JUEVES 19 DE OCTUBRE DEL 2017.-
Siete estrenos de cine llegan a las pantallas del país, en un “mix” de
géneros: ciencia ficción que cae en el romanticismo y tragedias que terminan en
noviazgos. Además del terror y de una animación nacional.
AMITYVILLE, EL DESPERTAR
De Franck Khalfoun (Estados Unidos). Una más de la saga Amityville de la
que ya se estrenó un film la semana pasada.
“Lo poco bueno que hay en
esta cinta reciclada son las actuaciones de los protagonistas, la eficaz
atmósfera del veteranísimo fotógrafo Steven Poster, y que su atrabancada
producción con dificultades y retrasos en su estreno pueden volverla de culto.
Un churrazo de culto, obviamente…”, de José Felipe Coria, Diario El Universal (el estreno fue retrasado más
de un año).
OTRA MADRE
De Mariano Luque (Argentina).
“Otra madre” presenta una
mirada interesante sobre la maternidad de las distintas generaciones, mostrando
su lado luminoso como también los desafíos y el desgaste que esto conlleva.
Criar niños, trabajar, sostener a una familia y pensar en uno mismo, una tarea
compleja que solo una madre puede tener”, de Samantha Schuster, Cinefiloserial.com.ar
UN PAPÁ SINGULAR
Guion y dirección Mike White. Con Ben Stiller, Austin Abrams, Jenna
Fischer, Michael Sheen, entre otros. Música
de Mark Mothersbough. Duración: 101 minutos-
XXXXX- UN NUEVO BEN STILLER
Comedia agridulce y reflexiva que hace reflexionar sobre un padre que no
es nada especial ni “singular” quien se replantea sus elecciones de vida y la
falta de un éxito notorio cuando viaja de Sacramento a Boston para buscar una
universidad para su hijo. Ben Stiller, quien había anunciado su retiro de
papeles no comprometidos, retoma el estilo de “La vida secreta de Walter Mitty”
donde las tribulaciones de un hombre común y sus reflexiones sobre la vida
dejaron a un lado al brillante cómico que siempre fue.
El viaje de “Brad” (Stiller) junto a su hijo Troy (Austin Abrams)desencadena una crisis de
confianza en sí mismo al comparar su vida con la gloria social de sus amigos de
escuela. A diferencia de la mayoría, la sociedad consumista está lejos de la
tarjeta de crédito de Brad. No obstante, recurre a ellos para darle una gran
oportunidad a su hijo que es, a pesar de su edad, un notable pianista. Los
cuatro compañeros tienen el éxito en las manos en Hollywood, en bestsellers, en
las finanzas. Estas situaciones, que son límites para Brad, mellan su espíritu
y, en algún punto, lo rebelan. Sin embargo, un concierto de flauta y violín
(las deliciosas Humoresques de Antonin Dvorak) que interpretan dos amigas de su
hijo le dan el motivo fundamental para comprender que sus convicciones están en
las antípodas del consumismo glorioso.
Ben Stiller es ideal para este rol donde, con gestos y solidez
interpretativa, encuentra la revaloración de este viaje profundamente
emocional: la necesidad de darle valor a su mujer Melanie (Jenna Fischer) y a
su propio estilo de vida, dejando de lado el pragmatismo social reinante. El
aspecto más interesante del film está en estas reflexiones que muestran el universo
masculino, las exigencias sociales que un hombre tiene, y las frustraciones
también cuando la gloria o el éxito está en lo exterior. Brad se lo plantea con
profundidad: el fin individual de la vida no está en los oropeles sino en uno
mismo. Esta visión del alma y su “pelea”
con un falso razonamiento sobre el éxito es el elemento sustancial de esta
película que, más allá de algunas carencias narrativas, logra en Ben Stiller a
un soberbio intérprete.
Carlos Pierre
SINFONÍA PARA ANA
De Virna Molina y Ernesto Ardito. Con Isadora Ardito, Rocíio Palacín,
Rafael Federman, Ricky Arraga, Rodrigo Noya, Vera Fogwill, Javier Urondo,
Mariana Carrizo, Manuel Vicente, Segio Boris, Federico Marrale, Mora Recalde y
Leonor Courtoisie. Fotografía de Fernando Molina. Sonido de Gaspar Scheuer.
