JUEVES 20 DE ABRIL DEL
2017.-
Menos películas que
otros jueves, llegan siete estrenos a nuestros cines. Esto se debe al éxito de
“Rápidos y furiosos VIII” y al de “La Bella y la Bestia”. Ambas han logrado, en
escasos días, más de un millón de espectadores.
Entre los estrenos de
este jueves está la película inglesa “La
morgue”, de André Ovredal, que ubica el terror en un lugar poco común
desde donde el miedo está de entrada. El cadáver de una joven llega hasta la
funeraria donde un médico y su hijo, al que está iniciando en esta cuestión de
“destripar” cadáveres, deben encontrar la razón de la muerte de la desconocida.
En las morgues de las ciudades los muertos se quedan quietitos. Aquí, una
morgue de ficción, el cadáver de la joven asusta ya desde la expresión de su
rostro y generará un sinfín de sustos. Sin exageración, es un buen film para
amantes del género.
“Chávez infinito” (XXXXX) es un documental sobre el ex presidente de
Venezuela Hugo Chávez realizado por la directora argentina María Laura Vázquez,
ganadora de varios premios. Conoció al comandante Chávez, a su hermano, a sus
amistades, sintiéndose atraída por la avasalladora personalidad de quien fuera
presidente de Venezuela. Con este documental, le rinde su personal homenaje.
“Anina” (XXXXX)es una animación realizada por Sebastián Santana
en coproducción de Colombia y Uruguay, especialmente, en el 2013. Es la
historia de una niña de diez años que se llama “Anina Yatay”, o sea sus nombres
son palíndromos, se pueden leer de atrás para adelante y viceversa. Una pelea
en el colegio la lleva a vivir una “oscura” penitencia. El dibujo es lineal,
lográndose no un equilibro estético entre los colores y la animación que
resultan más que agradables y atractivos para los niños y los adultos que los acompañan.
Recorrió muchos festivales siendo aplaudida de pie por audiencias de adultos.
Se trata de una historia blanca, un entretenimiento válido, simpático y
querible.
“Lapsus” (XXXXX) es la ópera prima de Néstor Napolitano, quien
también es el protagonista “Javier”, un hombre que tiene “lapsus” de memoria
cayendo en extraños estados donde ve crímenes que, de alguna manera, se
relacionan con él. La película tiene valor por el desarrollo del personaje
principal. El resto tiene una factura muy modesta, aunque hay secuencias donde
la fotografía evita la rutina narrativa. Tiene los pro y contra de toda ópera
prima, sin pretensiones.
LA NOCHE QUE MI MADRE
MATÓ A MI PADRE
Guion y dirección Inés
París. Con Belén Rueda, Eduard Fernández, Diego Peretti, María Pujalte, Fele
Martínez, Patricia Montero, entre otros. Música de Arnau Bataller. Duración: 93
minutos. España.
XXXXX- VODEVIL PARA PASAR EL RATO
De vasta experiencia
como guionista y directora de cine y televisión, la española Inés París
encontró el tema de esta comedia en una cena de Navidad. Cambió solamente la
fecha del calendario, y dio rienda suelta a su imaginación para esta historia
de vodevil con “puertas” risueñas, plagadas de enredos, humor negro y abundante
ironía.
Solo son seis
personajes en escena que incluye la presencia del actor argentino (así
presentado) Diego Peretti. Estamos frente a un escenario estático, como si
fuese un escenario, un teatro, que va oxigenándose a medida de que ocurren
sucesos diversos, algunos gags muy logrados, otros no tanto. Lo positivo es que
transcurre en una amplia mansión y eso da aire a la historia y al espectador. La
estupenda Belén Rueda compone a una mujer – Isabel - que no quiere verse con
años encima aunque los tenga y quiere volver a actuar. De perillas le viene la
presencia de una directora amiga y la de un argentino que es actor. El elenco
hace una buena performance aunque a uno le hubiese gustado un rol con más
“pathos” para nuestro Peretti. Sin embargo, son estos seis intérpretes principales
realmente magníficos los que llevan adelante la historia en la que se conjugan
una desaforada lucha de sexos, infidelidades, y una situación que los desmadra.
