JUEVES 7 DE FEBRERO DEL
2013.-
Hay ocho estrenos en soporte
fílmico que incluyen 4 títulos nacionales, uno en coproducción con el Uruguay.
No comentamos “La chica del sur”, documental de José Luis García, sobre su
viaje a Corea en 1989.
LA CHICA DEL SUR SALVAJE
De Benh Zeitlin. Con
Quvenzhané Wallis, Dwight Henry, Levy Easterly, entre otros. Música de Dan
Romer y Benh Zeitlin. Duración: 91 minutos.
MUY BUENA. CINE CATÁSTROFE DE
LA POBREZA CON UNA HEROÍNA DE 6 AÑOS. FUERTE y CONMOVEDORA.
Con
cámara en mano, en la zona pantanosa de Luisiana (similar a la de los pantanos
de Miami), el debutante director Benh Zeitlin nos muestra a una niña y su
padre quienes viven la vida de los pobres, para quienes no hay casas dignas y el
contacto con la naturaleza es brutal. Desde un tornado hasta la falta de comida,
la suciedad, la relación con los animales, ‘objetos’ diarios de trato y
maltrato. Pero las “grandes criaturas” llegarán… elementos del realismo mágico
muy bien utilizados por Zeitlin.
“Beasts
of the Southern Wild” es un libro de Lucy Alibar quien colaboró en la
realización del guión. Emerge como heroína la pequeña Quvenzhané Wallis como
“Hushpuppy”, de padres africanos pero con ciudadanía norteamericana, en el
papel de la pequeña rebelde que es enorme, generoso, increíble; aún más: es
impensable que una criatura haya podido llevar sobre sí el peso de toda una
narración. Pero Wallis lo hizo.
Es
también la pequeña gran actriz Wallis quien, como narradora en off, nos va
contando algunos momentos de su vida. Y asombra la capacidad para el relato de
Wallis por las inflexiones de su voz; no en vano hoy está compitiendo por el
premio a la mejor actriz en los Oscars, enfrentando a una notable Emmanuelle
Riva, de 84 años.
La
relación con su padre, “Wink” (Dwight Henry, quien debió ganar el Naacp Award)
es el otro gran tema del film. La pequeña es educada según los cánones más
convencionales, un “sopapo” cuando se rebela, pero con ternura sin palabras
para salvarla de situaciones límites, comunes en el ámbito en el que vive.
La
narración del film es potente y sin fisuras, la fotografía es sólida, y las
actuaciones son nobles y convincentes. Es
una gran película pero muy brutal por momentos, muy dura. Y, hay que
reiterarlo, es asombrosa la actuación de
la pequeña Quvenzhané Wallis.
La
banda sonora, por su parte, es
intrigante y aporta el sonido incidental que se necesita como otra
protagonista más. Estamos frente al “cine
catástrofe de la pobreza”, que
asombra en el Hemisferio Norte y que nos duele en el Hemisferio Sur. Las
creencias esperanzadoras rozan el realismo mágico. El resto es realismo puro:
la pobreza, los olvidados, que aún así mantienen sus coloridos idearios. El
drama está sin aditamentos.
Elsa Bragato
LINCOLN
De Steven Spielberg. Con
Daniel Day-Lewis, Tommy Lee Jones, Sally Field, entre otros. Música de John
Williams. Duración: 150 minutos.
BUENA. THRILLER POLÍTICO
DIDÁCTICO SOBRE EL PROCESO PARLAMENTARIO CONTRA LA ESCLAVITUD EN LOS ESTADOS
UNIDOS
Luego
de filmar “El color púrpura” donde se abordó la esclavitud de los
afroamericanos a manos de sus propios congéneres, esta película de Steven
Spielberg nos asombra porque no tiene
nada que ver con su estilo narrativo habitual. No es la biografía de
Abraham Lincoln porque falta a la verdad en algunos pasajes, es decir, no coinciden algunos hechos mostrados en el
film con los hechos históricos. Tampoco tiene grandes exteriores sino que
es un análisis del proceso legislativo
que permitió incorporar la 13 Enmienda
en la Constitución de los Estados Unidos y terminar con la esclavitud.
Mientras en la Argentina acabamos de celebrar los 200 años del fin de la
esclavitud en 1813, en USA se logró recién en 1865 por la oposición de los
demócratas del sur, hecho que llevó a la guerra al Norte y el Sur. Paradójico pero real: el Norte a cargo
de los republicanos; el Sur, de los demócratas.
Es,
en definitiva, un thriller político que
resulta didáctico y poco cinematográfico, especialmente para esta parte del
mundo. Sin embargo, las actuaciones de Daniel Day- Lewis y de Tommy Lee Jones
son magistrales. Sally Field vuelve a la pantalla grande en el papel de la
esposa de Lincoln (Mary Todd) y su estirpe de gran actriz está a la vista, aunque el tratamiento dado a su personaje
es muy teatral.
