JUEVES 3 DE NOVIEMBRE DEL 2011
Hay seis estrenos, incluyendo la argentina Verano Maldito, de Luis Ortega, que no tuvo privadas para los críticos “on line”, salvo para aquéllos que escriben en los llamados matutinos porteños importantes. En total, los estrenos nacionales son dos.
LA PROFECÍA DEL 11-11-11
De Darren Lynn Bousman. Con Timothy Gibbs, Michael Landes, entre otros. Música de Joshep Bishara. Duración: 109 minutos. Distribuye Diamond Films.
BUENA. TERROR APOCALÍPTICO EN UNA LOGRADA NARRACIÓN
Desde principio a fin hay tensión, aunque se sucedan hechos ya conocidos, ya vistos, y hasta previsibles. Pero el film cumple su objetivo “pochoclero”, de atraparnos y distraernos, y ésa es una virtud.
El número 11 es, en Numerología, uno de los llamados “maestros”. El doble 1, que indica el liderazgo, puede tener connotaciones positivas si quienes lo llevan, por la suma de las letras de sus nombres y de su fecha de nacimiento, tienen buena energía y fines benéficos. Pero también puede ser negativo si se refuerza el “yo” y se cae en el egoísmo, o apocalíptico si nos remitimos a siniestros ocurridos un 11 como el ataque a las Torres Gemelas, luego el ataque a Atocha en Madrid, y el gran eclipse del 11 de agosto de 1999. Nostradamus predijo los alcances del mismo y hasta se ha deducido la aparición de un Anticristo.
Darren Lynn Bousman, el joven director de las logradas El Juego del Miedo II, III y IV, escribió y dirigió este guión cuyo argumento contiene elementos de un thriller religioso y apocalíptico, ambientando en Barcelona, muy acertadamente, en una casona alejada del centro urbano. Además incluyó escenas en el famoso Barrio Gótico de esa ciudad, antiguo y misterioso, así como secuencias en las playas catalanas, desiertas.
Para el protagonista, el escritor Joseph Crone (Timothy Gibbs), el 11-11 lo persigue desde el momento en el que pierde a su esposa y a su hijo en un incendio intencional provocado por uno de sus lectores. Es que Crone es ateo y eso ha generado polémica en sus seguidores. Y la tragedia familiar se desarrolla a las 11.11 de una mañana. Y a esa hora tendrá, luego, un accidente automovilístico, y también será la hora exacta en la que reciba la noticia de que su padre está por fallecer en Barcelona, por lo que debe viajar a España. Aquí Bousman trabaja con los opuestos, que encarnan el bien y el mal, la fe y el ateísmo: Joseph es un ateo como dijimos, su hermano es un sacerdote un tanto especial también que ha improvisado una iglesia al lado de su casa. Además es paralítico.
Los dos hermanos enfrentarán el terror de la cercanía del 11-11-11, fecha indicada para la apertura de un portal diabólico. El escritor sufrirá horribles pesadillas, el sacerdote sentirá las amenazas de las fuerzas malignas. Este tipo de situaciones le permiten al director desarrollar la imaginería conocida de rituales, sacrificios, pesadillas espantosas. Joseph Crone, el protagonista, se desvela por descubrir con antelación qué sucederá ese día. ¿Acaso es el portal para el descenso de los seres diabólicos? ¿Cuàl es el elemento, la actitud, el resorte que nos permita salvarnos? He aquí el quid del argumento que tendrá un giro inesperado, conocido ya pero efectivo siempre, sobre el final.
Destacamos como rasgo distintivo del film de Bousman la atmósfera lograda, la ambientación, la utilización de la luz con fotografía inquietante, todos elementos que confluyen para que el espectador viva un apasionante viaje de sustos de principio a fin. Para adeptos a este género.
Carlos Pierre
JOHNNY ENGLISH RECARGADO (O RENACIDO)
DE Oliver Parker. Con Rowan Atkinson, Dominic West, Gillian Anderson, entre otros. Música de Ilan Eshkeri. Duración: 100 minutos. Distribuye UIP.
MUY BUENA. DIVERTIDA COMEDIA CON GAGS HILARANTES
Es imposible no reírse a carcajadas con varias secuencias de este film protagonizado por Rowan Atkinson en el papel de este tan poco agraciado Johnny English (continuación de la anterior del 2003), un espía británico que fracasa más de la cuenta y que, en castigo, está en el Tíbet, donde es sometido a un entrenamiento físico y mental que permiten muchas secuencias logradas.
