JUEVES 8 DE NOVIEMBRE
DEL 2012.-
Hay seis estrenos,
cuatro son nacionales. No comentamos Otros silencios ni La casa.
COSMÓPOLIS
De David Cronenberg.
Con Robert Pattinson,Juliette Binoche, Mathieu Amalric, Samantha Morton, Paul
Giamatti, entre otros. Música de Howard Shore. Duración 110 minutos.
MUY BUENA. FUERTE
RETRATO DE LA DECADENCIA SOCIAL O DE LOS JÓVENES VIEJOS DEL CAPITALISMO
David Cronenberg nos tiene acostumbrados a películas frente a las que
nadie queda indiferente. Por momentos, se piensa que es una estética rebuscada
y, finalmente, se cae en la cuenta de que el autor nos está mostrando la vida
misma con una maestría notable. Porque, en la vida misma, el deterioro es
inexorable.
El film está basado en el relato homónimo de Don DeLillo editado en
2003 y llega al cine nada menos que con Cronenberg. Y su protagonista es Robert
Pattinson quien también aparece en la cartelera de este jueves en el film Bel
Ami, totalmente opuesto a éste.
Eric Parker es el personaje de Pattinson y nos muestra a un hombre de
negocios de Wall Street cuya vida, por falta de tiempo y por seguridad,
transcurre en una limousine. Las tomas y encuadres de Cronenberg son realmente
magníficas si bien la narración incurrirá en extensos diálogos dentro de la
“limo” (que incluye escenas de sexo) por momentos irritantes o cuanto menos
aburridos. Sin embargo, nadie puede negar el valor de esos parlamentos, ricos
en contenido, y, solo con un poco más de atención, se accede a un texto
movilizador.
El objetivo del film es mostrarnos el deterioro físico, espiritual y
social que se sufre. A veces, por circunstancias externas, otras por el mismo
devenir de la vida. Y en este sentido Cronenberg utiliza a esa estupenda “limo”
como eje de este subtema que es el “todo” del film, más allá de los personajes.
Es también, y tal vez en forma específica, el retrato de la caída del
capitalismo, al menos como se lo concibe en Wall Street.
La banalidad de los hechos, la vida de los que no tienen nada como
entorno de un automóvil que lo tiene todo, la ausencia aparente de sentimientos
impuestos por razones económicas, la necesidad del amor en forma tácita, y el
origen de uno mismo en otro contexto, se van sumando de manera natural a la
vida de Eric Parker, a su “limo” chocada, vapuleada, semi destruida por los
oprimidos.
De pronto, encontramos en Eric Parker a un “joven viejo”, a un hombre
que lo tiene todo pero que piensa como alguien que se despide de la vida. Tiene
necesidades de joven pero sus apetencias, en el fondo, son de otra índole. Y
buscará la forma de llegar a aquellos seres que le pueden dar la vuelta de
tuerca que necesita y que no es precisamente la que el espectador espera. He
aquí el “quid” del relato, imprevisible, otro logro de Cronenberg.
El film puede causar rechazo, puede irritar en buena parte de su
narración pero es imposible estar indiferente al caso de Parker, a su
soledad social y personal, y a su condición de joven que lo ha vivido todo sin
quererlo. “Hacerse” el adulto le costará muy caro.
Cronenberg filmó con enormes dificultades dentro de una “limo”,
buscando ángulos novedosos y mostrándonos la vida real a través de sus
ventanillas, la única vida real que Parker conoce durante buena parte de su
vida como financista. La nada de lo existencial está presente y Cronenberg la
resuelve sin cortapisas. Es un film austero en su producción pero muy rico en
su temática. Movilizador, perturbador, que nos deja un mensaje muy claro sobre
la vida que llevamos, la que nos quieren hacer llevar y dónde presumiblemente
está la vida real a la que a veces le damos la espalda. Las consecuencias
pueden ser devastadoras.
Elsa Bragato
NI UN HOMBRE MÁS
De Martín Salinas.
Con Valeria Bertuccelli, Martín Piroyansky, Juan Minujín, Emme, Luis
Ziembrowski, entre otros. Música de Alejandro Franov. Duración: 83 minutos.
MUY BUENA. ENREDOS EN
UN “NOIR” INTERESANTE
El director y guionista Martín Salinas, de vasta carrera en el
desarrollo de proyectos para Warner Brothers, MGM, Universal Estudios y ABC
Network, entre otros, en los Estados Unidos, México y Argentina, ha realizado
una comedia delirante, llena de enredos, ubicada en la magnífica selva del
Iguazú, que le otorga una magia adicional a la interesante trama.
El film comienza de un modo alocado e intempestivo cuando la pareja
formada por Valeria Bertuccelli y Juan Minujín extorsiona a un familiar y huyen
con un raptado, al que tienen maniatado en el baúl del coche, además de cien
mil dólares como botín. Un choque en una ruta enmarañada, dos muertes y el
comienzo de una segunda narración, también atrapante.
La mujer va a parar a una hostería precaria, regenteada por un joven
solitario, que encarna Martín Piroyansky. Pero la cuestión se complica: el
ocultamiento de los cadáveres, los dólares que sirven para intercambiar favores
y apremios, sumado a la aparición escalonada de personajes insólitos y
desconectados entre sí, la novia ausente del encargado, Emme, dos monjas, una
rústica pareja de lugareños, todos son involuntarios partícipes de los enredos
risueños y muy logrados por Martín Salinas.