En
sí misma, la película es teatral porque
se desarrolla en el recinto del Parlamento como gran escenario. Es aquí
donde, fuera de los Estados Unidos, el film resulta tedioso en su larga primera parte. No obstante, entonces como ahora están los
“enjuagues” políticos, las coimas, las luchas de poderes en el mismo seno de
republicanos y demócratas. Y esto sí ha
sido mostrado al detalle por Spielberg. Y ésta sí es la sal del film.
Da
la impresión de que se ha seguido un “story board” muy rígido. Tanto la primera
como la última parte están filmadas en los campos de batalla. Dos largas
secuencias que, seguramente, fueron rodadas en horas en la misma locación pero
con diferentes personajes. La narración principal, el cuerpo del film,
transcurre, como dijimos en el Parlamento. Hay matices, por supuesto, que
cortan la asfixia de los largos debates y están dados por las secuencias de la vida familiar de Lincoln, la depresión de
su esposa por la muerte del primer hijo, el temor de que el segundo hijo vaya a
la guerra, sin mayores precisiones
históricas. Y el famoso discurso de la segunda asunción de Lincoln a la
presidencia está, como un legado para la historia del país del Norte. La
precisión histórica está en el año, 1865, en la finalización de la guerra, y en
el asesinato, el primer magnicidio, de Lincoln, aunque no se respetan los datos
históricos. Sugerir el asesinato no ha
sido lo mejor.
Los
últimos 45 minutos del film tienen más ritmo cuando la presencia de “”Thaddeus
Steven”, personaje clave en la vida de Lincoln a cargo de Tommy Lee Jones, cobra
importancia. Solo un gran actor con
enorme solvencia frente a las cámaras puede conmovernos con mínimos recursos
expresivos como los que utiliza Jones. Notable. La composición de Lincoln
de Daniel Day Lewis también resulta memorable y ayuda a comprender la figura
del estadista.
La banda sonora del maestro John
Williams aparece muy deslucida. Gran
compositor clásico a quien admiramos, su partitura no fue tenida en cuenta como
en otros films. Aquí no nos emociona su enorme calidad musical porque está
ubicada en un plano muy secundario.
Estas
consideraciones, modestas, deben ser algunas de las razones por las que la
película no ha ganado, hasta ahora, premios como tal (faltan los Oscars donde obtuvo 12 nominaciones y se
comprende: es un film esencialmente norteamericano) y sí la actuación de Daniel Day Lewis. El film no ha requerido de grandes locaciones ni de enormes
inversiones. Pero sí de grandes actores. He aquí el quid de esta entrega de
Steven Spielberg, un thriller político
muy revelador de las intrigas parlamentarias. Entonces como ahora.
Elsa Bragato
EL VUELO
De Robert Zemeckis. Con Denzel
Washington, Kelly Reilly, Don Cheadle, Nadine Velázquez, Melissa Leo, entre
otros. Música de Alan Silvestri. Duración: 138 minutos.
MUY BUENA. TRAGEDIA Y
REDENCIÓN CON GRANDES ACTUACIONES
Robert
Zemeckis regresa al cine de la mejor manera: con una narración sólida,
compacta, y notable actuación de Denzel Washington. Realizador de Forrest Gump,
El Expreso polar o La muerte le sienta bien, en “El vuelo” se inspiró en la
tragedia del 2000 del Alaska Airlines Flight 261, que no dejó sobrevivientes.
En este caso, toma otro vuelo: el Southjet Flight 227 de Orlando a Atlanta, de
tan solo 45 minutos, que se transforma en una pesadilla.
La
película sorprende luego de las secuencias iniciales: la noche de sexo y droga
del piloto William “Whip” Whithaker (Denzel Washington) con una de las
azafatas, “Trina” Márquez (Nadine Velázquez), que incluye desnudos frontales a
cámara y consumo de cocaína sin vueltas. Es
importante para el espectador recordar esta escena porque tiene mucha relación
con las secuencias finales en las que “Whip” declara frente a la Justicia.
La
secuencia del desastre aéreo toma unos 20 minutos y está realizada con
maestría. Estremece, no hay detalle dejado al azar y nos muestra a un avezado
piloto que mantiene la sangre fría aún en el momento final de su vida.
Sobrevive y empieza otro vía crucis: si fue una falla mecánica o una falla
humana.
El
film no se circunscribe a la tragedia aérea, de la que quedaron más de 100
sobrevivientes, sino que incluye la vida familiar de “Whip” y la incidencia de sus adicciones, su ex
mujer, el rechazo de su hijo adolescente. Así surgen personajes muy queribles
que nos conmocionan: Kelly Reilly en
el papel de “Nicole” es realmente conmovedora por su tragedia personal y su
femineidad, la fragilidad de la mujer frente a un destino sin esperanzas.
Tal
vez Zemeckis no nos aporta una dosis de originalidad porque recurre a algunas
convenciones para la resolución de la historia. Sin embargo, el producto es
sólido, convincente, y sus personajes secundarios, como el del abogado que
compone Don Cheadle (bastante olvidado por el buen cine de Hollywood), o el ya
mencionado de Relly, están dotados de gran credibilidad. La ‘perfomance’ de
Denzel Washington es de grandeza en su actuación, nada novedoso de parte de
este actor. Su emoción, su cinismo, su arrogancia y sus debilidades, están
captados por la cámara de Zemeckis que, luego del tremendo vuelo, se mete en el alma de los personajes. Más
que regodearse en la tragedia, Zemeckis busca el “siniestro” espiritual de los
protagonistas. Es entretenimiento, sí, pero del muy bueno.
