PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 9 de junio de 2011

KUNG FU PANDA 2, AGUAS TURBULENTAS, HANNA, ESTRENOS DE CINE, JUEVES 9 JUNIO, BUENOS AIRES


JUEVES 9 DE JUNIO DEL 2011.
Esta semana hay cuatro estrenos. Siguen en los primeros opuestos “Piratas del Caribe IV” y “X Men, El Comienzo”, que arrasan la taquilla. No comentaremos “Retornos”, coproducción argentino-hispana.

AGUAS TURBULENTAS
De Erik Poppe. Con Pâl Hagen Valheim Sverre, Trine Dyrholm, Ellen Dorrit Petersen. Música de Johan Soderqvist. Duración: 90 minutos.
MUY BUENA. COMPLEJO DRAMA SOBRE LA CULPA Y EL PERDÓN
La inocencia y la redención, la culpa y el perdón, se entremezclan en relatos correlativos, por momentos paralelos, en esta tercera realización del director norueego Erik Poppe. El film es del 2008, hay cierto retraso pero bien vale la pena.
La historia tiene un notable acento dramático que perturba desde el comienzo al espectador. El título, “Aguas turbulentas”, tiene directa relación con el argumento y, desde la primera secuencia baña a la audiencia de desesperación y exasperación. Imposible no conmoverse con esta película.
Las primeras secuencias nos muestran a un joven asesino que está por dejar la cárcel, donde purgó el asesinato de un niño en aguas turbulentas. Los reclusos le dan el “salvoconducto” metiéndolo en agua hirviendo y luego propinándole una feroz paliza. Los “asesinos de niños” no son perdonados por los reos.
Salir de la cárcel puede significar dos cosas: la búsqueda de un destino personal mejor, ahora como organista de una inglesia de Oslo, enamorarse de la “pastora” de la iglesia que tiene un niño. Del supuesto crimen del pasado no se habla. Hay silencios contundentes en el film.
La segunda vertiente del relato está en la madre cuyo niño fue muerto, asesinado o bien cayó a las aguas por error. Ubica al joven asesino y comienza a perseguirlo.
Hay un punto de unión entre el pasado, insistimos, supuestamente criminal del joven organista y su actual pareja con su niño: éste también se pierde aunque momentáneamente. Esto provoca una ruptura en su presente que se traslada con intensidad a todo el relato: la culpa por un pasado que no acepta porque siempre se declaró inocente y la culpa que le produce ese hecho fortuito con el hijo de la pastora.
Profunda, silenciosa, intensa, la película tiene pasajes donde el joven toca el órgano con disonancias fuertes algunas fugas. He aquí una forma del realizador Erik Poppe para graficar el dolor y la culpa, aunque se declare inocente, del protagonista. Y, como venimos diciendo, el auditorio no permanece ajeno a tanto dolor contenido, a tanta desesperación de la madre cuyo hijo falleció, a tanto silencio que mezcla llantos tácitos y culpas con un perdón que resulta inasible.
El drama tiene una reafirmación con un tema musical que ejecuta el organista: el tema de Simon y Garfunkel “Puente sobre aguas turbulentas” (traducción literal del título en inglés). ¿Es culpable, es inocente? ¿Por qué tanto silencio, por qué tanto dolor en los personajes?
Sin duda, todos ellos nos remiten a las diferencias de la moral social y las actitudes que los latinos tomamos frente a situaciones límites, como en este caso. Y hay una pátina lejana al legado cinematográfico de Ingmar Bergman.
Film duro y difícil de asimilar por el planteo inicial, el asesinato o muerte accidental de un niño, un suceso que se mantiene latente a lo largo de la narración y que mantiene en vilo al espectador. No hay tregua en el drama.
Carlos Pierre