No hay que buscar la quinta esencia en el guión que tiene la línea argumental básica que nos permiten conocer las incursiones de English y sus metidas de pata; el agente británico está castigado pero es el único que puede resolver con su poca fortuna una difícil situación: el premier chino será asesinado cuando visite Inglaterra. Es una suerte de James Bond venido a menos, con un coche espectacular que aparece pocas veces pero suficientes, y que, en caso de ser más utilizado, habríamos estado en la serie del coche fantástico.
No por conocidos los gags pierden efectividad dado que Atkinson es un actor con una gestualidad muy especial y, sin caer en su personaje de Mr Bean, utiliza sus recursos histriónicos en su justa medida. “Meterlo” en los adustos y lujosos ambientes de los agentes británicos da pie para una serie de situaciones más que divertidas. Podremos analizar si ya las conocemos o no, pero en definitiva la carcajada es inevitable y entonces se logró el objetivo.
Llevar con sus desaciertos a English al palacio de Buckingham también trae consecuencias que el público festejará. Imposible no reírse con sus torpezas, aunque éstas se repitan. Ingenua, simpática, delirante por momentos, nos divertimos mucho con este film que podrá tener sus altibajos pero que no deja de ser un soplo refrescante dentro de una cartelera cargada con 3D, con dramas y suspensos. Decíamos en el título que es “recargado o renacido”, en inglés es “reborn” o sea renacido y esto tiene su explicación en el film. Para pasarla más que bien con simpleza y gags.
Elsa Bragato
LA PIEL QUE HABITO
De Pedro Almodóvar. Con Antonio Banderas, Elena Anaya, Marisa Paredes, entre otros. Música de Alberto Iglesias. Duración: 117 minutos. Distribuye Diamond Films.
BUENA. UN ALMODÓVAR DEMASIADO OSCURO
La historia que nos presenta Pedro Almodóvar es interesante pero fría y distante. Es quirúrgica, con una fotografía espléndida, cuidada y muy buenas actuaciones. No convence el tono del film, aunque tenga mucho suspenso, ni el tema tal como se lo desarrolla. Está basado en la novela “Tarántula”, de Thierry Jonquet.
Antonio Banderas se reencuentra con Almodóvar en este film y demuestra una gran madurez actoral, muy lejos del escuálido Zorro hollywoodense que supo regalarnos. Es un científico inescrupuloso cuya mujer ha fallecido luego de un accidente automovilístico, quemada al máximo su piel (hay otros detalles que no damos por obvias razones). La obsesión de este hombre es crear una piel que resista, cuanto menos, los embates del fuego. Y busca cómo lograrlo apelando a técnicas nada éticas. Aquí Almodóvar nos enfrenta a situaciones límites, muchas veces lacerantes para la sensibilidad del espectador. Y hace una recorrida por todos los males que los policiales nos muestran hoy en día. Perversiones, una mujer confinada objeto de experimentos, en una seguidilla de situaciones fuertes, duras, nos alejan de Hable con Ella, o de Volver, donde el humor negro estaba más que presente dentro de una fotografía más diáfana, menos quirúrgica y con todo el espíritu almodovariano, sin necesidad de caer en los excesos, para nuestra modesta opinión, de esta película.
Es un film muy oscuro sobre una historia de amor trunca brutalmente y la venganza del científico. Buscar esa piel a costa de lo que fuere, aún de la mayor crueldad. Hay suspenso de principio a fin y para los seguidores de Almodóvar es un film a ver. No es para todo público porque hay amargura, desazón y, como dijimos, escenas fuertes, crudas, no novedosas en el cine, pero que son tan asépticas que incomodan sin producir empatía o rechazo profundo, auténtico. La realización es impecable así como las actuaciones y la fotografía. La música de Alberto Iglesias, un gran maestro, no nos convenció.
El propio Almodóvar ha dicho sobre este film que es “de transición”, diferente, duro y cruel, porque lo “pilla” en un momento especial de su vida. Y también sabe que es “inclasificable”. Porque roza lo noir, el terror, y la ciencia ficción. ¿Para qué agregar algo más?
Elsa Bragato
ANTES DEL ESTRENO
De Santiago Giralt. Con Erica Rivas,Nahuel Mutti, Miranda de la Serna, Rodrigo de la Serna, entre otros. Música de Emisor. Duración: 80 minutos. Distribuye M.E.S Producciones.
BUENA. VIDA DE ARTISTAS EN UN FILM PEQUEÑO PERO DE BUENA FACTURA
Para comprender a Santiago Giralt es conveniente recordar UPA!, un film donde retrató la locura, nerviosismo, egoísmos, fanatismos, de un grupo de actores que estaban rodando un film, sus reuniones, sus discusiones. Una opera prima más que prometedora. En este caso, Giralt vuelve a la vida de los artistas, ubicándose cuatro días antes de que la protagonista, a cargo de una imponente Erica Rivas, debute en el teatro San Martín.