Elsa Bragato
LA CULPA DEL CORDERO
Guión y dirección: Gabriel
Drak. Con Ricardo Couto, Susana Groisman, Rogelio García, entre otros. Música
de Carlos García. Duración: 81 minutos. Coproducción de Uruguay y Argentina.
REGULAR. REUNIÓN FAMILIAR MÁS
TEATRAL QUE CINEMATOGRÁFICA
Opera
prima del realizador uruguayo Gabriel Drak en la que una familia uruguaya es
convocada por su padre para comer un asado de cordero, con el indeclinable propósito
de sacar a la luz las miserias (droga, sexo y traiciones) de todos los
integrantes del clan. Si bien el ámbito donde se sitúa este drama familiar es
acertado (la típica chacra uruguaya), todo parece ser un gran acto. Nos basamos
en lo siguiente: primero, la puesta de los actores tiene forzada naturalidad.
Segundo, el guión, que intenta descubrir las debilidades de cada personaje, no
resulta cinematográfico sino parte de una obra de teatro. Se percibe claramente
el tufillo del escenario, de las bambalinas, quitándole la espontaneidad que
una película nos suele brindar.
El
film tuvo una buena aceptación en el Uruguay. Rescatamos la idea del guión que,
de tener otro tratamiento narrativo, nos hubiese atrapado. No fue el caso. Hay
historias pequeñas y conocidas que, bien manejadas, son absolutamente
plausibles. No obstante, Drak tiene futuro en el cine.
Carlos Pierre
CRAKS DE NÁCAR
De Daniel Casabé y Edgardo
Dieleke. Con Rómulo Berrutti y Alfredo Serra. Música de Andrés Drimer.
Duración: 80 minutos.
BUENA DOS CRÍTICOS SE DAN EL
GUSTO DE ACTUAR
Rómulo
Berrutti y Alfredo Serra, dos veteranos y reconocidos críticos y periodistas,
juegan, desde hace 50 años, al fútbol con botones.
Esta
pasión los reúne todos los sábados, charlan, recuerdan e impregnan estas
jornadas con anécdotas y algún vaso de whisky. Son dos cracks en el manejo de
estos botones de nácar, pequeños remedos de aquellos históricos futbolistas que
jalonaron el deporte más popular del mundo.
Sin
duda, es un documental sin más
intenciones que las de mostrarnos a dos colegas en un momento de esparcimiento
bastante poco común. O sea, un juego ante cámaras de quienes han estado
siempre analizándola. Se dieron el
gusto…
Carlos Pierre
LAS CRÓNICAS DEL MIEDO (VHS)
Directores: David Bruckner,
Joe Swanberg, Glenn McQuaid, Adam Wingard, TI West, Radio Silence. Duración:
116 minutos.
BUENA. TERROR EN MANOS DE
SEIS DIRECTORES, DESTRIPADOS Y OTRAS
LINDURAS. PARA FANS DEL
GÉNERO
Dividida
en seis partes, cada una de ellas dirigida por un joven director, especialista
en el género del terror y sus subgéneros, la película fue filmada con cámara en
mano, con los vaivenes propios del VHS (su título en inglés).
Un
grupo de delincuentes es contratado para ir a una misteriosa fiesta a recuperar
una cinta de video. La tarea no será tan fácil como pensaban. En el salón de la
casa, frente a un televisor, se encuentra el cadáver de un anciano rodeado de
cintas de VHS, con videos espeluznantes, una casa embrujada, vampirismo,
asesinos en el bosque.
Los
cazadores “cazados”, todos los clishés en un solo film de terror, con escenas
muy desagradables que, sin embargo, tienen su público. Solo para fanáticos del género.
Carlos Pierre
NATAL
De Sergio Mazza. Documental.
Música de Sophie Fountain. Duración: 88 minutos.
REGULAR. EL CINE DE ENTRECASA…
No
se comprende mucho este afán por mostrar ciertos hechos de la intimidad en el
cine existiendo tantos medios para
hacerlo vía internet. La facilidad tecnológica actual es la responsable de
llevar al cine documentales como éste con
el que el espectador se queda con las manos vacías luego de pagar una entrada.
Sergio
Mazza es un buen realizador a pesar de que la semana pasada estrenó “Graba” con
nula repercusión. Se nota su “pasta” para el cine. Pero filmar el nacimiento de
su hijo, si bien lo “adornó” con los momentos previos y algunos posteriores, no es lo que uno espera ver en el cine.
El dato autobiográfico solo sirve para la familia y no para el público que paga
una entrada.
El cine es para contar historias de
ficción o documentales con datos, no para mostrar las experiencias personales.
Así hacemos un cine de entrecasa que no le conviene a la industria nacional y
ahuyenta al público en general de las salas. Para el resto, está Youtube.
Elsa Bragato