HANNA
De Joe Wright. Con Saoirse Ronan, Eric Bana, Cate Blanchett, entre otros. Música de Chemical. Duración: 110 minutos.
MUY BUENA. UN “PATCHWORK” DE THRILLER, GENÉTICA, LOS CUENTOS DE GRIMM, ALOCADO Y ATRAPANTE
Ésta es una semana de dos films complejos: Aguas Turbulentas y Hanna.  Los dos tienen en común una ausencia de sentimientos explicitados y, en cambio, aportan miradas atormentadas que valen más que las palabras. En el caso de Hanna nos enfrentamos a un “patchwork” de Joe Wright, el mismo realizador de “Atonement” y de “El solista”, dos películas que nos encantaron. También con variados escenarios.
Esta película comienza en las estepas finlandesas, pasa por los desiertos de Marruecos, se interna en la zona de Andalucía, en España, y nos mete, sin permito, en una fría oficina de la CIA. Un hombre vive de la caza y pesca con su hija adolescente, la incnreíblemente bella Saoirse Ronan. Eric Bana encarna a este padre que prepara a su hija para la lucha, matar o morir, cazando un venado al comienzo con la misma técnica con la que cazará a sus enemigos. La jovencita no tiene opción: cuando salga de su casa en medio de los hielos será para matar o morir. Su objetivo es una mujer, encarnada por Cate Blanchett, que tuvo que ver con la mutación genética hace 20 años para generar una raza, cuándo no, rubia y de ojos azules más fuerte, más poderosa física y mentalmente. Hanna es el fiel reflejo de estas capacidades pero no está claro si es por el brutal entrenamiento al que la somete su padre o por una cuestión genética.
Impacta la primera secuencia de la muerte del venado y su destripamiento. Esto hay que contarlo porque mucha gente puede sentirse herida. Hanna no tiene sensibilidad aparente.
Al salir al mundo, tanto ella como su padre emprenden una alocada carrera por lugares insólitos y muy lejanos a Finlandia como es Marruecos. Aunque la atrapen, la jovencita sabrá salir y continuar con su búsqueda o su salvación. Una familia tipo, con algunas excentricidades en sus dos hijos y en la madre, le permite vivir esa vida que desconoce: la de la familia, la salida con chicos de su edad, la pérdida momentánea de su brutalidad. Pero Hanna no es una chica que conozca sutliezas así que se producirán gags que quiebran, momentáneamente, la dureza de la narración.
Es atrapante, por otra parte, porque es un thriller. Y la música del grupo Chemical, ensordecedora y machacadora en el rítmo, colabora en gran medida para que el espectador esté casi al borde de un ataque de nervios o con una extrema excitación. El volumen de los ritmos electrónicos de Chemical tienen una explicación: Hanna tiene los sentidos más agudizados que el resto de los mortales por lo tanto, cuando sale al exterior, los sonidos son brutales. Para el personaje y para el espectador.
Hay una marca “Bourne”, la famosa saga de tres filmes, en el escape de los protagonistas. La historia real de Hanna, cómo llegó al mundo, vendrá con algunos flashbacks, que en nada perjudican la narración central y, en todo caso, aportan claridad.
Es que, entre tantas corridas de Hanna por el mundo, el guión deja mojones sin cubrir: desde el acarreo del venado destripado hasta la aparición en Marruecos. Puede haber alguna que otra señal de que algo semejante puede ocurrir, mediando tantas distancias, pero no resulta muy claro si uno lo analiza sin pasión.
La casita de los cuentos de Grimm aparece como un solaz en medio de tanta correría pero no será un lugar apacible tampoco. La muerte está por todas partes, Hanna es una luchadora y vengadora en esencia y la ternura, la femineidad, la dulzura, están ausentes en todos los personajes. Sin embargo, el ritmo febril, con sus más y sus menos en el guión, nos resultaron atrapantes de principio a fin dejándonos la sensación de haber visto un thriller fuera de lo común.
Elsa Bragato

KUNG FU PANDA 2 en ·D
De Jennifer Yuh Nelson. Con Jack Black, Angelina Jolie, Dustin Hoffman, entre otros. Música de Hans Zimmer y John Powell. Duración: 90 minutos.
MUY BUENA. DIVERSIÓN Y AVENTURAS EN UN CONTEXTO VISUAL ESTUPENDO
Estamos frente a la segunda película de Kung Fu Panda, la primera fue hace tres años. La “reinvención” de la tecnología en 3D nos asegura un film entretenido de principio a fin, con este oso Panda que no se da cuenta de su papá es un “ganso” y no un panda, y que, ya entrenado en las técnicas del Kung Fu, es un experto en artes marciales que salvará la legendaria tradición de las mismas.
Ahora se enfrenta a un pavo real que ha creado una máquina de fuego espantosa con la que piensa destruir el mundo de Kung Fu Panda, llamado Po, y cinco amigos, desde una serpiente hasta una suerte de langosta exótica y muy entrenada. Este pavo quiere apoderarse de China.
Nada menos.
No se trata de una secuela más. Nos animamos a decir que es más entretenida que la primera y tiene un objetivo: dilucidar el origen de Po, mientras defiende China y al Kung Fu. Estos propósitos narrativos le dan mucha sal y pimienta a esta segunda parte que resulta más que atractiva.
Desde la fotografía, que abunda en planos largos con todos los matices de detalles y colores que uno se pueda imaginar, hasta planos cortos, igual que si se trabajara en un film no animado, hasta la música en manos de dos grandes maestros de Hollywood, Hans Zimmer y John Powell.
El “quid” de la historia está en un sello que despierta en Po reminiscencias de un origen que ve confuso y le saca fuerzas en la lucha. Lo demás es un thriller de entretenimiento de primerísimo nivel. Esta vez sí se puede decir que segundas partes son buenas.
Elsa Bragato