JUEVES 24 DE ENERO DEL 2013.-
Hay
cinco estrenos en soporte fílmico, de los que no comentaremos “Mi peor
pesadilla”, film francés de Anne Fontaine.
EL ÚLTIMIO DESAFÍO (The last
chance)
De Kim Jee-Woon- Con Arnold
Schwarzenegger, Forest Whiteker, Johnny Knoxville, Eduardo Noriega,
PeterStormare, Génesis Rodríguez, entre otros. Música de Mowg. Duración: 107
minutos.
BUENA. EX “TERMINATOR” A PURO
TIRO EN BUEN ENTRETENIMIENTO
Después
de una década de “Terminator 3”, pasando por la gobernación de California,
Arnold Schwarzenegger regresó al set, maduro pero intacto, esta vez de la mano
del experimentado director surcoreano Kim Jee-Woon, quien hace su debut en
Hollywood.
A
Schwarzenegger lo acompaña un elenco de gran talla como Forest Whitaker, Johnny
Knosville, el aporte latino de Eduardo Noriega, el portorriqueño Luis Guzmán y
una de las hijas del “Puma” Rodríguez, Génesis, nacida en Miami.
Kim
Jee-Woon realiza un auspicioso trabajo a través de un vertiginoso y eficaz
tratamiento de la comedia de superacción, con impactantes escenas en
exteriores, como la huida del más famoso y buscado cerebro de la droga,
escapándose de un convoy del FBI en un sofisticado Corvette. Balaceras a granel
y un gran campo de maíz van completando las locaciones que sirven para generar
un sinnúmero de secuencias trepidantes.
La
cuestión se complica cuando este delincuente no repara que, en una ciudad
fronteriza entre México y USA, tal como indica el título (The last stand), hay
un luchador de primer nivel, el personaje de Arnold Schwarzenegger quien, al
mejor estilo de la inolvidable “Armada Brancaleone”, le hará frente. Cuenta con
pocos elementos: una ametralladora de la Segunda Guerra Mundial, un escudo al
estilo medieval además de un grupo de “desentrenados” ayudantes y de un
vehículo escolar (el clásico “bus amarillo”) para trasladarse. Elementos que
Kim Jee-Woon utiliza para marcar la
caricatura y la acción pura, las dos vertientes por las que transita este
policial. Es entretenido, vibrante, de principio a fin, objetivo
ampliamente cumplido por el film a través de pasos de comedia y de acción.
Carlos Pierre
TRES TIPOS DUROS
De Fisher Stevens. Con Al
Pacino, Christopher Walken, Alan Arkin, entre otros. Música de Lyle Workman,
con canciones de Jon Bon Jovi. Duración: 85 minutos.
BUENA. DUELO ACTORAL EN UNA
DE ACCIÓN
Duelo
actoral de tres figuras consagradas: Al Pacino, Christopher Walken y Alan Arkin
(un actor que se ha puesto de moda) en una comedia dramática que, entre
diálogos agudos y situaciones límites, salpicada con escenas de sexo, droga,
delito y lealtades de los personajes, entretiene y asombra por la calidad
actoral.
Val
es el personaje de Al Pacino, liberado de prisión luego de una condena de 28
años; Doc está encarnado por Christopher Walken y es quien lo va a buscar,
albergándolo en su casa. La misión de Val es fatal. Al reunirse con un viejo
compañero de andanzas, a cargo de Alan Arkin, comienzan a vivir desesperadas
situaciones, cometiendo todo tipo de fechorías, sexo desbocado, robos como en
los viejos tiempos, si bien mantienen los viejos códigos de la delincuencia.
La
verborragia de uno y la parquedad del otro, a lo largo del film, Vad versus
Doc, son un contrapunto imperdible
donde cada frase, cada palabra, es una estocada a la razón y un abrazo al
corazón.
El
realizador Fisher Stevens creó un clima alucinado, nocturno, distante del
trajinar diurno de una ciudad, dándole a
los tres personajes la oportunidad de una aventura delincuencial. Los acosa
una agónica espera que los lleva a cometer sus tropelías, burlando a los
policías como en los viejos tiempos. Vendrá el amanecer con un dilema tremendo,
una incógnita para el espectador, de alguna manera cómplice de estos personajes al margen de la ley.
Pacino
y Walken corroboran sus respectivos magnetismos, sustentados en trayectorias de
enorme peso artístico, y Alan Arkin se suma al dúo protagónico con la solvencia
que se le conoce (recordemos su gran papel en “Argo”, de Ben Affleck, film que
recomendamos). Las canciones de Jon Bon Jovi enriquecen la comedia dramática que escribió
Noah Haidle con brillante ingenio.
Carlos Pierre
SOS, UNA FAMILIA EN APUROS
(PARENTAL GUIDANCE)
De Andy Flickman. Con Billy
Crystal, Bette Midler, Marisa Tomei, Tom Everett Scott, entre otros. Música de
Marc Shaiman. Duración: 103 minutos.
REGULAR. COMEDIA ESQUEMÁTICA
CON “BOTOXEADOS” PROTAGONISTAS
Andy
Flickman es un trabajor neto del siglo XXI, a cargo de un canal en Youtube. Si
bien tiene varios films realizados, no
se puede decir que sea un director avezado en la creatividad cinematográfica.