Producción de Aníbal Garisto. Escenografía de Daiana Rosenfeld. Vestuario de
Samanta Babic y asistencia de Julieta Bendersky. Duración: 120 minutos.
XXXXX-HOMENAJE A LA LUCHA ESTUDIANTIL
Basada en la novela homónima de Gaby Meik, los reconocidos
documentalistas Virna Molina y Ernesto Ardito realizaron este primer
largometraje de ficción donde se retrata la vida estudiantil de los años 70 en
el Colegio Buenos Aires, esa explosiva mezcla de amor adolescente, política
incipiente y rebelión que se vivió en aquella década. Como detalles de
producción, el elenco fue elegido entre alumnos y ex alumnos del colegio
mencionado y, por primera vez, el Buenos Aires abrió las puertas para una
filmación.
Con voz en off de “Ana” (Isadora Ardito), presenta las circunstancias
vividas en aquellos años, el mundo de los adolescentes que reaccionan ante el
despido de un profesor, así como el surgimiento de la figura de la joven
politizada que se enamora y atrae para su grupo el joven inexperto. En aquellos
años, el temor, el miedo a “desaparecer”, era ya algo más que una sensación. La
historia se ubica a partir de 1974, un año bisagra en la violencia. Los
adolescentes probaron los límites de las fuerzas de represión sin conocer los
alcances brutales de la misma. Los padres de los alumnos estaban al tanto de
que algo más pasaba y trataron de que sus hijos se alejaran de cualquier grupo
político. Muchos de ellos sufrieron en carne propia la desaparición de sus
hijos. La “política” de los jóvenes estudiantes de los 70 fue toda conmoción e
idealismo: enfrentamientos entre los peronistas y los de izquierda, las
diferentes agrupaciones estudiantiles del colegio y la interacción, están
recreadas a la perfección.
Además de mostrar con fidelidad las circunstancias políticas, Molina y
Ardito retratan con profundidad el amor adolescente, la política que los unía y
desunía al mismo tiempo, mientras vivían sorprendidos por la imagen del General
Perón en su ataúd transmitido durante días por la televisión, el rock de la
época y los sueños de libertad propios de esa etapa de la vida.
Molina y Ardito trabajaron encuadres y medios planos con real destreza,
sin forzar la narración. Ésta fluye desde el comienzo, se enriquece con los
inserts de videos de época (incluyendo tomas de la mítica “La pasión de Juana
de Arco”, filmada en 1928 por Carl Dreyer con María Falconetti) y alcanza
plenitud en el encuentro de los jóvenes, el refugio en el primer beso, y ese
espíritu de eternidad a cada paso que daban propio de la edad, magníficamente
logrado. Es el personaje de Ana quien nos introduce en este ejercicio de la
memoria por lo que el relato puede ser fragmentado pero tiene hilación por
sobre lo que se ve; el clima logrado permite que el espectador sienta, vibre,
se emocione. Los flashback no son tales porque la historia se revive en la
pantalla como si la conciencia de “Ana” susurrara sus miedos, sus amores y sus
convicciones.
Recordar esa década través de una intachable narración basada en hechos
reales (del Colegio Buenos Aires desaparecieron 108 alumnos, y la historia se
basa en el caso de Magdalena Guilardo, de 15 años, detenida y desaparecida el 8
de julio de 1976) es cubrir un bache generacional a fin de que la memoria
siempre esté y el “nunca más” siga vigente.
Esta película acaba de ganar el premio de la crítica como mejor film en
el último festival llevado a cabo en la ciudad de Moscú. Es un film de
referencia, esclarecedor, que los adolescentes deben ver, acompañados por sus padres.
El “nunca más” se torna una voz
permanente en la conciencia de todos.
Elsa Bragato
MÁS ALLÁ DE LA MONTAÑA
De Hany Abu-Assad. Con Idris Elba, Kate Winslet, Beau Bridges, entre
otros, además de un noble perro. Fotografía de Mandy Walker. Música de Ramin
Djawadi. Basada en la novela homónima de Charles Martin, escritor contemporáneo
norteamericano. Duración: 112 minutos.
