JUEVES 19 DE SETIEMBRE DEL 2013.-
Hay seis estrenos que incluyen 3 films
argentinos. “Son como niños 2” con Adam Sandler es una comedietta olvidable al
menos para pagar una entrada; “La sublevación”, de Raphael Aguinada, con Marilú
Marini y Arturo Guetz, es una buena película nacional que orilla lo fantástico,
de alguna manera, sobre un geriátrico, la llegada de una mujer muy especial y
de un “segundo Jesús”. Está muy bien filmada y tiene muy buenas actuaciones.
Sólida.
LA MEJOR PELÍCULA DE LA SEMANA
WAKOLDA
De Lucía Puenzo. Con Natalia Oreiro,
Diego Peretti, Elena Roger, Alex Brendemülh, Florencia Bado, entre otros.
Música de Daniel Tarrab, Andrés Goldstein, Warren Ellis. Duración: 93 minutos.
Coproducción argentina-española-francesa y noruega.
MUY BUENA. THRILLER LOGRADO SOBRE UN TEMA HISTÓRICO
Lucía Puenzo nos sorprende con este
drama, cuyo libro también le pertenece (así como los de sus anteriores films,
XXY y El Niño Pez), muy bien filmado, muy bien actuado. Sin duda es “nuestra
Sofía Coppola” y, como en este caso, tiene escuela: su papá, Luis Puenzo,
ganador del primer Oscar argentino por “La historia oficial”, film antológico.
“Wakolda” es el nombre de la muñeca de
la niña del film, Florencia Bago, quien hace su presentación en el cine Es el
eje. Y Puenzo toma la visión infantil de un relato que gira en torno al asesino
nazi Josef Mengele. Recordemos que en Auschwitz llevó a la muerte a miles de judíos,
luego de practicarles experimentos de enorme crueldad y sadismo, basándose en
la teoría de una raza aria pura. Mengele se refugió en el sur argentino a
finales de la década del 50 hasta que, en 1961, el Mossad israelí capturó y
sentenció a muerte a otro “colega”, Adolf Eichmann, en un controvertido “rapto”
de este también asesino. Ante esta situación, Mengele huyó del país y se
refugió en el Paraguay y luego en el Brasil, donde habría muerto ahogado.
El texto de Lucía Puenzo involucra a
Mengele con un matrimonio formado por Natalia Oreiro y Diego Peretti, quienes
lo alojan en su hostería de Bariloche. El nazi establece una oscura relación
con la hija del matrimonio, quien padece un problema de crecimiento. Tanto la
niña como la madre se sienten fascinadas por el médico alemán (Natalia Oreiro
habla en alemán por fonética en casi el 80 % del film). Mengele practica en la
pequeña una serie de procedimientos que la hacen crecer paulatinamente.
La historia tiene varias vertientes: la
relación del matrimonio con el médico alemán, la de la niña con Mengele, el
problema de su crecimiento, la hostería que hay que relanzar, así como la
aparición del Mossad en la presencia de Elena Roger como agente que está tras
los pasos del nazi mientras se cae sobre el otro nazi Eichmann. Estos subtemas
enriquecen la narración, bien llevada por Puenzo hasta el final generando un
clima envolvente, atrapante, de thriller.
Todos los actores han logrado un perfecto
“physic du rol”, desde el español Alex Brendemülh, hasta la pareja protagónica,
Elena Roger y la pequeña Florencia Bado, una pequeña gran actriz de promisorio
futuro. No dudamos de que esta película será otro éxito de taquilla como
“Séptimo” y “Metegol” en los últimos meses.
N.deR: “Guacolda” es un personaje que
aparece en “La araucana”, de Alonso de Ercilla y Zùñiga (1533-1594), mujer de
Lautaro.
Carlos Pierre
BUSCADORES DE IDENTIDADES ROBADAS
De Miguel Rodríguez Arias. Documental sobre el equipo
argentino de Antropología Forense. Duración: 75 minutos.
MUY BUENO. UN DOCUMENTAL QUE ESTREMECE
Miguel Rodríguez Arias es el director de
este documental que se suma a sus investigaciones anteriores como “El Nuremberg
argentino”, de gran excelencia. En este caso, analiza la actividad, con
entrevistas y documentos muy valiosos, del equipo de antropólogos que, a partir
de 1984, empezó a trabajar en los cementerios en busca de los cuerpos de NN,
victimas de la dictadura militar. A este grupo inicial, que entonces todavía
corría peligro por su actividad, se le sumaron especialistas extranjeros como
el doctor Clyde Collins Snow, antropólogo forense norteamericano, y Ric Stower,
quien fuera el director del Programa de Ciencia y Derechos Humanos de la
Asociación Americana para el Avance de la Ciencia.
