JUEVES 20 DE OCTUBRE DEL 2016.-
Extraño jueves de estrenos donde no hay “tanques” y sí films
nacionales sin difusión alguna que, en principio, resultan atractivos, sobre
todo por el género: terror, thrillers fantásticos. “Ecuación, los malditos de
Dios”, de Sergio Mazurek, con Roberto Carnaghi y Carlos Echevarría, resulta en
principio ingenioso con una cuota de terror valiosa, es uno de estos films,
además de “5 AM : cinco ante los miedos”, de Ezio Massa, ha tenido difusión vía
Facebook. Su realizador es Ezio Massa, con las actuaciones de Cristina Alberó,
Ximena Fassi y Rodrigo Guirao Díaz, entre otros. También se prevé el estreno de
“Malditos seas, Waterfall”, de Alejandro Chomski, con Martín Piroyanski, Matías
Alé, Javier Lombardo, entre otros. Es una película construída hábilmente con falsos
documentales antiguos en blanco y negro, yuxtaponiendo la ficción del presente
donde surgen los ideales artísticos de juventud y el sentido de la vida.
QUÉ INVADIMOS AHORA?
Documental de Michael Moore.
REGULAR. MOORE SIN CREATIVIDAD
Desde
el advenimiento de Barak Obama como presidente de los Estados Unidos, Michael
Moore se dedicó a su sitio y a enviar “news” sobre diferentes tópicos, siempre
políticos, analizando a personajes de su país. Al no estar Bush “jr”, no tuvo
mucho material, según su criterio, para criticar. Europa, sometida a una división y
confrontación entre sus pueblos, aunque aparente lo contrario, resultó ahora el
centro de atención del polémico documentalista norteamericano (Bowling for
Columbine).
Omnipresente
hasta la exasperación, Moore intenta escoger lo mejor de varios países,
empezando por Italia, para demostrar que se puede mejorar su propio país y que
él, porque de eso se trata, es quien tiene esas brillantes ideas.
La
agilidad narrativa, la quasi verborragia de Michael Moore, su indudable sentido
del documental y cómo generar efecto y atracción en la audiencia, vuelven a
asomar en un planteo desvaído. OL bien en un discurso político que resulta
machacón y sin gracia.
En
esta parte del mundo, donde vemos cómo el primer mundo avasalla derechos y
territorios nuestros, nada de lo que
dice Michael Moore es novedoso. Europa se debate tribalmente entre sí, más
hacia Occidente con la economía, más hacia Oriente con guerras entre pueblos. Si
hay excelente educación escolar en un país nórdico, habría que ver la
contracara, aunque es Moore quien dice que escoge nada más que lo bueno. O sea,
“salva las papas”.
Por
supuesto, hay secuencias simpáticas, otras densas o aburridas. Desde este punto
de vista, Michael Moore regresa al cine con un tema sin fuerza alguna. Nosotros
le agregamos algunas preguntas: ¿solo Europa, atravesada por crisis económicas
y un capitalismo salvaje liderado por Alemania y Francia, tiene ideas? Curioso que
un investigador como Moore no mire hacia los costados.
Elsa Bragato
LA BAHÍA
De Bruno Dumont. Con Juliette Binoche, Valeria Bruni
Tedeschi, Fabrice Luchini, Jean Luc Vincent, entre otros. Fotografía de
Guillaume Deffontaines. Edición: Basile Belkhiri. Duración: 122 minutos.
BUENA. DELIRIO SIN FIN
Excelente,
muy buena o buena. Es difícil calificar esta película de Bruno Dumont que
resultará de una u otra manera según el humor que uno sea capaz de tener o la
capacidad de asombro. La historia se ubica en el verano de 1910 donde se
produjeron desapariciones misteriosas de las playas de la costa. Dos
inspectores, Machín y Malfon, se orientan hacia la bahía Slack, una pequeña
zona donde habita una comunidad de pescadores de ostras.
Teniendo
presente la miniserie de cuatro capítulos “P’tit Quinquin” (se encuentra en
internet) donde Dumont surgió con su estilo exagerado, exasperante y despistes
importantes de sus personajes (actores no profesionales), el realizador retoma
esa misma línea de extravagancia sin límites para este largometraje que podría
tenermedia hora menos para ser perfecto.
En
esta oportunidad, Bruno Dumont opone la desinhibida actuación de los no actores
con tres potentes conocedores de los resortes de la escena: Juliette Binoche,
Valeria Bruni Tedeschi (definitivamente impuesta) y Fabrice Luchini, fastuosos,
insolentes, soberbios defensores de la arrogancia.
El
cadáver de una vaca con un primer desaparecido en el interior, tiros al aire,
escenas fuertes que limitan con lo desagradable, se suceden en una narración
diferente, atractiva para muchos por el contenido.
La
nota de cordura, si se puede llamar así, es el amor que surge entre dos
emergentes de cada núcleo social: Billie, de la familia adinerada, y el joven
Ma Loute, del grupo de pescadores.
Es
la comedia devenida en absurdo que Dumont maneja con habilidad mostrándonos la
convivencia cotidiana con lo absurdo. Discriminación, cadáveres, una
investigación sin ton ni son, son solo algunos de los planteos del realizador. Lo
ridículo es el quid del film, más allá de la historia que, en definitiva, queda
como elemento secundario. Una película que tiene atractivos por la búsqueda de
un lenguaje narrativo menos convencional, aunque Dumont pasa varios límites.
Elsa Bragato
OUIJA: EL ORIGEN DEL MAL
De Mike
Flanagan. Con Elizabeth Reaser, Annalise Basso, Lulu Wilson, Henry Thomas,
entre otros. Montaje: Mike Flanagan. Diseño de arte: Lynn Falconer. Música de
The Newton Brothers. Duración: 95 minutos.
BUENA. ESPÍRITUS
MALDITOS
En el 2014 vimos la película que da
origen a esta precuela. Una viuda (Elizabeth Reaser) cuida de sus dos pequeñas
hijas (Annalise Basso y Lulu Wilson). La más pequeña, “Doris” (Wilson) decide
jugar con su Ouija y le abre la puerta a un demoníaco espíritu, creyendo que
está hablando con su padre recientemente fallecido.
De ahí en más, la pequeña, ya poseída,
será la encarnación del mal, torciendo voluntades, cuerpos. La llegada de un
sacerdote será otro elemento que distorsionará el frágil equilibrio de “Doris”,
ante la desesperación de su madre y de su hermana mayor.
Nada de lo que vemos es diferente a lo
ya visto. Pero los nuevos efectos especiales, poderosos, consiguen mantener en
vilo al espectador, atarlo a la butaca y con el aliento sostenido. El efecto
logrado por Mike Flanagan y su equipo es altamente elogiable, así como la
actuación de la pequeña Lulu Wilson, si bien tanto Reaser como la mamá y Basso
como la hermana mayor son los otros dos puntales del film.
Otro de los elementos a tener muy en
cuenta son el diseño de producción y de arte: la recreación de Los Angeles en
la década del 60 (concretamente 1965), tanto de los interiores como de los
exteriores. La ambientación y la atmósfera logradas por Flanagan hace posible
que trucos y efectos especiales luzcan más terroríficos que nunca y que la
película venga cosechando buena taquilla en los pocos países donde se estrenó. Más
de lo mismo? Sí. Dejá Vú? Sí. Atrapa? También. El
terror tiene un público cautivo.
Elsa Bragato