Solo la mano firme y
experimentada de la realizadora Inés París logra su cometido, es decir, hacer reír, producir enredos, encuentros no
deseados, velados reproches. Comedia ligera, de entrecasa, tiene una excelente
puesta en escena y una muy buena dirección actoral que le permitió ganar en el
festival de Málaga 2016 y obtener el Premio Feroz del mismo año. Para pasar un
buen rato.
Carlos Pierre
FRANTZ
Guión y dirección
Francois Ozon. Con Paula Beer, Pierre Niney, Ernst Stötzner, Marie Gruber,
Johann von Bülow, Anton von Lucke, Cyrielle Clair, Alice de Lencquesaing, entre
otros. Música de Philippe Rombi; duración: 113 minutos. Francia-Alemania.
Hablada en Alemán y Francés.
XXXXX- EL REMORDIMIENTO DE UN INOCENTE
“Frantz” es la remake
de la película estadounidense “Broken Lullaby” de l932, dirigida por Ernst
Lubitsch y protagonizada por Nancy Carroll y Lionel Barrimore. Francois Ozon
etoma aquella historia de postguerra, de culpa y perdón, de remordimiento y
amor, en una narración diferente cargada de sutilezas y enmarcada en un
riguroso blanco y negro para añadir el color solo en secuencias muy puntuales.
Francois Ozon realiza
una narración de enorme sutileza dramática, haciendo recaer el peso protagónico
en Paula Beer y su personaje de “Anne”, la novia que lleva flores a la tumba de
su prometido muerto en guerra (Frantz). Es también una versión libre que realiza
Ozón del film de Lubitsch, a su vez basado en la obra teatral “L’homme que j’ai
tué”, de Maurice Rostand (1932).
En principio, hay una
soberbia recreación de la Alemania y Francia en 1919, luego del armisticio
celebrado entre los dos países, y en el que Francia salió triunfadora de la
sangrienta guerra de trincheras, luego de la batalla en El Marne.
Pascal Marti (obtuvo
Premio a la Mejor Fotografía en los César 2017) es el fotógrafo que realiza una
obra de excepción, conmovedora, utilizando las luces y sombras del blanco y
negro, con breves pincelazos de color como
apuntamos antes. Amerita recordar que este mismo procedimiento lo utilizó
Francis Ford Coppola en “La ley de la calle”, asombrando entonces al
espectador.
En casi dos horas,
sobrevuela un peso dramático donde, en medio de sentimientos encontrados,
aparece un romanticismo agrio y dulzón. La recorrida por lugares típicos de
Europa añaden secuencias muy atractivas pero, al mismo tiempo, con subliminales
mensajes: zonas de Alemania, de Francia, el Museo del Louvre y el cuadro “El
suicidio”, de Edouard Manet, además de una interpretación de “Scheherazade”, de
Nicolás Rimsky-Korsakov, en la Ópera de París, detalles narrativos no azarosos
que juegan en la historia de los protagonistas.
Para Francois Ozón,
esta historia ya contada tuvo dos pivots que él extrajo con suspicacia: “Anne”
como eje de la historia y el título original del primer film, “Broken Lullaby”,
algo así como el quiebre, la ruptura, de la canción de cuna, ese arrullo
melódico, en este caso, que resuena en el alma del soldado francés Adrien
(Pierre Niney) ante la tumba del soldado alemán Franzt (Anton Von Lucke).
Adrien está cargado de culpa, de remordimientos, porque, un enfrentamiento no
buscado por ellos terminó en la muerte de uno de los dos jóvenes. La sinrazón
de la guerra, el dolor de los que quedan, la sutileza de enamoramientos que
complejizan el drama de los que quedan, son solo algunos temas que, a partir de
corrazones quebrados Ozón narra, para ir descubriendo ese secreto que une a
estos tres seres como vector irreductible de una historia que bien pudo ser
otra.
