JUEVES 13 DE OCTUBRE DEL 2016.-
Varias películas ingresan al circuito comercial de cines del país.
Entre ellas, las nacionales “El hijo de Dios”, ficción nacional de Mariano
Fernández y Gastón Giroud, basado en un libro de Dante Panzeri con simbología
religiosa. De allí que el género del film sea calificado como “western bíblico
futbolero”. También se estrena “Las inocentes”, coproducción de Polonia y
Francia, de Anne Fontaine, sobre las monjas embarazadas que la Cruz Roja
encontró en 1945 en Polonia a poco de terminar la Segunda Guerra Mundial. Y se
incluyen, entre las novedades, el nuevo documental de Sergio Wolf, quien hace
casi quince años nos diera “Yo no sé qué me habrán hecho tus ojos”, sobre la
inolvidable Ada Falcón. A partir del reencuentro con el material fílmico sobre
el primer encuentro entre el periodista y director con Falcón que diera origen
a aquella producción, organizó este nuevo material. Y “Tríada”, sin difusión
lamentablemente, de Sebastián D’Angelo y Santiago Fernández Calvete, un
thriller urbano nacional.
Como propuestas fuera de ficción están los recitales filmados de
“Michael Bublé Tour Stop 148” y “Mothley Crüe: The end”, último recital de 2015
que ofreció la mítica banda de glam metal norteamericana, fundada en 1960.
INFERNO
De Ron Howard. Con Tom Hanks, Felicity Jones, Omar Sy, Ben Foster,
entre otros. Música de Hans Zimmer. Cinematografía de Salvatore Totino.
Duración: 121 minutos.
MUY BUENA. INTRIGA INTERNACIONAL
Don Brown construyó, con “Código Da Vinci”, personajes y una historia
extensa plagada de inteligente simbología. En el caso de “Inferno”, se basa en
el Dante Alighieri, su famosa “Divina Commedia” y una serie de elementos que
llevan al profesor “Robert Langdon”, a cargo de Tom Hanks, a otra persecución en
busca de la verdad (el quid está en el título, por eso no contamos nada) a
través de Florencia, Venecia y Estambul. Lo secunda Felicity Jones como
“Sienna”, la atenta enfermera que lo ayuda a escapar a “Langdon” del hospital
de Florencia donde sufre de una fuerte amnesia. La huida del nosocomio hace
intuir una acción intensa que se acentúa a medida de que “Langdon” recuerda
distintos elementos, signos, números.
La recorrida fotográfica, desde todos los ángulos posibles, de la
bellísima ciudad de Florencia, crea un clima muy especial para la búsqueda de
“Langdon” que la inicia en el Palazzo Vecchio donde un cuadro del arquitecto y
teórico Giorgio Vasari (1511-1574), titulado “La batalla de Marciano” en el
Salón de los Quinientos, contiene el significado de un anagrama disperso entre
los círculos del “Infierno” del Dante, cuadro imponente de la estructura
pergeñada por el gran escritor florentino. “Cerca trova” es la frase, “trata de
encontrar”, se lee en una bandera verde que la multitud de soldados sostiene en
la pintura del Vasari.
La estructura del film nos recuerda a la convencional del último James
Bond y su “Spectre”, por dar un ejemplo, pero tiene la imponente belleza de
Florencia y de sus secretos pasadizos como el del “Corredor Vasariano” o la
terraza de escalonados jardines del “Giardini de Boboli”, al lado del Palazzo
Pitti, cruzando el histórico Ponte Vecchio.
Tom Hanks no tiene respiro, acompañado por la doctora “Sienna Brooks”
en esta búsqueda del “quid” de “Inferno”: la máscara mortuoria del Dante
Alighieri, que se encuentra en una vitrina del Palazzo Vecchio, es un elemento
vital para la historia porque en ella hay frases a descubrir, relacionadas con el
“cerca trova”, pistas ineludibles.
Estos elementos que sabiamente Dan Brown fue eligiendo arman una
intrincada trama, con vuelcos inesperados que llevan a una acción trepidante.
