JUEVES 15 DE AGOSTO DEL 2013.-
Hay siete estrenos, entre ellos, cuatro films
nacionales que incluyen dos documentales y una ficción: A la Cantábrica, de
Ezequiel Erríquez, Aire de chacarera de Nicolás Tacconi y Sip’hoi, el lugar del
manduré, de Sebastián Lingiardi. El cuarto film, Corazón de León, es el que
comentamos.
CORAZÓN DE LEÓN
Guión y dirección de Marcos Carnevale. Idea original de
Betiana Blum y Marcos Carnevale. Con Guillermo Francella, Julieta Díaz, Nora
Cárpena, Mauricio Dayub, Nicolás Francella, entre otros. Música de Emilio
Kauderer. Duración: 100 minutos.
MUY BUENA.COMEDIA EFECTISTA CON EFICAZ PAREJA PROTAGÓNICA
“Elsa y Fred” fue un film consagratorio
para Marcos Carnevale, quien nos enterneció por ese amor en la vejez que nos
contó. Ahora nos deleita con otro amor pero diferente. “Corazón de león” es una
comedia romántica que tiene, entre quienes la idearon, a Betiana Blum, gran
actriz, que actuó en “De esto no se habla”, película de María Luisa Bemberg
donde también se narró un amor diferente. Recordemos que Marcello Mastroianni
vino especialmente a filmar esta película y que Betiana Blum fue la argentina
que recibió el beso de ficción del gran actor italiano. Por eso, esta historia
de amor diferente tiene un sabor parecido a aquel film donde Blum participó.
La pareja protagonista está formada por
Guillermo Francella como un exitoso arquitecto a quien le faltan 45 centímetros
de estatura para ser un hombre común. Su
crecimiento se detuvo por un mal funcionamiento de la glándula pituitaria. Y su
pareja es una abogada que encarna la encantadora Julieta Díaz. A ambos les
sobra amor y valor para superar tal diferencia de estatura y lograr el
beneplácito de una sociedad prejuiciosa.
La película tiene múltiples atributos que
la hacen muy buena, plausible. Por empezar, el elenco que secunda a la pareja
principal, desde Nora Cárpena como la azorada madre de la hija abogada, a
Mauricio Dayub (¿quién olvida “El amateur”?) como el esposo de la protagonista,
a Nicolás Francella, hijo en la ficción y en la realidad del arquitecto que
encarna Guillermo Francella. Otro de los aciertos son las secuencias, que
resultan desopilantes, generadas por esta pareja desigual en altura, sumado a
las impactantes locaciones que han sido muy bien filmadas. Incluyen las playas
de Río de Janeiro, un plus fantástico.
Merece atención la exigencia en las tomas
relacionadas con la pareja protagónica por el uso de encuadres diferentes y de
“chromas” (fondos sin escenografía), donde tanto Francella como Díaz tuvieron
que trabajar sin ver al otro, un desafío técnico superado con creces.
Guillermo Francella aporta su carisma y
su credibilidad, con esa personalidad avasallante que lo ha distinguido a lo
largo de su carrera, y la escasez de altura lograda por la tecnología no hace
mella en sus dotes histriónicos, en ese diálogo permanente que tiene con la
cámara aunque no se dirija al público.
No todo pasa por lo visual y lo físico
sino que Carnevale le da lugar a la introspección, especialmente en el
personaje de Francella y su relación con su hijo, sus miedos al rechazo, y el
temor también de perder a su nueva pareja. Hay un juego actoral entre Francella
y Díaz válido, logrado, que, de principio a fin, atrae al espectador. Un film
más que taquillero.
Carlos Pierre
LA PARTE DE LOS ÁNGELES
De Ken Loach. Sobre un texto de George Fenton. Con Paul
Branningan, William Ruane, Jasmin Riggins, Gary Maitland, entre toros. Música
de George Fenton. Duración: 101 minutos.
MUY BUENA. ÁNGELES CAÍDOS EN SOCIEDADES IMPIADOSAS
Ken Loach es uno de los grandes
directores británicos, generador del British Social Realism (“El viento que
acaricia el prado”, ganadora de la palma de oro de Cannes en el 2006). Con un
estilo simple y efectivo que apunta a la vida en las grandes ciudades y las
consecuencias en sus habitantes, esta vez focaliza la acción en las ciudades de
Glasgow y Edimburgo, en Escocia.
Loach encara desde el comienzo el aspecto
social, es recurrente en este sentido: un joven con un pasado delictivo,
encarnado por Paul Branningan, quien carga con el peso del guión de Paul
Laverty, basado en el libro de George Fenton, también compositor de la banda
sonora. Este joven intenta escapar del acoso familiar (es padre de un niño) y
de la cárcel, realizando trabajos comunitarios con otros convictos. Hasta aquí,
Ken Loach expone firmemente sus enunciados sociales. Pero, sin apartarse de
ellos, le da un giro al guión llevando al protagonista a iniciarse en el
secreto del arte del whisky, tan caro a Escocia, y a su degustación. Se mezcla
así una luz en el destino del joven y también su “alma delictiva”, robando tres
botellas del preciado licor por las que tendrá un futuro más que promisorio.
