JUEVES 4 DE JULIO DEL
2013.-
Hay seis estrenos
este primer jueves de julio que incluyen tres nacionales, dos documentales y
una renovadora propuesta de Eliseo Subiela, “Paisajes devorados”, un film
realizado con una cámara fotográfica que incluye un libro.
EL LLANERO SOLITARIO
(THE LONG RANGER)
De Gore Verbinski.
Con Johnny Depp, Armie Hammer, Ruth Wilson, William Fichtneres, entre otros.
Producción de Jerry Bruckheimer y Johnny Depp y Gore Verginski. Música de Hans
Zimmer. Duración: 149 minutos.
MUY BUENA. WESTERN DE
GRAN PORTE PARA EL ENTRETENIMIENTO
Otro gran producto para el entretenimiento llega a la pantalla de este primer
jueves de julio: El llanero solitario, basado en los libros de George W. Trendle
y Fran STriker, que tiene una larga historia de films y series de tevé desde la
década del 40. En este caso, se reunió la “trilogía” que realizó la saga “Los
piratas del Caribe” por lo que el “armazón” del guión tiene similitudes aunque con
varios hallazgos y mucha tecnología de última generación que optimizan el
entretenimiento. Y es una vuelta al western con el esplendor del siglo XXI.
Si bien viene recibiendo duras críticas por este “armazón” de clishés
que la trilogía de dirección, producción y actor han generado desde “Los
piratas…”, no es menos cierto que es un más que digno producto de
entretenimiento que tiene valores agregados en su realización innegables.
La historia de “El llanero… “toma un vuelco positivo: lejos de presentarse
al héroe de entrada, se recurre a un ardid narrativo bien resuelto: un
niño, que tiene un antifaz negro, se detiene frente a una vidriera donde está “Toro”,
dentro de un parque temático. Y éste, o sea Johnny Depp, cobra vida llevándolo
a conocer las aventuras de “John Reid- El llanero solitario” (podemos pensar en
“Una noche en el museo”, por ejemplo). Este encuentro entre el niño y “Toro”
que cobra vida se reitera introduciéndose al espectador en un cuento de gran
porte por la acción y la tecnología.
Podemos analizar dos ítems: el primero, en el artilugio empleado
para el inicio de una historia muy transitada y, segundo, en que Johnny Depp es
uno de los productores que aportó parte de los más de 200 millones de dólares
que se invirtieron entre realización y publicidad en el film. Entonces, se
comprende claramente por qué Depp obra a manera de “narrador” de las famosas
aventuras de “John Reid”.
Señalamos algunas secuencias de fuerte impacto visual: el
trazado de las vías en el Oeste y el rugido de las locomotoras, tanto en el
comienzo como en el final, realizadas con una parafernalia de efectos
especiales que hacen saltar de la butaca. Y donde se observa, claramente, la
millonaria inversión realizada. Otro dato a tener en cuenta es la introducción
de animales, desde caballos que incluyen al caballo blanco del Llanero, así
como liebres con dientes agigantados, muy feroces, y escorpiones que se
deslizan sobre el rostro de un impertérrito “Toro”.
La banda sonora de Hans Zimmer es brillante, utilizando trompetas
esplendorosas (brass), que incluye desde el Himno de los Estados Unidos hasta
la famosa obertura de Guillermo Tell del italiano Giacomo Rossini. Vibrante “score”
de Zimmer.
Sin duda, es un producto pensado para entretener a toda la familia, pochoclo
en mano para un gran disfrute. Y se asegura una segunda parte. Estamos en
presencia de una nueva franquicia de Hollwyood, muy bien realizada en
las tierras de Nueva México, que dejará millones a los productores y hará
disfrutar a otros tantos espectadores en todo el mundo. Muy entretenida y con
un fina ironía en toda su narración, sin caer en excesos.
NdeR: Armie Hammer, el nuevo “llanero”, fue precedido por Clayton
Morre, John Doucette, John Hart, entre otros, mientras que “Toro” tuvo un
antecesor muy recordado: Jay Silverheels en series de TV y en un film de 1956.
Carlos Pierre
MI VILLANO FAVORITO 2
en 3D
De Chris Renaud y
Pierre Coffin. Con las voces de Steve Carell, Jason Segel, Elsie Kate Fisher,
Russell Brand, entre otros. Grabaciones a cargo de Paul Tirone. Duración: 98
minutos.
MUY BUENA. DISPARATADA
AVENTURA ROMÁNTICA DEL “DESPRECIABLE GRU”
Este “despreciable” señor Gru (“despictable” en inglés) llega luego de
casi tres años nuevamente a la pantalla en versión 3D con mucha acción, alocada por momentos, pero
que entretiene. Gru adoptó, en el primer film, a tres niñas: Margo, Edith y
Agnes, y abandonó el mundo del crimen. Ahora organiza la fiesta de cumpleaños
de sus hijas, se viste de hada, las besa antes de dormir y permanece soltero,
tema que se transforma en central.