La búsqueda del profesor “Langdon” lo remite a Venecia, donde la Iglesia de San
Marcos lo espera con sus capillas recubiertas en oro. Los cuatro caballos que
adornan la fachada son una señal que “Langdon” y “Sienna” analizan hasta
encontrar la pista de Estambul, mientras son perseguidos por mafiosos. En la
magnífica Basílica de Santa Sofía encuentran la tumba del llamado “dogo Enrico
Dandolo”(1192-1205) -iniciador de la Cuarta Cruzada, tomó Constantinopla- quien robó los cuatro caballos que se ostentan en
la Iglesia de San Marcos. Debajo de su tumba hay ríos subterráneos que conducen
a los dos protagonistas hasta las ciudades bajo tierra de Estambul: gigantescas
cisternas a la manera de palacioscontienen agua potable. Columnas dóricas,
jónicas y corintias sostienen las paredes de estas maravillas ocultas donde el
profesor Langdon se jugará la vida para salvar a la humanidad, mientras una
orquesta interpreta música clásica en diferentes pequeñas explanadas sobre las
aguas iluminadas con lámparas de color rojo.
La fotografía del film es espectacular porque así son las ciudades que
el director y su equipo recorren. El ingenio de Dan Brown es portentoso y, si
bien estamos dentro de un guión esquematizado, es decir, buscar señales,
encontrarlas, seguirlas, en forma continua, la acción y las actuaciones así
como la banda sonora incidental y la fotografía hacen vivir un intenso momento
de acción. Tom Hanks hace creíble cualquier rol que interprete. No le va en
zaga Felicity Jones, ni el malvado “Bertrand Zobrist”, que encarna Ben Foster,
un científico que intenta resolver criminalmente la sobrepoblación mundial.
El plato está listo. Todo lo que se espera de un film de acción y
suspenso está en “Inferno”, un verdadero prodigio intelectual de pistas en
obras de arte que permiten disfrutar de una película de gran valor visual y de
actuaciones convincentes. Ciertamente, hay algunos hechos un tanto
inverosímiles : salir de un hospital en bata, con los sueros colgando, sin producir
recaídas en el estado de salud del protagonista, es cuanto menos, curioso. Pero
nada hace mella en el entretenimiento propuesto.
Elsa Bragato
LAS INESES
De Pablo José Meza. Con Luciano Cáceres,
Brenda Gandini, María Leal, Valentina Bassi, André Ramiro, Rafael Sieg, entre
otros. Música de Jader Cardoso y Leo Henking. Duración: 74 minutos. Coproducción
Argentina-Brasil.
BUENA. ENTUERTO QUE
QUEDA A MEDIAS
Una buena idea no
siempre es suficiente para hacer una buena película. ‘Las Ineses’ se encuadra
en esto, película que se queda a mitad de camino pudiendo ser mucho más. El
guión se basa en la vida de dos niñas cambiadas el día de su nacimiento, es el
hilo conductor de la historia que luego se diluye con varios desaciertos. El
primero es no profundizar en esa tremenda confusión de identidad cuando era
imperioso y ameritaba hacerlo. También se cae en una caricatura pueblerina,
donde los protagonistas no se muestran preocupados por lo sucedido. Las
secuencias resultan rutinarias sin mayor elaboración.
El trío femenino lo
conforman tres madres: “Carmen” (Brenda Gandini), la rubia que recibe en sus
brazos a una ‘Inés’ morocha; “Rosa” (Valentina Bassi), la morocha que recibe a
la bebé ‘Inés’ rubia, y la abuela “Dominga” (María Leal), madre de “Carmen”.
Las performances de las tres protagonistas son buenas, cubren con creces la
fragilidad de sus respetivos roles. Los padres, “Pedro”, que encarna Luciano
Cáceres, y “Ramón”, protagonizado por el brasileño André Ramiro, se lucen
pálidamente, quedando por debajo de las actuaciones de Gandin, Bassi y Leal.
Está filmada en un
ambiente rural, litoraleño, ubicando la acción en la década del 80, época en la
que conseguir el ADN no era común. La confusión de las identidades de la dos
Ineses producen secuencias risueñas, agregando que las bebés pertenecen a dos
familias vecinas, apellidadas ambas “García”.
La idea fue muy buena
pero se desperdicia. El gran poeta francés Paul Verlaine decía que `’no se
escribe solo con una buena idea, sino con palabras”. Es el caso de “Las ineses”,
risueña gracias al entuerto pero se queda ahí.
Carlos Pierre
VIRAL
De Jason Blum y Ariel
Schulman. Con Analeigh Tipton, Sofía Black-D.Elia, Michael Kelly, Travis Tope,
entre otros. Música de Rob Simonsen. Duración: 89 minutos.
BUENA. VIRUS PELIGROSOS
DESDE ORIENTE
Aunque “Viral” es una
película de terror y ciencia ficción, donde ramalazos de efectos especiales
grandilocuentes invaden la pantalla, la acción tiene incidencia especialmente
en un hogar: un virus venido de China, llamado la ‘fiebre del gusano’, comienza
a extenderse en un poblado pequeño de California, para luego crear una epidemia
en el país.