La mejor prueba es esta película que, si bien no desagradable, como realización
transita por todos los lugares comunes
de las comedias entre abuelos, padres y nietos de los últimos 40 años. En
los 70 podía parecernos una buena idea. En el siglo XXI, es más de lo mismo.
Esto no quita que en algún momento uno se ría, se sonría, y hasta se piense que
la propuesta tiene muchos puntos de contacto con la realidad. El problema está en el esquema narrativo.
Bette
Midler y Billy Crystal son los abuelos “ninguneados” por su hija (Marisa
Tomei), quien considera tener los secretos para educar a sus hijos sin la ayuda
de nadie. Su marido hace un viaje por trabajo, ella le ha prometido estar con
él, pero el tema son los niños y, a su pesar, se los deja a sus padres. O sea
Crystal y Midler. Por supuesto, los abuelos tienen otra manera de ver las cosas
y los nietos las aprenden con lo que se producen situaciones reideras archiconocidas.
Sí es interesante el planteo social que hace el film: los hijos hiperindependientes que reniegan del contacto familiar para
sus descendientes. Sin duda, una de las cuestiones ríspidas de la sociedad
actual.
El
film va a tener cierta repercusión porque sus protagonistas, aunque con caras
hinchadas por el botox, son altamente carismáticos, buenos actores, y los roles los cumplen superando con creces
el débil guión. Por ellos, podría ser buena, pero Andy Flickman tiene que
superarse. Hacer películas de taquito ya
no va más.
Elsa Bragato
HANSEL & GRETEL,
CAZADORES DE BRUJAS, 3D
De Tommy Wirkola. Con Jeremy
Renner, Gemma Arterton, Famke Janssen, Peter Stormare, Derek Mears, entre
otros. Música de Atli Orvarsson. Duración: 88 minutos.
REGULAR, CUENTO INFANTIL
DEVENIDO EN FILM SANGRIENTO
La
idea no es mala: Hansel y Gretel, abandonados por sus padres en el bosque, y
engordados por la bruja de la casa de chocolate y caramelo, luego de 15 años
deciden transformarse en “cazadores” de brujas. La cuestión del film está en que es tan sangrienta y brutal que la
calificación es para mayores de 16 años. Y eso que los chicos actuales
tienen videojuegos muy violentos.
Tommy Wirkola es noruego y, en cierto modo, continúa la tendencia
de los países nórdicos de realizaciones con niños que se transforman o en vampiros
o en pequeños monstruitos. El cine oriental, por ejemplo, es brutal tanto con
seres humanos como con animales. Los nórdicos, a su vez, tienen cierta afición
por la truculencia en el cine, aunque hay excepciones notables e insuperables.
En
este caso, Jeremy Renner y Gemma Arterton encarnan a los hermanos surgidos de
la pluma de los Grimm, son abandonados en el bosque, pero hay un secreto,
“quid” de la historia, que no revelaremos. “Cocinan” a la primera bruja cuando
son niños y 15 años después son contratados por una aldea con casas estilo
Tudor venidas a menos y ambientación medieval para matar a las brujas que están
robando a niños. Se acerca la “luna de sangre” y allí les arrancan el corazón a
los pequeños. Es el gran “aquelarre” de estos seres que son bellos cuando
quieren y, de pronto, se transforman en zombies horripilantes. La principal
bruja está encarnada por la bella Famke Janssen, y aparece la “bruja” buena, a
cargo de Ingrid Bolso Berdal (angelical criatura), como para balancear la
cuestión enamorando a Hansel.
Aquí no hay miguitas de pan sino una
conjunción híbrida de personajes medievales y armas modernas: Hansel y Gretel tienen unas armas tremendas, que
lanzan balas sin parar. Aparece un “troll”, monstruo característico de la
mitología nórdica, un ogro estilo Shrek pero no verde sino marrón. Tiene
corazón bueno si bien ayuda a las brujas. Está encarnado por Derek Mears, a
quien han afeado de manera increíble. La ciudad elegida como locación es
Braunschweig, en Alemania, si bien en el film se dice que es Ausburgo.
La
lucha entre Hansel y Gretel con las brujas es a todo o nada: deben
finiquitarlas aprovechando la reunión de la “luna de sangre” y liberar a los
niños. Se producen corridas por los bosques, hechizos, y muertes horripilantes como el aplastamiento con un pie de la cabeza
del enemigo, con “crak” incluido: queda un punto de sangre que explota en la
pantalla. Cada vez que hay un enfrentamiento, hay que esperar lo “gore”, agarrarse a la butaca y esperar el chorro
de sangre. Como es en 3D, el espectador “siente” que le llega.
El
film es conciso, corto, no hay elipsis sino un deliberado montaje que une secuencias
sin parar. Es para reír, es para tener algún revoltijo en el estómago, y es una
tendencia al cine truculento que se afianza. Ya vimos a “Abraham Lincoln como
cazador de vampiros”, entre otros films. Ahora nos toca Hansel y Gretel como
salvadores de niños. El “quid”, el gran secreto, se revela antes de promediar
el film, aunque es previsible. Para los
amantes del cine “gore”.
Elsa Bragato