JUEVES 1ro DE NOVIEMBRE DEL 2012.-
Hay siete estrenos, tres de los
cuales son nacionales y se incluye, entre éstos, una coproducción con Uruguay.
No comentamos el thriller nacional El sexo de las madres, de Alejandra Marino
ni el documental peruano “Sibila”, de Teresa Arredondo sobre la vida de su tía
Sybila, presa 15 años por su presunta vinculación con Sendero Luminoso.
FRANKENWEENIE
De Tim Burton. Guión de John August. Sobre una idea original
de Tim Burton. Largometraje animado con la técnica StopMotion, en 3 D. Voces de
Martín Landau, Winona Ryder, entre otros. Música de Danny Elfman. Duración: 97
minutos.
EXCELENTE. UNA EMOTIVA HISTORIA AL ESTILO BURTON
En 1984, Tim Burton realizó un
corto de menos de media hora con un niño de 10 años, Víctor, y su perro Sparky,
mientras trabajaba como animador de dibujos en Walt Disney Corporation. Lo
llamó “Frankenweenie” justamente. El largo que comentamos es la remake de aquel
trabajo inicial suyo. Burton empleó las técnicas más avanzadas en animación
como StopMotion, es decir, el trabajo cuadro por cuadro. Y el 3D que tanto
apasiona a chicos y grandes.
Curiosamente, el corto original
fue rechazado por la Disney en su momento. Y ahora se cumple esta “dulce
venganza” del afamado realizador al concretarla en la misma empresa donde
trabajaba y donde no fue aceptado e incluso despedido cuando se redujo el
personal del departamento de animación.
Conocimos de Burton un bello y
extraño relato en animación llamado “El cadáver de la novia”, y ahora, con
características similares pero superadas nos llega la historia del perrito
“Frankenweenie”, en blanco y negro con virajes al azul, característico del
realizador. Asimismo la utilización del B y N es un homenaje a los films de
terror de los años 30 como Frankestein
(1931, Boris Karloff), Drácula (1931, Bela Lugosi) y El hombre lobo(1941, Lon
Chaney Jr.), hitos en la historia del cine. Encontramos también una
reverencia de Burton hacia su ídolo, Vincent
Price y otros muchos guiños como el nombre de la tortuga “Shelley” en
alusión a Mary Shelley, creadora de Frankestein alrededor de 1816 y esposa del
poeta inglés Percival Shelley ( amigo de Lord Byron, ambos admirados por Jorge
Luis Borges), mientras que la dueña de la perra caniche, vecina de Víctor, se
llama Elsa, como la novia de Frankestein. La realización de la película animada
requirió la creación de más de 200 muñecos y sets. Del personaje Víctor hay 38
títeres y del perro Sparsky, 15. Estas figuras no exceden los 70 cm de alto de
promedio.
La historia es sencilla y
emotiva: Víctor revive a su mascota Sparky, que fue atropellado por un
automóvil. El acto de devolverle la vida nos remite inmediatamente a la del
monstruo Frankestein: la electricidad de una tormenta de rayos actúa sobre dos
tornillos ubicados a ambos lados de la cabeza del animal, plagado de cicatrices
toscas. Sparky vivirá un tiempo encerrado, oculto, pero un buen día de escapa y
se produce una invasión de animalitos muertos en la ciudad.
El film nos transmite todas las
emociones posibles, en medio de una atmósfera tan bien lograda por Tim Burton
que demuestra una vez más su maestría como realizador y también su capacidad
poética para narrarnos una historia que, lejos de ser “horrorosa”, se
transforma en un canto a la vida. Más que recomendable y, sin duda alguna, una
joya del cine actual.
Carlos Pierre
SKYFALL
De Sam Mendes. Con Daniel Craig, Judi Dench, Ralph Fiennes,
Javier Bardem, entre otros. Música de
Thomas Newman. Duración: 143 minutos.
EXCELENTE. ESPECTACULARIDAD Y JUEGO ACTORAL EN UN FILM ÉPICO
INOLVIDABLE
Llega la película número 23 del Agente 007, James Bond,
que cumple 50 años (el primer film fue en 1962, Dr No) con una trama, elenco y
técnica insuperables. Sin duda, el mejor Bond de todos los tiempos que quedará
como un hito del cine, de la misma manera que la trilogía de Batman por Christopher
Nolan.
Remozar una saga que ha tenido
tan grandes actores, tan bellas mujeres y tanta tecnología es, muchas veces,
algo poco probable de lograr. Sam Mendes, reconocido por su inquietud como
realizador, lo logra basándose en un elenco de notables actores como Daniel
Craig, Javier Bardem y la siempre impagable Judi Dench. Y, por supuesto, la
maquinaria de la ilusión del Hollywood actual.
