JUEVES 29 DE NOVIEMBRE DEL
2012.
Hay
nueve estrenos que incluyen tres films nacionales. Y dos documentales entre
estos últimos: Gricel, docu-ficción
sobre la musa inspiradora de este tango, y El
impenetrable, documental sobre el “impenetrable paraguayo”. Ganó el premio
del público en el 27 festival de cine de
Mar del Plata. Se agregó a último momento Zuloak,
documental sobre esta banda de música.
Asimismo
hay dos películas más convencionales pero no menos taquilleras: Step up 4- La revolución es el film
musical del siglo XXI, con espectaculares “flash mob” o “danza flash”, cuya primera entrega fue en el
2006 y resultó un éxito de recaudación, y Juegos
de Muerte, con la sangre y el terror convencionales del género aunque con
nuevos tips en sus protagónicos.
“Las malas intenciones” es un film
peruano del 2011 que nos cuenta la vida de la pequeña Cayetana en la década del
80 en medio del terrorismo naciente en el país hermano y llega a la cartelera
porteña prácticamente sin difusión.
SIETE PSICÓPATAS O NO TE METAS
CON EL PERRO
De Martín McDonagh. Con Colin
Farrell, Sam Rockwell, Christopher Walken,, Woody Harrelson, entre otros.
Música de Carter Burwell. Duración: 110 minutos.
BUENA. ALOCADA COMEDIA, OSCURA
Y SANGRIENTA
El
título, “Siete psicópatas o no te metas con el perro”, alude, en primer
término, a los fatales Siete Jinetes del Apocalipsis y, luego, al psicópata
dueño del perro porque, si se intenta robarlo, uno se las verá con la
incontenible y loca violencia del amo.
El
film se sustenta en cuatro pilares: el escritor Martin (Colin Farrell), su
amigo (Sam Rockwell), el socio de éste (Christopher Walken) que es un hombre
religioso con un pasado violento, y el gángster psicópata (Woody Harrelson)
cuyo amado perro es secuestrado por una recompensa.
En
principio hay que destacar al realizador Martin McDonagh, el mismo de
“Asesinato en Brujas” o “En Brujas”, según la traducción al castellano de “In
Brugge” y su afición por los “malos” seriales en tono de comedia melodramática.
En este caso, Colin Farrell es el guionista que no tiene ideas, alcohólico
empedernido, que pergeñó una historia de siete psicópatas pero la realidad
truculenta se le mezcla con su escrito. Estamos frente a una comedia con
matices oscuros, negra, y con situaciones impredecibles, de ritmo vertiginoso.
MacDonagh tiene mano firme para orientar su narración entre la risa, la
extravagancia, con diversión teñida de sangre y mucho desparpajo. Los roles
están muy bien definidos, cada uno de ellos va in crescendo en su patología a
lo largo de la costa Oeste de los Estados Unidos y en esto vemos la maestría
del director. Plena de Persecuciones, la trama está perfectamente construida,
con cada uno de los cabos pronto a ser atades en un desenlace grandilocuente.
La
película ostenta una pátina inteligente donde la diversión termina con
violencia, con toques a lo Tarantino. Obliga a la atención del espectador
porque el protagonista, Colin Farrell, se ve sumergido en su propia historia
pero, en definitiva, se trata de la propia realidad violenta y trágica.
Las
locaciones finales son espectaculares, secuencias filmadas en el desierto norteamericano,
el mismo de tantos films de cowboys; en este caso constituye un escenario por
demás convincente para la acción descontrolada que se genera. Es un juego macabro
y alocado, una propuesta diferente, atrapante.
Carlos Pierre
DULCE DE LECHE
De Mariano Galperín. Con Ailín
Salas, Camilo Cuello Vitale, Marcos Rauch, Florencia Raggi, Paula Ituriza, Luis
Ziembrowski, entre otros. Música de Fabián Picciano. Duración: 86 minutos.
BUENA. COMEDIA ÁGIL SOBRE EL
AMOR ADOLESCENTE, SIN PRETENSIONES
Historia
del primer amor adolescente que nace a través de un frasco de dulce de leche
cuando Luis (Camilo Cuello Vitale) y Anita (Ailín Salas) entrecruzan sus vidas.
La ocasional rotura del frasco le permite a Luis el pretexto simple y mágico de
reponerlo, iniciando así un romance en la ciudad de Ramallo, una ciudad muy
bien retratada y afín a la propuesta.
Uno
de los aciertos de Mariano Galperín es la elección de la pareja protagónica
porque Cuello Vitale y Salas fueron compañeros de la escuela primaria y
pudieron entonces alcanzar una elocuente química en la película. La trama
enfrenta a este amor juvenil con los padres y maestros de los adolescentes,
empecinados en reencauzar sus vidas según sus rígidos cánones sin tener en
cuenta la libertad irreverente de los más jóvenes.
Hay
escenas de gran belleza visual y se observa la mano profesional de Galperín,
que ha sido realizador de videoclips para Alejandro Lerner, Soda Stéreo, Charly
García, entre otros artistas nacionales. Surgen así secuencias muy sugestivas
y, además, un acertado “tempo” vivaz, que le da frescura a la narración.
Son
muy logradas las actuaciones de Florencia Raggi como la madre de Luis y la de
Marcos Rauch como el amigo del joven, convertido en su ocasional rival por la
conquista amorosa de Anita.
