JUEVES 20 DE ENERO DEL 2011.
Hay cinco estrenos. No comentaremos el film nacional “SIDRA”.
ESCUPIRÉ SOBRE TU TUMBA
De Steven Monroe. Con Sarah Butler, Jeff Branson, Andrew Howard, entre otros. Música de Corey Allen Jackson. Duración: 106 minutos.
BUENA. FUERTE, SÁDICA, UN PLATO FUERTE PARA POCOS
Antes de realizar el comentario, debemos indicar que, en la década de los 70, algunos directores de Hollywood irrumpieron con un subgénero muy violento conocido como Rape and Revenge (violación y venganza). En 1978, Meir Zarchi dirigió y escribió el guión de “La vioelcnia del sexo o Tomar Revancha”, film que generó polémicas por sus escenas explícitas, cargadas de sadismo y morbosidad.
En los últimos años, no hay nada que no se haya visto en el cine, si recordamos Hostel, por ejemplo, entre tantos otros ejemplos. El director Steven R. Monroe tomó el tema y lo “aggiornó” ahora, cuatro décadas después, provocando el mismo impacto. En esta versión, una joven y bella escritora decide pasar sus vacaciones en una casa alquilada en un lejano pueblo para poder escribir una novela. Sin embargo, el lugar se verá invadido por cinco lugareños, cargados de violencia y de deseos sexuales reprimidos.
En esta aislada trampa en la que cae la protagonista, ocurrirán todas las violaciones morales y físicas imaginables y también inimaginables. Participan de estas orgías hasta el sheriff del lugar y un joven con retardo mental. Detalles no menores para atornillar al espectador a la butaca y horrorizarlo por el calvario al que es sometida la joven mujer.
A esta “primera etapa de horror” le sigue la revancha. Muy sangrienta, mutilaciones y atrocidades de todo tipo. Por supuesto, debemos decirlo para avisarle al espectador que no irá a ver un film de horror más sino quizás una sumatoria de horrores.
Un hallazgo del film está en los efectos especiales. Otro en la elección de la protagonista, una joven esmirriada que será capaz de una fuerza irrefrenable.
Es un film de culto, basado en la película mencionada al comienzo, “I spit on your grave” o bien “Day of the woman”, de 1978. No es un film para todos sino para los que son fanáticos de este subgénero. Quien se anime a ver “Escupiré…” no podrá sustraerse ni olvidar la perturbadora muestra de horror que hace Monroe, trazado ingeniosamente en un guión simple pero de impecable desarrollo. Escenas muy fuertes, repetimos. Solo para fanáticos.
Carlos Pierre
LA VIEJA DE ATRÁS
De Pablo José Meza. Con Adriana Aizenberg, Martín Piroyansky, entre otros. Música de Sergio Rojas. Duración: 115 minutos.
BUENA. PEQUEÑA HISTORIA SOBRE LA INCOMUNICACIÓN BIEN CONTADA
Con una cámara fija que muestra los objetiso más cotidianos y austeros, tales como una pava que hierve, las galletas sobre la mesa, los viejo s objetos que conviven con el presente de una mujer mayor, en primer plano, va armando la historia el director Pablo José Meza, galardonado en varios festivales. Detalles todos que hacen a la historia que nos contará.
De a poco, Meza hace aparecer la idea del guión y su desarrollo, una historia pequeña, austera y sórdida. La casa de la anciana y el joven provinciano que ocupa otro departamento serán los protagonistas de encuentros y desencuentros. La anciana solo pide una conversación diaria. El joven necesita un lugar para vivir sin pagar por no tener dinero, además de otros problemas familiares.
La relación es fría pero llevadera. Sin embargo, no tardarán en aparecer diferencias entre ambos. Saldrán a relucir la monotonía de la personalidad de la anciana, viuda, aferrada a una conducta elemental, así como la parquedad y el abatimiento del joven.
A manera de paneos, si bien cumple con una breve acción determinada, aparecen Atilio Pozzobón y Brenda Gandini (de gran actualidad por su personaje en Malparida, Canal 13).
Estamos frente a la segunda película de Pablo José Meza (la primera fue Buenos Aires 100 km -2004), que demuestra una buena dirección actoral y una cámara minuciosa que mueve con solvencia en interiores y exteriores. De esta manera retrata acertadamente el fluir concreto y sencillo de un barrio porteño.
Gran actuación de Adriana Aizenberg, más que probada actriz que nos ha regalado grandes trabajos. Éste no es la excepción. En síntesis, una historia pequeña, bien contada, seres anónimos que tienen una íntima pasión por la vida y buscan concretarla.
Carlos Pierre
EL TURISTA
De Florian Henckel von Donnersmarck. Con Angelina Jolie, Johnny Depp, entre otros. Música de James Newton Howard. Duración: 103 minutos.
