JUEVES 18 DE JULIO
DEL 2013.
HAY TRES ESTRENOS EN
FÍLMICO, DOS ANIMACIONES Y UN DOCUMENTAL SOBRE RIVER PLATE, DE FEDERICO
PERETTI.
METEGOL EN 3D
De Juan José
Campanella. Sobre cuento de Roberto Fontanarrosa. Con Pablo Rago, David
Masajnik, Lucía Maciel, Miguel Angel Rodríguez, Fabián Gianola, Horacio
Fontova, Coco Sily, Diego Ramos, entre otros. Música de Emilio Kauderer.
Duración: 108 minutos.
MUY BUENA. EL FÚTBOL
Y EL AMOR, UNIDOS EN UNA MUY BUENA ANIMACIÓN
Juan José Campanella empezó a trabajar en 2010 en el texto de
Fontanarrosa, junto a Eduardo Sacheri, Gastón Gorali y Axel Kuschevatsky. Y
luego contó con coproductores internacionales para realizar este “sueño del
pibe” que fue su primer film animado. Es irreprochable la calidad técnica,
similar a cualquier producto internacional. Todos los rubros merecen nuestro
aplauso.
El tema pasa por reconocer a quién va dirigida “Metegol”. Si bien hay
una historia de amor, es la gran excusa, bien planteada en la narración, para
desarrollar la pasión futbolera del protagonista (Amadeo, voz a cargo de David
Masajnik) y devolverle al pueblo ese sentido de barrio que, por un progreso
desmedido de uno de sus ex vecinos devenido en jugador de nivel internacional,
ha perdido. Un partido de metegol en el bar del barrio ganado por Amadeo, vociferado
por la bella “Laura” (voz de Lucía Maciel) y perdido por el joven vecino
ambicioso, desata la furia de este último quien reaparecerá con una gran grúa y
destruirá, en pos del progreso, el bar y el metegol.
A manera del cuento de Pinocho, ocurre algo mágico: una lágrima de
“Amadeo” en lugar de un hada de Disney reanima al muñeco que formaba parte del
metegol. Al cobrar vida se desenrosca de la tabla a la que estaba atornillado.
De a poco se unirán todos los jugadores del metegol y la historia tomará otro
ritmo y color. Entre los integrantes del equipo, hay algunos que se nos parecen
a muchos que conocimos como Kempes, por ejemplo. Resuena la cálida voz de
Horacio Fontova mientras encontramos en los créditos a dos “hacedores” de Oscars
argentinos: Pablo Rago y el director de fotografía Félix Monti.
El film resulta muy simpático por las aventuras de estos diminutos
muñecos de madera que pueden meterse en el campo de una cancha y ayudar a su
equipo favorito sin ser advertidos, por ejemplo. Mientras tanto, Campanella nos
ha hecho pasar por un parque de diversiones muy a lo Hollywood y, en oposición,
un basural para ir recuperando a los muñecos del metegol.
El film es irreprochable pero hay que definir su target: es masculino
aunque las mujeres hoy estemos más metidas en el mundo del fútbol acompañando a
hijos, maridos, nietos. Sin duda, el lenguaje es propio del mundo marculino, del de los pibes.
Sin embargo, el costado sentimental, el del barrio, el de las cosas “de
antes” que pueden conservarse, está presente, una constante en las
realizaciones de Campanella y por allí sí las mujeres podemos entrar y
emocionarnos con las desventuras de estos seres de ficción cuyo objetivo es
reunirse y volver a jugar. También aquí encontramos planos éticos muy
interesantes: la lealtad, el respeto, el saber perder, la valentía, la lucha
por los sueños. Aquí es donde gana la animación de Campanella a todo el
público, al margen de edades y géneros.
Un muy buen producto que los varones de la familia sabrán valorar más
que las mujeres si bien éstas no saldrán defraudadas porque hay emoción y
buenos ejemplos para luego charlar en familia.
Finalmente, Juan José Campanella explicó sin dar detalles la técnica
empleada para el doblaje de las voces: los actores estuvieron atados a una
tabla como los jugadores de un metegol a fin de que sintieran la sensación de
no poder moverse y tener que hablar y gambetear. El film costó cerca de 20
millones de dólares, una superproducción que merece ser valorada.
Elsa Bragato
TURBO EN 3D
De David Soren. Con
voces de Ryan Reynolds, Samuel L. Jackson, Paul Giamatti, Richard Jenkis, entre
otros. Música basada en famosas canciones. Duración: 96 minutos.
BUENA. CARACOLES EN
LAS 500 MILLAS DE INDIANAPOLIS
Para los más chicos, aparece este film animado en 3D “Turbo” que nos
cuenta la historia del caracol “Turbo” con la voz de Ryan Reynolds y su hermano
“Chet”, a cargo de Paul Giamatti, entre otros interesantes caracoles como Bobby
(Richard Jenkins) o bien Whiplash (Samuel L. Jackson). Un lujo de voces en una
historia destinada para los más chicos que conlleva interesantes propuestas
como el esfuerzo para lograr los sueños y la voluntad inquebrantable.
Hace un tiempo vimos autos en “Cars” hablando y compitiendo, ahora son
caracoles que viven en una granja donde se alimentan de los tomates pasaditos.
Cumple con sus tareas y se reúnen para tratar de salvarse de los cuervos que
los comen o bien del chico malo de la vivienda vecina que los aplasta con su
“bici”. A pesar de todos estos impedimentos, “Turbo” sueña con las 500 millas
de Indianápolis y se asoma, esquivando peligros, al borde de la carretera donde
los autos lo deslumbran. Su hermano “Chet” sufre por la manía automovilística
de “Turbo”. Y éste, cuando puede, mira
las carreras por la TV en un garage, soñando, y, si tiene tiempo, se elonga
poniéndose metas para ser un poco más rápido. Justamente lo contrario al lento
andar de los caracoles. Un buen día “algo” sucede y su casita, la conchilla que
carga en su espalda, se transforma en un motor, mientras que sus ojitos son
capaces de ser faroles delanteros y su cola, luces de posición.
Son las secuencias más simpáticas del film no exento de emoción porque
finalmente “Turbo” llegará a Indianápolis donde deberá correr las 500 millas
junto a autos de última generación. Peligros, caídas y un sinfín de desventuras
probarán el ánimo de este molusco y de la platea menuda y creemos que en esto
reside el secreto del film.
El guión es lineal: aún los más desfavorecidos pueden alcanzar las
metas reservadas para los supuestos “ganadores de la vida”. A partir de esto y
de sus experiencias personales por una invasión de caracoles en su jardín, el
realizador David Soren fue armando esta animación en la que les da un lugar
de dignidad a los caracoles que suelen ser un plato delicioso para la cocina
francesa. No dan ganas de comer moluscos luego de ver esta pequeña gran
historia, que solo es diferente a otras por sus personajes. Todo es posible si así lo soñamos y nos
esforzamos. Para los más chicos.
Elsa Bragato