El título del film nos indica claramente
de qué se trata el guión: “la parte de los ángeles” es el 2% del whisky que se
pierde, que se evapora, en el proceso de elaboración. Y, por añadidura, remite
al destino de un joven, un “ángel”, que lleva una vida sinuosa aún a su pesar
con un entorno social que no lo favorece en su búsqueda de mejores caminos.
Estamos frente a una comedia social que no elude el optimismo y que, por ser
ficción, nos introduce en una “fábula social” interesante y, como siempre en el
caso de Ken Loach, denunciando las injusticias de las sociedades actuales.
Carlos Pierre
CAUSAS Y CONSECUENCIAS
De Robert Redford. Basada en “The company you keep”, de
Neil Gordon. Con Robert Redford, Susan Sarandom, Shia Labeouf, Stanley Tucci,
Julie Christie, Terrence Howard, Nick Nolte, Brendan Gleeson, Chris Cooper, Anna
Kendrick, Brit Marlin y Jackie Evancho, entre otros. Música de Cliff Martínez.
Duración: 121 minutos.
EXCELENTE. LA HISTORIA Y SU PESO EN UN POLICIAL
POLÍTICO
INTENSO
Robert Redford nunca abandona su posición
política frente a una sociedad volcada más a las necesidades de Wall Street que
a la de los pueblos del planeta. Su oposición a las guerras, al bloqueo a Cuba
(fue uno de los primeros norteamericanos en dar conferencias en las escuelas
cubanas de cine), entre otros ítems que hacen a su ideario, están vigentes. En
esta película, que tiene títulos tan diferentes según los países donde se
estrena (“Fíjate en tu compañía”, “Compañía peligrosa” o bien “Causas y
consecuencias”), nos cuenta la historia de Jim Grant, un abogado viudo con una
hija de 12 años a su cargo (la pequeña gran cantante Jackie Evancho), cuya
identidad verdadera es descubierta por un joven aprendiz de periodista “Ben”,
personaje que encarna Shia Labeouf, cuyo jefe (Stanley Tucci) está a cargo de
la redacción del Albany Sun Times. Allí, en esa comarca, se esconde desde hace
30 años, “Nick Sloan”, o sea “Jim Grant”, buscado por el FBI por el robo de un
banco de Michigan en 1985, donde murió un agente. Quien puede salvar a Nick-Jim
es “Mimi Laurie”, una Julie Christie inmejorable. Y hay que encontrarla.
El planteo cinematográfico es excelente:
el film comienza con documentales supuestamente de la época, tomados de las
cámaras de seguridad en las que quedó registrado el asalto el banco. Y pasa
rápidamente a un plano-secuencia donde Susan Sarandon, en su cocina, toma la
decisión de entregarse y dar por terminada la persecución que también la
alcanza. Es que todos formaron parte de los grupos revolucionarios anti
Vietnam, llevando la revolución al terreno norteamericano. Robert Redford es el
siguiente con un plano secuencia, en la cocina, preparando el desayuno para su
hija.
La película tiene un corte clásico pero
no convencional. De escenas nocturnas y casi sin movimiento se pasa a la luz
del día de una ciudad como New York. Este recurso es usado varias veces y
contribuye a darle agilidad y hondura a la historia que no se detiene solo en
las vicisitudes de Nick-Jim sino que ahonda en la historia y sus consecuencias,
y en cómo las puede digerir y resolver un joven periodista para quien publicar
la novedad es, en principio, más importante que el daño que pueda provocar.
Robert Redford es provocador con este
guión: “Mimi”, o sea Julie Christie, da pautas de sus convicciones al decir que
no se entregará “ hasta que no se entreguen todos los políticos por todo lo que
han hecho” o bien insiste en que “el sistema defiende a los super-ricos y
joroba a todos los demás y al planeta entero”. Susan Sarandon, apresada, le confiesa al
periodista que los ideales no se abandonan ni aún con los errores que empieza a
pagar. Los personajes tienen, cada uno, una razón de ser: Nick Nolte es el
compañero de tareas que no abandona a sus ex colegas de militancia, papel breve
pero sustancioso. O Brendan Glesson, que es el padre adoptivo de “Rebecca”, la
primera hija de Nick-Jim y Mimi, dejada a sus mejores amigos para seguir en la
lucha. También Richard Jenkins vuelve a ser un actor ineludible tanto como
Chris Cooper como el hermano de Nick-Jim, o Anna Kendrick, como la ex novia del
periodista (partenaire de George Clooney en “Amor sin escalas”).
Es notable cómo este elenco de grandes
actores ocupa roles pequeños pero insustituibles, sin que Robert Redford y la
por momentos inalcanzable Julie Christie pierdan protagonismo. No hay respiro.
