JUEVES 24 DE NOVIEMBRE DEL 2001.
Hay cinco estrenos que incluyen dos films nacionales. Lo Siniestro no tuvo privadas, por lo tanto no comentaremos.
LAS ACACIAS
DE Pablo Giorgelli. Con Germán de Silva, Hebe Duarte y Nayra Calle Mamani. Duración: 85 minutos.
MUY BUENA. SENTIMIENTOS QUE DESPIERTAN A TRAVÉS DE UNA ROAD MOVIE INTIMISTA
Poco puede hacer mucho. Es el caso de Pablo Giorgelli que llega a su primer largometraje con una historia profunda, sin altisonancias. Tres personajes a lo largo de un viaje de 1500 km desde Paraguay a Buenos Aires. Un camionero, Rubén, encarnado por Germán De Silva, transporta los troncos hasta nuestra ciudad. Son acacias, un árbol duro y espinoso que termina siendo de gran utilidad por su nobleza. Una simbiosis con quien lo transporta, un hombre rudo pero que, en su corazón, aguarda el momento de amar.
Por encargo de su patrón, Rubén debe levantar a una mujer, Jacinta, a cargo de Hebe Duarte, y traerla a Buenos Aires junto con su beba, aquí la esperan sus familiares. Rubén es muy serio, poco locuaz. Incluso está contrariado cuando la mujer aparece con la beba de 5 meses y varios bolsos. La road movie se inicia, muchas veces no hay palabras. Y el viaje será largo. Pero he aquí un factor que puede cambiarlo todo: la beba y su encanto, Anahí (la pequeña Nayra Calle Mamani), empiezan a quebrar la dureza del rostro y del corazón de Rubén.
Pablo Giorgelli explicó que en este film volcó muchos sentimientos “rumiados” a lo largo de 5 años y decidió que la historia transcurriera en la cabina de un camión, a veces real, otras veces en estudio, para captar los mínimos gestos de cada personaje, los lentos cambios de la caja de velocidad, las miradas a través de los espejos, el silencio que habla más que mil palabras.
Poco a poco, algo de Anahí quiebra, saca una a una las espinas de la “acacia adulta” que es Rubén, un hombre que tiene un hijo al que no ve desde hace 8 años, que se ha educado en la soledad. Con un diálogo austero y una muy cuidada edición, el film va entrando en el alma del espectador. El largo viaje ha cruzado a tres almas y se mete en la del espectador. La madre soltera, la beba y el camionero. Sobre ellos hay una esperanza. Surgen, se despiertan, los sentimientos más caros a cualquiera de nosotros. Y éste es el gran valor del film que no buscó complicaciones argumentales ni sofisticaciones técnicas sino mostrar los cambios del alma con una cámara. Nada fácil el objetivo de Giorgelli que lo logró y que certifica los 17 premios ganados entre Cannes y Londres, y un recorrido fructífero en los 44 festivales donde fue presentada.
Es un film intimista, que nos deja una sonrisa en el alma, y nos atrevemos a decir que es el género que mejor le queda a nuestra cinematografía, un traje a medida.
Carlos Pierre
FUERA DE LA LEY
De Roger Donaldson. Con Nicolás Cage, January Jones, Guy Pearce, entre otros. Músicade J. Peter Robinso. Duración: 108 minutos.
BUENA. POLICIAL INTENSO CON UN EXCELENTE NICOLÁS CAGE
La desesperación no es buena consejera. Es el caso del personaje de Nicolás Cage, Will, un profesor secundario de literatura que trabaja en una escuela de los suburbios de Nueva Orleans, y está casado con una excelente violoncellista, quien sufre un brutal ataque, con un sometimiento sexual que obliga a su internación.
La desesperación se apodera del protagonista, la necesidad de justicia inmediata, sin esperar el proceso de la ley, surge de manera inesperada para Will que ve las promesas de justicia en una organización clandestina de vigilancia, algo así como una fuerza parapolicial. Queda involucrado en una feroz telaraña, una maquinaria de muerte que es un pacto con el diablo.
El australiano Roger Donaldson contó con la sugestiva y particular ciudad de Nueva Orleans para desarrollar esta “Ilíada” ciudadana donde impera el crimen y aún se sufre el lastre devastador del huracán Katrina. Para el film se debieron reconstruir la estación de policía y el hospital y se incorporó el histórico hotel Le PAvilion de fuerte herencia europea con candeleros de cristales checos, columnas italianas y verjas de mármol francés, dándole un toque aristocrático en contraste con el crimen que asola las calles.
El thriller no decae nunca. Nicolás Cage y el contacto con la agrupación Simon, a cargo de Guy Pearce, viven en un espiral frenético. Will trata de sortear las acechanzas de la organización clandestina que le exige mucha participación para vengarse de otros tantos hechos delictivos. Puede pensarse que el fin es bueno, si no hay justicia de ley, la justicia por mano propia puede ser la salida. Pero en la narración de Donaldson se muestra justamente lo inapropiado que es la venganza por mano propia. Vértigo, fuertes escenas, atractivo film de principio a fin con un Nicolás Cage que está en un gran momento actoral, lejos de algunos personajes arquetípicos que le hicieron flaco favor a su carrera.