En este caso, James Bond fracasa en la operación de
rescate de un disco rígido, que contiene nombres de agentes secretos
infiltrados en células terroristas, y se lo da por muerto. Tan solo “se lo da”.
La pérdida de ese documento tecnológico produce un brutal atentado a la sede de
M 16, que debe cambiar de lugar: se recurre al bunker que fuera de Winston
Churchill durante la Segunda Guerra Mundial.
El enemigo clásico de James
Bond debe ser malo, sarcástico, y cruel. Y surge en el personaje de Raoul Silva, que encarna Javier Bardem y que resulta un hallazgo artístico
por el duelo actoral que entabla con Daniel Craig. Notables ambos. Y nos
quedamos cortos con estos elogios. Un nuevo personaje es el de Gareth Mallary, a cargo de Ralph
Fiennes, como el presidente del Comité de Inteligencia y Seguridad del M16.
Hay elementos del film que vamos a destacar, indicando que la historia
trae novedades sorprendentes asegurándonos la continuación de la saga. Y sobre
las que nada podemos decir.
En principio, se ahonda en la relación entre M y James
Bond, que aporta muchos datos a la historia creada por Ian Flemming. Sam
Mendes recurre a la mejor cinematografía para distintas secuencias: por
ejemplo, la persecución por los techos
de Estambul –de moda- (es el tercer film que nos muestra el Gran Bazar y
los techos de Estambul, ideales para este tipo de “corridas”. “Búsqueda implacable”,
“Argo” y ahora “Skyfall), con muchos planos secuencias, o bien la solitaria natación de James Bond en
un piso altísimo de Shanghai, a la luz de la luna y rodeado de enormes
cristales que dan un tinte azul. También destacamos la presencia femenina desde
otro lugar: las escenas de amor se
plantearon pero sin el desarrollo triple X al que muchas nacionales son
afectas. Finalmente, hay una escena de tiros a quemarropa, entre uno de los
tantos villanos que enfrentan a James Bond, que se desarrolla en un piso también muy alto y en medio de reflejos por
los ventanales enormes donde la presencia real de uno y otro con las imágenes
espejadas generan no solo un efecto visual estupendo sino también un suspenso
creciente.
James Bond no es el mismo que
en 1962: aggiornado sin perder su
esencia, capaz de resolver casos imposibles y con más acción corporal
que de armas dado que éstas han sido superadas por la tecnología del siglo XXI.
Es realmente un film para no
dejar de ver si se tiene interés por los policiales, los thrillers, y, por
supuesto, la saga de James Bond. En la
trilogía que, con esta película, filmó Daniel Craig, tan en duda para la
primera “Casino Royale” (2006, la siguiente fue 007 Quantum, 2008), queda
demostrada la capacidad del actor inglés que supo meterse en un personaje a
medida de otros grandes actores y hacerlo suyo.
Como dato curioso,
indicamos que en el film “Die another day”, del aniversario 40, también James
Bond fallada en su trabajo.
Gran película de acción,
épica, que nos deja sin aliento desde antes de los títulos hasta el final de
los créditos, con calidad indiscutible. “Skyfall” o algo así como “caído del
cielo” es el título exacto que define al protagonista en esta nueva
superaventura. No se la pierdan: hay talento, hay grandes actuaciones, hay
suspenso, hay acción y hay gotas de amor…
Elsa Bragato
¿Y AHORA ADÓNDE VAMOS?
De Nadine Labaji. Con Claude
Baz Moussanwbaa, Layla Hakim, Yvonne Maalouf, entre otros. Coproducción de
Francia, Líbano, Egipto e Italia. Música de Khaled Mouzanar. Duración: 110
minutos.
BUENA. VERSIÓN CORAL Y COLORIDA DE LISÍSTRATA
La joven realizadora NAdine
Labaki (“Caramel) regresa con una propuesta donde las musulmanas y cristianas
de un pueblo pequeño de un Líbano convulsioado se unen para distraer a sus
hombres de las guerras, y les esconden las armas. De alguna manera, es el quid
argumental de la comedia griega “Lisístrata”, de Aristófanes, que ya planteaba
la desazón de las mujeres cuando sus hombres iban a la guerra y ellas quedaban solas.
La historia se repite.
El film es coral, e incluye a
actores no profesionales. El planteo narrativo oscila, a su vez, entre el drama
de la guerra y las risas pueblerinas, con pasos coreográficos a cargo de las
heroicas mujeres. Sin duda, hay influencia de la muy buena carrera como
publicista de Labaki, quien rodó también clips musicales de famosos cantantes
de Medio Oriente. De allí que los personajes de “Y ahora adónde vamos?” tengan
cierta levedad sobre una árida tierra sacudida por el odio. A pesar de todo
esto, la realidad está pintada con crudeza y alguna pizca de fantasía.