Hay que quedarse hasta el final porque allí recién se resuelve este
policial-político que tiene tantos posibles análisis, desde las consecuencias
del “hitlerismo” en la Europa actual, hasta el ahogo financiero a los países
emergentes o la rebeldía de los “hippies” que se enfrentaron al poder del
gobierno de USA en contra de la guerra en Vietnam, con consecuencias que no se
desearon. Siempre está latente el alzamiento de los pueblos contra la
injusticia, aún cuando la respuesta sea la muerte. Finalmente, una bocanada de
aire fresco en medio de tanta atronadora tecnología.
Elsa Bragato
EN LA OSCURIDAD STAR TREK
De J.J.Abrams. Con Chris Pine, Zachary Quinto, Benedict
Cumberbatch, Anton Yelchin, Zoe Saldana, Simon Pegg, entre otros. Música de
Michael Giacchino sobre el original de John Williams. Duración: 133 minutos.
BUENA. ESTRUENDOS EN EL COSMOS
Mítica historia si las hay en el cine y
en la televisión, donde vio su nacimiento, Star Treck regresa a la pantalla con
la película número 12. Tecnología impresionante es la consigna del guión que no
aporta más que convenciones. No obstante y a pesar de su duración (133
minutos), es atractiva especialmente para los seguidores de la franquicia.
“Kirk”, el joven actor Chris Pine, está a
cargo de la “Enterprise” (notable fotografía de vuelos cósmicos), y se enfrenta
con ingenuidad al malvado “Khan” (Benedict Cumberbatch, inglés con trayectoria
teatral), mientras el “Sr. Spock” (Zachary Quinto) queda en un segundo plano
por alguna cuenta a saldar. Destacamos la secuencia inicial cuando uno de los
protagonistas debe meterse literalmente en el centro de un volcán en plena
erupción, impactante. Luego sobrevienen hechos que nos mantienen atentos pero
cuyas resoluciones son previsibles: desde hacerle caso al “malvado” de turno y
caer en su trampa hasta la salvación a pesar de radiaciones mortales y puertas
que se cierran cuando debieran abrirse.
Sin duda, hay tensión pero no novedad. Es sí
emotivo ver al tradicional Sr Spock, el que conocimos en el Viaje a las
Estrellas, el hoy octogenario Leonard Nimoy, a través de una pantalla
para advertir sobre la maldad de Khan. Buen tributo.
Como ocurrió siempre con la historia de
tantas décadas, el comienzo ocurre en el 2063 cuando los terrícolas encuentran
a una raza extraterrestre, los vulcanos, ésos que tienen las orejas puntiagudas
como los dos Spock. Y abarca hasta el año 2379. Entonces se inventaron aparatos
para la ficción que hoy son de última generación, desde las tablets hasta
holografías y el GPS. La banda sonora de Michael Giacchino es memorable:
tomando la base del leit motiv creado por el gran John Williams, recrea el tema
incluyendo coros, en un estilo clásico pero apabullante por la intensidad. Para
fanáticos!
(Recordamos que la serie original de tevé
comenzó en 1966 culminando en 1969. Y la primera película está datada en 1979)
Elsa Bragato
APRENDICES FUERA DE LÍNEA
De Shawn Levy. Con Vince Vaughn, Owen Wilson, entre
otros. Música de Christophe Beck. Duración: 119 minutos.
REGULAR. UNA PROMO FÍLMICA
Se ve que, cuando escasea el trabajo en
Hollywood, los actores inventan sus guiones, producen con sus ahorros y se
asocian a grandes empresas como, en este caso, Google, para subsistir y muy bien por cierto. “Aprendices fuera de
juego” es el caso con dos simpáticos celebrities como Vince Vaughn y Owen
Wilson, ya con sus añitos, quienes componen a dos hombres que se quedan sin
trabajo y con osadía ingresan a una pasantía en Google donde no encajan con la
rapidez y los conocimientos de los jóvenes. Logran armar un grupo que deberá
sortear un problema para lograr ser empleados de la empresa. De esta manera,
conocemos la sede de Google en California, y una serie de términos como
“googleros”, “noogleros” que son los pasantes y “googlura” que es la capacidad
de enfrentar desafíos.
El aporte de los dos veteranos buscavidas
es la sabiduría que tienen y con eso ayudan a los jóvenes a enamorarse, a
emborracharse, a tener sus primeras relaciones sexuales, a conocer la noche en
boliches non sanctos. Es lo que ellos pueden aportar y habla bastante mal de
los conocimientos de los cincuentones. Sin embargo, esto le permitirá ir
sumando amistades y ayudar con el buen ánimo y comprensión al resto del grupo
que muchas veces desfallece. Los “curtidos” saben cómo enfrentar el desánimo.
Es el mensaje del film y el resto es más de lo mismo, una comedia pasatista con
un “currito” millonario con la gran Google.
Elsa Bragato