XXXXX-REMANIDA HISTORIA PERO ATRAPANTE
Nada es nuevo. Sin embargo, esta historia de supervivencia en las
montañas atrapa desde el principio por la lograda actuación de dos grandes
intérpretes: Kate Winslet como la reportera gráfica “Alex Martin” y el
oscarizado Idris Elba como el neurocirujano “Ben Bass”. Previsible en el
comienzo y en el final, tiene un cuerpo narrativo con mucho suspenso, atractivo
y perturbador al mismo tiempo.
Alex debe llegar en punto para casarse mientras que Ben tiene una
neurocirugía urgente en un niño. El aeropuerto se cierra por tormentas y
alquilan una avioneta que se arriesga a salir, comandada por Walter (Beau
Bridges) quien sale junto a su perro. Pero sufre un ataque en pleno vuelo y el
avión se estrella. Sobreviven Alex, Ben y el perro. Y aquí comienza lo más
atractivo del film: la supervivencia en medio de la nieve, los aludes, algún
animal salvaje que ataca, la forzada caminata hasta otro lugar más acogedor, la
amistad naciente entre ellos así como el enojo entre ambos porque cada uno le
reprocha al otro el haber subido a esa avioneta, el perro que los guía, aún
perdiéndose en la nieve.
Idris Elba y Kate Winslet, tan diferentes, hacen gala de sus respectivas
capacidades actorales. Y logran una buena química que surge con más fuerza en
algunas secuencias que en otras. Por supuesto, hay muchos elementos que no
cierran porque no son razonables en semejantes condiciones inhóspitas como
pocas. Y el final, que obviamente callamos, no sorprende. Es aquí donde Hany
Abu-Assad no conforma al espectador que conoce la obra del director palestino:
demasiado dulzón, almibarado pero también… humano. He aquí el quid de este
relato: su humanidad, que solo dos grandes actores pueden transmitir. Y un
perro…
Elsa Bragato
GEO-TORMENTA
De Dean Devlin. Con Gerard Butler, Jim Sturgess, Abbie Cornish, Andy
García, Ed Harris, A. María Lara, Eugenio Derbes, Daniel Wu, entre otros.
Fotografía de Roberto Schaefer. Montaje de Rosen, Lebenzon y Refoua. Música de
Pinar Toprak. Duración: 109 minutos.
XXXXX- CIENCIA-FICCIÓN POCHOCLERA
Los efectos especiales son los grandes atractivos de este film que tiene
fallas narrativas importantes. Es el primer largometraje de Dean Devlin,
estrecho colaborador de Roland Emmerick, el gran generador de “tanques” sobre
siniestros terrestres. Y el “maestro” se ve en esta concepción cinematográfica
de Devlin que no sale tan mal parado. En este caso, corre el año 2019; los
satélites que rodean la tierra, encargados de controlar el calentamiento
global, tienen un desperfecto y comienzan a producirse siniestros terribles:
las calles de Tokio explotan con magma que destruye calles y derrumba edificios
como si fuesen de papel; en Dubai las olas son gigantescas y arrasan con los
más altos edificios del mundo; en las costas de Río de Janeiro las aguas se
congelan y petrifican a los playeros, mientras que en pleno desierto de
Afganistán un patrulla norteamericana encuentra una aldea congelada incluyendo
a sus habitantes… como en la mítica Pompeya.
Solo un hombre puede detectar por qué están sucediendo y ése es Jake
Lawon (Gerard Butler), quien es el generador del sistema de satélites. Se
enfrenta a su hermano menor, Max Lawson (Jim Sturgess) quien es ascendido y
echa a Jake hasta que las circunstancias lacrimógenas y finales lo obligan a
darle la razón. Jake se traslada a la estación satelital (deja a su hija),
reconstruida con una magnificencia extraordinaria, donde deberá detectar el
“virus” implantado que ha enloquecido a los satélites.
Hay escenas controversiales como el “vuelo” de Jake y su compañera de la
base en pleno cosmos, bastante poco posible, así como la “salvación” del
presidente de los Estados Unidos Andrew Palma a cargo de Andy García. Un coche
que explota por un misil les es arrojado en plena calle y el auto se incendia:
nadie pudo quedar vivo. Sin embargo, desde algún extraño lugar (del set…) surgen
el presidente Palma vivito y coleando junto a la agente que encarna Abbie
Cornish y “Max Lawson”, el hermano de Jake, que se dio cuenta del complot.