La
banda sonora de Fabián Picciano acompaña con precisión este amor adolescente y
contribuye al clima alegre y despreocupado que campea en la historia. Como
referencia de un amor adolescente encontramos “Melody”, 1971, con guión de Alan
Parker. “Dulce de leche” ganó el premio MovieCity a la mejor película nacional
del 26 Festival de cine de Mar del Plata. Se deja ver.
Carlos Pierre
LAS VENTAJAS DE SER INVISIBLE
De Stephen Chbosky, también
autor de la novela y del guión. Con Logan Lerman, Ezra Miller, Emma Watson,
Paul Rudd, Joan Cusack, entre otros. Música de Michael Brook. Duración: 103
minutos.
MUY BUENA. COMEDIA INTELIGENTE
SOBRE EL AMOR, LA AMISTAD Y LA LIBERTAD ESPIRITUAL
El
ingreso a la preparatoria de un adolescente tímido e inexperto con el peso de
ser un “don nadie”, un “invisible”, un “marginal” para los demás, deja de ser
una ventaja al enfrentarlo al aprendizaje de la vida: hay situaciones en las
que nadie es marginal o invisible para el resto. “Charlie”, interpretado por
Logan Lerman, es este joven que inicia estudios con el doloroso peso de la
pérdida de su tía en un accidente y el suicidio de su mejor amigo. La calidez
de Patrick (Ezra Miller), hermanastro de Sam (Emma Watson, la chica bella de
Harry Potter) y homosexual de enorme carisma, le permiten enfrentar la nueva
vida. Aparece la figura de Mr Anderson (Paul Rudd) como el profesor de inglés
que lo alienta y lo introduce en la literatura, le facilita libros y le aviva
el deseo de ser escritor.
El
libro de Stephen Chbosky, director y guionista del film, es best seller entre
los jóvenes norteamericanos. Ha gustado la tremenda honestidad del
protagonista, según la crítica, y su forma epistolar, de ágil lectura: Charlie
le escribe a un corresponsal anónimo.
Se
produce gran empatía entre estos adolescentes y el espectador, uno puede
reconocerse en esos gozos y tristezas, en esos llantos y risas. Lejos de la
pátina de hipocresía que suele existir en la adultez por razones sociales, se
observa una enorme sinceridad en el relato, sin golpes bajos ni sensiblería. La
narración respeta el lema del autor: “Aceptamos el amor que creemos que
merecemos”.
Coherencia
e inteligencia imperan en esta comedia dramática, a través de un impecable
tratamiento cinematográfico. Las actuaciones de los jóvenes actores son
sólidas. Destacamos una secuencia antológica: los protagonistas atraviesan un
túnel en coche con una melodía que desconocen pero que los extasia y Sam abre
sus brazos como si fuesen alas. Hay mucha magia en la banda sonora elaborada
con varios soundtracks estupendos. Por otra parte, surgen dos subtemas
importantes: la bella amistad entre heteros y homosexuales y esa sensación de
ser invisible para los demás o un marginal. ¿Quién tiene la verdad? ¿La
sociedad, uno mismo, es autocensura? Muy interesante película.
Carlos Pierre
LAS CHICAS DE LA BANDA
De Geoggrey Enthoven. Con
Marilou Mermans, Jan van Looveren, Lea Couzin, Lut Tomsin, Lucas van den Eynde.
Música de Stef Caers, Olaf Janssens, Pascal Garnier & Tom Ketens. Duración:
98 minutos.
REGULAR. COMEDIA DEPRESIVA QUE
TIRA ABAJO LAS ESPERANZAS
Es
curioso el estreno de este film belga, de 2009, en detrimento de otras
películas que no se han visto y que empiezan a estar nominadas para los grandes
premios de Hollywood. En principio, se refiere a las “meisjes” o “señoritas” en
neerlandés de hace 40 años que ahora, setentonas, intentan un volver a vivir.
Todo comienza por la muerte del marido de
Marilou y su acercamiento a su hijo Sid, un “outsider” músico de
hip-hop. La madre tiene la idea de recomponer la banda con sus amigas,
setentonas como ella. En principio, el film debería motivarnos mejor sobre la
tercera edad. Pero el montaje de la película tira abajo cualquier espíritu emprendedor: un accidente y una
larguísima secuencia en un cementerio que, si bien nos enfrenta a los
personajes y sus reacciones, pudo evitarse o apenas ser un “clip” arrancan con
este comedia depresiva. El rearmado del grupo está, además, enfocado en los
ensayos más que en las actitudes de las tres damas en cuestión, aunque existan
algunos diálogos jugosos y una escena risueña con un guitarrista africano. La
lentitud de estas secuencias le quita mérito a la narración en general. El
problema de salud de una de las tres ex “meisjes” es repentino, solo aporta una
cuota más de triste densidad y nos muestra a la tercera edad como un camino de infortunios cuando bien
puede ser lo contrario: el accidente, el cementerio, los largos ensayos,
las dudas de las señoras, la pérdida de la memoria de una de ellas, etcétera.
Es decir, el film se queda a medio camino entre la comedia y el drama. Lo que
comienza como un canto a la vida se quiebra y termina siendo algo denso. Hay una mirada demasiado oscura sobre la
vejez que no aporta nada porque la idea y el título del film nos remiten a
otra cosa: el rearmado de una banda. Lo prometido no es lo que veremos.
Elsa Bragato