Cada secuencia es un verdadero
mosaico de la cultura árabe y la cristiana. No están ausentes el Imán y el
Sacerdote, la mezquita aledaña a la iglesia y la irrupción de un viejo
televisor que les acerca el drama bélico, muy cercano y fatal.
Labaki hilvana una serie de
sucesos a modo de capítulos de una novela y esto le ha valido una generosa
taquilla, ubicando a su film como el tercero más visto detrás de Titanic y Avatar.
Magia y realidad, se
sobrevuela una guerra intestina mostrando qué pasa fuera del frent, quiénes
quedan solos y cómo el ingenio puede dejar de lado ancestrales creencias en pos
de salvar la vida de los esposos y padres.
Agradable, otra visión cultural
siempre muy interesante y una paráfrasis (o tour de forcé) de la antigua
Lisístrata, que no ha perdido vigencia a pesar de haber sido escrita en el año
411 A.C.
Carlos Pierre
LOCOS POR LOS VOTOS
De Jay Roach. Con Will Ferrell, Zach Galifianakis, Brian
Cox, John Lithgow, entre otros. Música de Theodore Shapiro. Duración: 85
minutos.
REGULAR. SECRETOS POLÍTICOS EN TONO BURDO Y PREVISIBLE
El tema daba para mucho, aún
con los toques escatológicos y el mal gusto que siempre rondan este tipo de
películas en las que se retrata, o se intenta al menos, lo que no se ve. La picardía deja lugar a la grosería, la
delicadeza a lo explícito y la previsibilidad es el plato fuerte.
No obstante, “Locos por los
votos” tiene momentos de hilaridad buscada con palabrotas, frases obscenas e
insultos de grueso calibre que terminan por arrancarnos una risotada.
Un demócrata, Cam Brady (Will
Ferrel) quiere ganar en su distrito un nuevo período pero inesperadamente y
ante un grueso error suyo los hombres de negocios buscan a un candidato
inexperto pero honesto en Marty Huggins (Zach Galifianakis), republicano.
El posicionamiento de uno y otro va surgiendo a través de un humor bien
grueso que propone Brady y a trampas que lo llevan hasta la mujer del
contrincante quien cae en sus redes, hecho filmado.
Es cierto que la película nos
muestra cómo los poderosos mueven los hilos de la política, cómo se venden y
compran fábricas y trabajadores sin que uno lo sepa, cómo la vida familiar
queda postergada ante una campaña política y la propia vida del político.
Lástima que el final es apresurado y previsible, ya sabemos qué pasará, y no
resulta creíble en tiempos de tanta hipocresía. Alguna quedó al descubierto
pero se observa que hay mucha más aún detrás de los rostros más ingenuos.
Un tema interesante tratado
como una narración menor. Destacamos la presencia de actores como John Lithgow
y Brian Cox y los mismos protagonistas. Pudo ser un gran retrato de una campaña
política (su título en inglés es “The Campaign”) en tiempos de elecciones de
los Estados Unidos. Quedó en esto… Tendrá muy buena taquilla a pesar de su
elementalidad.
Elsa Bragato
EL CUARTO DE LEO
Dirección y guión: Enrique Buchichio. Con Martín Rodríguez, Cecilia Cósro, Gerardo Begérez, entre otros. Música de Sebastián Kramer. Duración: 95 minutos. Urugay-Argentina 2009.
REGULAR. BUENA IDEA CON MUY ENDEBLE DESARROLLO
EL CUARTO DE LEO
Dirección y guión: Enrique Buchichio. Con Martín Rodríguez, Cecilia Cósro, Gerardo Begérez, entre otros. Música de Sebastián Kramer. Duración: 95 minutos. Urugay-Argentina 2009.
REGULAR. BUENA IDEA CON MUY ENDEBLE DESARROLLO
Es proverbial la elaborada sencillez del cine uruguayo y esta película, El cuarto de Leo, no es la excepción. Se gesta un drama, una búsqueda del joven protagonista (Martín Rodríguez) interior y social muy profunda que, muy a su pesar, desarrolla en gran parte en su cuarto. Se siente incómodo, insatisfecho con la vida que afronta, se esfuerza por llevar una realidad que no desea. Trata de cumplir con su madre, con su novia, con su carrera, olvidándose de sus propios deseos. Internet lo ayuda a encontrar a alguien, se vislumbra algún triángulo amoroso, pero las cosas cambian. La historia de Buchichio está basada en momentos, encuentros de un alma con su identidad.Sin embargo, esta muy buena idea que incluye la homosexualidad, no encuentra el desarrollo pleno ni del personaje ni de la historia. Y nos deja con cierta sensación de qué pasará.
Carlos Pierre