La experiencia argentina fue, desde
entonces, un ejemplo para los médicos forenses de todo el mundo. En 30 años de
actividad se pudieron identificar a 577 personas, analizando huesos. Aparece, por ejemplo, el testimonio de la
familia Morresi, recordando aquellos momentos terribles, trágicos, que miles de
argentinos vivimos. Este documental es para verse, sin duda alguna, y para
recomendarlo.
Elsa Bragato
LAS POCHOCLERAS DE LA SEMANA
1.- DOS ARMAS LETALES
De Baltasar Kormákur. Con Denzel Washington, Mark
Walhberg, Paula Patton, entre otros. Música de Clinton Shorter. Duración: 109
minutos.
MALA. GROTESCO BASADO EN UN COMIC
La pregunta surge: ¿cómo actores del
calibre de Denzel Washington y de Mark Wahlberg pudieron aceptar el guión de
este film? Pomposamente se indica que está basado en el cómic de Steven
Grant, donde un agente de la DEA y un oficial de Inteligencia Naval (en
estos días, en los títulos de los diarios por la masacre en USA) se ocultan sus
identidades aún trabajando juntos. Se vigilan mutuamente, cometen delitos
(asalto a un banco empezando por incendiar un local) y, en definitiva, trabajan
para una entidad norteamericana que oculta a criminales en México y la
corruptela subyacente.
Hay matanza de animales en México, algo
inexplicable y condenable en esta época. Hay diálogos paupérrimos, una acción desvaída,
y personajes poco desarrollados, elementales. Un film lineal que quiere atrapar
con algunos tiros, argumento confuso y escenas crueles con los animales.
Desagradable.
Elsa Bragato
2.- RIPD, POLICÍAS DEL MÁS ALLÁ
De Roberto Schwentke. Con Jeff Bridges, Ryan Reynolds,
Kevin Bacon, Mary-Louise Parker, Stephanie Szostak, entre otros. Música de
Christophe Beck. Duración: 96 minutos.
REGULAR. ZAFARRANCHO ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA
Para atraer al público, se está echando
mano de ideas y argumentos ya vistos, salpicados con efectos especiales que,
como es éste el caso, no siempre aportan lo que se necesita. Un viejo sheriff
que está ya “en el cielo”, Roy Pulsifer, a cargo de Jeff Bridges, es el
compañero de ruta del recientemente muerto “Nick Walker”, papel que desarrolla
Ryan Reynolds, muerto a traición por su compañero de armas, un Kevin Bacon
desconocido.
El caso es que la Tierra está llena de
estos “muertos vivos” que no son zombies sino que se comportan como seres
humanos normales, tema poco desarrollado en la película que uno intenta
comprender a medida de que transcurre el relato. Kevin Bacon es uno de ellos y
de los “malos”. Hay que mandarlo al infierno.
La aparición de monstruos excedidos de
peso caminando por los edificios de la ciudad, tirándose encima de estos
guardianes del orden que vienen del cielo son más de lo mismo. Al aparecer en
forma esporádica, si se le quiso dar ritmo al film, no se consiguió. El
“timing” aparece sobre el final, luego de algunas secuencias donde todo se
duerme. Jeff Bridges tiene el peso del film sobre sus espaldas y, si bien
compone a un sheriff que no ha salido del siglo XIX, tiene un defecto al hablar
y está más afeado que nunca, los chispazos de actuación que regala no alcanzan
para salvar al film. Mucho menos Ryan Reynolds, quien no cambia de expresión de
principio a fin, salvo en los minutos iniciales cuando le sonríe a su joven
esposa. Nada de actuación en su caso. Y Kevin Bacon, un actor con notables
films como antecedentes, es un muñequito más de esta sinrazón filmada.
¿Algo de “Ghost”? Sí, pero hasta ahí. El
film se basa en “Rest in pace department” de Peter M. Lenkov. Algo falló en la
adaptación de este “Dark Horse Comic” a la pantalla grande, algo no se leyó
apropiadamente, algo se dejó de lado, y surgió ese zafarrancho donde cuesta
entender quién es quién. Ver a Kevin Bacon con la cabeza partida por un hachazo
no resulta divertido porque no dice nada en cine, y sí en un cómic. Es una
situación ridícula que puede “superarla” un ser “no humano”. Y de eso se trata aunque
no esté muy claro al comienzo.
Zafarrancho, sinrazón, y millones de
dólares tirados a la basura. El que puede…
Elsa Bragato