Muy bueno.
Elsa Bragato
CAZADORES DE SOMBRAS: CIUDAD DE HUESO
De Harald Zwart. Con Lily Collins, Jamie Campbell
Bower, Alec Kevin Zegers, entre otros. Música de Atli Osvarsson. Duración: 130
minutos.
REGULAR. ÉXITO EDITORIAL SIN SUSTENTO CINEMATOGRÁFICO,
UN GRAN PASTICHE
Estamos frente a una novela juvenil
escrita por Casandra Clare, con gran éxito de ventas en los Estados Unidos. En
total son 5 novelas de una saga que procura comenzar y afianzarse como “El señor
de los anillos” o “Crepúsculo”. Por lo que vimos, está muy lejos… No entusiasma
aunque le reconocemos la capacidad de atrapar a los adolescentes, ávidos de
fantasía y acción.
En este caso, se echó mano a toda la
tradición existente de demonios, vampiros, hombres lobos y demás seres
sobrenaturales, repetidos hasta el hartazgo, en un pastiche que no tiene ni
gracia ni conexión con el espectador medio.
La fotografía es sólida, recorre
Brooklyn y Toronto, Canadá, con sofisticados efectos especiales: luchas con
aires marciales de los llamados “cazadores de sombras”, guerreros mitad ángeles
y mitad humanos, que vienen protegiendo desde siempre a la Humanidad de las
fuerzas del mal, tremendas en su sombría brutalidad.
La actriz Lily Collins compone a una
joven que comprueba que su madre desaparece de la casa en Brooklyn, de modo
violento, dejando todos los muebles hecho pedazos. La infortunada mujer fue
raptada por seres malignos, hecho que la hija comprueba tras una extraña
visión. Una runa (caracteres de la escritura nórdica utilizados para leer el
futuro) y la presencia de los “cazadores de sombras” la ayudan en su lucha por
su madre.
Hay un dejá vú constante en el
espectador: cada secuencia parece haber sido vista, y esto produce mucha
monotonía en la platea, teniendo en cuenta –además- la duración del film. La
música minimalista de Atli Ovarsson no contribuye a ahuyentar la somnolencia y
da la impresión de haber sido escuchada muchas veces antes. Sin duda, se inicia
una saga, sin la majestuosidad de “El señor…” ni su sustento histórico-ficción.
Ya toleramos a un Lincoln, nada menos, cazando vampiros, ¿por qué no un
pastiche de sombras malignas, redentores ángeles, en un ambiente gótico y
beligerante? Film pasatista que no deja nada.
Carlos Pierre