Sin duda, Salinas se lanza al largometraje con mucha excelente,
transitando el “género noir”, a través de una narración vertiginosa, de buena
riqueza visual, con interesantes diálogos y enredos de personajes. Es un muy
buen comienzo en el largo para quien conoce ya de qué se trata el cine. No la
va a pasar mal.
Carlos Pierre
OTRO CORAZÓN
De Tomás Sánchez. Con
Fabián Gianola, Mariano Torre, Elena Roger, Lito Cruz, Carlos Moreno, Betiana
Blum, Beatriz Spelzini, Adriana Aizenberg, Pepe Novoa, Patricia Sosa, entre
otros. Música de Javier López del Carril. Duración: 88 minutos.
REGULAR. LAS
DONACIONES DE ÓRGANOS EN UNA TRAMA CON MUCHOS ALTIBAJOS
Un buen guión y una
pléyade de actores de primer nivel no consiguieron cristalizar un relato
dirigido por Tomás Sánchez que pudo ser sólido. Lito Cruz y Betiana Blum
resultan muy opacados por la ambientación que se les ha dado en las secuencias,
así como las excesivas canciones interpoladas en la historia a cargo de Elena
Roger y Patricia Sosa desviaron el curso y el interés de la trama, relacionada
con un trasplante cardíaco. Dos hermanos (Fabián Gianola y Mariano Torre)
adoptan posturas diferentes para encarar la dolencia de su padre, encarnado por
Carlos Moreno. Surge un subtema interesante en el personaje de Mariano Torre
quien se obsesiona por salvar a su padre y se aleja de su mujer (Elena Roger) a
punto de dar a luz. ¿Complejo, hijo dominado?
Dos locaciones bien diferencias, como el campo y la ciudad, ayudan a
dar marcos distintos a lo que sucede: lo que acontece en el ámbito rural es muy
formal, carece de emoción. En cambio, los hechos en la ciudad, donde el padre
de familia necesita un corazón para seguir viviendo, resulta empático,
sensible, tocante.
En realidad, este film tiene el objetivo de promover los
trasplantes, la donación de órganos, contando con el apoyo del INCUCAI y de la
Fundación Favaloro. Sin embargo, aunque los hechos se muestran y son
contados, le faltó un poco de vuelo para no caer en el cine de los 60 y no
resultar disonante al mezclar canciones (aunque tengan alguna razón argumental)
con la necesidad de una donación de órgano y una situación familiar cuanto
menos compleja. Tema interesante no resuelto satisfactoriamente, de acuerdo
a nuestro modesto punto de vista, al menos con los parámetros del cine actual.
Carlos Pierre
BEL AMI
De Declan Donnellan y
Nick Ormerod. Con Robert Pattinson, Uma Thurman, Kristin Scott Thomas,
Christina Ricci, entre otros. Música de Lakshman Joseph de Saram y Rachel
Portman. Duración: 102 minutos.
BUENA. LA AMBICIÓN EN
UN FILM DE ÉPOCA LOGRADO
La novela de Guy de
Maupassant, publicada en 1885, Bel Ami, resulta un guión más que atractivo para
llevarla al cine, hecho que no fue desaprovechado por Declan Donnellan y Nick
Ormerod, de vasta trayectoria en puestas teatrales. La trama ocurre en París,
en 1890, y es un fiel espejo de nuestra actualidad sin distorsión por el paso
de los tiempos. La fama y la riqueza logradas por seres mediocres y el poder y
la influencia del periodismo en la política como “cuarto poder” están
retratados en el final del siglo XIX con realismo e inteligencia y nos
inquieta: todo sigue igual.
Georges Duroy (Robert
Pattinson) es un joven apuesto y sin escrúpulos que llega a París procedente de
Argelia, donde pasó dos años en el ejército. Sin dinero, se encuentra por
casualidad con Charles Forestier (Philip Glenister) a quien conoció en Argelia
y ahora trabaja en un influyente diario parisino, casado con una inteligente
mujer (Uma Thurman). Surgen entonces amistades femeninas de la alta burguesía
que Duroy sabe aprovechar rindiéndolas a sus atributos, como Virginie Rousset,
Clotilde de Maelle y la propia Madame Forestier (Thurman), un personaje fuerte
que se transforma en la contracara el ambicioso Duroy. Cae en su trampa
pero lo hace sufrir. Nada le resultará gratis al pretencioso joven.
Bel Ami es el apodo que le pone la pequeña hija de una de estas
mujeres, Virginie Rousset, que protagoniza Kristin Scott Thomas, “bello amigo”,
un nombre que termina siendo su “nickname” en el ascenso social, frío e
inescrupuloso, que Duroy encara a través de las sábanas más ricas de la época.
La historia es atrapante pero tenemos a un Pattinson que no logra
sacarse la inmovilidad expresiva de su rostro. O su capacidad histriónica se
basa en ser hierático o bien tiene mucha “saga Crepúsculo” sobre su espalda. La
ambientación está lograda porque se muestra a París en sus dos caras, la
reluciente y la miserable, y hay una búsqueda de detalles de época que muestran
el desvelo del Diseño de Arte. A Pattinson lo rodea un elenco de notables por
lo que, entre ellos y el sólido libro que sustenta al guión, el film resulta
agradable y, en algún punto, inquietante por su similitud con nuestro
presente. La novela es mucho más.
Carlos Pierre