La historia es chiquita
y puntillosa en su realización, centrándose en dos hermanas, ‘Emma’,
protagonizada por Sofía Black-D.Elia, y ‘Stacey’ a cargo de Analeigh Tipton. Ambas
son alumnas universitarias, cuyo padre, profesor de biología, fue echado del
cargo por seducir a una alumna. Su esposa lo abandona. Sin embargo, llega desde
San Francisco, justo cuando se desata una epidemia. Queda varada en el
aeropuerto mientras su esposo, tratando de recuperar su matrimonio, es retenido
en un puesto militar.
Las dos hermanas están
solas en la casa, siendo víctimas del virus que las carcome. En un estructurado
in crescendo el actual presidente de los Estados Unidos Barack Obama se dirige
al país para informar sobre la lucha contra el virus mortal tomando tardías
medidas para contener la epidemia. Como todo virus que se precie, obliga a sus
víctimas a esconderse y a atacar a parientes y amigos, especialmente al círculo
íntimo, para poder sobrevivir.
Película de tono menor,
tiene actuaciones muy convincentes, además de una cámara prolija aún en las
escenas de mayor horror. Es loable que, además de la epidemia en sí, el
director no se olvide del drama familiar, al que no soslaya en ningún momento.
En definitiva, es otro
film de género, con marcado acento “gore”, sangriento, ya visto en los films
sobre “virus” contagiosos estilo “zombies”, pero con un entramado que resulta
entretenido.
Carlos Pierre
“CURA BROCHERO, LA
PELÍCULA”
De Lorena Chuscoff. Con
Pablo Tolosa, Ricardo Pinelle, Azucena Carmonia, entre otros. Filmado totalmente
en la provincia de Córdoba por la Maranatha Asociación Civil, interviniendo un
elenco de más de 50 actores cordobeses.
BUENA. DOCUFICCIÓN
SOBRE EL PRIMER SANTO ARGENTINO
Estamos a días de la
canonización del Cura Brochero o, en realidad, de José Gabriel del Rosario
Brochero, sacerdote diocesano que se hizo cargodel curato de San Alberto, en Traslasierra
de Córdoba, territorio entonces de gran extensión hasta San Luis y La Rioja. Se
estableció en la parroquia de Villa Tránsito, hoy Cura Brochero, falleciendo de
lepra en 1914.
El objetivo del grupo
independiente Maranatha Asociación Civil es promulgar la vida de los santos
católicos y propender a la evangelización a través de los mismos. Recordemos
que ya existe un film sobre el Cura Brochero titulada “El cura Gaucho”, que
Enrique Muiño filmó en 1941 y que los fans pueden encontrar completa en
Youtube.
En este caso, se toman
algunos aspectos de la vida del Cura Brochero, incluyendo la historia del
documental y, en especial, la de “Luciano”, actor que toma el personaje del
sacerdote a regañadientes para tener un medio digno de vida y reconquistar a su
mujer y su hijo. La vida del Cura Brochero repercute profundamente en
“Luciano”. El film, entonces, tiene una historia dentro de otra: la del cura
salesiano y la de su protagonista que va cambiando su vida a medida que va
actuando.
Se ve la llegada en
1859 de José Gabriel Brochero al Seminario Mayor de Córdoba, llevado por su
padre. Era el cuarto hijo de una familia de siete en total. Dos sacerdotes
serán fundamentales en su vida: el padre Villafañe y el padre Bustamante, siendo
ordenado el 4 de noviembre en 1866 en la Catedral de la ciudad de Córdoba. Se
le encarga la misión en Traslasierra, un territorio muy amplio sin sacerdote.
La labor de Brochero no tendrá titubeos: levantar el Colegio de niñas, la casa
de retiros espirituales, convertir a los más levantiscos, ayudar a los enfermos.
Entonces no había caminos y las batallas entre los caudillos territoriales eran
frecuentes por lo que el Cura Brochero debía atender a los moribundos y heridos
en los enfrentamientos, hechos que marcaron su vida y su accionar.
El film contiene más la
filosofía del Santo que un relato biográfico puntilloso. Sin embargo, resulta
atractivo, especialmente para las personas de Fe.
En el caso de “El cura
gaucho” (1941), de Lucas Demare, la biopic contempló de principio a fin una
síntesis de las acciones del Cura Brochero. En “El cura Brochero, la película” tenemos
un buen ejemplo de un film independiente, con una visión más general de la
intensa vida del sacerdote que, en pocos días más, será el primer Santo
argentino.
Elsa Bragato