Y una pregunta que nos queda casi suelta: ¿qué hacer frente a la impotencia, al dolor? También es una propuesta que surge como necesario subtema.
Carlos Pierre
LA MUJER SIN PIANO
De Javier Rebollo. Con Carmen Machi, Jan Budar, entre otros. Duración: 95 minutos. Distribuye Zeta Films.
BUENA. LACÓNICA HISTORIA DE UNA CASADA QUE NO QUIERE SER INFIEL
Un título que puede llevarnos a equivocarnos: es una mala metáfora de una mujer que no tiene lo que quiere. El piano, a otra cosa. Aquí no va. Javier Rebollo, el mismo de Lo que sé de Lola, se juega entero en un film casi sin diálogos, un post-.mudo, con tomas fijas y fuera de campo que logran impacientar al espectador, crítico o no. Un ama de casa está más que aburrida de su hogar, de la vida conyugal sin matices, de su rutina. Sin que lo demuestre en su rostro, le fastidia un gran cuadro, una gran reproducción, que hay en uno de los cuartos. Y lo saca, lo esconde. Espera la noche y, cuando su marido se duerme, arma una valija, se pone una peluca y sale a recorrer Madrid con la intención de irse, de tomar un tren y desaparecer. No es fácil su travesía. Nada de lo que ve o de lo que vive le es cercano, hay violencia que desconoce, hay gente tan triste como ella, salvo por el encuentro con el obrero checo con el que vive una relación breve y tierna, más que nada un acercamiento que, seguramente, le hace ver que, fuera de su hogar, las cosas no son como ella piensa. La vida “loca” no está.
El cuadro es el “quid”, el que nos permite encontrar la respuesta que se busca a lo largo del film. Y le pedimos especial atención en él porque el cambio de lugar es la respuesta a tanta falta de diálogo y a la inquietud existencial de la protagonista. Un plano secuencia, casi como recurso “excesivo” en este lacónico relato audiovisual de Rebollo, nos permite recorrer una terminal donde la mayoría de los pasajeros duermen, o miran el techo, tanto como la misma protagonista en su vida diaria. ¿Regresar al hogar? ¿Habrá que cambiar algo o aceptar lo rutinario como parte de la propia existencia sin darle tanta vuelta a la cosa?
Es un film lento por momentos, con una búsqueda visual que puede agradarle a los cinéfilos pero no al público en general. En España el film no fue muy bien recibido. Sin embargo, en estas latitudes, encontramos una gran actuación de Carmen Machi y una propuesta útil para las señoras de 50 años. La vida está donde uno quiere que esté. Y es una deducción coherente.
Elsa Bragato
HAPPY FEET 2
De George Miller. Música de John Powell. Duración: 100 minutos.
REGULAR. FALTA DE MAGIA EN UN FILM DESTINADO PARA LOS MUY CHIQUITINES
Muy lejos de Happy Feet, la primera, llega esta historia de Mumble y su hijo Erick, que no sabe ni bailar ni cantar y es una vergüenza para semejantes pingüinos cantantes, tal como se vio en la primera película.Hasta aquí todos entendemos,
Luego sobreviene un gran desorden narrativo: la rebeldía de Erick lo lleva a cometer errores de los que depende su vida. Aparecen dos krills que, con ojos saltones, quieren ser algo así como la ardilla de La era del Hiego, pero no se entiende por qué están ni qué aportan a una historia que empieza a confundir.
Luego sobrevienen más circunstancias narrativas deshilvanadas: la rotura de un témpano de la Antártida que, sin mucha explicación, deja encerrados a los pingüinos emperadores. Las travesuras de Erick lo enfrentan a un elefante marino (en el film, doblado, dicen “foca elefante”) con Mumble y una amistad que luego servirá para salvar a los pingüinos. Los dos Krill andan perdidos por el océano y luego, sin explicar cómo pueden sobrevivir fuera del agua, estarán en los bigotes de los elefantes marinos, en la boca de un pingüino, es decir, vivirán circunstancias dramáticas sin ton ni son. No hacen a la historia de Mumble y su rebelde hijo Erick que ya tienen bastante con tanto personaje que surge de la nada.
Hay utilización de fragmentos musicales insólitos como “Nessun dorma”, con otra letra, que canta un desaforado Erick en un paso de opereta sin razón. Con un pequeño rap habría sido suficiente. Es decir, se apela a personajes circunstanciales para llegar a un final con rap y góspel que serán la salvación de los encerrados, y es el quid de la historia, ensuciada con secuencias y personajes que no aportan nada. Se rescata la tecnología empleada para el f ilm así como su banda sonora, menor que en el primer film.
Por cierto, el mensaje de que hay que ser solidario y de que hay que cuidar el medio ambiente está. Para ultra chiquitos que puedan disfrutar de las imágenes y no pensar tanto en el argumento.
Elsa Bragato