El film comienza con una cita de Ingmar Bergman que aclara que el film no es un documento, es un sueño. Es decir, debe dar un testimonio, moral, social. Y en el epílogo, Santiago Giralt deja un homenaje al mentor de este trabajo, John Cassavetes. Es que está inspirado en “Opening night”, el clásico de Cassavetes de 1977 (o sea “Noche de debut”). La propuesta tiene, en nuestra modesta opinión, un férreo esquema, logrado con una narración madura y de espléndida fotografía.
Giralt nos sitúa en la vida de una pareja de artistas que llevan una relación especial. Ella es una gran actriz que debe debutar en un gran teatro porteño. El, a cargo de Nahuel Mutti (un actor bastante olvidado) es el esposo reflexivo y disparatado a la vez que pasa su tiempo con largas elucubraciones sobre sus films y los temas específicos como la ciencia y el arte. La hija preadolescente, a cargo de Miranda de La Serna (hija de Rivas y De la Serna), sufre y goza los pesares y las alegrías de sus padres. La madre es egocéntrica y alcohólica y el padre está perdido entre lo cotidiano y la creación.
Giralt analiza la actitud de estos dos artistas antes de un estreno. La mujer que debuta en un gran teatro, el marido que la apoya pero que está ausente, la hija en medio de los dos. Vida de artistas. Erica Rivas vuelve a demostrar su excelencia, cita parlamentos de Yerma, de Casa de Muñecas, Lorca e Ibsen, autores en los que podemos encontrar el germen, no resuelto en el film, de los males de esta pareja. En definitiva, nos quedamos con ganas de un poco más sobre esta historia de artistas. El film se agota hacia el final y no nos ofrece un cierre que nos convenza. O bien en este cierre está la clave de todo: todo pasa y nada pasa frente a un estreno para un matrimonio de artistas. La vida continúa como el show mismo. Es un film corto, una historia pequeña bien realizada y una gran actuación de Rivas, premiada en el anterior festival de Mar del Plata por este rol. No está mal.
Carlos Pierre
EL JEFE
De Jaime Escallón Buraglia. Con Carlos Hurtado, Katherine Porto, Mirta Busnelli, Mariano Castro, entre otros. Música de Steve London. Duración: 90 minutos. Distribuye Lagarto Cine.
MALA. MAL GUSTO EN UNA COMEDIA CONVENCIONAL
El cine y la televisión colombianas han mostrado siempre los elementos que aquí toma esta película de Jaime Escallón Buraglia sin suerte y con mal gusto: la infidelidad, el desempleo, el costumbrismo de la clase baja y media dado que la clase alta de Colombia es una minoría.
Artistas argentinos, productores canadienses, además de los colombianos, se han reunido para hacer un producto que enoja, que pone mal, por lo burdo, por lo escatológico, por la falta de humor (y después nos quejamos de algunas comedias de Hollywood…). El eje de esta historia es el jefe de Recursos Humanos de una empresa de un argentino que fabrica de manera “non sancta” mermeladas y dulce de leche. Se trata de un jefe neurótico que trata los asuntos a las patadas, maltrata al sindicalista, niega aumentos, y está harto de su hogar, donde lo esperan su esposa y su pequeño hijo, que aún lleva pañales, He aquí un motivo para la escatología más barata que uno pueda imaginarse.
La secretaria de este “jefe” es la ex amante del fundador, y está a cargo de Mirta Busnelli. Jefe y secretaria “prestada” gozan de libertades poco comunes hasta que llega el hijo del fallecido empresario, encarnado por Mariano Castro (hermano de Juan Castro).
El lenguaje utilizado está tan lleno de localismos que es difícil de seguir. A esto le sumamos deficiencias muy serias en el audio por lo que, por momentos, los parlamentos son inaudibles e incomprensibles. Por si fuera poco, enfrentamos secuencias escatológicas, entre el sexo y los excrementos del bebé, sumados a los vómitos de la secretaria. Uno ve el film sufriéndolo, por lo desagradable de las secuencias filmadas.
La consideramos “mala” porque nadie puede pagar una entrada para ver semejante secuencia de mal gusto. Además, nos recuerda a tantas telenovelas que desembarcaron en el país con los temas de siempre, trajinados hasta el hartazgo: el desamor, la infidelidad, la esposa que descubre los hechos, sumándole los detalles escatológicos enunciados. Demasiada coproducción para tan poco.
Carlos Pierre