JUEVES 21 DE SETIEMBRE DEL 2023.
INFORMACIÓN DEL INCAA
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ESTRENOS INTERNACIONALES
1.- LOS INDESTRUCTIBLES, de Scott Waugh, con Sylvester Stallone.
Continuación de la saga sobre el grupo de mercenarios que se embarca en una misión muy pelibrosa.
(sin críticas hasta el viernes)
2.- VAMPIRO AL RESCATE, de Roman Artemyev.
“Un producto algo más modesto que el original pero para nada exento de gracia y humor”, de Philipp Engel, Diario La Vanguardia.
“Más allá de esa peculiar mescolanza de personajes e influencias, su hándicap radica en su técnica y muy especialmente en el uso del 3D que resta agilidad al trazo”, de Paula Arantzazu Ruiz, Cinemanía.
3.- EXTRAÑA FORMA DE VIDA, de Pedro Almodóvar.
“Una emotiva y tierna historia de deseo y amor, erotismo y sensualidad, todas esas sugerentes y evocadoras secuencias nos llevan a cada uno de nosotros a alargar el cortometraje”, de Irene Crespo, Cinemanía,
“Un western más y no precisamente distinguido, Almodóvar nada aquí en aguas que le son muy ajenas y en las que no acaba de encontrarse a sí mismo”, de Carlos F. Heredero, Caimán.
4.-A PUNTO DE EXPLOTAR, de Daniel Goldhaber.
“Casi como contrapunto al triste pesimismo de la Night Moves de Kelly Reichardt, adopta un enfoque más optimista del movimiento climático”, de Jourdain Scarles, The Playlist.
“Simultáneamente emocionante y desconcertante, Ho to Blow Up a Pipeline se aleja de la desesperanza, y su aguda actualidad cautiva”, de Carlos Aguilar, Los Angeles Times.
5.- NEFARIOUS, de Chuck Konzelman.
(Sin crítica hasta el viernes)
ESTRENOS NACIONALES
1.- HACE MUCHO QUE NO DUERMO
2.- CASI TODO SUCEDE EN LOS SUEÑOS
3.- NO ME ROMPAN, de Azul Lombardia.
CRÍTICA CINE NACIONAL
LEJOS DE LOS HOMBRES
Documental de Mathieu Orcel, a cargo del montaje y de la imagen. Sonido ambiente y música de Lucy Patané, Segunda unidad de cámara de Mauricio Asial, Producción de Agustín Muñiz, Duración: 73 minutos.
XXXX – HISTORIA DE UN ARGENTINO MUY ESPECIAL
El director francés Mathieu Orcel, radicado en nuestro país desde el 2001, logró entrevistar durante varios días a un compatriota singular: don Pedro quien, al momento de la filmación, tenía 85 años. Desde hace más de 40 años, vive en una cueva de la zona montañosa de la provincia de Tucumán. Sobrevive con la caza, con su rebaño, manteniendo el lugar alejado de los pumas a puro balazo. Es éste el aspecto que más nos impresiona de esta bella historia.
A raíz de la pandemia, el equipo técnico de Orcel quedó varado en distintas partes del país, pero logró comunicarse con sus colegas enviando a un grupo de vanguardia que comenzó el rodaje. Luego llegó él con el resto del equipo, munido de la última tecnología: los drones.
De esta manera, obtuvo un retrato auténtico, sin pinceladas superpuestas, sobre un tucumano que eligió vivir alejado de los hombres por seguridad, para no caer en la trampa de palabras poco fiables y comprobables. Pedro desconfía del resto de los hombres, es de suponer que del ciudadano común, el de ciudad. Lo vemos bajando del monte o subiendo a su cueva, metiéndose en los montes con un rifle, cazando para comer. En medio de una montaña, al borde de un peligroso desnivel, con frío o calor, Pedro mantiene su salud con el atávico conocimiento de los yuyos y plantas que lo rodean. Así como su propia higiene con las aguas puras de los arroyos cercanos sin abandonar una linterna, su luz para combatir las sombras.
Es una historia dura y emotiva a la vez de una persona muy especial: Pedro nos obliga a pensar sobre la vida en la ciudad y la trampa cotidiana de la falsedad, o el ser ciudadanos ermitaños en cuevas de cemento. Orcel y Pedro además nos enfrentan a una verdad incontrastable: la vida requiere ser vivida sin tanto artificio. Y la pregunta surge espontánea: sin caer en extremos, tanta civilización ¿será el estilo de vida que nuestra especie necesita?
“Lejos de los hombres” es un documental diferente, existencial, con un guion de interés creciente que va desde un departamento porteño a la naturaleza viva de los montes tucumanos. Orcel logra una narración que evoluciona hasta dejarnos absolutamente involucrados en ese agujero de la tierra donde un hombre, Pedro, vive la vida que eligió vivir. El realizador francés dota a su trabajo de profunda honestidad intelectual, sumándole un gran esfuerzo de producción, con la seguridad de quien posee una aguda concepción del oficio de documentar con imágenes. Para ver!
Elsa Bragato
CRÍTICA DE CINE INTERNACIONAL
BLUE JEANS
Guion y dirección de Georgia Oakley. Con Rosy McEwen, Kerrie Hayes, Lainey Shaw, entre otros. Fotografía de Víctor Seguín. Edición de Izabella Curry. Música de Chris Roe. Duración: 98 minutos. Reino Unido.
XXXX – INQUISICIÓN A LO TATCHER
La proverbial “dictadura” de Margaret Tatcher no solo se sufrió en esta parte del mundo sino que tuvo consecuencias directas en la propia sociedad inglesa. Ser homosexual o lesbiana fue severamente castigado en aquellos tiempos no tan lejanos, una suerte de inquisición inglesa de la que poco se tenía noticias. ”Blue Jeans” aclara el espinoso asunto, partiendo del caso de una profesora de gimnasia en una escuela secundaria quien, al ver frustrado su matrimonio hetero, siente atracción por una mujer, conformando una sólida pareja. Cuando una de las alumnas descubre esa otra vida de su profesora, la calma que había logrado colapsa en su totalidad.
La realizadora Oakland logra un fiel retrato de ese momento social: la protagonista no siente que deba explicar a nadie qué hace cuando se va de la escuela pero, sin embargo, es la sociedad a través de terceros quien la interpela duramente.
La película tiene una ambientación de la vida social inglesa de los 80 muy verosímil, sus bares, los encuentros entre personas de la misma orientación sexual, las reuniones familiares y, en especial, la pátina conservadora de una sociedad que no es todo lo libre que pregona ser. Ni siquiera en la Europa continental se logra la apertura mental y aceptación, aún con excesos y errores, que tenemos en nuestro país.
La realización cuenta con diálogos profundos y verosímiles de Jean con su pareja, su frustración íntima por no permitirse la autoaceptación, la necesidad de olvidar su heterosexualidad, y el estupor ante el rechazo de los más cercanos. Si buscamos el por qué, si hincamos el diente, es una intencional bajada de línea muy cuestionable porque las elecciones deben ser espontáneas y no inducidas. Por otro lado, hay un sesgo dramático interesante dado que excede lo meramente romántico y pasional. Es, tal como se muestra, una cuestión social con direccionamiento político. Para ver.
Elsa Bragato