La película es mero entretenimiento de clase B. Es una rama de los
grandes tanques de Hollywood que tienen menos sentimentalismo aunque catástrofes
similares. Pierde mucha fuerza por el entuerto entre los hermanos siendo absolutamente
previsible. No es la mejor película sobre el tema aunque pone un alerta rojo
sobre los satélites que monitorean la atmósfera terrestre y la capacidad que
tendrían para generar catástrofes nada naturales. Con pochoclo, pasa. Burda y
melancólica a la vez.
Elsa Bragato
ANIDA Y EL CIRCO FLOTANTE
Animación de Liliana Romero. Con las voces de Nicolás Scarpino, Gabriela
Bevacqua, Adrián Navarro, Alejandro Parker, entre otros. Música original:
Scatmusic. Duración: 76 minutos.
XXXXX- MAGIA Y COLOR EN ANIMACIÓN NACIONAL
Preciosa animación nacional que recorrió diferentes festivales
obteniendo, entre otros premios, la Mención Especial del Jurado de Animación en
el Festival del nuevo cine realizado en La Habana en 2016. Es la historia de
Anida, una joven que lee el futuro y que no sale del circo flotante que
regentea la villana Justine. Un buen día aparece traído por las aguas un joven,
se llama Fígaro y le será encomendada la tarea de mago dado que el otro ha
quedado encajonado en un truco propio. A Anida la sigue el sapo Vicente y a
Fígaro, el conejo Valentino. Ambos animalitos saben mucho de los secretos del
circo y ayudan a los jóvenes a ir desentrañando el pasado del mismo.
Hay escenas oníricas como el vuelo de Anida, la aparición de duendes un
tanto malignos, la encantadora melodía de Fígaro al tocar con un arco un noble
serrucho. Es decir, Liliana Romero recurrió a toda su imaginación y la de sus
colaboradores para armar una historia con muchas aristas pero que, en
definitiva, castiga a los malos y premios a los buenos y al amor.
La técnica empleada es la 2D Cut Out que se basa en la fotografía de
figuras planas que solo muestran un perfil a las que se puede pintar, como los
fondos también, para luego darles la movilidad tradicional al reubicarlas en
sus escenarios. Hay riqueza de colores, que tanto atraen a los chicos, y varias
canciones muy bonitas que introducen un elemento lindísimo dentro de la
animación. Para chicos y papás. Hermosa historia mágica.
Elsa Bragato
PENDEJA PAYASA Y GORDA
De Matías Szulanksi. Con Mirta Wons, Ana de Vicentis, Florencia Benítez,
Claudia Schijman. Núsica de Leo y Mateo Sujatovich. Duración: 74 minutos.
XXXXX- MUJERES DE ARMAS TOMAR
Matías Szulanski encaró este segundo largometraje donde lo gore y el
absurdo se dan de la mano. Es un thriller que no deja de lado el humor aún en
las situaciones más escabrosas. “Natalia López” (Mirta Wons) le encarga a dos
mujeres que busquen una persona, la maten y le traigan los dos riñones porque
su hermano necesita un trasplante. No siempre las cosas salen bien y “Gorda” se
mete en un gran lío. Con flashback volvemos al comienzo de la historia cuando
“Natalia” era la capomafia de un grupo d e mujeres y jóvenes varones. Las
chicas, desparpajadas y con amoríos, salen en busca del cuerpo humano al que
masacran a puras trompadas. No se muestra pero la sangre salpica la cámara y
así, tal como viene, la arrancan los riñones.
En este tipo de situaciones extremas la ligan terceros que de alguna
manera están involucrados por lo que la sangre no deja de correr. El lenguaje
es procaz por momentos y las escenas tienen mucha violencia pero a manera de
grotesco. Gente de mal vivir que conoce la droga y mata para conseguir lo que
quieren. Por supuesto, Szulanski no pierde el humor y, con la exageración de
los personajes, logra un film que atrapa y hace reir al mismo tiempo. Como una
buena manera de introducirnos en la vida de cada grupo y de cada personaje,
Szulanski divide en capítulos la narración. Sin duda, si bien el elenco está
bien, Mirta Wons está fantástica como su colega Claudia Schijamn. Pero, en
verdad, nadie desentona. Y con planos más bien cortos, Szulanski logra una
película entre el thriller y el gore que orilla el absurdo.
Elsa Bragato