JUEVES 15 DE NOVIEMBRE DEL 2012.-
Hay cincos estrenos de los cuales cuatro son nacionales,
incluyendo un documental.
No comentamos Días de Pesca de Carlos Sorín ( a la que
recomendamos aún sin haberla visto), Un amor de película ni el documental
indicado, De los barrios, El Arte.
CREPÚSCULO, AMANECER PARTE 2
De Bill Condon. Con Kriesten Stweart, Robert Pattinson,
Taylor Lautner, peter Facinelli, Ashley Greene, Michael Sheen, entre otros.
Sobre la novela de Stephenie Meyer. Música de Carter Burwell. Duración 115
minutos.
MUY BUENA. ESPLENDOR VISUAL PARA UN FINAL ÉPICO
Encarar historias de amor en
una época de tecnología es una tarea casi imposible. Las críticas llueven y,
para nuestra modesta opinión, no tienen razón de ser. Que la Saga Crepúsculo
haya prendido tanto en los jóvenes nos indica que este tipo de género sigue teniendo
adeptos en todos los siglos. Desde los folletines del XIX hasta los “love
stories” del XX y hoy, con la tecnología de punta, con Crepúsculo.
Estamos frente a un final a
toda orquesta, plena de coraje, de amor, de lazos familiares, entre vampiros y lobos
enfrentados. Hay una explosión visual magnética y emotiva a la vez, y en esto
hay que destacar la labor del director de fotografía, Guillermo Navarro.
La historia de Crepúsculo, en
este final-final que obligó a desdoblar el último film en dos, Bella ha sido
mamá de Renesmee. Bella se siente más viva, es ya un vampiro y tiene una fuerza
poderosa. Pero hay características simpáticas: Bella es “vampiro vegetariano”.
Sobre esta segunda parte,
podemos contar poco, salvo detenernos en el fenómeno cinematográfico en sí que
aporta un novedoso sentido épico a través de una fotografía colosal cuando
encara la batalla entre los Volturi y los Cullen.
Y un dato muy actual: la mala
información que provoca enfrentamientos brutales.
Se lograron detalles propios de la literatura nórdica: la lucha entre
los Cullen y Volturi en una planicie de nieve endurecida, donde “la sangre
estará sobre la nieve”, acaso una metáfora de Shakespeare de “una rosa
desangrándose en la nieve”. La búsqueda del contraste en los colores, la
magnificencia de la tecnología para la épica.
Además, el realizador Bill
Condon aporta, en la secuencia inicial de títulos, una idea muy original para la banda sonora, contando con el aporte
del compositor Carter Burwell: insertó los temas
musicales de cada uno de los films de esta saga por lo que hay una síntesis
musical que colabora, como un protagonista más, en la definición de los
personajes y sus acciones.
Hay varias secuencias para
destacar por su suspenso y belleza visual: la de la caza y la de la batalla son
estupendas.
Los personajes también tienen
evolución, desarrollo, desde Bella, que temía ser vampiro, hasta esta otra
Bella, ya mamá y aceptando su condición vampírica. Los actores se han adecuado
a sus roles, se nota empatía, conocimiento de los roles. Todo esto conforma un
film muy grato, muy bien realizado, que suma esfuerzo de producción y un elenco
consustanciado con las historias que deben jugar.
Agregamos que este cierre de
la saga constituyó dos películas filmadas en forma simultánea, con dos bases:
tomas interiores en Baton Rouge, Estados Unidos, y tomas exteriores en
Vancouver, Canadá. Además se realizaron secuencias en el Caribe y los
protagonistas completaron escenas en el Stawamus Chief Provincial Park en
Squamish, el 29 de abril del 2011.
Es un film para disfrutar, sobresaltarse y emocionarse,
especialmente para quienes son sus fans, con todo el lujo de la producción de ultísima
generación. Es decir, una historia
romántica propia del siglo XXI, con toques “dark”. Rescatamos enfáticamente el
género romántico.
Carlos Pierre
AMOR A MARES, UNA HISTORIA ENCUBIERTA
De Ezequiel Crupnicoff. Con Luciano Castro, Gabriel Puma
Goity, Paula Morales, Miguel Angel Rodríguez, Pompeyo Audivert, Nacho Gadano,
Germán Krauss y Luisa Kuliok, entre otros. Duración: 91 minutos.
BUENA.
Un majestuoso crucero que
parte de Buenos Aires y pasea por Río de Janeiro, Málaga, la isla de Malta, es
el ámbito donde se desarrolla esta comedia de género, a la manera de Billy
Wilder, según las palabras del realizador Ezequiel Crupnicoff. De allí su
impronta de otras décadas que siempre deben ser revalorizadas, especialmente
cuando se ha hecho una producción que luce en pantalla a través de buenos
encuadres y una fotografía cuidada.
El tema es conocido en el
cine: un escritor, abandonado por su esposa, vive sumido en una crisis creativa
(Luciano Castro en un papel un tanto diferente a los que realiza en
televisión). Y su agente literario (Miguel Angel Rodríguez) lo induce a que
realice un crucero donde vivirá seguramente muchas historias y podrá llevarlas
al papel.
Se producen equívocos, que son el “quid” de las comedias, y el
escritor quedará en medio de una trama de engaños y malentendidos, útiles para
el género. Juegan un rol chispeante El Puma
Goity y Paula Morales.
Si bien la trama gira en torno
a la literatura, no hay el menor asomo de lo “intelectual”, para bien de la
propuesta.
Luciano Castro aporta su galanura, más que probada en otros medios, y
es una grata sorpresa la labor de Paula Morales en cine (la hemos visto
también en TV), que tiene una secuencia especial con el escritor. Goity,
Audivert, Miguel Angel Rodríguez y Nacho Gadano, ofrecen gracia y soltura
profesional en medio de tantos enredos y maraña de camarotes.
Se podrá decir que esta
realización tiene tufillo a otras épocas del cine pero es justo decir que, en
el arte y en el propio cine, no hay un declarado progreso en las historias sino que todo pasa por la forma de encarar lo ya conocido bajo
el sol.
El tratamiento cinematográfico
de Crupnicoff es bueno y hay que resaltar, además, que no le haya importado
recurrir a efectivas fórmulas del cine norteamericano del 50 y 60. Nos parece
una buena comedia que merece nuestro apoyo.
Carlos Pierre