Aún con cierto
convencionalismo, la historia resurge a cada instante porque cada personaje
lleva su carga de dolor, de mentiras piadosas, la necesidad del perdón y la
misericordia, en una denuncia implacable a los gobiernos que han hecho de la
guerra, de la matanza de sus propios hijos, un bastión de poder, de sujeción,
de piratería de vidas humanas, en actos salvajes e impiadosos. El objetivo de Ozon está cumplido: aún con
romanticismo y alguno que otro clishé, conmueve.
Carlos Pierre
DÍA DEL ATENTADO
Dirección y guión Peter
Berg. Con Mark
Wahlberg, Devin Bacon, John Goodman, J.K. Simmons, Michelle Monaghan, entre otros.
Música de Trent Reznor y Atticus Ross. Duración: 130 minutos.
XXXXX- IMPACTANTE RECREACIÓN DEL ATENTADO EN BOSTON
Peter Berg, reconocido
por su actividad documentalista así como por películas como “Deepwater Horizon”
y “Lone Survivor”, rinde homenaje a las víctimas del atentado durante el Boston
Marathon, ocurrido en abril del 2013. El centro de la conservadora ciudad,
miles de personas se reunieron para el evento deportivo más célebre y antiguo
de los Estados Unidos. Varios desafíos enfrentó el avezado director: desde el
tributo a las víctimas, hasta la resolución de las secuencias de los terribles
hechos de la manera más verosímil, y, en esto, evitar la caída en lo gore o
aparatoso solo por buscar más taquilla. De allí que se valora su rigurosidad narrativa
y bien documentada de este atentado terrorista que dejó 3 muertos y 260 brutalmente
heridas y hasta mutiladas.
El film alterna escenas
recreadas con las filmaciones reales de ese día que registraron las cámaras de
seguridad impregnando el relato de tal contundencia que hace sentir el intenso
drama vivido. La policía local y el FBI concurrieron en forma inmediata a
buscar a los terroristas que fueron dos, residentes de esa ciudad, uno
caucásico y el otro de origen árabe, con tres encubridores. Armaron bombas
caseras y las ubicaron en el suelo por lo que la explosión causó aún más daño
físico, brutal y sangriento. Un detalle, de los tantos que tuvo en cuenta Berg,
es la sobreimpresión de la fecha y hora del luctuoso hecho por lo que el
espectador puede saber que recién al quinto día de búsqueda las autoridades
pudieron atrapar a los terroristas.
Mark Wahlberg compone a
un policía nativo de Boston quien, como conocedor al dedillo de los rincones de
la ciudad, es el eje del relato. Wahlberg es el actor “fetiche” de Berg,
protagonista de varios de sus films más reconocidos. En este rol, debe
acompañar a los agentes usando hasta el chaleco color limón para salvaguardar
el lugar de los hechos.
El equipo que
protagoniza al FBI está encabezado por Kevin Bacon, otro de los actores
renombrados de Hollywood. Ambos equipos de investigadores, los locales y el
federal, tienen a su alcance tecnología de punta y equipamientos sofisticados
que permiten trabajar con rapidez y eficiencia. Las persecuciones, los
enfrentamientos, tienen una coreografía precisa, que resulta vital, fuerte,
enérgica, para la narración. La cacería de los terroristas está descripta de
manera puntillosa, lográndose un clima de thriller intenso, sin que se pierda
jamás el sentido de la recreación de un hecho dramático para la Humanidad, es
decir, sin transformarlo en una parafernalia hollywoodense.
Por sobre toda la
narración, está la reivindicación de la unión y el orgullo de los bostonianos
por su ciudad, tan especial y diferente a muchas otras de los Estados Unidos,
con sus centros universitarios y sus escuelas de música. El film atrapa porque
los acontecimientos se suceden con vitalidad, las secuencias tienen perfección
cinematográfica, logrados por una cámara segura y una rigurosa preproducción.
No deje de verla.
Carlos Pierre