JUEVES 4 DE ABRIL DEL 2014.-
Hay cuatro estrenos de cine, incluso dos
adelantados al miércoles 2. Entre ellas, “Nadie Vive”, de Ryuhei Kitamura, la
clásica semanal de asesinatos que es para fans del género. Y “Violetta, en
concierto”, de Matthew Amos y Diego Bliffeld, exaltando el fenómeno de
“Violetta” a cargo de la estupenda Martina Stoessel, quien encabeza la serie de
Disney CHannel con éxito mundial. Un recital, sus participantes y la
oportunidad de ver en pantalla grande a la estrella actual de los adolescentes.
No mucho más.
LA POCHOCLERA DE LA SEMANA
Noé (Noah) 3D
De Darren Aronofsky. Con
Russell Crowe, Jennifer Connelly, Anthony Hopkins, Emma Watson, Nick Nolte,
entre otros. Música de Clint Mansell. Duración: 138 minutos.
REGULAR. SOMBRÍA VERSIÓN
LIBRE SOBRE EL ARCA DE NOÉ
Darren Aronofsky fue el director de “El
luchador” y “El cisne negro”, la primera fue un gran film, la segunda quedó en
un fiasco pseudopsicológico. En “Noé”,
con un gordito Russell Crowe quien luce dos cortes de pelo diferentes en medio
de la nada, la mezcla entre la Biblia, la redención, la misoginia, la crueldad,
la moralina (real y que habría que escuchar pero no a partir del film sino de
nuestros principios) sobre el cuidado de los animales y el fin de la Humanidad,
provoca en el espectador sensaciones encontradas y confusas.
En líneas generales, los efectos especiales
cumplen su función de ampulosidad, de fotografías hiperbólicas y todo lo que ya
conocemos. En particular, la historia hace agua como el mismo Arca de Noé o
Noah, y resulta una historieta sombría donde Matusalén, encarnado por un
extraño Anthony Hopkins (¿necesitará dinero el gran actor para cumplir con
estas actuaciones especiales tan poco verosímiles?), aparece misteriosamente
entre rocas gigantescas de “computadora” para
definir el destino de Noé, el diluvio y la desaparición de la Tierra,
como se indica en los libros sagrados.
La situación menos real y más oscura se produce
dentro del Arca, donde el malvado Akkad, a cargo de Ray Winstone, le arranca la
cabeza a una serpiente con su boca y, casi escupiendo sangre, explica por qué
lo hace y cómo concretará su venganza contra Noé. La hija adoptiva de éste es
una joven parturienta, una Emma Watson sin convicción, quien tiene mellizas y
aquí surge la misoginia “espartana” (con las licencias conceptuales del caso).
El drama familiar de Noé “ensucia” la historia planteada y, lejos de ser un
cuentito amable, se transforma en un mix de pesadillas, de mensajes del “más
allá” y de mandatos a cumplir realmente espantosos. Pocos personajes, un drama
familiar en el que se incluye a una llorosa Jennifer Connelly - con una
delgadez extrema- como la esposa de Noé, y los animalitos bien olvidados, o a
merced de Akkad que se los come o los degüella sin más. Destacamos a los
“vigilantes”, hombres de piedra que nos recuerdan a los Transformers. Ya la
inventiva de monstruos de softwares no da para más.
La banda sonora es estridente por momentos,
exasperante, pertenece a Clint Mansell, preanuncia los desastres, es incidental
como debe ser, pero no agrada, no provoca empatía.
Es un film oscuro, una mixtura de textos
bíblicos con afirmaciones que no están mal pero que, en este caso, no logran su
objetivo porque se diluyen o en el agua que rodea al arca o bien en la
complejidad de un guión que quiso abarcar mucho, además de algunos bloopers que
dan idea de cierto apuro en la postproducción. Si no, no se comprenden ante
tamaña inversión de millones dólares. Agregamos que, en diferentes reportajes,
el director Darren Aronofsky, de religión judía, ha comentado su afición por
los textos bíblicos y, en especial, por la figura de Noé a quien considera el
primer ecologista. Y estos conceptos personales de Aronofsky están en el film
con los apuntes de crueldad y misoginia indicados. Aburrida película.
Elsa Bragato
EL FILM NACIONAL SEMANAL
BETIBÚ
De Miguel Cohan. Con Daniel
Fanego, Mercedes Morán, Alberto Amman,
Gerardo Romano, Osmar Nuñez, Mario Pasik, Norman Briski, Lito Cruz, Carola
Reyna, entre otros. Música de Federico Jusid. Duración: 99 minutos.
BUENA. INTERESANTE POLICIAL
CON ELENCO CORAL MULTIESTELAR
Miguel Cohan se planta en la redacción de un
diario, El Tribuno, sección policial. El periodista de antes a cargo de un
magnífico Daniel Fanego y el principiante encarnado por Alberto Amman (ganó el
premio Goya como revelación por el film “Celda 211” en el 2010, nació en
Córdoba, Argentina) tienen que averiguar un insólito caso de asesinato en un
country, La Maravillosa (recordemos que el libro del film pertenece a Claudia
Piñeiro, con guión de un equipo de autores que incluye al director). Muy bien
logrado el clima periodístico de la gráfica, y, en general, el clima del film,
intenso, con vericuetos, y una sola pista: el faltante de una foto al lado del
asesinado “Chazarreta” (Mario Pasik). La periodista estrella es “Betibú”,
sobrenombre de una misteriosa redactora que encarna Mercedes Morán y que accede
a instalarse en el country para resolver un asesinato que, en definitiva,
esconde oscuras razones de poderosos y un hecho del pasado.
Interesante planteo, una narración atrapante y
un elenco estelar, que transforma al film en “coral” aunque con personajes
principales muy bien perfilados. Daniel Fanego hace uno de sus mejores papeles
en el cine, con profundidad y simpatía. Amman es casi una revelación para el
público argentino, sólido en su interpretación. Quien no nos convenció fue
Mercedes Morán a quien le encontramos latiguillos ya escuchados en sus
múltiples pasos televisivos: “Apurate porque me tengo que ir” fue la frase más
común tanto en tevé como en este caso y
a uno se le ocurre pensar que es una actitud actoral propia. Cierto desdén en
su personaje, parlamentos sin modulaciones, deslucen su trabajo que parece de
“taquito” cuando pudo ser lo contrario. Hay un viejo refrán que dice que no se
debe dormir sobre los laureles… Tampoco es positiva la inclusión del español
José Coronado como director del diario. El resto del multiestelar elenco, otro
logro de Miguel Cohan, aporta densidad a la trama con actuaciones
excelentes.
Un párrafo aparte merece la banda sonora de
Federico Jusid, hijo de Luisina Brando y Juan C. Jusid, afincado en España.
Trabajó lo incidental con fuerza y contando con una gran orquesta europea. Gran
compositor joven argentino y es para destacar.
Los desniveles actorales apuntados
especialmente en uno de los personajes protagónicos quitan fuerza a un relato
policial bien planteado. No obstante, es
para ver, más allá de estas
consideraciones que comentamos.
Elsa Bragato