Se dedica a elaborar mermeladas con los “minies” junto a su amigo
profesor con sabores que no se logran. Hasta que una agente lo rapta
cómicamente para luchar contra el crimen ayudando a una sociedad ultrasecreta que
funciona en el fondo del mar. Este hecho buscado por los guionistas permite que
el espectador disfrute de un viaje submarino espléndidamente logrado, con
cámaras que “viajan” muy rápido con el coche-submarino de la agente Lucy.
Recursos maravillosos para ver el mundo del océano a puro color y movimiento en
3D.
Sin embargo, el guión tiene algunos altos y no ahonda en el hecho
principal que nos indica, de entrada, que algo raro pasa: un imán gigantesco
“absorbe” a los “minies” (hay una marca de pastas que ha tomado la forma de
estos singulares seres en su publicidad) y su estructura en el Ártico y se los
lleva quién sabe dónde. Esto permite la acción de la agencia secreta contra el
crimen y el rapto de Gru, pero no mucho más dado que la acción se diversifica y
la búsqueda apuntará a un ex “El macho”, mexicano que ha puesto un negocio en
un shopping. Sin embargo, su pasado lo condena y Lucy y Gru tratarán de
desenmascararlo. Si bien el gigantesco imán no desaparece de la historia en
forma total, deja de ser el centro de la mayoría de las situaciones que vivirán
Gru y Lucy. Por otro lado, las tres pequeñas están interesadas en que su papá
logre casarse para tener una mamá. Y ven en Lucy a la “mami perfecta”. La veta
romántica de la tira entonces domina la escena aunque se produzcan escaramuzas
varias.
Los “minies” vuelven a las andadas y son los personajes que de
principio a fin producen carcajadas, incluso cuando el film terminó. Por eso, les
recomendamos quedarse hasta el final de los créditos porque los “Minies” siguen
actuando fuera ya del guión. Como dato curioso, encontramos una gran semejanza
entre Gru y Lucy y los actores Alfred Molina y Helen Mirren.
Elsa Bragato
CÉSAR DEBE MORIR
De Paolo y Vittorio
Taviani. Con Giovanni Arcuri, Salvatore Striano, Cosimo Rega, Antonio Frasca,
el argentino Juan Darío Bonetti, entre otros. Música de Giuliano Taviani y
Carmelo Travia. Duración: 76 minutos.
MUY BUENA. LOS
TAVIANI DE REGRESO: METÁFORA SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE
Los afamados y ya octogenarios hermanos Paolo y Vittorio Taviani
(“Padre Padrone”) se dejaron hechizar por la obra del gran escritor de
Stratford, William Shakespeare, en este caso por “Julio César”, en la vigésima
primera película que realizan. El dictador romano enfrenta su asesinato a manos
de sus allegados, Bruto y Casio, que todos recordamos en la frase “los trágicos
idus de marzo romanos”. Lo novedoso y movilizador de los Taviani es situar la
representación de la obra en una cárcel italiana de máxima seguridad, la de
Rebibbia de Roma, que cuenta con un elenco muy especial: sus presos. La
representación es un proyecto del director de la cárcel y de un puestista
teatral, quien le permitirá a los reclusos decir los parlamentos en sus
dialectos natales.
El drama que plantea “Julio César” se traslada al de cada preso, si
bien la idea de los organizadores de este evento en prisión es que puede ser
una “catarsis” de sus propios pasados. Es decir, hay un objetivo de salud
espiritual en la representación.
El film está rodado en blanco y negro, mientras que solo la
representación en sí es en colores. Aquí hay otro mensaje mensaje de los
Taviani, una metáfora sobre la vida y la muerte. La obra dejará su huella en el
alma de los convictos: quien mató a Julio César y quien ayudó a su muerte en la
ficción del bardo inglés ya no serán los mismos ni para sí mismos ni para el
resto de los presos. Son hacedores de un magnicidio que, si bien se trató de una
ficción, puede ser un sello definitorio de sus destinos en la cárcel, gran símbolo
que exponen los hermanos Taviani: nada de los que nos sucede queda sin
dejarnos un reflejo, una traza, un rastro ni en el alma ni en la vida misma
diaria.
Destacamos la simbiosis de la música incidental de Taviani y Travia
donde un saxofón interpreta una melodía como leit-motiv con reminiscencias al
‘score’ de “Verano del 42” de Michel Legrand. Esta comunión de la música con la
puesta, utilizando un instrumento determinado en las escenas dramáticas, logra
impactar al espectador, obra como un martilleo en el espíritu. El título del
film dice “César debe morir”, ¿será así para los forzados actores? Cine-arte
del mejor.
Carlos Pierre