REGULAR. UN “CHORLITO” PERDIDO EN VENECIA
En el momento de analizar el film, nos damos cuenta de que se han dado elementos preciosos para realizar una película estupenda sin lograrla. Llama la atención que Florian HEnckel Von Donnersmarck haya sido el director de La vida de los Otros, un hito del cine de los últimos años. Aquí contó con una pareja protagónica especial: el encanto de la superdelgada Angelina Jolie y la solvencia de Johnny Depp, más acostumbrado a personajes estrafalarios que a mostrarse como lo hiciera en Chocolate, y en esta película, a cara limpia y pura actuación. Por lo tanto, es raro verlo actuar sin máscaras. Recordamos que estuvo nominado a los Golden Globe por este film (la otra nominación fue por Alicia en el país de las maravillas).
El director además filmó en la ciudad de Venecia a la que, en este caso sí, tomó desde todos los ángulos, incluso zenitales, con un derroche de espectacularidad pocas veces visto. Sin embargo, no supo manejar el guión, con muchos flancos débiles, y se dejó ganar por la prepotencia de la fama de Jolie y de Depp además de la belleza de Venecia. No bastó.
Atrapados por la fotografía de la ciudad, algo que repetiremos hasta el cansancio, nos topamos con una Jolie encorsetada en fastuosos vestidos tanto en París como en el estupendo hotel Danieli de la ciudad de los canales, con cara de “aquí estoy yo” y nada más. Nada de actuación. Como modelo, mil puntos. Como actriz, en este film (para nuestro gusto, nunca), nada de nada.
Y la aparición de Johnny Depp, tal vez con algún guiño a algún personaje de Cary Grant en sus comedias policiales, es rara, como con timidez extrema, pero seguro de ella y de cómo manejarse. Hay una diferencia entre Jolie y Depp: ella hace poses y cree que así actúa. Él sabe que su personaje es sostén de la protagonista y actúa bien. Nada más que el guión no lo dejó lucirse salvo en un segundo plano. Depp será el “chorlito” que caerá en una trampa de consecuencias insospechadas.
La falta de pasión, el tono bajo con el que hablan los personajes, casi susurrándose, las escenas que uno cree que verá y no aparecen nunca, dejan un sabor agridulce: por un lado, está la fastuosa Venecia, en su máximo esplendor. Por el otro, una comedia policial que no termina de convencer con superfamosos y millonarios en los protagónicos, con pésima dirección actoral. Si se decide, no perderá su dinero porque habrá viajado en primera clase hasta la maravillosa Venecia aunque luego olvidará en pocos segundos la historia.
Elsa Bragato
LOS VIAJES DE GULLIVER
De Rob Letterman. Con Jack Black, Jason Segal, Emily Blunt, entre otros. Música de Henry Jackman. Duración….
MUY BUENA. ENTRE NEW YORK Y LILIPUT, UN JACK BLACK PARA CHICOS
Jack Black es un músico de rock que ha ido ganando espacio actoral en varios films muy taquilleros y buenos. Por ejemplo, Vacaciones, con Jude Law y Cameron Díaz. Y también recordamos su actuación en “Rebobinados”, un film “indie” muy diferente, que les recomendamos.
Recrear la historia del “gigante Gulliver” conllevó muchas peripecias técnicas que Rob Letterman ha podido resolver muy bien. Viene del campo de la animación, hombre ducho en peripecias de computación, siendo éste es su primer film para toda la familia.
Es convincente la realización donde se mezclan los seres humanos en su tamaño natural con otros personajes diminutos, también protagonizados por actores de carne y hueso. El encargado de una redacción logra, por una mentira hacia una editora de la que está enamorado, viajar a las Bermudas, donde deberá desentrañar el famoso “triángulo” y las desapariciones que allí se producen. Pero terminará en la isla de Liliput. Y el cuento de Swift, de 1726, ya lo conocemos. Gulliver será un “ diminuto “ muñeco en medio de los humanos normales con gags logrados y simpáticos especialmente para los chicos. A estos ingredientes bien desarrollados, y “aggiornados” (la isla de Liliput tendrá un centro a la manera de Broadway y la 42, por ejemplo), se le añade una historia romántica que ayuda a cerrar la propuesta narrativa de manera clásica. El encuentro entre el distribuidor de correspondencia y la editora tiene que tener un final, feliz o no.
Es muy interesante la fotografía, no solo por los efectos especiales que hemos enumerado muy por arriba pero que son imaginables en este film, sino por cómo se maneja la cámara de Letterman codo a codo con Black en sus caminatas por la estupenda New York, por ejemplo, y la relación entre el “gigante” a la fuerza y los pequeños habitantes. El “desborde” de Black del que algunos hablan se debe sencillamente a que él es el gigante y los demás, los diminutos. Black parece muy cómodo en este papel donde hace de aturdido al que le pasan cosas insólitas.
El film es redondo. Y tiene a su favor que no hay personajes de computación sino actores “empequeñecidos” o “agigantados”, según los momentos de la historia. Esto le da verosimilitud y lo hace muy atractivo. Obviamente, es para toda la familia. Al que no le gusten los cuentos para chicos, abstenerse. La relación entre el gigante, los liliputienses, la princesa, no es un plato digerible para todos. No obstante, no podemos calificarla con menos porque cumple su objetivo, no deja cabos sueltos y tiene una compleja realización donde todo marcha como la máquina de un reloj.
Elsa Bragato