JUEVES 27 DE MARZO DEL 2014.-
Hay siete estrenos, incluyendo cuatro
nacionales (presentados en los festivales de cine de Buenos Aires): la opera
prima del mendocino Matías Rojo titulada “Algunos días sin música”, “Tan
cerca como puedas” de Eduardo Crespo con Daniel Laferrara y Giovanni
Pelizzari, buena fotografía en una historia con tintes costumbristas modernos, “En
la punta”, documental de Lucas Riselli, una buena reseña de los pueblos
jujeños y su esencia cultural, y “Condenados”, de Carlos Martínez, con
un superelenco encabezado por Alicia Zanca y Raúl Rizzo, entre otros, sobre la
dictadura militar del 76 y su accionar contra los ciudadanos, torturas, campos
de concentración. Esta película ha sido considerada de interés cultural por la
Unión Europea.
Las tres restantes son extranjeras.
“Berberian sound studio”, de Peter Strickland, es un placer para los
cinéfilos por su historia y los notables rubros técnicos (sonido y fotografía)
que la enmarcan en el cine-arte. Claustrofóbica, con un estilo rebuscado y
perfeccionista, nos introduce en el mundo de la postproducción cinematográfica
cuando un técnico inglés viaja a los famosos estudios que dan nombre al film en
Italia para poner el sonido al último film del gran maestro del cine “giallo” Santini.
El resto es un fino juego de gritos de horror y sutilezas. El protagonista es
nada menos que el actor Toby Jones, tan peculiar en su fisonomía como en su
actuación. Fue ganadora del BAFICI 2013.
LA SAGA DE LA SEMANA
CAPITÁN AMÉRICA Y EL SOLDADO DEL INVIERNO
De Anthony y Joe Russo. Con Chris Evans,
Scarlett Johansson, Robert Redford, Samuel L. Jackson, Sebastián Stan, Anthony
Mackie, entre otros. Música de Henry Jackman. Duración: 136 minutos. Se ofrece
en 40 salas.
MUY BUENA. ENTRETENIMIENTO DE PRINCIPIO A FIN
Capitán América reaparece viviendo en
Washington. Intenta adaptarse al mundo moderno y luce muy joven a pesar de
declararse con 95 años. Agregamos que los héroes de los cómics no tienen edad…
Es el símbolo de la libertad norteamericana con su escudo como una rodela, su
traje con bandas y la estrella en el pecho. Si en sus comienzos estuvo
involucrado contra los nazis, ahora lo está contra el terrorismo desatado luego
del 11 de setiembre del 2001. HIDRA, la organización terrorista ficticia del
universo de Marvel Cómics (también una organización terrorista con muchas
cabezas, se corta una y aparece otra en otro lugar, como la mitológica Hidra de
Lerna) vuelve a atacar a S.H.I.E.L.D, y es donde actuará Capitán América. En
este caso, HYDRA (en Alemania) está dirigida por un fantástico Robert Redford
como “Alexander Pierce”, quien trata, mediante aviones ultrasofisticados,
eliminar a 20 millones de personas en defensa de 7 mil millones de humanos. Y
cuenta con un enemigo especial contra Capitán América: su otrora amigo Bucky
Barnes en el rol del “Soldado del invierno”. Pero nuestro héroe no está solo:
la Viuda Negra – Black Widow- encarnada por una estupenda Scarlett Johansson, y
el nuevo aliado “Falcon”.
Para quienes no vieron el primer film,
hay ilustrativos momentos donde se muestra los comienzos de Capitán América
como un esmirriado ciudadano que solo gracias a un tratamiento especial del
doctor Erskine logra ser un superdotado. La realización cuenta con la maestría
de un equipo técnico que logra profundidad con el 3D en batallas muy bien
coreografiadas, estallidos y explosiones (excesivos), una cámara veloz con
planos inclinados en los comienzos y finales de las secuencias, estupendos
encontronazos de S.H.I.E.L.D y los representantes de HYDRA. No cabe duda de que
el espectador queda magnetizado por los efectos especiales y por las artes
marciales desplegadas con perfección. Y está la banda sonora muy presente a lo
largo del film, con dejo de aquella memorable composición de “La guerra de las
galaxias”, de John Williams, y también con algo de la “Fanfarria para un Hombre
Común”, de Aaron Copland. Sabia combinación melódica del compositor inglés
Henry Jackman, además de su propia creación musical para esta película.
Recordamos que Capitán América se remonta
a finales de 1940, cuando los Estados Unidos aún no había ingresado a la
Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, existía un espíritu combativo y antinazi
en la sociedad norteamericana. Joe Simon y Jack Kirby idearon este personaje,
adherido a The Shield (escudo) que, a su vez, aglutinó a los combatientes
contra la tiranía en el mundo. La primera versión del personaje apareció entre
1941 y 1954. Steve Rogers (el futuro Capitán América) creció en el Lower East Side
de Nueva York durante los años de la Gran Depresión (1929-1930). Al descubrir
la amenaza del nazismo, intentó alistarse en el ejército pero fue rechazado
repetidas veces por su físico esmirriado hasta que apareció el doctor Erskine y
lo transformó. Desde entonces, Capitán América debió luchar con diferentes
enemigos, cambiando su objetivo a partir del 11 de setiembre del 2001.
Un film para entretenerse de principio a
fin, con personajes con ciertos altibajos, con un potente Robert Redford, y con
efectos especiales que siempre nos seducen.
Carlos Pierre
EL FILM FRANCÉS DE LA SEMANA
LO MEJOR DE NUESTRAS VIDAS
Guión, producción y dirección de Cédric Klapisch. Con
Ropmain Duris, Audrey Tautou, Cecile De France, Kelly Reilly, entre otros.
Música de Christophe Minck. Duración: 117 minutos.
BUENA. VIVAZ Y COMPLEJA COMEDIA
Este film de Cédric Klapisch se llama
“Rompecabezas chino” en francés y tiene que ver con la complejidad narrativa
propuesta. Se trata de la tercera parte
en la alocada vida de Xavier Rousseau (Romain Duris). Las anteriores fueron
“L’auberge espagnole” (“Piso compartido”, 2002) y luego “Les poupees russes”
(“Las muñecas rusas”, 2005). Una década después, el protagonista se traslada a
Nueva York, al famoso Chinatown. Su esposa lo abandonó junto a sus dos hijos
para vivir con un hombre en aquella ciudad norteamericana.
En esta entrega, Cédric Klapisch no se
priva de nada para mantener amablemente entretenido al espectador. Los
personajes son chispeantes y caóticos como la propia New York. Introduce
acicates en el guión desde separaciones hasta padres gays, trabajo en negro y
diferentes subtemas que transforman el guión en un rompecabezas. Audrey Tautou
deja su París para vivir un romance con el ahora padre soltero, dedicado a sus
hijos.
El realizador contó que él comenzó sus
estudios cinematográficos en New York y quería cumplir con su sueño de filmar
allí. No fueron pocas las dificultades que afrontó, entre ellas, al Huracán
Sandy.
Respecto del film, hay una verborragia
visual, cierto snobismo intelectual cuando el protagonista habla con los
filósofos Schopenhauer y Hegel, relacionándolos con temas globales que, en
definitiva, caerán sobre los personajes. Una novela paralela, un editor
incisivo y exigente, completan una galería de personajes poco comunes, en medio
de alocados albergues, que entretienen y dejan un dulce sabor de amores y
amistades. Una película vivaz y diferente.
Carlos Pierre